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Capítulo 28

Maratón 2/?





SooBin sabía que YeonJun no cenaría con él si dejaba al abogado decidir la fecha y la hora, ya había analizado lo suficiente a Choi como para saber que debía presionar hasta que este aceptara.

—No iré a ninguna cena, SooBin —negó YeonJun caminando por el estacionamiento en busca de su auto, SooBin lo seguía con las manos en los bolsillos.

—Bien, ya sabes traje elegante —dijo ignorando sus palabras.

—Dije que no —YeonJun subió al asiento del conductor mientras que el vampiro evitaba que cerrara la puerta con su cuerpo.

SooBin se inclinó hasta adentrar su cabeza en el coche, su aliento chocó con la cara del abogado.

—Paso por ti a las siete —dijo mirándolo directamente a los ojos.

YeonJun relamió sus labios sintiendo su garganta seca, ¿Que le pasaba?

Estaba reaccionando demasiado a la cercanía de SooBin y no le gustaba.

No podía, trabajaba para él.

—No te sorprendas si llegas y no estoy vestido —dijo, refiriéndose a qué no movería ni un dedo para arreglarse para la cena.

—¿Me esperarás desnudo en tu casa? Si es así llego en veinte minutos allá —contestó ladeando su cabeza YeonJun chasqueó la lengua encontrándose mirando los labios ajenos.

Se veían tan suaves.

—No voy a ir a la cena —dijo obligándose a dejar de ver los labios ajenos, SooBin sonrió.

—Entonces paso por ti a las siete —concluyó guiñando su ojo derecho, YeonJun desvió la mirada, arrancando en su auto apenas SooBin cerró la puerta.

Él sabía reconocer un coqueteo, y SooBin le estaba coqueteando, desde hace un buen rato se estaba dando cuenta de ello, ¿lo peor?

SooBin lo estaba logrando.

Había empezado a darse cuenta de más detalles del pelinegro y odiaba demasiado que SooBin fuese de su tipo y se comportase tan coqueto con él.

Chasqueó la lengua aún en su auto, si estuviesen en otra situación si que se liaría con él pero era su abogado, SooBin era su cliente, más nada.

¿Podía hacer la excepción con él?

Mierda, se estaba volviendo loco, no podía hacer excepciones, no con Choi SooBin.

—Si no fuese tan sexy, sería mejor —murmuró para si mismo, estacionando su auto, había un chico rubio apoyado en el árbol, curiosamente en un posición similar a la de ChanYeol.

Bajó del auto concentrándose en lo que hablaría con JiSung, luego pensaría en SooBin y en la dichosa cena.

—Mucho gusto —JiSung le sonrió estrechando su mano, los dos conocían sus nombres pero no se conocían en persona, estrecharon sus manos y pasaron a la casa del abogado que, educado, ofreció café al vampiro que lo aceptó gustoso.

—ChanYeol me encargó de contarmelo todo, sobre Hye, Seong-Suk, y su sobrina —dijo bebiendo de la taza, YeonJun asintió sirviendo la propia.

—Mi sobrina se marchó hoy con sus padres, estoy solo aquí —informó, JiSung asintió mirando el alrededor, el vampiro era de una estatura pequeña, YeonJun era diez centímetros más alto de hecho, y el abogado no pudo no comprar con ChanYeol, hasta las vestimentas de JiSung eran coloridas.

No pudo evitar pensar, si ChanYeol media casi dos metros y fue asesinado, ¿qué pasaría con JiSung que era mucho más pequeño?

—Entonces... Ya le dije que mi pago es el mismo que ChanYeol —YeonJun asintió volviendo a la conversación— ¿Y BaekHyun?

—Está fuera del estado, se va a tomar su tiempo para... Asimilar y pasar el duelo de ChanYeol —dijo lo que creyó necesario, JiSung seguramente le extrañó no ver la presencia del otro abogado pues, si ChanYeol le había dicho todo, debía conocer que BaekHyun siempre estaba en su casa.

—¿Puedo saber a dónde? —preguntó curioso. YeonJun frunció levemente el ceño.

—Ni yo lo sé —contestó quitándole la taza ya vacía al vampiro que agradeció indicando que se iría al que sería su puesto a partir de ahora.

YeonJun lo dejó ir, pareciendole algo extraño la actitud del rubio.

No le tomó importancia, y subió a su habitación, estaba ordenada y no había nada que limpiar ni que hacer; tomó asiento en su cama y abrió el primer cajón de su buró, ahí encima de muchos papeles que él aún no se dignaba a botar estaba el teléfono de su amigo.

Lo tomó en manos y, luego de pensarlo, lo encendió.

Cómo todo aparato electrónico tenía una melodía para encender junto a algunas imágenes.

YeonJun mordió su labio inferior levemente mirando como el teléfono se iniciaba y de inmediato su mano empezó a vibrar y un sonido constante e irritante llegó a sus oídos.

Primero entraron notificaciones que no eran de importancia, algún anuncio de música o alguna solicitud de amistad, luego numerosos mensajes de nombres que reconocía como más amigos del mayor.

Llegó una notificación que le llamó la atención, era de la tarjeta de crédito ajena, decía que se había pasado una cantidad de dinero grande a su cuenta bajo un nombre que él no podía identificar.

Frunció el ceño y deslizó el dedo hacia arriba, de inmediato se encontró con una foto de su amigo sonriente junto a ChanYeol el vampiro recostando su mejilla en la cabellera ajena.

Sonrió levemente cuando recordó el gran esfuerzo que hizo BaekHyun para comprar un teléfono que captara vampiros bajo la excusa de que le gustaba la tecnología, aún escondía a ChanYeol en esa época y lo trataba de un pequeño polvo.

—Mierda —se quejó cuando miró el patrón, no se lo sabía, y no tenía a quien pedirlo.

Ya el teléfono había dejado de temblar, solamente llegando notificaciones silenciosas.

YeonJun no tuvo de otra que mirar las notificaciones llegar sin poder desbloquear el teléfono, tal vez en algún momento BaekHyun le había mostrado el patrón pero no lo recordaba en ese momento.

Dió un salto en su lugar cuando llegó un mensaje específico que duró unos minutos en pantalla.

Chan ❤️

Te amo, nunca lo olvides.

Bajó rápidamente el panel de notificaciones y leyó el mensaje de nuevo, sus ojos se pasearon por el día que había sido enviado.

Hace dos días.

—Imposible, esto es imposible —dijo apagando la pantalla del teléfono pensando en la posibilidad de que ChanYeol estaba vivo.

¿Cómo se pudo mandar un mensaje de ChanYeol hace dos días?

ChanYeol tiene más de dos días muerto.

—Debe ser un error de esto —trató de convencerse dejando el teléfono sobre su buró, pasó sus manos por su cara.

Aparte del mensaje de ChanYeol, todavía seguía en su mente que BaekHyun había recibido una cantidad de dinero demasiado grande como para ser algo del trabajo, ¿quién le estaba pasando dinero a su amigo?

Se levantó dispuesto a ducharse para aunquesea despejarse un poco.

No dejaría ese tema de lado, pero lo aplazaría un poco.

Por ahora, solo debía llenarse de dureza para la cena con SooBin.

Tenía entendido que era una cena para disculparse con él por todo lo ocurrido, pero de todas formas sabía e intuía que SooBin seguiría con su coqueteo que lo tenía mal.

1:00 p.m

3:00 p.m

5:00 p.m

7:00 p.m

YeonJun se miró en el espejo, SooBin le había dicho formal así que no dudó en colocarse una camisa a botones negra de seda, no tenía un traje pues no siempre lo formal debía ser con corbata y saco.

Su cabello partido por la mitad bien peinado, su reloj en su muñeca derecha resaltando, y los pantalones ajustándose a sus piernas que estaban perdiendo levemente su forma por su falta de ejercicio.

Se miró una última vez al espejo y bajó las escaleras, arqueando una ceja cuando escuchó una bocina.

—¿No puede bajar del auto? —se preguntó tomando su teléfono y billetera, salió de su casa con expresión neutral, miró a JiSung en el árbol— Voy a cenar con SooBin, tú... Quédate aquí —indicó, JiSung no protestó ni opinó, simplemente asintió siguiéndolo con la mirada.

YeonJun confíaba que con SooBin no le pasaría nada.

Abrió la puerta del auto blanco y se asomó, mirando al vampiro que le sonrió de medio lado.

El perfume, diablos, el estúpido perfume.

—Buenas noches, abogado Choi —saludó SooBin mirando al abogado subirse al auto, cerrando la puerta segundos después.

La fragancia de SooBin estaba por todo el auto, un aroma varonil y atrayente mientras que YeonJun tenía una fragancia más leve, igual varonil, pero suave y que apenas y pudo darse a notar sobre la del modelo que empezó a conducir con una pequeña sonrisa.

—¿A dónde vamos? —preguntó bajando la ventana del auto, miró las calles pasar a un velocidad normal, volteó a ver al modelo, tenía unos jeans sin rotos ajustados, un cinturón que llamó su atención de inmediato, la hebilla era brillante, dorada y con la figura de una serpiente.

—A mi casa —contestó SooBin mirándolo de reojo.

—¿Cómo que a tu casa? Me dijiste vestimenta formal —se señaló, el modelo soltó una risa.

—Vamos para mí segunda casa, cálmate —dijo deteniéndose por el semáforo— Y es vestimenta formal porque no vas a entrar como un vagabundo a mi casa —YeonJun rodó los ojos, detallando de nuevo la vestimenta ajena, no podía ver sus zapatos pero tenía una camisa a botones de seda, igual que la suya, solamente que era vinotinto.

¿No hay algún color que le quede mal? Pensó mirando el camino por dónde iban.

—¿Qué vamos a comer? —preguntó mirando las calles por las que pasaban, pareciendo conocidas.

—Comida —contestó desviándose a la izquierda, YeonJun rodó los ojos.

Solo estaban en el auto y ya era la segunda vez que rodaba los ojos.

Cinco minutos más de silencio y ya habían llegado, YeonJun miró casi con la boca abierta, el yate que había flotando en el agua, era blanco, elegante, simplemente hermoso.

No supo cuando SooBin bajó del auto ni cuando le abrió la puerta, solamente cuando su cuerpo se atravesó entre el yate y él.

—¿Este es el yate que te dejó tu mamá? —preguntó lo obvio, bajando del auto, siguiendo con su mirada fija en el yate, pudo ver una mesa con un mantel blanco y dos sillas.

—Si, vengo muy poco para acá —dijo caminando hacia una tabla puesta en el suelo y la entrada del yate— Tu primero —indicó el modelo con las manos en los bolsillos, YeonJun negó con su cabeza.

Él conocía esa técnica.

Ve tu —señaló, SooBin alzó sus hombros y subió normal, YeonJun lo siguió mirando hacia sus zapatos.

Cuando estuvieron sobre el yate, YeonJun no pudo evitar mirar al rededor, de verdad había una bonita vista y el yate estaba como nuevo, le encantaba.

—Es hermoso, ¿por qué no vienes tan seguido? —preguntó caminando hacia el centro, se sentía el leve vaivén del agua y muy lejos de sentirse nauseabundo, le relajaba.

—No me gusta estar solo aquí, es... Algo nostálgico —confesó el modelo haciéndole una seña para que lo acompañara— La mayoría de mis cosas están en el departamento, así que prefiero estar allá. Aquí vengo aveces, en las habitaciones hay lo suficiente para pasar una noche, pero no más —dijo caminando al interior del vehículo, YeonJun lo siguió escuchando y mirando todo, amando cada vez más todo.

—Es decir que traes a tus amantes aquí —bromeó mirando las lámparas, demasiado elegantes pero le daban el toque a la, al parecer, sala de estar que había.

—Tu serías el primero en ese caso —siguió SooBin sacándole una risa al abogado que siguió mirando hasta llegar a la cocina, estaba demasiado curioso y no lo iba a ocultar.

—Me gusta mucho, es muy bello este yate —sinceró mirando al rededor, volvió su vista a SooBin que lo observaba con una media sonrisa.

Carraspeó un poco y señaló a un pasillo estrecho, preguntando a dónde llevaba.

—A las habitaciones —contestó caminando en esa dirección señalando tres puertas, YeonJun miró atento— La principal que es la que uso tiene un baño adentro, está la de huéspedes y este es un baño —explicó. YeonJun soltó una pequeña risa atrayendo la atención del modelo.

—Parece que me lo estuvieses mostrando para comprarlo —explicó la razón de su risa, SooBin lo observó con esa misma sonrisa ladina que lo había acompañado desde que subió al auto.

YeonJun relamió sus labios, de inmediato el modelo fijó su vista en ellos, mirando como si quisiera lanzarse encima de él a besarlo.

El abogado empezó a sentirse nervioso, moriría de nerviosismo si seguía así.

—¿Y si cenamos? Vine a comer, ¿no? —dijo apresurado de quitarse de la vista y cercanía del vampiro que sin inmutarse asintió.

—Ve a sentarte, voy en un momento con la comida —indicó, esta vez, YeonJun no pudo evitar ir delante de SooBin.

Él sabía, él sentía la mirada de SooBin en su cuerpo y a pesar de que dió todo de si para no voltear, lo hizo, SooBin seguía en la misma posición, observándole.

—Apúrate —atinó a decir caminando más rápido, suspirando cuando estuvo fuera del campo de visión del vampiro.

Había demasiada tensión entre ellos, y una parte de él quería romperla.


























¿Qué opinan? ¿Teorías?

The_Dark_Diamond

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