Capítulo 42
—Solo quiero hundirme en mi miseria —dijo YeonJun en el teléfono con BaekHyun que no sabía que decir respecto a eso. El pelinegro caminaba de lado a lado por toda la sala de estar, SooBin lo observaba sentado en el sillón bebiendo de una copa, había llamado de nuevo a su amigo— ¡Pero veamos el lado positivo, hyung! El vampiro sexy se quedó conmigo y me prometió no salir más con modelos, además de prometer manterme.
—Yo no dije eso —soltó SooBin con una ceja arqueada, el pelinegro le restó importancia con una mano.
—YeonJun, por Dios... De verdad no sé que decirte...
—Está bien, hyung, son... Son cosas que pasan.
—Sabes que no —reclamó BaekHyun con el ceño fruncido.
—Si, pero, ¿qué voy a hacer? Ya no hay nada que pueda hacer ya, perdí el juicio y perdí el título —dijo subiendo sus hombros— Puedo volver a sacarlo... Y mientras tanto me gasto todo el dinero de SooBin.
—YeonJun deja de sonar tan seguro, mierda. Te conozco más que tú propia madre y sé que estás sintiendo en este momento, deja de decirme que vea el lado positivo cuando tú lo ves y deja de decirme que estás bien con todo, no te engañes —regañó el mayor, SooBin subió su mirada, fija en YeonJun que mordió su labio inferior, podía escuchar toda la conversación— Golpea lo que quieras golpear, rompe lo que quieras y llora todo lo que necesites, por favor, no te guardes eso para cuándo estés solo —YeonJun cerró los ojos, pensando que así las lágrimas no saldrían, pensó mal pues en menos de cinco segundos estaba soltando el primer sollozo.
SooBin se levantó de inmediato, caminando a él, tomándolo de los hombros, YeonJun subió la mirada pasando bruscamente su mano por sus ojos para borrar la lágrimas.
—No quiero llorar...—sinceró a su amigo, aún miraba a SooBin— Ya fue suficiente...
—YeonJun...
—Esto es lo que quiere Seong-Suk, hyung, quiere que llore, que me deprima y me vea afectado, y no le voy a dar el maldito gusto —contestó, SooBin dejó escapar una pequeña sonrisa mientras secaba las mejillas ajenas con sus palmas.
BaekHyun no dijo nada, la línea en silencio.
—Voy a colgar, hyung —avisó en un tono más suave. BaekHyun asintió a pesar de que YeonJun no lo veía.
Colgó la llamada mirando el teléfono en su mano.
—¿Estás bien? —preguntó SooBin apretando su mejillas, asintió balbuceando que haría una llamada más. El vampiro rodó los ojos— ¿Qué más llamadas, YeonJun?
—Una sola, y listo —mencionó alejándose del vampiro unos centímetros, marcó el número y esperó a que contestan, SooBin se cruzó de brazos frente a él.
Al quinto pitido, contestaron.
—¿Hola?
—Hola, Tae-...¡Hey, dámelo! —Yeonjun se quejó estirando su mano a SooBin que le arrebató el teléfono, el modelo le dió la espalda llevando el teléfono a su oreja. YeonJun intentó quitarle el aparato.
—¿Hola? Un momento, espera cinco minutos —pidió SooBin antes de activar el silencio, TaeMin no los podía escuchar. YeonJun se cruzó de brazos mirándolo fijamente.
YeonJun no le había dicho nada a TaeMin el día que hablaron, SooBin se lo había pedido... O bueno, ordenado.
Se habían concentrado en hablar sobre el estado del abogado y de todo lo sucedido.
YeonJun suponía que era eso, por eso SooBin reaccionaba de esa forma.
—Termina lo que tengan ahora —exigió el modelo.
—Somos amigos con derechos, él lo entenderá apenas le diga que estoy contigo —explicì tratando de sujetar el teléfono de nuevo, SooBin lo tomó de la nuca haciéndole subir la mirada.
—Ya no serán más amigos con derechos, quiero escuchar que se lo pidas, no me conformo con que él entienda, dile que ya tienes dueño —replicó con el ceño fruncido, YeonJun imitó el mismo gesto.
—No soy perro para tener dueño —replicó. No sabía cómo sentirse respecto a eso, SooBin estaba teniendo un arranque de celos frente a él por un tema muy ridículo, y no sabía si sentirse atraído por eso, era malo— Si no lo hago, ¿qué? —retó cruzado de brazos. El modelo relamió sus labios soltando una pequeña risa que no era para nada graciosa.
Se inclinó a su oreja, acarició los cabellos en su nuca.
—Me encargaré de extraer toda tu energía a base de sexo, no me importa si me pides que pare o si te quedas sin voz, lo voy a hacer cuántas veces yo quiera o hasta que entiendas que ahora solo me perteneces a mi —murmuró estampando el teléfono en su pecho. YeonJun sujetó el aparato entre sus manos, besó castamente la mandíbula ajena.
—Me agrada la idea —fue lo único que susurró antes de darle la espalda, volviendo a la llamada.
SooBin lo observó un momento antes de perderse en la cocina, buscando una copa para servir su típica bebida carmesí.
Uno de los peores rasgos que tenía y que todas sus antiguas parejas le habían reclamado eran sus incontrolables celos y su posesividad.
Los vampiros son así por naturaleza, después de todo.
Estaba escuchando la conversación de YeonJun, el pelinegro estaba sentado en el sillón jugando con un hilo que encontró suelto en la playera que le pertenecía.
—Estoy tan feliz, por ti, YeonJunnie —gruñó avanzando hasta sentarse a su lado, observándole fijamente.
—Gracias, Tae... Me ayudaste mucho para darme cuenta —rió recostando su cabeza en el hombro ajeno, SooBin movió insistentemente su pierna de arriba a abajo.
—Lo sé, mis besos son geniales —se burló, YeonJun carcajeó dándole una palmada en el muslo ajeno. SooBin bufó.
—Cuelga —ordenó, YeonJun chasqueó la lengua y siguió hablando.
—Si, lo son —rió mirando por sobre su hombro al vampiro que lo miraba fijamente con el rojo carmesí en sus ojos— Aunque no creo poder gozar de ellos, SooBin es... Es bastante celoso, así que si te quiero vivo mejor solo somos amigos —dijo. TaeMin obviamente aceptó sin problema, ellos se lo habían prometido, no podían estar celosos del otro o tratar de romper la relación ajena, dejarían de ser amigos con derechos apenas algunos de los dos tuviera una relación.
YeonJun no tardó en colgar con una pequeña sonrisa, TaeMin lo felicitó una vez más y prometió solamente acercarse en plan de amigos, SooBin se vió conforme con la respuesta.
Devolvió el teléfono a SooBin, el suyo seguramente estaba en su auto estacionado abajo.
Miró al modelo con una expresión burlona.
—Tu amigo no me cae bien —comentó bebiendo de la copa, YeonJun le restó importancia al asunto.
—¿Por qué beben sangre en copa? ¿Por qué no usan un vaso o una taza? —preguntó apoyando su mejilla en el hombro del modelo que luego de verlo miró su copa llena de sangre.
—Beber del vaso o una taza es para niños, los adultos lo tomamos en copa y servimos igual que se sirve el vino. La sangre es nuestra fuente de vida, un elixir, sería una falta de respeto beberla en algún vaso cuando se es adulto —explicó dejando la copa en el posabrazos del sillón aprovechando que era rectangular.
El líquido apenas y se balanceó cuando acorraló a YeonJun entre el sillón y su cuerpo.
Su abogado le sonrió pasando sus manos por su cuello, se inclinó y juntó sus labios en un movimiento apasionado y demandante.
Era posesivo, aveces sus dientes chocaban por la energía.
El pelinegro apretó los hombros ajenos, sintiendo el calor subir a su cuerpo, ¿solo con un beso?
SooBin se separó con un chasquido mientras metía sus manos bajo la camisa ajena, siquiera pudo llegar al pecho, sacó las manos de inmediato.
—¿Q-qué pasa? —preguntó YeonJun tomando asiento. SooBin volvió a tomar la copa con una pequeña sonrisa.
—Nada. Tenemos invitados —contestó terminando la copa completa, YeonJun frunció el ceño, acomodando su camisa y cabello cuando tocaron el timbre y la puerta a la vez.
SooBin se levantó con un quejido, relamiendo sus labios.
¿Qué hacía su amigo ahí? Sobretodo, con su hija.
—¡Hola, señor Choi! —saludó la niña entrando con emoción y confianza, fijando sus ojos en la otra persona en el sillón que observaba atentamente.
—SooBin... Hoy es mi celo, hay luna llena y necesito que cuides a mi niña —pidió Jackson rascando su nuca, no había avisado antes y puede que SooBin lo rechazara.
Aunque las probabilidades eran bajas.
SooBin asintió con un suspiro mirando a la niña aún fija en YeonJun.
—¿Puedes llevarla a cazar? Por favor, se lo prometí —el modelo rodó los ojos haciendo un gesto con su mano, Jackson no se despidió de su hija, ya lo había hecho antes así que no esperó más para irse.
SooBin cerró la puerta a sus espaldas.
Miró a Haneul.
La niña estaba mirando fijamente a YeonJun, siquiera parpadeaba y sus ojos rojos intimidaban a Choi.
—Ni lo pienses, niña —dijo entendiendo las intenciones de la pequeña, la niña había empezado a cazar los movimientos de YeonJun, el mismo se levantó del sillón con lentitud, sin quitarle la mirada a la más pequeña de ahí. Haneul puchereó volteando a ver a SooBin— Es mío, en un rato vamos a cazar, ve a tomar algo, sabes en dónde están las cosas —le dijo señalando la cocina. YeonJun miró a la niña pasar a la cocina, mirándolo una última vez antes de perderse. SooBin río— No le tengas miedo, solo tiene hambre.
—Me veía como una presa —señaló botando el aire retenido.
—Eres una presa para ella —dió la razón, rodeando su cintura para llevarlo a la habitación, debían cambiarse. YeonJun pensó un momento, miró a SooBin de reojo antes de separarse y tomar una ducha seguido de tomar prestada ropa del modelo.
Volvería a su casa, BaekHyun estaba allá, y no podía seguir usando ropa un talla más de su ideal, por eso, le pidió a SooBin llevarlo a su casa.
—Claro, solo que... Tenemos que hacer una parada —fue lo único que dijo, YeonJun aún no entendía bien eso de la parada así que solamente estuvo en silencio todo el viaje en el lado del copiloto, sintiéndose algo incómodo por la niña en el asiento trasero, seguía viéndolo fijamente.
—Señor Choi...
—No, Haneul, ya te dije que es mío y no puedes hacerle nada —le cortó SooBin desviándose a la tierra de nadie. YeonJun miró a SooBin— Posiblemente haya un bocadillo por aquí, ve a buscarlo —le animó a la niña que dejó su mochila colorida de lado y bajó del auto, mirando a SooBin por el lado de afuera.
—Si consigo uno, le comparto un poco —fue lo único que dijo antes de irse por el largo camino, podían verla desde donde estaba el auto estacionado. SooBin observó a YeonJun estaba con la mirada fija en la niña, atento a sus movimientos.
—¿Vas a ver? —preguntó buscando algo en la guantera, YeonJun lo observó, asintiendo— ¿Estás completamente seguro?
—N-no lo sé... E-esa niña va a... Oh por Dios —dijo cubriendo su boca al ver a un adolescente grabando algo, Haneul saludó al chico con una sonrisa apretando su mano.
El adolescente inclinó su cámara a la pequeña que, en un rápido movimiento mordió la mano ajena sacando un grito del muchacho.
SooBin se inclinó a cubrir los ojos ajenos, YeonJun lo manoteó concentrado en lo que veía, aterrorizado.
La niña no le dió tiempo ni de defenderse, haciendo uso de sus colmillos arrancó la piel del dorso, escupiendola a un lado.
Haneul trepó por el torso y mordió su yugular, arrancando la piel grotescamente.
—No puede ser... —murmuró mirando el cuerpo inerte caer al suelo, Haneul bebiendo del cuello y su mandíbula aveces moviéndose en señal de que estaba masticando.
SooBin chasqueó la lengua sacando toallas húmedas, desvió la mirada de YeonJun sujetándolo de la barbilla.
—No veas —le pidió besando castamente la punta de su nariz.
—¡Señor Choi! —la voz chillona resonó en la soledad del lugar, SooBin le dirigió una última mirada y salió del auto, YeonJun cubrió sus ojos.
Podía ver a esa niña asesinar a ese pobre adolescente que desafió a la tierra de nadie, pero no podía ver a SooBin.
No quería, no quería aceptar la crueldad con la que podían matar.
SooBin le había mostrado los colmillos, pudo haber bebió de él, pudo haber tomado sangre frente a él, pudo cambiar sus ojos.
Pero era muy diferente ver a tu reciente novio alimentarse de un cadáver junto a una niña.
—No veas, maldita sea —se regañó por el impulso de querer ver.
Bufó prometiendo ver solo un poco, abrió sus dedos para ver.
El cadáver seguía ahí, Haneul pasaba las toallas húmedas por sus labios y cara, en dónde salpicó la sangre, mientras que SooBin estaba sobre el cadáver y encajaba sus colmillos en el cuello, lucía amenazador y aterrador.
Ese no era SooBin.
Volvió a cubrir sus ojos, haciéndose pequeño en el asiento.
No pudo evitar dar un respingo en su lugar cuando abrieron la puerta, miró a SooBin, su barbilla estaba ensangrentada.
—Tenga —la pequeña le extendió una toallita, SooBin agradeció limpiando su barbilla y sus manos, al igual que sus mejillas— ¿Puedo...Puedo ir a pasear? —le preguntó sonriente, SooBin asintió entrando al auto, aún limpiando su cara.
YeonJun se removió incómodo en su asiento, mirando a SooBin.
—Estás... Sucio, aquí —señaló parte de las clavículas ajenas, expuestas por la camisa a botones ajena. El modelo volteó a verlo.
—Sé que viste —le dijo con un suspiro.
—Esa esa tu esencia...¿No?... Lo necesitas para vivir...—murmuró, SooBin tamborileó sus dedos en el volante— Solo... No lo hagas frente a mi otra vez, por favor —pidió mirando al frente. SooBin se acercó a él, hasta que su aliento rozara su mejilla.
YeonJun no se movió ni un centímetro, no mostraba miedo ante él ni por él.
—No te tengo miedo —afirmó el pelinegro volteándose a verlo, sus narices se encontraron y sus ojos se cerraron— Confío... En que no me harás daño, SooBin.
Otra actualización...porque si JAJAJAJA
ESPERO les haya gustado este Capítulo y que WATTPAD no me borre por 188382 vez las correcciones que hice, no me gusta que después de editar tanto tengas que leer tantos errores:(.
Por otro lado, estoy preparando la lista de proyectos para el año que viene.
Comenten en la idea que más le agrade, para saber cuál iré subiendo primero, me ayudarían mucho.
ojo, solo voy a poner el shipp y un pequeño juego de palabras sobre la temática!
Ahí les va:
1✓ SooKai [Plus de mi One shot One Second] [Enfermedad, triste, fluff]
2✓ TaeGyu [Ilegal, cacería de personas, temas delicados, venganzas]
3✓ TaeGyu [comedia, pastelería, fluff]
Por ahora estas tres se están produciendo en mis borradores.
Por favor comenten cuál les agrada más y así podré darle más pulitura y publicar el año que viene!
Obviamente cuando eligan uno, los demás dejarán de producirse temporalmente no se confíen!
The_Dark_Diamond
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro