—Vamos a una discoteca, yo invito —dijo SooBin apenas llegaron a su casa, YeonJun miró a los lados antes de ver a su novio.

—Está bien —aceptó abriendo la puerta del auto, SooBin se inclinó con la intención de besarlo, salió del auto con rapidez— No con tu boca llena de sangre asquerosa —le dijo más relajado con el tema, seguía temiendo de la niña en los asientos traseros pero aún así comprendió que SooBin vivía de eso, así eran los vampiros y no podía simplemente pedirle que lo dejara de hacer.

Era su esencia.

Se despidió con una sonrisa y observó el auto avanzar hasta hacerse pequeño, suspiró y se dió la vuelta para entrar a su casa.

Su auto había quedado en el estacionamiento de dónde vivía SooBin, el vampiro diciendo que dejar su auto ahí le aseguraría que volvería a su departamento.

Por eso, solo tenía su teléfono y llaves de la casa.

—¡Volviste! —gritó BaekHyun apenas abrió la puerta, abrazó a su mayor con fuerza, riendo cuando este trató de elevarlo por los aires.

Ambos amigos no tardaron en empezar a hablar, acostumbrados a hablar casi todos los días empezado a contar todo lo ocurrido.

Obviamente, no hablaron del tema legal de YeonJun, era delicado y estaba muy fresco como para hablarlo tan libremente.

—SooBin me invitó a una discoteca, ayúdeme a elegir la ropa —pidió subiendo las escaleras, BaekHyun carcajeó.

—Deberías ir sin ella, te invitó a acostarte con él —dijo, a pesar de sus palabras, empezó a escarbar en el closet ajeno.

YeonJun frunció el ceño.

—No creo, hyung... —negó con su cabeza. No había visto esas intenciones en el modelo.

Aunque lo que había pasado entre ellos antes de que Jackson llegara...

—¡Claro que sí! Cuando Chan y yo vamos, siempre terminamos-... —BaekHyun se mordió la lengua apretando las prendas en manos.

¿Qué hacía recordando a ese mentiroso?

—Cuando íbamos... Cuando íbamos  siempre pasaba eso —terminó menos animado, YeonJun asintió entendiendo a su amigo, miró las prendas— Igual, ya son novios, ¿no?

—Si... Algo así —asintió. BaekHyun frunció el ceño, ¿cómo que algo así?

YeonJun lo decía así porque en ningún momento de su conversación se mencionó la palabra <<novio>> aunque era obvio.

Ahora eran el todo del otro, parecido a un novio, ¿cierto?

—Ah, son tan empalagosos —se burló BaekHyun guardando las prendas descartadas en dónde iban, si no, YeonJun armaría el espectáculo del año por el desorden— ChanYeol hubiese escuchado eso y-... —nuevamente se mordió la lengua, ¿de nuevo lo mencionaba?

Bufó guardando con más rudeza la pieza.

YeonJun se levantó y lo abrazó por la espalda.

—Sé que es difícil, hyung... Tómate tu tiempo —murmuró.

BaekHyun apretó sus labios, YeonJun no sabía que ChanYeol estaba vivo, y no iba a decirlo porque aparte de su promesa a si mismo de pensar en ChanYeol como un difunto, no podía fallarle a la persona que amaba.

ChanYeol se lo había pedido.

No lo iba a incumplir por muy molesto que estuviera.

Pero podía preguntar...

—¿Qué pasaría... Si ChanYeol estuviese vivo? —preguntó separándose del pelinegro que lo observó pensativo— Es solo una suposición... Me estoy volviendo loco —dijo volviendo a las otras prendas para escojer entre ellas.

—Estaría feliz —contestó Choi mirando la espalda de su amigo— Puede que algo molesto al inicio, por no decirnos antes, pero... Estaría feliz de que la vida nos devolviera a alguien tan bueno como él, ya sabemos que es la vida sin él, y estaría muy feliz de tenerlo de nuevo conmigo —finalizó con una sonrisa.

BaekHyun tragó grueso analizando la respuesta de su amigo.

De inmediato, empezó a enseñarle las prendas a YeonJun que comprendió que no iban a hablar más de eso.

YeonJun podía entender que BaekHyun aún estuviese algo dolido, por eso, pasó por alto esa pregunta y su actitud.

Tomó una ducha y se dispuso a arreglarse, feliz de tener su ropa, y no tener que tomar prestada la de SooBin.

Sonrió al recordar al modelo.

—Hyung, ¿Puedo preguntar algo? —preguntó ya vestido para salir. BaekHyun lo observó con una sonrisa, asintiendo— Es una pregunta de ChanYeol —aclaró mordiendo su labio inferior. BaekHyun no borró su sonrisa, animándole a seguir— Usted... ¿Alguna vez lo vió alimentarse? ¿O cazar?

—Si, unas cuantas veces —asintió dejando su teléfono de lado. Frunció el ceño— Era algo incómodo, él me pedía irme o cubrir mis oídos y cerrar los ojos. Es algo normal en ellos alimentarse tan... Grotescamente, en realidad la sangre directa del cuerpo les da más energías que la sangre de reserva, eso es más como para mantenerlas —explicó mirando las expresiones de su amigo que escuchaba atentamente— Y yo pensaba que él estaba bebiendo de una persona mala... En realidad los humanos que cruzan la tierra de nadie de buscan la muerte, así que no hacen nada malo —concluyó con una pequeña sonrisa. YeonJun asintió alzando su dedo pulgar en agradecimiento.

BaekHyun imitó el gesto.

—Sabes mucho de vampiros —bromeó levantándose de su lugar para comer algo antes de irse, SooBin le había escrito informando que iba saliendo de su apartamento.

—Tengo un novio vampiro así-... Ah mierda —se quejó en voz alta, tomando su cabeza entre sus manos. YeonJun lo observó antes de seguir comiendo del cereal de miel directo de la caja.

BaekHyun tomó su teléfono y tecleó unos segundos antes de ver a su menor.

—Voy con Taeil —avisó con una sonrisita, YeonJun asintió— Asegurate de no beber mucho, por favor —pidió juntando sus manos, el menor rió negando con su cabeza.

—Es un milagro que SooBin aceptara estar conmigo luego de llamarlo Joaquín y quién sabe cuántos nombres más —bromeó sacándole una risa a BaekHyun. Recordó un dato que no le había dado a su amigo— ¡Hyung! Además de que lo vomité encima.

—¿Enserio? ¡No puedo contigo! —y los dos amigos rieron, YeonJun guardó entre risas el cereal y acompañó al mayor hacia la salida, soltando un sonido de impresión al ver el auto de SooBin apenas llegando— Recuerda lo que te dije —mencionó BaekHyun colocándose su abrigo, YeonJun rodó los ojos colocándose sus botas negras con cierres a los lados— Apuesto una comida Japonesa que tienen sexo de nuevo hoy —dijo, YeonJun lo manoteó pidiendo que se callara.

SooBin podía escuchar a pesar de la distancia.

Se despidió de su hyung con fastidio y entró al auto con un suspiro.

—Ahora hacen apuestas de cuando nos vamos a acostar de nuevo —dijo SooBin subiendo los vidrios de su auto, nadie podría ver para adentro pero ellos si para afuera.

YeonJun se quejó, no era su culpa que BaekHyun sea un pervertido y apostara de lo que sea.

SooBin volteó a verlo, inclinándose para verlo mejor, detallando su ropa lentamente.

Botas negras, pantalón blanco, un suéter cuello de tortuga y un abrigo color marrón, su cabello peinado desordenadamente.

—¿Por qué te pusiste color en los labios? —preguntó mirando lo rosados y brillantes que estaban, no se veían exagerados ni femeninos, se veían demasiado tentadores para el gusto de SooBin.

—Solo me los hidraté —contestó mirando también la ropa del otro. Negro, siempre iba de negro, esta vez una camisa a botones negro, el jean roto en las rodillas y muslos, con unos zapatos de marca reconocidas blanca, reloj en muñeca y cadenas doradas que le daban un toque a la ropa, junto a un anillo dorado a juego en su dedo pulgar.

—Ya me lavé los dientes —informó el pelinegro con una pequeña sonrisa. YeonJun le correspondió la sonrisa besando castamente sus labios, un chasquido resonando en el auto que luego de un beso más, arrancó directo a la zona de las discotecas en Corea— Bueno, te pedí venir conmigo porque no quiero que estés en casa triste o pensando mucho, pero ya que vienes tan hermoso, veamos si BaekHyun gana la apuesta esta noche —eso fue lo único que dijo, YeonJun negó con su cabeza cubriendo sus ojos con su mano derecha.

[...]

Seong-Suk sonrió abiertamente frente a su esposa mientras terminaba de hablar por teléfono.

—¿Qué pasa? —preguntó la mujer acercándose a su esposo, este rodeando su cintura.

—Papá vendrá a Corea, en unos días —informó sorprendiendo a la mujer.

—¿No estaba muerto?

—Lo hizo para vivir mejor, sin nadie que lo fastidiara, pero siempre estuve en contacto con él —habló dejando su teléfono en la mesa, estaban en el comedor. Hye se separó de él con una risa.

—¿Lo traes nada más para que confiese que SooBin no es tu hermano? —preguntó, Seong-Suk solo le guiñó un ojo dándole a entender que si, solo traía a su padre para ello.

Hye tomó asiento en una de las sillas, viendo a su esposo aún de pie apoyado en la mesa.

Lo observó antes de hablar.

—Entonces... ¿SooBin de quién es hijo? —preguntó mirando sus uñas pulcramente pintadas de negro.

—Es hijo de una amiga cercana a mamá, la mujer murió y dejó a SooBin con mi madre, ella no tuvo el suficiente coraje para matarlo, así que se lo quedó, por eso me quedé con papá —explicó. Eran esposos pero Hye no sabía eso de la vida del hombre— Papá aceptó que tuviera el apellido por petición de mi madre, pero papá le obligó a dejarme casi todo en su herencia, después de todo yo soy el hijo legítimo —narró. Hye siguió mirando sus uñas, frunció el ceño al recordar algo.

—Cuando hicieron las pruebas de sangre... ¿Cómo hiciste para que tú y SooBin fueran compatibles? —preguntó con una ceja arqueada. Seong-Suk rió bajo.

Se notaba a leguas que estaban casados por otras razones y que no sabían mucho del otro a pesar de tener muchos años de matrimonio.

—Papá me heredó ese don, puedo cambiar de tipo de sangre cada un mes y puedo adoptar el tipo de la sangre que tomo si la ingiero en cantidades exageradas —explicó con una sonrisa socarrona.

[...]

YeonJun alzó sus cejas cuando observó la fachada de la discoteca a la que irían, él la conocía, era una de las más caras de la zona y tenían acceso para vampiros y humanos a la vez.

Volteó a ver a SooBin sintiéndose agradecido por el gesto.

—Gracias por traerme para despejarme —agradeció con una sonrisa. El modelo le devolvió la sonrisa mirando sus hoyuelos, se estiró y sacó del bolsillo de su apretado pantalón un par de tapones del color de su piel.

YeonJun lo observó extrañado.

—¿Para qué tapones? —preguntó curioso mirando al contrario instalar los objetos en sus oídos con un gesto de incomodidad.

—Mi sentido auditivo es muy agudo y los sonidos fuertes me molestan, no podría estar en una discoteca con música tan alta sin los tapones —explicó saliendo del auto, YeonJun lo imitó, cerrando la puerta a sus espaldas. Caminaron lentamente hacia la entrada, YeonJun se aguantó un quejido al ver la pequeña fila— Prefiero traer los míos, aquí te entregan unos, pero no me fío de la higiene —negó con su cabeza deteniéndose al final de la fila, YeonJun se recostó de la pared.

Pensó en el sentido que tenía eso, y también pensó en las palabras de BaekHyun.

Relamió sus labios, soltando una pequeña risa y negación con la cabeza. SooBin lo observó avanzando a la fila.

—¿Qué piensas? —preguntó curioso sonriendo amable al guardia que les pidió esperar unos segundos.

YeonJun negó más rápido con su cabeza mirándolo fijamente. SooBin arqueó una ceja.

—Hoy no vas a tomar... O por lo menos no mucho —avisó pasando al lugar con un agradecido, YeonJun pasó tras SooBin sintiendo la música estridente darles la bienvenida al local junto a las luces de colores y personas bailando o tomando, un ambiente completamente diferente al de afuera y un ambiente que nunca pensó visitar con SooBin.

Sujetó el antebrazo del modelo y lo jaló a la barra, tomando asiento en los taburetes, sonriendo amable a la mujer encargada de servir los tragos.

—Yo quiero... Quiero un mojito —le pidió a la mujer que asintió empezando a moverse para preparar el trago.

SooBin acercó un poco más su taburete, sus rodillas rozaron cuando el modelo se inclinó para hablar y ser escuchado correctamente.

—Cuando me empieces a llamar Joaquín me voy y te dejo tirado en la calle —amenazó, YeonJun carcajeó cubriendo su boca. El no bebería mucho, iba a controlarse esa noche y todo, porque muy incondicionalmente quería que las palabras de BaekHyun se hicieran realidad.

Con ustedes la primera actualización del año, espero les haya gustado y estén concientes de lo que viene 0.o

No se olviden de votar y comentar, y sobretodo empezar con las mejores energías este año!

Los quiero mucho ❤️

The_Dark_Diamond