Estaba furioso. Sus puños se apretaban con fuerza y sus encías dolían por dejar salir sus colmillos, sus botas pisaron con fuerza las escaleras y su puño tocó la puerta.

Esperó un momento, moviendo su pierna insistentemente, sus ojos estaban oscurecidos y su palidez ayudaba a que se notasen más.

—¡Tío! —un niño de cabello negro le abrió con una sonrisa de colmillos afilados.

—¿Dónde está tu padre? —preguntó. No estaba de humor para acariciar los cabellos del niño o de saludarle con una sonrisa.

—Comiendo con mamá —el pelinegro le guió con una sonrisa hacia el comedor— ¡Mi tío vino! —avisó, plantándose enfrente de los adultos que, detuvieron su comida y miraron al recién llegado.

—Tú... —el pelinegro caminó y agarró las solapas del traje de su hermano— ¡Deja de meterte en mi vida! ¡Ya deja de hacerlo!

—Vayamos a mi oficina, mi esposa e hijo están cenando —le dijo con voz apacible y mirada serena— Que mala educación de tu parte, hermanito —soltándole del traje se dejó guiar a la "oficina" de su hermano que no era nada más que un balcón con una mesa— ¿A qué se debe tu visita, hermanito?

—¿¡Por qué preguntas eso!? ¡Sabes muy bien a lo que he venido! ¡Sabes lo que hiciste! —gritó viéndole con furia, el iris de su ojo iluminando en rojo carmesí— ¡Déjame vivir de una vez por todas!

—Sabes muy bien que necesito ese yate, la empresa...

—¡A la mierda la empresa! ¡Tú lo único que quieres es joderme! —le señaló, sus caninos creciendo considerablemente— ¡Mi madre me dejó un puto yate y más nada, solo eso! ¿¡Me lo vas a quitar también!? ¡A tí te dejó todo, la empresa, te dejó millones! ¡Confórmate con eso!

—Me los dejó a mí porque tú solo eres un imbécil —le golpeó el pecho con el índice— Eres un puto modelito de ropa juvenil, ¿y yo? Yo soy dueño de una empresa, soy millonario...

—Mi madre no me dejó ni una moneda, nada de dinero...—habló respirando con fuerza— Y salí adelante y ahora soy igual de millonario que tú. Tú eres millonario, sí, lo eres, pero solo porque mi madre te lo dejó... Gracias a su muerte eres millonario, gracias a su muerte eres dueño de la empresa... Si mi madre no hubiese muerto, tú solo serías un estorbo, porque no eres nadie, no eres...—un puño se estrelló contra su mejilla, se tambaleó.

—¡Cállate! —los caninos del castaño también crecieron considerablemente— ¡Tú eres un imbécil!

—Aléjate de mí —le dio una mirada severa y salió de ahí, chocó con la esposa del castaño.

—Entiende, por favor, él... Él está muy estresado con lo de la empresa, ésta semana ha tenido muchos...

—No me interesa lo que haya tenido o no, Hye, que se aleje de mí, es lo único que pido —esquivó a la mujer y salió de ahí no sin antes mover su mano hacia el niño que comía solo en la mesa.

El hombre castaño salió del balcón, miró a su esposa con el ceño fruncido.

—¿Enserio? ¿Quitarle el yate? —la mujer cruzó sus brazos en su pecho— Él tiene razón, aléjate de él, déjalo vivir con las miserias que le dejaron y tú nada en tus millones.

—No lo voy a dejar en paz y lo sabes —contestó peinando su cabello.

—Intenta hacerlo por ahora, él todavía puede impugnar el testamento —le recordó pasando sus manos por el traje del hombre— Luego de que pase este año... Podrás hacer con él lo que quieras...

—Es un débil —dijo tomando las caderas de la mujer en sus manos— Fue criado por mamá, es débil, es... Humano —dijo con asco.

—¿Humano? —la mujer le miró curiosa.

—SooBin es un vampiro, pero fue criado por mi madre... Ella era humilde, bondadosa —dijo con asco— cariñosa... Por eso es débil, SooBin fue criado con amor y eso, lo hace débil —dijo caminando hacia la mesa para retornar su alimento.

—No es tan débil como dices —dijo la mujer tomando asiento— Lo tuviste por años comiendo de la palma de tu mano y ahora... —soltó una risita— Viene a tu casa sin avisar, no saluda y te golpea —el hombre solo gruñó cortando su pedazo de carne.

—Eso lo resolveremos después, Hye —dijo mirando a su hijo de ocho años— Hey, espalda recta —dijo con tono duro, el pequeño se enderezó de inmediato siguiendo con su comida.

[...] 

—Necesito un abogado —musitó el vampiro de cabellos negros bebiendo de la copa que le fue dejada en la barra.

—Hay varias instituciones buenas que ofrecen ayuda a los vampiros —contestó su acompañante— Y hay abogados buenos, y lo digo en los dos sentidos —le dio un codazo con una risita.

—El último abogado que contraté, um... Murió —dijo removiéndose en su lugar.

—¿Qué le hiciste? —preguntó el vampiro castaño a su lado, el pelinegro le quitó la copa de las manos y le miró con el ceño fruncido.

—Yo no le hice nada, fue mi hermano, Jackson. Sabes que mi hermano es peligroso —dijo golpeando la copa en la barra.

—Yo... —bebió de nuevo haciendo rodar los ojos al otro— Yo una vez tuve que recurrir a una de esas instituciones, me atendió un tal... —rascó su cabeza en señal de recordar— Choi... Choi YeonJun, él es bueno —asintió— Está en el primer instituto que se hizo.

—Jackson, estoy hablando de bueno a nivel de abogado —dijo.

—¡Por eso! —puso una mano en su hombro— Él me ayudó mucho para recuperar a mi hija. Te aseguro que te ayudará a reclamar tu herencia —asintió seguro, hubo un momento en donde solo se escuchaba la música electrónica de la discoteca en donde estaban. Jackson frunció el ceño y miró al otro— A todo esto... ¿Por qué quieres reclamar la herencia? —preguntó cruzando sus brazos— No te hace falta, eres millonario y tienes todos los lujos que quieras.

—Porque quiero joder a mi hermano —dijo mirando un punto nulo en la barra— Él me dejó en la calle con ciento doce años, me dejó en la calle, Jackson, vagando. La mensualidad que según debía darme mientras aún no era mayor de edad nunca me la dio —el odio era palpable en las palabras del vampiro— Se burló de mí por años, me quitó a mi madre...

— ¿No fueron los cazadores?

—Él era líder de ese escuadrón en específico, él estaba ahí, el día de la muerte de mi madre —apretó la copa en sus dedos— Él la vio, también era su madre y no hizo nada —dejó la copa de lado luego de escuchar cómo se agrietaba— Ahora yo quiero quitarle todo, quiero dejarlo en la calle tal como lo hizo conmigo cuando era un niño, la herencia a mí no me importa, no me importa la empresa, no me importan los millones, ya tengo suficiente con lo que he recolectado estos años, solo quiero verle sufrir y mendigar por las calles —achicó sus ojos— Que viva lo que yo viví —Jackson asintió con el final sus palabras.

—¿Y tu padre? Él no está muerto, ¿dónde está él? —SooBin subió sus hombros.

—No sé de él desde que mi madre murió, no me interesa mucho que digamos —se levantó de su asiento.

—¿Ya te vas? —el castaño le miró de reojo.

—Tengo hambre —dijo acomodando su chaqueta.

—Eres tan humano —rió el otro bebiendo de la copa número mil.

—No soy humano —frunció el ceño.

—Hermano, tienes unas expresiones tan humanas —rió el otro— Tengo hambre —remedó con voz aguda— Se dice: Tengo sed —dijo gesticulando con sus manos.

—Ash, es lo mismo —rodó los ojos— Nos vemos.

—Nos vemos —chocaron puños y el pelinegro se fué de ahí en busca de alimento.

Se encontraba del otro lado, había pasado para encontrarse con Jackson que, solamente, le hizo recordar cosas para nada agradables.

Caminó por la frontera, aquella línea de asfalto que dividía los dos mundos. Se quedó caminando por ahí unas horas en espera de un humano, mientras tanto, pensó bien si ir al día siguiente a la institución en busca de ayuda.

<<Choi YeonJun, es bueno>> 

<<Él me ayudó mucho>> 

Necesitaba alguien que le ayudase a hundir a su hermano, legalmente hablando, porque SooBin sabía varias cosas que podrían llevar al otro tras las rejas del mundo humano y que le llevarían a una pena de muerte en el mundo vampiro.

—Al fin...—susurró mirando a un joven de cabello rubio pasear con su teléfono por el medio del asfalto.

—¡Oh, hola! ¡Estoy perdido! ¿Me ayudas? —el joven se le acercó, el vampiro asintió con una sonrisa.

No es de aquí. Pudo descifrar por el acento.

—Mira, yo estaba...—el pelinegro le tapó la boca con una mano y sin más preámbulos mordió su cuello, encajando sus colmillos con fuerza en la unión de su cuello y hombro. Succionó por horas y mordió partes diferentes para extraer cada gota de sangre.

Con esto duro unas semanas. Pensó limpiando su boca con el dorso de su mano.

Caminó hacia el lado humano con la cabeza gacha, le quedaba un año para reclamar la herencia y poner en marcha el plan de joder a su hermano.

Choi Seong-Suk era un vampiro vanidoso, caprichoso, calculador y engañoso, eso último SooBin lo conocía muy bien, por años estuvo como un idiota comiendo de la palma de la mano de su hermano que, con las palabras y tono indicado, le calmaba la ira que guardaba en su interior desde que su madre murió.

Porque Seong-Suk pudo hacer algo aquel día para salvar a la mujer, para salvar a su madre.

Luego de ser dejado en la calle y vagar por unos días encontró la casa de su hermano, este le recibió con una sonrisa y lágrimas falsas.

Cuando empezó con su carrera de modelo en el lado humano había sido saboteado miles de veces por su hermano, hasta perdió una firma importante por su culpa.

"—Tú nunca serás igual de millonario que yo, tampoco serás tan importante como lo soy yo." 

En ese momento decidió irse al yate que se le había dejado, porque sí, SooBin sabía que tenía un yate a su nombre, más no se fue gracias a las palabras de su hermano.

"—Estamos bien los dos aquí, hermanito, ¿por qué te vas a ir? ¿Me vas a dejar solo?" 

Y cabe destacar que en ese tiempo en donde estuvo viviendo con su hermano este mismo había disfrutado de todas las formas posibles de su yate.

Al independizarse empezó a hacer bastante dinero, con cada sesión de fotos, con cada pasarela, empezó a modelar marcas importantes en el mundo humano, se volvió un modelo reconocido y hoy en día, Choi SooBin igualaba los millones que tenía su hermano con la empresa. Y sabía que el castaño estaba celoso, estaba molesto y que, seguramente, estaba pensando un plan para quitarle esa fortuna.

Su hermano era así.

Cantidades de veces le había dicho que volvería a quedar en la calle como hace años atrás, muchas veces le amenazó con quitarle todo.

Y la herencia...

Ah, la dichosa herencia...

Esa que empezaría un problema, que explotaría una bomba.

Porque Seong-Suk piensa que SooBin es débil por el simple hecho de ser criado con amor, con su madre, Seong-Suk piensa que es débil por el hecho de que lloró por días la muerte de su progenitora y SooBin dejará que siga pensando lo mismo, que es un débil.

Porque tarde o temprano, él será quién se regodeará en los millones mientras Seong-Suk vaga por las calles.

Solo espera que ese tal "Choi YeonJun" sea tan bueno como dijo Jackson.

Me di cuenta que el segundo capítulo era presentando a SooBin así que decidí subirlo también xdxd

©The_Dark_Diamond