Capítulo 1
Como ya le era costumbre desde hace dos años, entró con una sonrisa al edificio y tomó el elevador. Un nuevo día ayudando a una raza ajena a la humana, un nuevo día conviviendo con ellos y un nuevo día resolviendo casos.
Le gustaba.
Le gustaba su trabajo, se notaba a leguas, había sido el líder de clase por tres años consecutivos en su universidad y había sido el mejor promedio al graduarse, se atrevía a decir que amaba su trabajo más que nada, siempre supo que lo suyo era ayudar a las personas y ser abogado, era una de ellas. Si bien algunas veces llegaba a casa agotado y disgustado, al día siguiente aparecía con una sonrisa de oreja a oreja, era como su sello, «el sello Choi YeonJun» como había dicho su compañero hace días y que, por cierto, estaba gritando por los pasillos del edificio.
—¡Odio aquí! —rió caminando hacia su oficina— ¡Hace mucho frío! —escuchó de nuevo la voz gritando por los pasillos, era verdad, el frío calaba en los huesos de todos y todavía había algunas personas con facciones que demostraban la somnolencia. Sacó las llaves de su saco mientras escuchaba alguien aproximarse a él— ¡Hace frío!
—Ya, deje de llorar —el pelinegro abrió la oficina y entró con el otro siguiéndole.
—¡Odio aquí! —gritó aún más fuerte, algunos que pasaban rieron y otros chasquearon la lengua.
—Hyung, ¿no ves que te odian? Silencio —el pelinegro rió dejando su bolso en la silla.
—Voy a gritar más fuerte... —tomó aire y antes de volver a gritar una mano se posó en su boca.
—Ya, hará que nos llamen la atención —YeonJun le regañó con una risa— Vaya a trabajar y haga silencio —y se alejó a su escritorio.
—Eres un agua fiestas, Junnie —fue a unos estantes ojeando las carpetas, murmuró un par de cosas.
—¿Qué tienes hoy? —YeonJun peinó sus cabellos y empezó a mover los papeles que había dejado el día anterior allí mientras veía al peliblanco.
—Umm, nada nuevo, una pelea de custodia, ¿y tú? —BaekHyun entró en su papel profesional metiendo sus manos en los bolsillos de su saco.
—Tengo una cita para un divorcio, solo eso por ahora —el pelinegro miró su reloj, no faltaba nada para que sus clientes llegasen.
—¿Los vampiros se casan? —soltó una risa nasal mirando burlón a YeonJun, este subió sus hombros.
—No como nosotros, no imagine una iglesia hyung, porque no hay iglesias —rodó los ojos. Le dio unos golpecitos a las hojas para organizarlas, las dejó en el escritorio y acomodó su traje— Es un ritual extraño, luego hacen una boda a nivel legal... —relató frunciendo el ceño— Pero no hay que tocar eso del ritual, sólo lo legal.
—Supongo que solo será repartición de bienes y eso, ¿no? —preguntó el otro sin mucha experiencia en aquellos casos de divorcio ya que en el año que llevaba trabajando allí no le había tocado ni uno solo.
—La repartición de bienes se utiliza cuando alguien muere y se deben repartir los bienes del difunto —dijo asomándose igualmente en la ventana— Para los divorcios es división de posesión según la ley de los vampiros —subió sus hombros.
—Necesito trabajar con un divorcio —hizo una mueca separándose.
—En un momento llegan los clientes, váyase, váyase —hizo un movimiento de manos en el aire riendo, el otro sacó su lengua.
—Después no me busques en el almuerzo —rió y salió de la oficina.
Byun BaekHyun había sido su amigo desde que empezó la universidad, desde ahí se habían vuelto muy unidos, inseparables, se atreven a decir a veces. BaekHyun era mayor que él pero aún así se entendían bien.
Unas manos tocaron la puerta, YeonJun se levantó carraspeando y abrió con una sonrisa, dos vampiros, un hombre de cabello negro y una mujer de cabello castaño le miraron con suaves sonrisas.
—Buenos días —saludó el hombre mirando detalladamente y con evidente descaro al pelinegro.
—Buenos días. Adelante —se hizo a un lado para que pasaran— Adelante, por favor.
—volvió a decir al hombre que se había quedado de pié en la entrada en lugar de entrar junto a la mujer, esperó a que el otro se sentara para él ir a su lugar— Un gusto, Choi YeonJun —se presentó extendiendo su mano a la mujer.
—Jung Sun-Hee —dijo la mujer apretando la mano del otro con una sonrisa ladina.
—Choi Junmyeon —estrechó su mano, los choques de temperatura haciendo que las separasen con rapidez— Tenemos el mismo apellido —le dijo relamiendo sus labios— Así no tendrá que cambiarlo cuando nos casemos...
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Debía controlarse, contar hasta mil e ignorar todo las insinuaciones o cosas fuera de caso que le dijera el vampiro, y es que sus leyes no abarcaban todo lo que las humanas hacían, es más, eran fáciles de memorizar y aplicar, lo que era difícil eran los vampiros. Aveces algunos se quisieron sobrepasar con él, había tenido varios clientes que le insinuaban tener relaciones sexuales para celebración del triunfo o para compensar la pérdida del caso.
Si, los vampiros eran así.
—Ash, no seas así —la mujer golpeó en el pecho al hombre riendo suavemente— Esa fue una de las razones por las que me divorcié de ti —rodó los ojos con una risita.
Pero YeonJun amaba su trabajo así que haciendo oídos sordos tomó asiento, el hombre le guiñó un ojo.
—Empecemos entonces...
[...]
—Le advierto, señor Choi, que si no quita su mano de dónde la tiene dejaré de atender su caso y me encargaré de que ningún abogado de esta institución le atienda —le dijo mirándole con el ceño fruncido, el vampiro luego de chasquear la lengua apartó su mano del muslo del pelinegro— ¿Ustedes desean hacer un fifty fifty o...
—Yo lo que quiero es separarme de ella —le interrumpió señalando a la mujer— Y si hablamos de números... Me gustaría hacer el sesenta y nueve con usted —le guiñó el ojo. La mujer carcajeó.
—Un fifty fifty es dividir en partes iguales el dinero —explicó con sus manos entrelazadas en el escritorio— ¿Está usted de acuerdo, señora Jung?
—Estoy de acuerdo —asintió. YeonJun sonrió, conteniendo sus ganas de golpear o insultar al hombre frente a él que entre advertencias y risas de la mujer salió feliz de la institución luego de una hora.
—Imbécil —murmuró recordando al hombre de hace minutos. Sin tener otro caso que tratar se estiró en su silla con pereza, el teléfono en su escritorio sonó— Diga.
—Abogado Choi, tiene un nuevo caso —dijo la mujer mayor al otro lado de la línea, ella se encargaba de recibir a los vampiros e informar al abogado que estos pidieran, su nuevo caso.
—Oh, está bien —asintió aunque no lo viera— Envíelo a mi oficina, por favor.
—Está bien —y colgó. Se levantó del escritorio y volvió a estirarse con pereza.
—¡Te amamos! — escuchó varios gritos femeninos venir desde abajo, con curiosidad se asomó por su ventana, había un grupo pequeño de chicas sosteniendo carteles y gritando hacia adentro de la institución— ¡Im! —se volvió a escuchar el grito, parecía una multitud de personas más el pelinegro contó y no eran más de veinte.
Rió suave apartándose de la ventana gracias a los golpeteos en su puerta.
Se acercó y abrió.
—Buenos... —quedó en silencio. Por él están las chicas gritando. Pensó— Buenos días, adelante —se hizo a un lado. El vampiro de piel lechosa y mirada serena pasó para tomar asiento.
—Buenos días —contestó el otro sonriendo ladino.
—Choi YeonJun —extendió una mano.
—Im MinHyuk —le dio un apretón.
—Dígame, ¿en qué puedo ayudarlo? —tomó asiento cruzando sus manos en el escritorio.
—Me puedes ayudar en muchas cosas, lindura...—rió socarrón relamiendo sus labios— Pero, por ahora, necesito que me defiendas, como sabrás soy famoso —dijo señalando la ventana— Y soy acusado de muchas falsedades por celos de las personas...
—¿De qué se le acusa? —preguntó con su mejor pokerface.
—De matar a mi esposa —dijo simple— Y sí, sí lo hice, yo la maté, me tenía obstinado... Más lo hice del otro lado, así que no tienen porqué acusarme de este lado de eso.
—Escúcheme, sea del lado que sea usted es una figura pública y al cometer ese acto será señalando por todos... —explicó sin mover sus manos— Si me permite decirle...
—Permito que me digas y me hagas —dijo con una sonrisa lasciva.
—No entiendo que hace aquí, tengo conocimiento de que usted ha sido acusado de muchas cosas y no ha necesitado algún abogado, solamente ignora, entonces...
—Mi esposa era una transformada —le cortó con el ceño fruncido— Y su familia luego de enterarse de que yo la maté me han puesto denuncia tras denuncia, quieren verme preso, ¿entiende?
—Luego de que me dice esto es diferente, tengo entendido que una persona transformada conserva cierta parte de su "humanidad", ¿me equivoco? —el otro negó— Así usted la haya matado del otro lado sigue siendo un crimen, ella seguía teniendo parte humana y...
—Pero —le volvió a interrumpir— Los humanos que pisen el otro lado no son cubiertos por la ley humana, así que no pueden hacer nada.
—Tiene razón en parte de lo que está diciendo, los humanos que pisen el otro lado no son cubiertos por la ley humana, pero si por la ley de vampiros...—peinó su cabello respirando hondo— Era su esposa, estaban enlazados, un vínculo amoroso, matarla aquí y en el mundo vampiro es ilegal, puede ir preso incluso y...
—¡Yo no quiero ir preso! —gritó colocando sus manos en el escritorio— ¡Ella me provocó! ¡Ella me retó!
—Eso no fue lo que dijo hace rato, usted dijo que le tenía obstinado —señaló con una ceja arqueada.
—¡No puedo ir preso! —volvió a gritar levantándose del asiento.
—Lo único que puedo hacer por usted es convencer a los jueces para que bajen su cadena, usted la mató, no hay nada que hacer —subió los hombros.
El pelinegro gruñó y volteó a ver al abogado, sus colmillos estaban afuera, casi rozando su barbilla y su iris estaba rojizo.
—¡No puedo ir preso! ¿¡No lo entiende!? -gritó, YeonJun suspiró.
—No puedo hacer más nada, cometió un crimen eso es todo —se acercó a la puerta y la abrió— Cálmese.
—¡No, no me voy a calmar! ¡Eres un inservible! —gritó tomando las solapas del traje del otro.
—Solicite a otro abogado que le sirva entonces —respondió con calma— Hay muchos abogados en esta institución, gracias por su visita —forcejó y sacó al vampiro de la oficina, cerró la puerta a sus espaldas— Ah... —suspiró peinando su cabello. Dio un salto en su lugar cuando alguien tocó la puerta, volteó y miró entre las líneas de la cortina negra, abrió la puerta.
—¿Qué pasó con MinHyuk? —BaekHyun entró a la oficina con las manos en los bolsillos de su traje— Estaba lanzando humo, casi muerde a los guardias —rió.
—Estuvo aquí, mató a su esposa y no quiere ir preso —rodó los ojos— La familia de la mujer transformada exige que esté tras las rejas por matarla.
—No hay ley que impida que vaya preso —dijo el otro subiendo sus hombros— Tanto en las leyes humanas y en las de vampiros, irá preso.
—No lo entiende —chasqueó la lengua— Buscará otro abogado o que se yo —hizo un gesto con su mano.
—Está jodido —rió el otro tomando asiento en una de las sillas frente al escritorio.
Si, MinHyuk estaba jodido, si bien en la ley de vampiros no había defensa a la mujer o a los niños, el vampiro había matado a su esposa y al estar enlazado de manera amorosa con ella lo convierte en crimen. Por otro lado en la ley humana, que defendía por completo a la mujer el artista iba por completo preso cayéndole encima el maltrato a la mujer, asesinato y pare de contar. No había nada que hacer, iría preso.
A no ser que pagase una muy buena cantidad de dinero para librarse de aquello.
—Diga —YeonJun atendió el teléfono escuchando la voz de la mujer de hace minutos atrás.
—Abogado Choi, tiene un nuevo caso —dijo la mujer del otro lado. Allí tenían un sistema de aceptar cinco casos por abogado, los mismos al final del día informaban si al día siguiente podían atender los cinco casos o disminuir la cantidad, complicado pero era efectivo para todos allí.
—Envíelo a mi oficina, por favor —dijo.
—De inmediato —y colgó.
—¿Otro? —BaekHyun se quejó— Quería comer contigo~ —se quejó.
—Hyung, aún no es hora de comer —rió— Aún faltan dos horas.
—Pero tengo hambre~ —dijo arrojando su cabeza hacia atrás.
—Vete, shu shu —dijo moviendo su mano. El otro rió y salió de ahí, miró a sus espaldas y luego miró a YeonJun por el vidrio haciendo una mueca junto a un "Ok" con sus dedos.
YeonJun rió acercándose a la puerta.
BaekHyun no tenía arreglo.
Sisi, tardé en actualizar lo sé, y lo siento, espero les haya gustado este capitulo.
Recuerden que TODO es inventado, no me gustaría discutir con alguna persona sobre el como se aplican las leyes, su existencia o el como se maneja el mundo de los abogados, todo esto se hizo y se está haciendo a base de pura imaginación!
Nos leemos pronto!.💖
©The_Dark_Diamond
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