12
YoonGi seguía sentado en aquel que sería su trono, admirando el precioso y pequeño zapatito de cristal. Unos cuantos días habían pasado, su padre se había enfermado, sin embargo nada preocupante.
El príncipe Min, no podía sacarse de su mente aquel chiquillo de regordeta mejillas. Su mente recrea una y otra vez aquella perfecta noche. Una velada inolvidable.
Actualmente se moría por volver a ver al Doncel, así fuera la última vez.
—Principe Min. — Namjoon entro interrumpiendo los pensamientos de YoonGi... — El reino esta desesperado, su padre ya no puede continuar en el mandato... Ya es demasiado grande para continuar.
—Lo se.... ¿Cual es el problema? Ya estoy yo.. — Sabia a lo que se refería, ¿Si hace otro baile? Sería buena idea, El bello chico volvería y esta vez no lo dejaría ir.
—No, no puede gobernar el reino sin una acompañante.. O un doncel en todo caso. — Namjoon se sentía ¿Desesperado? El maldito Principe Min debe casarse con alguien de dinero. Como el Gran Duque es, tiene que asegurar a su pueblo de la miseria y dolor. ¿Que mejor que casarlo con alguien de dinero?.
—¡Ya lo dije! Quiero que busquen al príncipe misterioso. — gritó. El cómo el maldito principe que era, ya había mandado. El quería mover cielo, mar y tierra hasta encontrarlo.
Sin embargo no querían, no querían obedecerlo. ¿Desde cuando Kim Namjoon tenía mas autoridad que él?.
O claro desde que Namjoon es mas "Autoritario" que él. Joder el podía ser el mismísimo diablo si quería.
—Te juro, te juro que si sigues quitándome la puta autoridad que yo represento, Te voy a matar.... Te voy a mandar a la maldita horca.
—¡Min YoonGi!.. — La voz del padre, El rey, resonó fuertemente. Rompiendo con la pelea que YoonGi quería ocasionar. :— Deja a Nam, en paz..
—Como si me importara. — Sus ojos rodaron, ¿Porqué tenían que desafiarlo?
—YoonGi acompañame. — A regañadientes obedeció. SeokJin y Jungkook como sus "Guardianes" oficiales lo siguieron de cerca.
Ellos si apoyaban a YoonGi, él debía ser feliz así fuera con el doncel.
—Hijo mío, ya estoy demasiado viejo para seguir en la monarquía. — Ya, en el salón. El rey se sentó en aquel trono precioso tallado con el mismísimo oro puro y hierro hirviendo.
—Lo se...
—Si, si lo sabes. ¿Porqué no puedes asentar cabeza? Tan difícil es poder casarte con una bella doncella o El príncipe Jung.
—No quiero casarme con ninguno de esas opciones... — Agh el quería al chico lindo ¿Difícil de explicar? Probablemente no.
—¿A quien quieres entonces?
—Ag puta madre, ¡Quiero. Tener. Al. Príncipe. Misterioso! ¡Nada más eso pido! ¡Pido que muevan el maldito mar, el estúpido cielo o lo que sea para encontrarlo!. — gritó. Sus orbes azules, se volvieron oscuros y pesados. Las personas en aquella sala juraría que podían ver el mismísimo infierno en aquellos ojos.
—Esta bien... Si tanto te interesa ¿Porque no lo has buscado por ti mismo?. — O si, al parecer de YoonGi su padre vivía en las cavernas.
—Pues porque al parecer Kim NamJoon, tiene mas autoridad que yo y no deja que mande un aviso al pueblo.
—Bien, Guardian Jeon vaya ahorita mismo al pueblo y de la orden real.
Y así fue...
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La madrastra estaba realmente intrigada, desde el día del baile JiMin estaba siempre en las nubes.
Por ejemplo lleva mas de diez minutos gritando el nombre del doncel, y no contestaba. — JiMin... ¡JiMin... ¡PARK JIMIN!
Simplemente el Joven doncel no estaba, parecía en las nubes. Y como no si su mente solo estaba en YoonGi, Principe Min de ojos azules, azules como el mar profundo.
—JiMin.. — Y al fin el chico le presto atención.
—¿Madame? Necesita algo. — JiMin aprendió a respetar a la señora de la casa, después de todo el fue al baile y beso aquellos finos labios que ahora anhelaba volver a besar.
—Si, necesito que vayas al pueblos a recoger la ropa de mis hijas y vayas por lo que vas a darnos de comer hoy.
—Esta bien, en un momento llego....
—Bien, lleva a mis niñas, no han salido. — Suran y Jennie que estaban tomando el sol, fueron interrumpidas.
—Madre, ¿Tenemos que ir a fuerzas?
—Si.
Y así tanto JiMin como las hermanastras salieron de la casa...
Al llegar al pueblo, cada quien se repartió por cada una de las cosas que necesitaban.
—¡ATENCIÓN, ATENCIÓN! ¡EL PRÍNCIPE MIN ACABA DE ELEGIR CON QUIEN SE VA A CASAR! —Al parecer algún guardia de la corte real quería dar un anuncio.
Todos los donceles que asistieron sabían que tal ve, solo tal vez podrían casarse con el príncipe.
“JiMin se sentía emocionado”
—Suran, tú bailaste con el príncipe. ¡Probablemente te escogió a ti!.
—¡EL PRÍNCIPE MIN DECLARA SU AMOR DE ESTA FORMA POR... POR...! — La gente guardo silencio ¿quien seria? ¿Era bello? ¿Era de clase social baja? — EL PRÍNCIPE MISTERIOSO, AQUEL QUE USABA ZAPATOS DE CRISTAL.
“Y paso”
El pueblo no grito, no realizo Buya, no se emociono y no porque no les agradará... Simplemente no sabían quien era.
—¡CON ESTO TERMINAMOS, AQUEL PRÍNCIPE MISTERIOSO, MIN TE ESPERA EN SU CASTILLO!
JiMin sin importarle nada, salio corriendo forzando sus piernas a ir lo mas rápido para llegar lo más rápido posible a su casa. Al día siguiente del baile subió su zapato restante a lo que era su habitación.
Atreveso el pueblo, el mismísimo bosque y todavía el prado que reinaba en su casa. Y llego.
Abrió fuertemente la puerta, y no quería apurarse para casarse y tener poder o dinero. Él simplemente quería amar a alguien incondicionalmente. Él necesitaba un poco de amor que careció por falta de su madre y posteriormente aquel que no obtuvo por la falta constante de su padre.
Subió rápidamente las escaleras, Jack-jack y su familia también subió por el conducto. Igualmente emitiendo un chirriante sonido la puerta del ático se abrió.
Rápidamente en aquel hueco en el piso, aquel donde guardaba la caja de color negro que encontró y también guardo las "porquería" mas preciadas que tenía. Y busco y rebusco y el zapato no estaba.
Saco la caja completa para ver si ahí estaba el zapatito de cristal.
—¿Buscas esto?. — La madrastra apareció de las sombras, jugando con el zapato.
—Si... — JiMin tenía miedo. Sabia que había sido descubierto, nada bueno saldría de aquí.
—¿De donde lo sacaste? ¿Lo robaste?. — La madrastra sabia que JiMin jamás podría conseguir algo así. Ni ella misma lo logro es mas, ¿Donde fabricaban zapatos de cristal?.
—¡No! Claro que no lo robe.... Me lo obsequiaron..
—Me lo obsequiaron, me lo obsequiaron... Por favor nadie da algo, sin recibir. — Ella era así, egoísta, narcisista y mala. ¿Los demás tienen que ser como ella? Ella no es diferente.
—Lo recibes, si das eres Valiente y Bondadoso — Ella jamás sería "Buena"...
“Ella dio todo y recibió desgracia y tristeza a cambio”
—Bien, te contaré una historia. — Relato comenzando a asustar a JiMin un poco más. Su presentimiento no le indicaba nada bueno. — Yo, me enamore y me despose por amor. Fuimos felices y tuvimos dos preciosas hijas... Pero él fue arrebatado de mi lado.... — Su ojos se volvieron pesados y fuertes. — Posteriormente me case nuevamente esta vez por el bien de mis hijas... Pero él también fue arrebatado de mi lado y ahora tendré que cargar y ver todos los días a su muy preciado hijo. Al parecer aquí acaba mi historia.
JiMin se sentía intrigado ¿que tenía que ver esta historia con él?.
—Te contaré mi plan.... Si vas solo a presentarte nadie va a creerte, eres un sucio mucamo. El cambio si vas con una mujer honorable no podrán negarte. — Sonni comenzó a caminar, pasando la zapatilla de un lado a otro. — Me convertirás en Duquesa, buscaremos esposos honorables y de buena posición para Suran y Jennie. Y yo manejare al príncipe a mi antojo.... Todos salimos ganando.
—No... No... ¡NO! — JiMin no quería ese plan, sabia que YoonGi era lo suficiente maduro para gobernar...
—¿Que dijiste?
—Le príncipe no es estúpido, no quiero ese plan.
—Si no es ese ¡No es ninguno!...
—¡No pude proteger a mi padre de usted!. — Escupió de una manera tan fría y potente que logro intimidar a la mismísima Kim Sonni.
"Después de Todo YoonGi y JiMin estaban Destinados a conocerse”
—Pero aun puedo proteger al pueblo y al príncipe de usted...
—¡Entonces no haremos nada! — Tomándolo de la tacón lo estrelló fuertemente contra la pared.
—¡NO!
El zapato al ser cristal, se rompió en miles de pedazos.... Se rompió al igual que las esperanzas de ser feliz de JiMin.
—ES usted muy cruel ¿Porque es así?. — JiMin quería llorar... Ahora no podía presentarse ante el príncipe. No tenía nada.
—¡Porque tu eres joven y amable. — Y salió.
“La madrastra no sabia que esto le causaría bastantes problemas”
“El destino toca a cada quien”
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R. A. R
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