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Capítulo 35

Maratón 1/?









—¿Por qué estoy tan agotado? —preguntó YeonJun más para si mismo que para SooBin, pero el vampiro lo escuchó, sonriendo de medio lado mientras se apoyaba en su brazo, bajando sus labios a los contrarios en un beso corto.

—Nos alimentamos del sexo —contó besando su pecho, pequeños besos que no insinuaban nada, YeonJun sintió la necesidad de sonreír— Extraemos parte de las energías humanas, tanto así que el humano puede llegar a desmayarse —dijo mirándolo fijamente, el color carmesí de sus ojos seguía ahí, brillando y haciéndolo sentir atraído.

YeonJun asintió llevando su mano a su cuello, en dónde sabía estaba la mordida.

—Te dije que no me mordieras —reclamó algo afónico, carraspeó pero no sirvió de nada.

SooBin alzó sus hombros mirando el reloj de la habitación.

11:30. P.m

Quédate —pidió a pesar de que YeonJun no estaba dando señales de moverse de su lugar. El abogado asintió, no se sentía ni con energías de vestirse, mucho menos de conducir a su casa.

Movió sus manos por su cabello, quitándolo de su frente, tomó la sábana bajo él y se cubrió hasta los hombros, volteando su cuerpo al vampiro que le sonrió levemente antes de juntar sus narices, subiendo y bajando con suavidad.

Ese era un contacto que YeonJun no esperaba tener con el vampiro pero no quería quejarse ni quitarlo de dónde estaba. El modelo alzó su mano acariciando su cabello con una delicadeza que calentó su pecho.

—Mañana debo estar temprano en mi casa —murmuró, su aliento chocando con los labios ajenos, SooBin besó castamente sus labios.

—Me encargaré de despertarte —dijo también en un murmullo tomándose el atrevimiento de abrazarlo aún en esa posición, YeonJun chasqueó la lengua.

—¿No estás siendo muy cariñoso? —preguntó soltando una risa floja— No pensé que alguien tan intimidante como tú fuera tan cariñoso —SooBin no mencionó nada, besó su coronilla y siguió repartiendo caricias en su cabello, logrando que el abogado se sumiera en el mundo de los sueños más rápido de lo que pensó.

Besó la punta de su nariz y se separó del abrazo, se levantó de la cama para organizar la ropa en el suelo y sacar una muda para él y otra para el abogado en cuanto despertara.

SooBin no pudo concentrarse del todo en la habitación, todo momento estuvo alerta del alrededor, su pecho con un sensación incómoda. Sentía que lo observaban.

Chasqueó la lengua tratando de ignorar eso.

Se volvió a recostar a un lado del abogado, pasó un brazo por encima del pelinegro, apretándolo contra si.

Él no podía dormir, no lo necesitaba pero si podía entrar en un estado de meditación que era, por su puesto lo más cercano a dormir.

Pasó así toda la noche, cambiando de posiciones todas las veces que el abogado se movió.

Cuando la luz pegó en sus ojos, los abrió, se quejó por la mano que impactó en su cara. Frunció el ceño mirando al abogado más que dormido, rodó los ojos levantándose de la cama dejándole todo el espacio al abogado.

Aseó sus dientes y lavó su cara, peinando su cabello con sus manos.

Tocaron la puerta, SooBin fue con pasos aburridos y con una mueca, no esperaba una visita ese día y no tan temprano.

—¿Qué pasó? —preguntó apenas abrió la puerta, el vampiro castaño frunció el ceño pasando al yate junto a una pequeña de colmillos pequeños— Hola, Haneul.

—¡Hola, señor Choi! —saludó la niña pasando igualmente, agarrada a su padre en todo momento. Jackson miró las fachas y olisqueó el aroma, sonriendo burlón.

—Creo que interrumpimos la luna de miel —se burló sentado en el sillón junto a la niña que movía sus pies y no disimulaba en oler el aire. SooBin negó con su cabeza sacando una copa para su amigo, asomándose por un lado para ver a la niña.

—¿Quieres algo de tomar, Haneul? —preguntó, la niña asintió y se levantó para ir al refrigerador, observando las etiquetas que SooBin le enseñaba.

No conocía aún muchos tipos de sangre así que eligió el que le había enseñado su padre, A negativo.

SooBin se lo sirvió en un vaso y se lo entregó junto a una pequeña caricia en la cabellera de la niña.

—SeungMin aceptó lo que sea que le pediste, y me buscó a mi para que te lo dijera, mencionó que no quiere salir del lado vampiro por ahora —narró recibiendo la copa en sus manos. Miró de reojo a su hija, bebiendo tranquila.

SooBin ladeó su cabeza.

—¿Sólo eso? —preguntó.

—Te mandó este papel con un número de teléfono, dijo que él te va a ayudar, es uno de sus subordinados, ya SeungMin le dió indicaciones y una de ellas es seguir tus órdenes —dijo sacando de su bolsillo un papel algo arrugado con un número escrito junto a un nombre.

SeHun.

—Y su ayuda no es gratis, SooBin, debes pagar una cantidad considerable, mencionó que te la dará cuando se haya completado todo —dijo bebiendo de un solo trago lo que quedaba en la copa. Miró el vaso de su hija, ya estaba vacío igualmente— Nos íbamos a quedar un rato más, pero veo que interrumpimos. Vamos, mi amor —indicó tomando el hombro de su hija para ir a la salida, la niña devolviendo el vaso y agradeciendo que le hayan dado de tomar.

SooBin bufó ante las palabras de su amigo y agradeció por la información, despidiendo a la niña un poco más dulce de lo que lo hizo con Jackson.

Miró el número de teléfono junto al nombre, debía registrarlo.

Volvió a la habitación, el abogado cubierto por completo, su cabello desordenado saliendo de la sábanas.

Miró su teléfono, guardó en el protector el número, luego lo registraría.

Avanzó a la cama, pasando sus piernas a cada lado de la cadera ajena, retiró con cuidado la sábana, YeonJun frunció el ceño por el peso sobre él y la luz que impactó en su cara.

SooBin se inclinó hasta besar su barbilla, empezó a repartir besos húmedos por su cuello hasta llegar a su pecho, el pelinegro se removió con un quejido abriendo con lentitud los ojos, apretándolos para adaptarse a la luz que entraba a la habitación.

—B-basta —dijo aún adormilado, su voz ronca haciendo al pelinegro besar con más ansias su pecho. YeonJun se sentía con energías, si, pero no quería volver a perderlas y extender su estadía allí.

Cómo pudo, sujetó las mejillas del vampiro alzando su cabeza y encontrando sus miradas.

—Buenos días —saludó desviando la mirada a algunas marcas rojizas en el cuello ajeno, concentrándose en su clavícula.

YeonJun suspiró mirando a SooBin más allá de los ojos, tenía un pantalón de chandal y su torso desnudo, algunas marcas hechas por él en sus hombros, se notaban algunos rasguños y marcas rojizas del agarre que había tenido allí la noche anterior.

Tomó impulso y se levantó, SooBin bajó de su regazo tomando asiento en la cama.

—¿Qué hora es? —preguntó el abogado peinando su cabello, sintiendo un escalofrío por su desnudes y el clima de la habitación.

—Las siete —contestó cruzándose de brazos— Dejé una muda de ropa para ti en el baño, en los gabinetes hay un cepillo dental nuevo —indicó, YeonJun encontró sus miradas.

Estaba desnudo, tenía que pasar caminando de la cama al baño y no le agradaba la idea en ese momento que SooBin lo observara en ese trayecto.

Ya tenía un problema entre sus piernas, no quería aumentarlo. Y es que la simple mirada de SooBin sobre su cuerpo le hacía sentir intimidado y excitado.

—¿Qué esperas para ir? —preguntó SooBin mirándolo fijamente. YeonJun alzó sus hombros, rascando su cabeza.

El modelo se levantó y le sonrió antes de jalar la sábana que lo cubría sacándole un grito de la impresión.

—¡Dámela! —dijo encogiéndose en su lugar, el vampiro rió jalandolo de un brazo para dejarlo de pié y hacerlo caminar al baño, sus miradas no se despegaban, la espalda del abogado tocó la puerta fría que daba al baño, jadeó por el contacto con su piel caliente de las sábanas. El más alto por unos centímetros, pasó sus manos por los costado ajenos, bajando hasta tener entre sus manos el trasero ajeno.

Se inclinó más y besó tiernamente la punta de la nariz ajena.

—No puedo creer que estés tan avergonzado si gritaste mi nombre anoche —susurró sobre sus labios, el abogado llevó una de sus manos al pomo de la puerta, abriéndola, se separó de SooBin con rapidez y cerró la puerta a sus espaldas, la claridad del baño recibiendolo.

Suspiró tratando de olvidar el reciente tacto, colocó seguro a la puerta temiendo que SooBin entrara en cualquier momento.

Seguía con una relajación en el cuerpo que le demostraba lo mucho que había necesitado estar con SooBin, sus muslos dolían un poco, pequeñas incomodidades productos de las mordidas, aún veía los dos puntos y apesar de todo le generaba un pequeño placer ser conciente de las mordidas ajenas.

Él nunca se imaginó teniendo sexo con un vampiro, mucho menos SooBin.

Agitó su cabeza, tratando de borrar momentáneamente las imágenes del encuentro anterior, abrió la ducha y sintió el agua fría impactar con su cuerpo, bajando su erección instantáneamente.

Ahora ya podía ir a casa, y dejar todo eso que tenía con SooBin, ya había tenido lo que quería, ¿no?








[...]







Al salir de la ducha con los dientes limpios y el cambio de ropa que le había dado SooBin la cama estaba arreglada y la ropa que llevaba el día anterior metida en una bolsa plástica.

Salió de la habitación y caminó por el pasillo, buscando a SooBin.

—¿Quieres desayunar o prefieres hacerlo en tu casa? —preguntó el modelo en uno de los bancos de la isla, YeonJun lo pensó un momento.

—Lo haré en mi casa —contestó acercándose al pelinegro que asintió— ¿Si recuerdas lo que hablamos anoche?

—Claro —asintió SooBin sabiendo a qué se refería, lo jaló por un brazo, dejándolo entre sus piernas. YeonJun tragó grueso sintiendo las manos de SooBin en sus caderas.

—Me voy —dijo tratando de separarse, pero SooBin atrapó sus labios sobre los suyos, adentrando su lengua a su cavidad bucal, YeonJun jadeó tratando de separarse, más el vampiro lo sostuvo de la nuca, siguiendo con el beso.

YeonJun apretó la tela de los pantalones ajenos, siguiendo con el beso.

Sus pulmones pidieron aire así que se separó, mirando a SooBin, sus mejillas se sonrojaron cuando observó un pequeño hilo de saliva uniendo aún sus labios.

Se separó por completo limpiando sus labios con sus dedos.

Avanzó a la salida.

—Nos vemos... —dijo poniéndose sus zapatos, SooBin relamió sus labios asintiendo.

—Paso el martes por tu oficina —avisó mirando al abogado irse luego de un asentimiento, el silencio volvió al yate, SooBin simplemente suspiró y empezó a alistarse para irse a su departamento.

YeonJun abrió su auto, cuando entró arrancó su auto y no sabe por qué, pero cuando su teléfono sonó esperó que fuese SooBin.

—¿Hola? —atendió conduciendo con cuidado. Era JiSung.

Estoy fuera de tu casa, ¿en dónde estás? —preguntó la voz de su amigo que había pedido el teléfono del vampiro para llamar a su amigo.

—Llego en unos minutos, hyung, voy en camino —avisó pisando más el acelerador.

















































The_Dark_Diamond

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