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Capítulo 46

El siguiente capítulo tiene descripción explícita de escenas sexual-...

Meh, ya saben lo que viene.

Recuerden que si no le agrada pueden esperar al siguiente capítulo o leer solo la parte charlada u.u
















—Meloso —acusó YeonJun acomodándose en la superficie suave de la cama ajena, acunó las mejillas del modelo y lo besó castamente antes de volver a verlo.

—Tu me haces ser así —contestó besando sus mejillas, el pelinegro rió mordiendo su labio inferior. SooBin lo observó unos segundos fijamente antes de sonreírle con picardía.

Ya habían hablado mucho.

No besó sus labios, besó sus mejillas de nuevo, luego su mandíbula y su cuello, soltando una pequeña risa cuando el otro fue desabotonando su camisa.

—Pensé que lo haríamos en el sillón —dijo dejando su parte superior de lado, el modelo se separó observándole.

—¿Te gustan esos lugares extraños y angostos? Prefiero una cama —opinó dejando su palma fría sobre el abdomen ajeno, el más joven jadeó arqueando su espalda, el frío haciendo un choque con su piel tibia.

Tomó asiento en su lugar dedicándose a desabrochar la prenda superior ajena, el vampiro pasando sus manos por sus hombros, mirándolo fijamente con sus ojos ya rojos, intimidandolo, además de su toque lento volviéndolo loco.

Se hincó en sus rodillas llegando a la altura ajena, los dos arrodillados  sobre la cama.

El abogado empezó a besar su cuello con lentitud, jugueteando con su lengua y mordiendo la piel blanca, marcandola en menos de lo que pensó.

Las manos de SooBin no se quedaron quietas, empezaron a desabrochar su pantalón, rozando sus dedo fríos intencionalmente con su piel, sacándole jadeos y suspiros.

SooBin sabía muy bien que tenía una sesión de fotos cercana y sabía muy bien que las marcas que estaba dejando YeonJun en su cuello y clavículas no se irían en un par de días, pero no le importaba.

Pasó su nariz por el hombro ajeno, sus sentidos agudizandose y su instinto pidiéndole dejar crecer sus colmillos, los dejó crecer mientras adentraba sus manos en el pantalón ajeno, las manos del abogado apretando sus hombros con las sensaciones.

El más joven detuvo sus movimientos y reposó su frente en el hombro ajeno empezando a tener su respiración errática y escalofríos en su cuerpo.

Su pantalón y su ropa interior se deslizó hasta su rodillas flexionadas, soltó un gemido de lo más profundo de su garganta cuando la mano fría del modelo empezando a moverse sobre su virilidad rápidamente, se quejó apretando los hombros ajenos.

—No tan rápido, se-...SooBin —murmuró apretando sus hombros sintiendo sus piernas ceder, la otra mano del vampiro lo sujetó de la cintura.

—¿Qué ibas a decir? —preguntó tocandolo con más lentitud, sus colmillos rozando con el hombro ajeno, el abogado jadeó arrojando su cabeza hacía atrás dejando un completo acceso al modelo hacia su cuello.

—SooBin... —fue lo que dijo aferrándose a sus hombros, mordió su labio inferior conteniendo sus jadeos, los colmillos rozando en su piel en cada beso y succión lo estaban volviendo loco. Nunca había deseado tanto que lo mordieran en una sesión.

Los labios del modelo hicieron un recorrido con su lengua de su cuello hasta la parte trasera de su oreja.

—Sabes que no dirías eso... —le murmuró con un tono más bajo de lo usual, un cosquilleo en su vientre le hizo gemir en voz alta— Dilo, Yeon-ye —animó atrapando el lóbulo de su oreja entre sus labios, su arete impidiéndole al vampiro seguir.

Se separó de él empezando a bombear más rápido, el abogado pegó su frente a su hombro, sus piernas temblando de nuevo, más la mano del otro sujetándolo le impedía cambiar de posición.

El modelo despegó su mano de su cintura acunando su mejilla.

—Esta vez no me vas a decir cómo prepararte —dijo pasando su pulgar por los labios ajenos, el abogado soltó un suspiro abriendo sus labios involuntariamente. El modelo sonrió de medio lado enseñando su anillo en su dedo pulgar.

YeonJun no entendió la seña, y no podía simplemente entenderla cuando su cuerpo pasaba por constantes cosquilleos por culpa de  la mano en su virilidad moviéndose con rapidez.

—Quitame el anillo —ordenó el modelo deteniendo su mano sacándole un quejido, YeonJun lo observó fijamente. SooBin apretó su miembro y masajeó con lentitud, deteniendo su dedo pulgar en lo que es el glande.

—¿A-ah? —preguntó perdido, el modelo lo obligó a tomar asiento en sus propias pantorrillas, sus rodillas descansaron un poco.

Alzó la mirada considerablemente, encontrando sus ojos con los de SooBin.

—Quitame el anillo —repitió empujando la punta de su dedo en los labios ajenos, YeonJun lo seguía observando desde abajo— Con la boca —aclaró dedicándole una sonrisa que le envío escalofríos.

Cabello negro despeinado, algunos rojizos en su cuello, sus ojos rojos y brillantes, y sus colmillos decorando esa sonrisa que lo invitaban a decir "si" a todas sus peticiones, por eso, abrió sus labios y recibió el dedo en su boca, buscando quitar el anillo con una cosa que no fueran sus dientes.

Ahogó un gemido cuando el otro volvió a bombear su miembro, acomodándose en la cama, sentándose también en sus pantorrillas.

La lengua del abogado pasó por todo el pulgar ajeno, succionó creando un sonido húmedo en la habitación, SooBin lo observaba fijamente, relamiendo sus labios.

YeonJun succionó de nuevo sintiéndose orgullo de que el ánimo fuese cediendo con el movimiento, no le tomó mucho tiempo que el anillo tintineara en sus dientes.

Se separó con un pequeño 'pop' y sacó el anillo con su mano derecha, poniéndolo a la vista de SooBin que le sonrió dejando el anillo de nuevo.

—Listo, señor Choi —dijo con una pequeña risa al final, el modelo gruñó mordiendo su labio inferior se hizo hacia atrás, levantándose por completo de la cama, empezó a quitar sus pantalones.

El abogado tampoco se quedó atrás y terminó también se quitar sus pantalones y boxers, esperando al modelo sobre la superficie.

—Ponte de espaldas —ordenó el modelo pasando una mano por su cabello, arrojándolo hacia atrás, ya estaba completamente desnudo, el abogado jadeó negando con su cabeza. El modelo lo tomó de los tobillos y lo jaló hasta dejarlo casi al borde de la cama, pasó sus manos heladas por los muslos ajenos, el abogado separandolos inconscientemente.

SooBin se inclinó, rozando sus labios con los ajenos, sus pechos pegados y sus miembros igualmente rozandose.

—Date la vuelta —ordenó apretando la piel en su manos, el menor alzó sus caderas, restregandose contra la virilidad ajena.

—O-obligame —retó sujetándolo del cabello para atraerlo a un beso desordenado, se quejó cuando uno de los colmillos rasguñó su labio, haciéndolo sangrar.

Siguieron con el beso, ambas lenguas saboreando la sangre que había brotado del labio del menor.

SooBin se separó en un chasquido y utilizó su dominio en sus piernas empujándolas hasta que estuvieron pegadas a su pecho.

El abogado se quejó por la incómoda posición, no tenía mucha flexibilidad y SooBin parecía no recordarlo.

Arqueó su espalda soltando un gemido, el músculo húmedo de SooBin pasó por uno de sus muslos traseros lentamente, sujetó las sábanas bajo él.

Esta vez, SooBin si tenía dos vecinos en la planta de abajo, eran humanos, pero aún así podían escuchar a YeonJun apenas la lengua del vampiro se encargó de darle lo que sería su primer beso negro.

Baja la voz —pidió el modelo, su aliento chocando con su entrada, el abogado se retorció en las sábanas ignorando a SooBin que, decidiendo que no habría nada para callarlo, siguió con su trabajo, esta vez, usando el pulgar ensalivado empujando con lentitud.

El menor gimió alto, casi gritó, era demasiada estimulación para él en un solo momento, además de que, la experiencia era nueva.

El modelo sabía muy bien lo que hacía, y como lo hacía, no por nada era un ser lujurioso.

Estaba teniendo extremo cuidado con sus colmillos, enserio. Pero YeonJun se estaba moviendo demasiado.

—Quedate quieto y baja la voz —pidió separandose, ya estaba lo suficientemente lubricado. El menor lo observó entre sus ojos brillosos, SooBin adentró uno de sus dedos con lentitud, el pelinegro jadeó mordiendo su labio inferior, se inclinó y besó su mejilla derecha antes de verlo fijamente, sus alientos fusionándose, la respiración errática de YeonJun chocando por completo en su cara— No estamos en el yate, cariño, aquí hay personas que pueden oírte —dijo adentrando un segundo dedo con más rudeza, el menor enroscó sus piernas en las caderas ajenas, sintiéndose aliviado por el cambio de posición.

—L-lo siento —murmuró mirando los labios brillantes ajenos, trató de contenerse, enserio lo intentó, pero cuando los dedos de SooBin se arquearon en medio de rápidas penetraciones, gritó, sintiendo el remolino que había en su vientre desapareciendo junto a una sensación laxa en su cuerpo junto a un leve cansancio.

Soltó las sábanas en sus manos y jadeó dejando que el modelo atrapara sus labios en un beso apasionado que no le dió tiempo a su ser procesar el anterior suceso cuando ya estaba reaccionando a este, no le había dado tiempo de recuperarse.

Pasó sus manos por el abdomen ajeno, sintiendo la temperatura del vampiro un poco más caliente ahí.

SooBin le había dicho, lo recordaba.

Se separó del beso con un chasquido, jadeando por los dedos aún moviéndose en su interior.

—¿N-no vas a-a morder? —preguntó entrecortado siguiendo con sus caricias en el abdomen ajeno.

El vampiro detuvo sus dedos, mirándolo fijamente antes de sonreírle de medio lado.

—Solo espero el momento indicado, mi amor —murmuró pasando su nariz por toda la extensión de su hombro, sacándole un suspiro, sus dedos siguieron moviéndose con más fuerza, presionando una y otra vez el punto dulce de su pareja el cual retomó sus gemidos y gritos, los vecinos incómodos.

Para cuando estuvo listo, SooBin se separó por completo de él, ya no había un cuerpo aplastándolo, ni alguien tocandolo.

—¿Qué pasó? —preguntó desorientado tomando asiento en la cama. Estaba sudado, dilatado, y excitado.

SooBin rió ronco.

—Date la vuelta —ordenó usando una de sus manos para bombear su miembro sin quitarle la vista al pelinegro.

YeonJun relamió sus labios analizando toda la anatomía frente a él.

No podía resistirse más.

Por eso, su frente tocó la almohada, igual su pecho y abdomen, ya había cumplido la petición.

De inmediato, el peso de SooBin cayó en la cama, los labios del modelo creando un desordenado camino en su espalda hasta llegar a su nuca en dónde dejó un sutil mordida, los colmillos apenas y rozando.

Soltó un gemido apoyándose en sus codos.

—No tuve que obligarte —se burló el pelinegro adentrando su mano derecha entre el colchón y su abdomen bajo, de inmediato sus caderas se alzaron, rozando su retaguardia con la pelvis ajena.

No tuvo que pedir nada, ni porqué esperar, cuando menos pensó, ya el modelo se había adentrado en él con rapidez sacándole el gemido más tembloroso y desesperado que pudo haber soltado en su vida.

Se sintió avergonzado y ocultó su cabeza en la almohada, ahogando sus gemidos y jadeos por los movimientos rápidos contra él.

Se sintió ahogado, y más cuando el pecho del modelo se pegó a su espalda, alzó su cabeza tratando de tomar aire, el modelo no le estaba dando tiempo de nada, un gemido de filtró en medio de su bocanada de aire cuando un dolor punzante pero a la vez placentero nació en su hombro, el vampiro le había mordido, sin necesariamente succionar sangre, SooBin se separó pasando sus manos por los costados del abogado que no encontraba alguna forma de controlar todo el placer que estaba sintiendo en ese momento, apretó sus manos en las sábanas e inconscientemente alzó sus caderas provocando un jadeo del modelo, SooBin mordió su labio inferior y apoyó sus manos a cada lado del cuerpo del abogado que no estaba a nada de llegar a su límite de nuevo.

En la habitación, aparte de los altos gemidos del menor se empezaron a  escuchar jadeos roncos y un par de gemidos del modelo.

Las penetraciones fueron un poco más rápidas, los sonidos más altos, SooBin pensó en que luego tendría que dar una severa disculpa a los vecinos pero no le importaba, no en ese momento.

Los dos estaban en su límite, así que luego de unas cuantas estocadas más los dos estaban recuperándose de su orgasmo.

El mayor relamió sus labios y se hizo a un lado, implorando porque YeonJun estuviese dispuesto a otra sesión.

Se recostó a su lado, observando su perfil, las mejillas sonrojadas y la respiración errática.

—Señor Choi...—murmuró el pelinegro alzándose hasta gatear sobre él, sentándose en su regazo.

—Dime —contestó pasando su dedo índice por todo el pecho ajeno, rozó con el líquido espeso, dió una pequeña sonrisa llevando su dedo al muslo derecho, usó su mano entera para tantearlo, incorporó la otra, cada mano en un muslo ajeno, apretó y masajeó a su gusto.

YeonJun se inclinó y besó castamente sus labios, SooBin observó la pequeña incisión que había hecho en el labio, quiso apretarla con sus labios para que saliera más sangre.

Sus miradas se encontraron justo cuando el abogado pasó su mano por todo su abdomen hasta llegar a su cuello, acarició su manzana de Adán antes de inclinarse de nuevo, rozando sus miembros.

—Hazlo de nuevo —susurró antes de morder su propio labio inferior, causando que la sangre saliera en un pequeño hilo que recorrió hasta su barbilla.

—Como pidas, cariño.





































¿Parte dos? Voten aquí si quisieran la continuación de este Lemon ✓

No estoy tan satisfecha con este smut, prometo traer más calidad adelante!

Y espero no se sientan incómodos si hay más escenas de estas, los vampiros son seres a los que les gusta el sexo, no viven de ello, pero lo requieren y tienen constantemente.

No se olviden de votar y comentar!

Los quiero mucho.

The_Dark_Diamond









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