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Capítulo 29

Maratón 3/3









SooBin había preparado la cena él mismo, se había tomado el tiempo de cocinar y no pedir a domicilio y eso, se lo hizo saber al abogado apenas dejó el plato elegantemente servido frente a él.

—¿Comida italiana? —preguntó YeonJun mirando su plato, nada en el borde estaba manchado y estaba servido como en los restaurantes lujosos.

—Mi especialidad —contestó SooBin dejando una botella de vino junto a dos copas, el acompañante perfecto. Tomó asiento y observó al abogado que parecía impresionado.

—Huele bien —admitió mirando todo, alzó su mano y tomó la botella al mismo tiempo que SooBin. Los dos se observaron.

Las manos de SooBin estaban heladas, YeonJun sintió un escalofrío y trató de apartar la mano, pero SooBin la tenía sujeta contra la botella.

Con completa calma, pero sin despegar la mirada destapó el licor yo vertió en la copa del abogado y luego en la suya.

—¿Por qué siempre tienen las mano heladas? —murmuró cuando SooBin dejó libre su mano.

—No tenemos mucho calor corporal, lo tenemos en el torso y rara vez nuestras manos están calientes, al igual que los pies, siempre están helados —explicó empezando a comer— Aún así, no dejo de ser caliente —concluyó guiñando su ojo derecho, YeonJun desvió la mirada a su comida.

Enroscó un poco de pastar en su tenedor y la llevó a su boca.

No se declaraba un gran fan de la pasta al pesto, pero debía admitir que estaba extremadamente delicioso.

—Delicioso —dijo apenas terminó con su bocado, no pudo resistir y siguió comiendo.

—Mi mamá me enseñó —contó SooBin comiendo también. YeonJun hizo un sonido con su garganta— Ella decía que para tener un corazón debías cocinar con amor, esas frases que dicen las madres —dijo manoseando el aire. YeonJun tomó su copa y bebió con una ceja arqueada.

—Sinceramente, pensé que ibas a pedir a domicilio —comentó sacándole una risa a SooBin, YeonJun se vió contagiado por esa risa.

Siguieron comiendo en un silencio ameno, YeonJun disfrutando de la luna reflejada en el agua. SooBin limpió sus labios cuando terminó su comida, YeonJun lo secundó soltando un suspiro.

—Estaba delicioso, gracias por todo esto —dijo bebiendo de su copa.

—No es nada, espero poder compartir más comidas contigo —contestó tomando los utensilios usados para devolverlos a la cocina. YeonJun apretó los labios levantándose de igual forma, tomando los demás utensilios, ayudando al modelo a llevar todo.

Solamente el vino y las copas quedarían en la mesa.

—Yo solo soy tu abogado —dijo dejando su plato en la isla de la cocina, SooBin volteó a verlo.

—Eso lo tengo claro —contestó acercándose a él, YeonJun retrocedió disimuladamente, su espalda chocó con la encimera, SooBin avanzó tres pasos, estaba lo suficientemente cerca como para que su aliento chocara con su frente.

Alzó levemente la mirada, SooBin lo observaba fijamente, una mirada indescifrable.

—Hoy solo eres YeonJun, y yo solo SooBin. No hay abogado, no hay modelo, no hay nada —su tono de voz era casi en un susurro, YeonJun se odió por encontrarlo demasiado sexy— Solo somos tú y yo, más nada —su respiración se cortó cuando SooBin se acercó a él con lentitud, los labios del modelo rozaron su mejilla, hasta que sus pechos estuvieron juntos.

SooBin se separó con una sonrisa socarrona mostrándole un tenedor al abogado que desvió la mirada.

El modelo colocó el utensilio en su lugar y tomó el brazo del abogado, guiandolo de nuevo a la salida.

—Y-yo... uhm, te quería preguntar algo... Es sobre el caso —dijo quitando el agarre en su brazo, SooBin lo observó sentándose en su lugar.

El modelo parecía no inmutarse por la cercanía que acababan de tener.

—Creo que no te quedó claro lo de hace minutos. Hoy no eres abogado —dijo llenando sus copas, YeonJun chasqueó la lengua.

—Es enserio —insistió bebiendo de su copa.

—Hablamos de eso mañana, hoy no —negó bebiendo de su copa. YeonJun rodó los ojos.

—No me culpes si se me olvida —señaló bebiendo de nuevo.

SooBin soltó una risa negando con su cabeza.

Él estaba loco por el abogado, no tenía porque ocultarlo, ni porque cubrirlo con otro asunto. Le gustaba YeonJun, desde un principio y sabía que estaba consiguiendo que YeonJun se fijara más en él.

Y se dio cuenta de que YeonJun estaba fijándose en el a eso de las diez de la noche, no se habían levantado de la mesa en toda la hora y estaban a dos copas de terminar la botella.

SooBin no podía emborracharse como un humano, le costaba muchas botellas, y aún estaría lúcido, lo más que podía sentir era un calor en el pecho junto a su garganta caliente.

YeonJun también tenía buena resistencia al alcohol, no estaba ebrio y estaba conciente de lo que decía.

Pero beber sentado por mucho tiempo no era una buena idea.

—Ya es tarde, deberías llevarme a casa —dijo bebiendo lo último de su copa. SooBin ladeó su cabeza sirviendo la última copa del abogado que la aceptó con gusto.

Habían estado hablando de ellos mismos, conociéndose aún más y para que mentir, tenían coqueteos de por medio que YeonJun ignoraba simplemente o reía pensando en que no podía dejarse llevar.

—¿Fondo? —preguntó YeonJun alzando su copa, SooBin sonrió haciendo el mismo gesto, chocaron las mismas y bebieron continuamente hasta vaciarlas.

—Vámonos —dijo SooBin levantándose de su lugar sin inmutarse, por otro lado YeonJun se levantó, tambaleándose, el alcohol haciendo más efecto en él— No te caigas —rió el modelo pasando a su lado, YeonJun chasqueó la lengua dando pasos pequeños para acostumbrarse al mareo y la sensación.

No pudo avanzar más y se quedó apoyado en la mesa. SooBin lo observó, acercándose a él, tomando las copas con una mano.

—SooBin —llamó mirando al vampiro quedando frente a él. YeonJun miró los ojos del modelo y la bajó a sus labios, alzó su mano derecha, él sabía que no estaba ebrio, los dos sabían que YeonJun no estaba bajo los efectos del alcohol.

Su mano algo fría por el clima de la noche se posó en la mejilla ajena, SooBin siguió quieto intercalando su mirada en los ojos y labios ajenos.

YeonJun simplemente cerró los ojos, dejándose llevar, SooBin se lo había dicho, esa noche eran YeonJun y SooBin, no había más nada.

Y por eso, lo besó.

El choque de sus labios fue como una tijera cortando toda la tensión que hubo en la cena, SooBin pasó sus manos a cada lado de él, y YeonJun con más confianza, pasó sus brazos por los hombros ajenos.

El modelo aumentó el ritmo del beso, ladeando su cabeza.

YeonJun había escuchado que besar a vampiros era algo de otro mundo pues al ser seres lujuriosos tenían la capacidad de hacerlo de una manera que no era normal.

El modelo mordió el labio inferior ajeno y jaló, separándose con un chasquido.

YeonJun supiró pasando sus manos por la nuca del modelo que besó sus comisuras, luego su mejilla, hasta llegar a su lóbulo el cual besó. El abogado mordió su labio inferior buscando de nuevo los labios ajenos.

Se volvieron a besar, esta vez con una lentitud que estaba nublando sus sentidos.

Se separaron de nuevo, mirándose fijamente a los ojos.

—Me traes loco —confesó el modelo besándolo castamente, múltiples veces.

YeonJun no supo cómo sentirse con esa confesión dándose cuenta en la posición tan comprometedora que estaban y en lo que estaban haciendo.

Relamió sus labios nervioso sin saber que SooBin había tomado eso como una invitación para volver a besarlo.

Y definitivamente, era el mejor beso que le habían dado.

La lengua de SooBin entró en su cavidad bucal, enroscándose con la suya, succionando y volviendo a juntarlos.

No pudo evitarlo, soltó un jadeo en medio del beso, enroscando sus manos en el cabello ajeno, SooBin lo impulsó hacia atrás, con ese movimiento la espalda de YeonJun empujó la botella que cayó al suelo, quebrándose en pedazos.

Los dos dieron un salto en su lugar, separándose.

—Llevame a casa —pidió con la respiración agitada. SooBin lo dejó libre, ignorando el hecho de la botella rota, avanzó a la salida del yate.

Él tenía una persona específica que cuidaba el yate así que no debí preocuparse en cerrar todo o algo.

YeonJun relamió sus labios de nuevo, sintió sus mejillas sonrojadas, aún el fantasma de los labios ajenos estaban en él, la sensación era extraña pero no por eso menos satisfactorio.

Todo el camino en el auto estuvo silencioso, YeonJun mirando sus manos y la ventana mientras que SooBin no se arrepentía de lo sucedido.

—Gracias por la cena... —agradeció YeonJun mirando a SooBin que sonrió asintiendo— Fue... Un rato agradable.

—Muy agradable, a decir verdad —dijo bajando su mirada a los labios ajenos.

YeonJun desvió la mirada abriendo la puerta.

—Adiós... —dijo, SooBin lo jaló del brazo devolviéndolo a su lugar.

—¿Vas a decir "adiós" luego de besarnos de esa forma? —preguntó con una ceja arqueada.

—Fue un impulso, solo eso —dijo quitándose el agarre ajeno.

—Tú y yo estamos conciente de que lo disfrutamos y de la maldita tensión que hay entre nosotros —habló con sinceridad, se lanzó a los labios ajenos, besándolo con lentitud.

YeonJun jadeó de sorpresa y se separó con rapidez.

—A-adiós —dijo saliendo con rapidez del auto. Avanzó a la casa, saludando a JiSung antes de entrar a su casa.

Soltó el aire retenido cuando su espalda tocó la puerta, llevó sus dedos a sus labios.

Apretó los ojos mientras chasqueaba la lengua, no debió haber besado a SooBin.

Su corazón estaba agitado, y odiaba que sus labios temblaran por esbozar una sonrisa.

No podía permitir que eso siguiera así, él no podía tener eso con SooBin, no podía.

Hoy solo somos SooBin y YeonJun.

Se restregó los ojos avanzando a su habitación, no sabía si sonreír, si insultar, simplemente estaba confundido.

Tomó aire metiendose a la ducha, cerró los ojos cuando el agua tibia cayó sobre él.

Me traes loco. La voz de SooBin resonó en su cabeza, soltó un gruñido por no poder olvidar esas tres palabras pronunciadas en un tono que lo estaba volviendo loco.

—Es mi cliente, no puedo involucrarme con él —murmuró a pesar de que su mente le recordaba desde el principio hasta el fin de la pequeña sesión de besos que compartieron.

Secó su cuerpo con la toalla, poniéndose su pijama con gestos de molestia.

No podía olvidar nada, lo odiaba mucho.

—Te odio, SooBin —dijo al aire, en la oscuridad, odiaba a SooBin...

Por hacerlo sentir cosas que no quería sentir, no por él.











Estoy teniendo muchos problemas con Wattpad no me guarda las correcciones, los guiones me lo pone como quiere y bueno pare de contar...

Cuando termine la historia editaré todo lo prometo u.u

POR CIERTO, Alguna SooKai shipper?

Estoy trabajando en un oneshot navideño de la pareja, estén atentos!

No sé olviden de votar y comentar!

The_Dark_Diamond

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