➤ Epílogo
—¿Qué tal? —saludé entrando a la habitación— Ya llegué —me acerqué a ella dejándole un beso en los labios al que ella correspondió con la misma sonrisa.
—Hola —rio un poco y luego habló en un susurro exagerado—. Hace calor.
—Eso te iba a decir yo, creí que habían sido Acker y Elliot quienes se iban a Jamaica por Navidad, no nosotros. ¿Te emocionaste con la calefacción?
—Quise quedarme con esta camisetita y la enfermera me puso la calefacción pero no ha vuelto y la dejó al tope —rio ella.
—Lo bajo un poco, ¿sí? —me dirigí al control de la calefacción y bajé un poco la temperatura mientras me quitaba el abrigo quedándome sólo con la camisa—. ¿Y tu mamá?
—Le dije que podía irse, cuando me dijeron que sólo debía esperar aquí un rato le dije que podía irse a casa para seguir ayudando a mi abuela, además en unas horas va a ir a buscar a Yakov así que debe prepararse, yo me voy ahora con ustedes.
—¿Estás emocionada?
Ella asintió un par de veces aún con esa sonrisa brillante en el rostro.
—Por cierto, Kurt y tu abuelo están hablando con los doctores, ahora vienen.
—Ah, sí, está bien —asintió con tranquilidad y luego me miró con algo más de discreción pero sin poder contener su sonrisa—. ¿Sabes? El año pasado también fue así, me vinieron a recoger al hospital y luego nos fuimos a la casa para la cena.
—¿En serio? Bueno, espero que este año también te lo pases bien.
—Seguro que sí. Además esta vez sólo es una revisión, también vamos a conocer a Yakov y... vas a estar tú —me miró a los ojos sonriendo ligeramente mientras buscaba mi mano con la suya y yo correspondía.
—Claro, vamos a estar juntos y podremos mandar más felicitaciones babosas al resto de chicos para liberar las tensiones de la temporada que viene.
—¡Sí! —rio con emoción apretando un poco mi mano.
Yo sonreí y pasé una mano por su frente apartando su fleco para poder darle un beso sintiendo ternura por la risita que dejó libre, pero al sentir su mano acariciarme la mejilla moviendo mi cabeza hacia abajo correspondí otro beso suave en los labios del que nos separamos muy lentamente sin que yo le soltara el brazo que llevaba descubierto por su blusa y ella tampoco cediera a separar su mano de mi mejilla.
—En serio te quiero mucho, Adelina.
Un epílogo cortito, amoroso, que nos introduce un poco a lo que se viene en el siguiente libro, pero aún así espero que les haya gustado. Algo curioso es que está ambientado en Navidad porque se supone que la historia acabaría en esa época y esto sería como el especial de Navidad a la vez que epílogo pero como se puede ver, no fue así y esto resultó una referencia al especial de verdad que espero que también les haya gustado -w-
¡Se viene la segunda parte con nuevos personajes, nueva situación y nuevos problemas! :^) Subiré dentro de poco el siguiente libro titulado Vals Incompleto, ahí encontrarán la información para las inscripciones y todo lo demás. Así que esta será la última vez que se actualice este libro, qué nostálgico :')
Muchas gracias por haber leído este mini epílogo y toda la historia en general, espero verlos en la segunda parte.
Atsushi~
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