Capítulo 24
—¡Ya te dije que no!
—¿¡Y tú quién mierdas te crees para decirme que hacer y que no!? ¡Quítate o te pateo! —YeonJun ya estaba tomando impulso para dar una patada directo al pecho del vampiro.
Estaban a unos metros de la dichosa cabaña de flores, en donde, posiblemente, tenían a SooJung.
Los otros dos vampiros que veían en la motocicleta ya habían partido a dicho lugar y seguramente ya estarían dentro de la cabaña, el abogado Choi se iba a bajar del auto para empezar a correr en la misma dirección que los otros pero, en menos de un segundo SooBin ya estaba frente a él impidiéndole salir y ordenándole que se quedara en el auto.
YeonJun se molestó, es decir, ¿quién no lo haría? Su sobrina estaba en peligro, él debía hacer algo, ¡no podría simplemente quedarse en un maldito auto!
—¡No vas a ir! —SooBin evitó la fuerte patada del abogado con el ceño fruncido— Escucha, los únicos humanos son SooJung y tú, necesito...
—¡Lo único que necesitas es quitarte! —gritó el abogado gruñendo luego de que el vampiro volviese a evitar su patada. Se dio la vuelta y empezó a removerse para salir por la puerta del conductor.
Estaba perdiendo tiempo.
—¡Sueltame, imbécil! —justo cuando iba a abrir la puerta del conductor las manos del vampiro lo jalaron hacia atrás de la cintura, le dio la vuelta con facilidad y lo enfrentó con el ceño fruncido y un amenazante carmesí.
—Si sales herido no tienes la posibilidad de curarte tú solo, ¿o si? ¿Puedes curar tu herida sin necesidad de gasas o alcohol? —el abogado negó— No sabes lo salvajes que podemos llegar a ser, ya está SooJung, una humana allí dentro y es más riesgoso que tú te metas, ¿entiendes eso?
—No me voy a quedar en el auto —fue lo que dijo. SooBin cerró los ojos y soltó un suspiro.
Se hizo a un lado y cerró la puerta de su auto antes de empezar a correr al mismo ritmo que el abogado. Antes de llegar a la cabaña lo haló de un brazo.
El vampiro se concentró mientras que el abogado lucía desesperado y preocupado. La puerta de la cabaña estaba abierta y se escuchaban gruñidos y golpes.
—Ven, por aquí —susurró el pelinegro tomándolo de la mano para llevarlo a la parte de atrás de la casa— SooJung está en una de las últimas habitaciones —le dijo captando los sollozos de la niña junto a algunos quejidos— Está con alguien...
Sin esperar nada el modelo abrió la puerta y entró en silencio, los otros dos vampiros de los que no sabía su nombre se estaban encargando seguramente de Hye y Seong-Suk.
—¡Tio Junnie! —SooBin volteó hacia el grito, YeonJun había abierto una de las habitaciones, efectivamente, SooJung estaba ahí.
Pero también estaba TaeYong.
El abogado soltó un grito cuando el peliazul se le abalanzó encima como un animal, colmillos afuera y garras afiladas. SooBin tomó impulso y pateó al vampiro por un costado colocándose encima de él y sosteniendo sus manos a cada lado de su cabeza.
El iris de sus ojos emitió un brillo que captó la atención del peliazul. SooBin soltó sus manos y se fue levantando con lentitud sin despegar la vista del peliazul.
Hipnosis.
—Corre —habló en cuanto miró por su vista periférica al abogado cargando a la niña. YeonJun empezó a correr con SooBin tras él, TaeYong golpeó el suelo con ambas manos luego de asimilar que le habían hipnotizado.
El pelinegro volteaba cada cierto tiempo hacia atrás vigilando que nadie los siguiera. La quinta vez que volteó encontró a los otros dos vampiros algo heridos siguiéndolos.
YeonJun detuvo su correr repentinamente haciendo al vampiro chocar con su espalda.
—Oh, abogado Choi, lamento presentarme con estas fachas, tuve un pequeño percance —Hye estaba apoyada en el capó del auto de SooBin jugando con un arma de fuego. La mujer estaba en ropa deportiva, varias partes del atuendo destrozadas y con una herida en su cabeza.
SooBin no tuvo más opción que retroceder ya que el abogado prácticamente le estaba empujando.
—Dígame, abogado Choi, ¿trabajará para nosotros? Como le prometí la niña está intacta, aún no a pasado la hora que le di para pensarlo, pero está bien, entiendo que esté desesperado por recuperar al bocadillo. Le pregunto otra vez, abogado Choi, ¿trabajará para nosotros? —preguntó cargando el arma.
Solo se escuchaban los sollozos de SooJung.
Hasta que un disparo hizo al abogado agacharse. Alguien le había disparado a Hye en el pecho.
Uno de los vampiros que estaba de su lado había sido, corrió tanto como sus heridas le permitieron y empezó un forcejeo con la mujer.
Forcejeo que les dio tiempo a SooBin y a YeonJun entrar al auto, encenderlo y arrancar. El vampiro miró por el retrovisor como TaeYong aparecía para defender a la mujer.
¿Y Seong-Suk? Se preguntó volviendo su vista al frente.
Sintió una fea sensación en su pecho cuando los sollozos tanto de SooJung como los de YeonJun llenaron el auto.
—Mi princesa... Mi princesa...—el abogado empezó a revisar a la pequeña rezando por no encontrar alguna herida, SooJung balbuceaba cosas inentendibles sobre el señor drácula y las escondidas.
YeonJun dejó de oírla cuando notó cuatro puntos en el antebrazo y brazo de la niña.
Sin importarle nada, golpeó el brazo del vampiro repetidas veces haciéndolo estacionarse y prestar atención.
SooBin miró los cuatro puntos en la niña. La habían mordido, habían bebido de ella.
—¿Y-y si le... Pusieron un veneno? —preguntó el abogado. SooBin negó llevando el brazo de la niña a su nariz, olisqueó y solo captó el olor a sangre, no había veneno en ella ni nada parecido.
—No hay nada, tranquilo —le dijo antes de retomar el camino. YeonJun solo sorbió su nariz y abrazó a la niña contra su pecho, meciéndose de lado a lado y acariciando su cabello.
SooJung se quedó dormida en un instante.
—Estás herido —aseguró el vampiro antes de detenerse frente a su lugar de vivienda. Iba a seguir hasta la casa del abogado pero estaba demasiado lejos, el peliazul estaba herido y los dos, tanto la niña como el abogado debían descansar debidamente.
—Quiero ir a mi casa —susurró el otro mirando a la niña dormida.
—Estás herido, descansen aquí esta noche, tu casa está muy lejos —le repitió. YeonJun tuvo el impulso de negar pero solo asintió bajándose del auto abrazando a SooJung contra su pecho, siguiendo al vampiro.
Minutos después ya estaban en el gran departamento, SooJung acostada en un sillón con apósitos en sus dos pequeñas heridas y YeonJun sentado frente a ella, aún llorando y con todo temblando, resulta que su herida había sido un arañazo de TaeYong, ya estaba curada y vendada por él mismo.
¿Cómo le diré a hyung? ¿Qué le diré?. Era lo que pensaba, SooJung a pesar de no estar gravemente herida si había vivido una experiencia digamos... Traumática para ella.
Dio un salto en su lugar cuando la mano del vampiro se posó en su espalda.
—Ten —el pelinegro le entregó una taza de té. YeonJun agradeció con un susurro y se dispuso a tomar el líquido caliente, retomando sus pensamientos anteriores— Puedo quitarlo.
—¿Qué? —volteó a ver al vampiro sin entender a que se refería.
—Puedo quitar ese recuerdo de la memoria de SooJung —le aclaró— Ella no recordará nada de eso.
YeonJun dudó un poco, pero al final le cedió el permiso al vampiro, no tan solo porque no tendría que decirle nada a SeokJin si no que también quitaba aquel mal recuerdo y posible trauma a SooJung.
SooBin se agachó frente a la niña y peinó su cabello con delicadeza dejando su frente descubierta. Su iris carmesí se iluminó mientras su mano derecha iba a la frente de la pequeña, quedándose en esa posición por unos segundos.
Ese era uno de los dones con los que había nacido, podía hipnotizar y borrar la memoria de las personas, o una parte de ella como lo estaba haciendo con la niña, para reemplazar por recuerdos buenos.
—¿Me prestas tu teléfono? Por favor —pidió el abogado dejando la taza de té a un lado. SooBin asintió y extendió su aparato al peliazul que se levantó y marcó un número.
—¿H-hola? —BaekHyun le atendió con voz ahogada.
—BaekHyun hyung, es YeonJun... —antes de decir alguna otra cosa el sollozo de su amigo le detuvo.
—¿En-encontraron a SooJung?
—Si, ya está conmigo... Estamos en el departamento de SooBin. ¿Cómo estas? ¿Cómo está ChanYeol hyung? ¿Q-qué pasa? —preguntó cuando su amigo sollozó más fuerte.
—M-me alegro que estés con la princesa... Estoy en tu casa, e-es mejor que no vengas, todo está lleno de sa-sangre... Chan-ChanYeol él... Murió —y otros sollozos más— Y-yo debo irme... —y colgó.
YeonJun no despegó el aparato de su oído a pesar de los constantes pitidos que le indicaban que la llamada ya había acabado.
Soltó un sollozo parecido al de su amigo.
ChanYeol hyung está muerto. Pensó dejando el aparto en una mesa y llorando más alto.
A pesar de no haberlo conocido desde hace mucho tiempo, le había agarrado un gran cariño a aquel vampiro y su muerte le había caído como un balde de se fría.
Todo esto, solo para dejar de trabajar para SooBin.
No fue consiente de cuando el vampiro lo abrazó y estaba llorando en su hombro. Tampoco fue consiente de cuando fue recostado en una cama.
[...]
—¡Quiero peinarlo! ¡Por favor, por favor! —YeonJun despertó con los gritos de SooJung, restregó sus ojos y tomó asiento enfocando su alrededor.
Ésta no es mi habitación. Pensó levantándose de golpe, lo ocurrido el día anterior golpeó su mente.
Estoy en donde SooBin. Volvió a pensar saliendo de la habitación mientras recordaba todo, la muerte de ChanYeol, SooJung estaba mordida, él tenía un arañazo, SooBin borrando el recuerdo de su memoria...
—¿Te gusta mucho la peluquería, SooJung? —escuchó la voz del vampiro.
—¡Si! Cuando sea grande quiero ser eslitista —esbozó una pequeña sonrisa entrando por completo a la sala de estar, SooJung estaba sentada en los hombros del vampiro peinando su cabello con delicadeza mientras este miraba su teléfono distraídamente.
—Estilista, repite. Es, ti, lis, ta.
—¡Eslitista! —SooBin carcajeó dejando su teléfono de lado, alzó sus brazos y dejó a la niña sentada en el posa brazos para poder verla— Yo soy modelo de ropa, ¿sabías? Cuando seas grande podrías ser mi estilista personal.
—¿¡Enserio!? —el vampiro asintió con una sonrisa dejando que la niña jaloneara su cabello con el cepillo. SooJung estaba tan concentrada en el cabello de Choi que no se dio cuenta de que su tío estaba ahí hasta que el vampiro volteó en dirección a las habitación— ¡Tío Junnie! Pensé que no despertaría hoy —la niña corrió hacia su tío y lo abrazó. YeonJun le correspondió el abrazo con una sonrisa— La pijamada de ayer le dejó agotado, ¿verdad?
El abogado volteó hacia el vampiro, este solo le guiñó un ojo.
—Ah, si, princesa estaba agotado —se levantó con una sonrisa y dejó que la niña le guiara a donde ella quisiera.
—¡Mire! El señor Choi es muy bueno, ¡me dio de desayuno cereal de colores con malvaviscos! —YeonJun volteó a ver al vampiro con los ojos bien abiertos.
SooBin solo subió los hombros.
—De eso le daba a SeungBae cuando venía —contestó mirando a la niña despegarse de su tío para correr por todo el lugar, cantando y bailando— Y no se ponía así.
—Los niños humanos son diferentes —contestó en un suspiro. Pasó sus manos por su cabello y luego por su ropa arrugada.
—Si, me doy cuenta. ¿Quieres algo de desayunar? —preguntó sin formalidad. Y es que la formalidad de ellos dos ya se había ido hace tiempo.
—No, gracias por todo, nosotros nos vamos —dijo apretando su boca, aún estaba sensible por la muerte de ChanYeol además de todo lo sucedido.
SooBin se levantó de su lugar y tomó las llaves de su auto, SooJung fue cargada por su tío y los tres salieron del departamento escuchando las ocurrencias de la niña.
—Princesa, ¿te disculpaste con el señor Choi? —preguntó YeonJun intentando distraer su mente— Recuerda lo que le hiciste la última vez.
SooJung miró al vampiro con un sonrojo en sus mejillas, avergonzada.
—Lo siento, señor Choi. P-pensé que le estaba haciendo daño a mi tío —dijo con un puchero. SooBin sonrió y negó con su cabeza.
El vampiro había caído encantado por la niña, era muy dulce y enérgica, le recordaba de cierta manera a SeungBae.
SooJung se quedó en los asientos traseros, mirando la ventana y cantando bajo una melodía infantil.
YeonJun no habló en todo el camino, apretando y mordiendo sus labios conteniendo el llanto muchas veces y volteando hacia la ventana cuando el vampiro lo veía.
—Tío quiero enseñarle mi salón de belleza al señor Choi, ¿puedo, puedo? —preguntó la pelinegra saltando en su lugar.
Definitivamente el desayuno que le había dado Choi contenía mucha azúcar.
YeonJun asintió mirando las calles y luego, su casa. Soltó un suspiro tembloroso y bajó del auto.
No sabía que hora era, calculaba que eran las diez de la mañana. Como una costumbre volteó hacia el árbol de enfrente esperando ver al vampiro pelinegro, pero no fue así.
Abrió la puerta y dejó a su sobrina y a SooBin pasar, de último entró él con una mueca en sus labios.
Si no hubiese dejado la casa aquel día esto no hubiera pasado. Pensó entrando a la cocina, todo estaba impecable, aún olía a productos de limpieza.
No imagina lo duro que fue para BaekHyun limpiar todo.
No sabía en donde estaba su teléfono, posiblemente en el auto de Choi o en su oficina, todo había pasado tan rápido que no recuerda esas cosas mínimas.
—Entiendo que quieras dejar el caso —SooBin apareció con un peluche amarillo en manos. SooJung le había dado ese juguete alegando estar en la sala de espera mientras ella subía a su habitación a buscar lo que quería enseñarle al vampiro YeonJun apretó sus labios y negó con su cabeza volteando a ver al modelo.
—No lo voy a dejar —sentenció firme. Hye y Seong-Suk debían pagar por lo que hicieron a su sobrina y a él, esos dos vampiros merecían estar tras las rejas, no tan solo por lo que le ocurrió a él, si no también por lo que le hicieron y hacen a SooBin.
No iba a dejar ese caso por nada del mundo.
Lamentablemente SooJung debería irse, si él seguía con el caso la pequeña sería prácticamente, el centro de extorsión para los vampiros.
—Gracias —le dijo el pelinegro sonriendo de medio lado. El abogado asintió estirando su mano al peluche, SooBin se lo entregó— Lamento lo que sucedió, por... Hacerte, hacerlos pasar ese mal rato.
—No es tu culpa —negó el abogado.
—De todas formas, quisiera invitarte a una cena, para olvidar el mal rato —el modelo sonrió lo más encantador posible para convencer al abogado.
YeonJun rió.
—Está bien, solo... Tengo que buscar algún vuelo a SooJung, la enviaré con sus padres —comentó.
—¡Señor Choi! —la voz de SooJung se escuchó en la sala.
—Dime cuando quieras —soltó antes de irse para prestar su completa atención a SooJung.
Quise subirloJAJAJAJA
ChanYeol era un vampiro fuerte, pero TaeYong al parecer encontró sus puntos débiles :'(
Nos vemos
The_Dark_Diamond
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