Maratón 4/?

Seong-Suk bajó de su auto quince minutos después que YeonJun lo hizo del propio, caminó por la instalación sonriendo a la secretaria que lo reconoció al instante dándole un saludo cordial.

—Vengo a ver al director —dijo asintiendo cuando la mujer le indicó el piso al que debía ir, no le tomó mucho tiempo esperar y tomar el elevador, fue acompañado por algunas personas que bajaron dos pisos después, la música instrumental típica de los elevadores acompañándolo el resto del trayecto.

Bajó en el penúltimo piso, recordando que en el piso inferior estaba la oficina de Choi YeonJun. Sonrió amable a los guardias y tocó la puerta del despacho del jefe, o como le gustaba que le llamaran, director.

—Pase —indicó el hombre delgado mirando a Seong-Suk entrar, se acomodó en su silla indicando con un gesto al vampiro que tomara asiento— ¿A qué se debe su visita, señor Choi?

—Vengo a entregarle algo —explicó entregándole la carpeta que llevaba consigo, el director lo observó de reojo abriendo la misma no pudiendo contener la sorpresa que le causó ver a YeonJun, uno de los mejores abogados de allí, con Choi SooBin, besándose y en roces demasiado íntimos— No creo justo que el abogado que defiende a mi hermano tenga una relación con el mismo, además, es falta de ética y profesionalismo, ¿sabe cuánto le afectará a esta agencia que uno de sus abogados y de los mejores sea visto así? —preguntó extendiéndole un sobre blanco, pequeño y rectangular.

Dinero.

—Lo más conveniente sería despedirlo —opinó sacando otro sobre, esta vez de color verde, no era moneda nacional lo que había en ese sobre, el director lo sabía muy bien— Y quitarle su derecho a ejercer. Esto es una ofensa para esta agencia, director.

—YeonJun es un buen abogado —opinó pensando que Seong-Suk insistiría con más dinero.

—No le quito mérito. Pero dígame, director, ¿prefiere despedir a YeonJun o prefiere que todos sus trámites sucios de lavado de dinero sean expuestos? O, ¿prefiere que las personas conozcan que engaña a su linda esposa con una mujer que fácilmente puede ser su hija? —Seong-Suk tenía todo meticulosamente calculado, y confiaba en sus habilidades, pero sobre todo, en las cifras de dinero que había dado, por eso, se levantó y dió un reverencia al director antes de marcharse.

Por otro lado, YeonJun observó a SooBin de nuevo, su ceño fruncido.

—Te odio —soltó. SooBin solo le sonrió y se retiró a paso lento de la oficina dejándolo en silencio.

El silencio duró poco pues el director pasó a su oficina luciendo molesto, le arrojó una carpeta en el escritorio.

—Explica eso —ordenó. YeonJun le dió una mirada al hombre que siquiera se preocupó en decirle buenas tardes o algo.

YeonJun abrió la carpeta, cerrándola de inmediato al ver la fotografía que lo recibió.

Se armó de valor y la volvió a abrir, pasando todas las fotos, los dos días que estuvo con SooBin en el yate, el día de la cena, y el día que comieron sushi... El día que se acostaron.

—Director... Esto... No es un montaje, esto en verdad pasó, ¿está bien? Pero opino que no le cuesta-...

—Estás despedido —lo cortó con el ceño fruncido, YeonJun se levantó de inmediato de la silla.

—¿¡Qué!? ¡Director, no es justo! —soltó, él no había sido el único abogado que se había involucrado con un cliente, y el director solo había pedido discreción, ¡incluso había una mujer casada con su cliente!

¿Y lo iban a despedir a él por eso?

—Claro que lo es, no sé en dónde quedó su ética y su profesionalismo, pero si sé que está despedido, recoja sus cosas y entregeme la llave de la oficina, ahora —exigió estirando su mano. YeonJun golpeó el escritorio con ambas manos, furioso.

—¡Si me va a despedir a mi, despida a todos aquellos que hicieron lo mismo! —exigió a lo gritos llamando la atención de los que pasaban por ahí— ¡Y de paso, váyase usted también porque yo no soy el único que lo ha hecho!

—Ya le dije que se fuera, deme las llaves —pidió de nuevo con un suspiro, YeonJun guardó las llaves en sus bolsillos y tomó lo más importante, la carpeta con sus fotos, y la carpeta con las pruebas de la falsificación de testamento.

Miró al director.

—¿Quién le dió esto? —preguntó refiriéndose a las fotos, el director lo ignoró— ¿¡Quién carajos le dió esto!? —volvió a preguntar e, el hombre lo observó fijamente antes de señalar la puerta de la oficina.

—Digale a Choi SooBin que busque otro abogado —mencionó, YeonJun lo miró sobre su hombro.

—Usted no tiene nada que ver con eso, es un trabajo particular —contestó apretando las carpetas en sus manos. El director tomó aire y metió las manos en sus bolsillos.

—Su derecho a ejercer será quitado por tal falta de profesionalismo, Choi —informó sacando de sus casillas a YeonJun que no dudó en empezar a gritar en medio pasillo.

—¡Esto no se va a quedar así! ¡Los voy a llevar a juicio y no me importa que media agencia se vea afectada! —gritó acercándose al director que solo lo observaba neutral— Y usted va a ser el primero en caer, señor director, estoy cien por ciento seguro de que Choi Seong-Suk lo sobornó y si no fue él que me lleven al infierno —y se fue molesto, con ganas de golpear a alguien y ganas de llorar.

Estaba seguro de que Seong-Suk había sido el culpable, y tenía tantas ganas de llorar por la gran injusticia.

Salió de la agencia directo a su auto, abrió la puerta de su auto, miró a los lados por simple costumbre, divisó a SooBin entrando también a su auto, entró al propio, arrojando las carpetas a su lado, apoyó su frente en el volante, mordiendo su labio inferior.

Estaba tan molesto que quería llorar, encendió la radio para escuchar algo de música mientras conducía a su casa.

“En exclusiva... Al parecer Choi SooBin tiene un romance con su abogado, ¿Qué pasó con JinSoo? ¿Quién es el engañado?"

Bufó apagando la radio golpeado el volante. Era tan injusto, demasiado injusto.

Él conocía demasiados casos en la agencia de abogados involucrados con sus clientes, y lo habían ocultado y pasado por alto, y lamentablemente los iba a exponer, no le importaba quien se molestara con él.

Si lo despedían a él debía despedir a todos los que hicieron lo mismo.

Arrojó la puerta del auto con molestia, entrando a su casa.

Marcó el número de su amigo, encendiendo la televisión.

—¿Hola?

—¿Hyung, vió las noticias? El canal de chismes —dijo arrojándose al sillón, YeonJun notó que iban a pasar un vídeo del mismo tema.

—Lo estoy viendo —dijo el mayor concentrado en las noticias.

En la pantalla se mostró el vídeo, el día de la cena, la vez que se besaron, se veía demasiado bien, la calidad de imagen dejaba ver el movimiento de sus cabezas y se detiene cuando la botella cae al suelo.

Apretó sus labios aguantando las ganas de llorar.

—YeonJun, la agencia...

—Me despidieron, ¡es tan injusto, hyung! Me despidieron cuando no soy el único que lo ha hecho —dijo. Lágrimas silenciosas corriendo por sus mejillas, de pura ira.

—¿Qué vas a hacer?

—Los voy a denunciar, quieren quitarme mi derecho a ejercer —dijo limpiando sus mejillas con el dorso— Y no me importa traerme a varios conmigo.

[...]

JinSoo subió al auto, cerrando la puerta apenas estuvo sentada.

Iban a comer en público, por petición de sus managers.

—No debería comer con un hombre como tú —bromeó la mujer metida en su teléfono— Me cambiaste por un lindo hombre, no creo poder —y lloriqueó falsamente sacándole una risa a SooBin.

—¿De qué hablas? —preguntó conduciendo con tranquilidad. JinSoo bufó.

—Deberías estar pendiente de las redes, SooBin —dijo buscando el vídeo que había visto en una de sus páginas de chismes.

De portada salían ellos dos posando a la cámara y al lado una foto de SooBin besándose con otro hombre, YeonJun.

—Mira, ¡incluso hay un vídeo de ustedes rodando! Vaya beso que se dieron —señaló enseñándole dicho vídeo a SooBin que frunció el ceño deteniéndose en medio de la calle sin importar las bocinas sonando.

“¿Quién es el engañado?”  Era el pié de foto.

Arrancó el auto con más rapidez entregándole su teléfono a JinSoo.

—Busca Abogado Choi y llámalo —pidió conduciendo con el ceño fruncido, ¿quién les había tomado esas fotos?

JinSoo movió sus dedos sobre la pantalla hasta encontrar el contacto, llamó esperando a que atendiera.

No hubo respuesta.

La mujer intentó tres veces, iba por la cuarta cuando entró una llamada, el manager de SooBin.

JinSoo atendió y colocó el teléfono cerca de su amigo en altavoz.

—¿¡Acaso estás loco!? ¡Es tu abogado! ¡No quise decirte nada antes porque pensé que eran cosas mías! ¡Estás quedando como un mujeriego o... O como se llame! ¡Esto también afecta a JinSoo y lo sabes! —SooBin apretó el volante en sus manos, miró a JinSoo esta le restó importancia con la mano. Suspiró tomando la desviación a la casa de YeonJun.

—Escucha...

—¡No! Voy a enviar la explicación del vídeo con JinSoo para que calmen lo del supuesto beso, te la tienes que ver con los reporteros en cuanto a tu abogado —dijo— Y más te vale llevar a JinSoo a comer a modo de disculpa.

—Si...—y el hombre colgó, SooBin bufó mirando a JinSoo. Se estacionó frente a la casa.

—Sabes que no me importa, es un escándalo más... Además, las agencias querían un escándalo, ¿no? —le dijo con una sonrisa, SooBin se la devolvió pidiendo que lo esperase allí.

Bajó de su auto y avanzó a la casa del abogado, tocó con insistencia.

Esperó unos segundos y volvió a tocar con más fuerza. YeonJun le abrió la puerta, sus ojos estaban enrojecidos y su nariz estaba algo rosada.

—¿Qué haces aquí? —preguntó mirándolo con el ceño fruncido.

—¿Vió las noticias? —devolvió la pregunta, el abogado asintió— ¿Qué quiere que diga de eso a los reporteros?

—¿Cómo que qué quiero que digas? ¡Di la verdad! —gritó mirando al costado del vampiro, rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos— Deberías estar en una cita romántica en vez de estar aquí preguntándome cosas —dijo con una ceja arqueada, hizo ademán de cerrar la puerta, más SooBin se lo impidió.

Sus miradas se encontraron, YeonJun había estado llorando, ¿era por eso? 

YeonJun chasqueó su lengua al encontrarse esperando un movimiento de SooBin.

—Deberías buscar otro abogado —dijo empujando la puerta. SooBin frunció el ceño volteando a ver a JinSoo.

No la podía dejar ahí, por eso, le dió una última mirada a YeonJun antes de irse.

El abogado mordió su labio inferior y arrojó la puerta, sin importar el cuadro que cayó por esa acción.

—¿Todo bien? —preguntó BaekHyun saliendo de la cocina, el menor seguía de brazos cruzados mirando por la ventana a un lado, el auto alejándose.

—Se fue —dijo volteando a ver a su amigo— Es más importante para él irse a quien sabe dónde con la modelo que preguntarme qué me pasa o-o...

—YeonJun —lo cortó el peliblanco— Tu mismo le pediste esto y no puedes culparlo de que te trate formal, no te molestes porque tú fuiste el que lo pediste —regañó sujetándolo de los hombros.

—Él me dijo que no dejaría de estar enamorado de mí y pasa una semana y ya anda con una modelo, ¿en dónde quedó lo que me dijo? —le preguntó a BaekHyun que negó con su cabeza.

—Y a todas estas... ¿Por qué te preocupa tanto? ¿Por qué estás celoso? —preguntó logrando que YeonJun negara con su cabeza.

—Solo... Solo me irrita que no cumpla con su palabra —fue lo único que contestó antes de volver a dónde estaba, frente a la televisión con papeles regados en la mesa de noche, no iba a tardar mucho en denunciar, simplemente estaba recaudando la suficiente información, y esperando por su abogado.

Él iba a denunciar al director, no le importaba nada.

The_Dark_Diamond