10
Las madrastra e hijastras se bajaron del carruaje, tratando de lucir la belleza. Parecían pavos reales buscando aparearse.
—Bien, Niñas mías... Estoy segura que engancharan al príncipe. — En la entrada del palacio, una carta se les era entregada para poner el nombre de los invitados.
—¡Princesa Celia de Zaragoza!. — El guardia Jeon era el encargado de presentar a los invitados.
—Lady Kim y sus hijas — Estirando su abanico entrego el papel.
—¡Lady Kim y...!
—La mas perfecta Jennie
—La mas hermosa Suran — Contestaron al mismo tiempo dejando a Jungkook paralizado por un momento.
—La Muy hermosa Jennie y La mas perfecta Suran— Gritó.
Durante la presentación de la madrastra, miles de jovencitas gritaban y casi lloraban por el precioso príncipe Min, que se encontraba en el balcón del ala oeste.
—¡PRINCIPE MIIN AQUI!..— YoonGi sonrió sabia que su pueblo era bueno, sin embargo su vista no paraba de buscar a alguien.
—Wow, eres importante Yonnie— El nombrado no escucho, no escuchaba ¿Donde estaba?
—¡Yoonie! Hijo mío ¿a quien buscas?. — Ahora si el nombrado presto atención.
—A nadie. — Claro que buscaba a alguien.
—Aja...
—Príncipe Min, él es Jung Hoseok, príncipe y doncel del reino norte. — El chico era lindo, pero YoonGi buscaba algo.
—Es un gusto conocerlo Príncipe Jung — Siendo tan caballeroso como siempre, se inclino en señal de respeto.
—El gusto es mio Príncipe Min, es aun mas apuesto que en su retrato. — Ja... Muchas personas se lo decían siempre. —Su pequeño pueblo es impresionante.
—Espero que no se sienta intimidado con nuestro P. E. Q. U. E. Ñ. O pueblo. — Todos se sintieron mal, lo que YoonGi mas odiaba era que subestimaran su pueblo.
Cuando JiMin llego al palacio. Se quería arrepentir y no, no era porque no quisiera entrar... Simplemente ¿Sera suficiente?
—Joven Park, No se arrepienta, una oportunidad como esta no se desperdicia.
—Pero... Soy un simple chico de la servidumbre. — JiMin no quería llorar, no quería arruinar el bonito maquillaje que portaba.
—Y yo una simple lagartija... Vamos Jiminie se te hará tarde.
Un poco mas confianza en si mismo, comenzó a subir las escaleras. El tacón de cristal resonar levemente en todo aquel pulcro silencio.
Cuando entro, las presentaciones habían terminado, sin embargo...
—¡Ahora El Príncipe Min elegirá una o un compañero para dar inicio al baile real!
JiMin camino un poco mas rápido...
YoonGi seguía esperando al pequeño de labios gruesos. Cuando él dueño de sus pensamientos, entro por la puerta deslumbrado a todos.
Lucía hermoso, mas allá de la perfección. Totalmente engatusado YoonGi camino hasta el chico que se levantaba de la reverencia, comenzando a bajar las escaleras.
—¿Quien es él? —Hoseok, se había quedado plantado. Sin embargo lo entendía.
JiMin y YoonGi se encontraron en medio de aquella pista, los invitados tenían la vista fijamente puesta en ellos dos.
La madrastra quería saber...
“¿Quien era él?”
—Veniste... — El príncipe se sentía intimidado, aquel doncel era demasiado bello.
—Claro que vendría... — Y JiMin... Bueno JiMin Sentía mariposas, no dragones, dentro de su vientre revoloteando salvajemente.
—Bueno... Emm... Me concede... El primer.... ¿El primer...?— Los ojos profundos mieles del doncel era un dulce infinito, un infinito del que no te querías separar hasta llegar al final.
—¿El primer baile...?
—Si, ¡Si! La primera pieza de baile. — Era demasiado tierno, el gran temible Príncipe Min, se había sonrojado.
—Sería un placer, YoonGi — El príncipe posó su grande mano en la fina cintura del doncel.
La orquesta sinfónica comenzó una melodía dulce y suave. Los ojos de JiMin jamás dejaron los zafiros azules profundos del Príncipe.
El baile fue lento, lleno de pasión y dulzura. Los pasos de JiMin eran delicados y finos mientras que los de YoonGi eran torpes y mecanizados.
Dieron vueltas alrededor de la pista, ambos lucían como dos jóvenes enamorados.
“Y eso es lo eran”
Para cuando el baile termino, JiMin realizo una inclinación de respeto. Los invitados estaban impresionados y cada vez mas preguntas "¿quien es él? ¿Se conocen? ¿Quien es?”.
—Acerque se niñas, ahí esta — La orquesta sinfónica empezó un vals mas movido, en el cual YoonGi y su acompañante comenzaron a bailar perfectamente.
—Pero no, nos han invitado a bailar. — Se estaban desesperando, el chico misterioso estaba acaparando al príncipe.
—Señores, les presento a mis hijas Suran, Jennie
— y los señores se acercaron a bailar con las hermanas.
—Están por ahí.... Felices — Gritó.
—Acompañame... — En un paso de baile quedaron tan cerca que YoonGi susurro despacio al oído de JiMin. Logrando que un escalofrío recorriera su espalda.
A sintiendo salieron corriendo de la pista, llegando a la parte trasera del castillo.
—¡Eres un Príncipe! ¡No eres un aprendiz! — YoonGi sonrió de medio lado, era tan hermoso.
—Me temo que si lo soy
—Claro que no...
—Si lo soy, soy un aprendiz de monarca. — JiMin sonrió hasta que sus ojos se volvieron dos finas lineas, provocando un casi infarto a YoonGi. — Y veo que tu también no querías desarmar a un pobre soldado, pareces un Príncipe.
—Estoy lejos de ser un príncipe.
El cuarto en el que se encontraban, era una sala repleta de retratos de generaciones monarcas pasadas.
—¿Ese eres Tú? — En medio del cuarto, un cuadro se alzaba orgulloso.
—Detesto verme en pintura ¿A ti no? — En si el cuatro fue el que fue pintado para ser repartido a todos los pueblos y reinos cercanos, para conseguir una esposa buena para YoonGi.
—Nunca han pintado un retrato mio.
—Una gran lastima, apuesto a que te verías hermoso. — las mejillas del doncel se tornaron rojas. —Mm... Sígueme.
Tomándose de la mano, salieron corriendo hasta el patio trasero.
—Esto jamás lo había visto nadie. — Caminado esquivando a todo aquella guardia que interfiriera en su camino. Llegaron a lugar donde las paredes estaban repletas de hojas y flores rojas.
—Un jardín secreto — Al entrar un árbol grande con un columpio estaba adentró del cuarto de hojas.
También estaba repleto de flores de las bellas y un césped perfectamente podado.
—Oh si, nadie a estado aquí jamás. — El príncipe Min amaba ver el brillo de los ojos mieles de JiMin.
—Es precioso....
—No más que tú — JiMin se sonrojo aun mas si es que fuera posible. —El jardín se siente ofendido, lo opacas con tu belleza.
Y una preciosa risa se escucho, dejando a Min aun mas cautivado por el chico.
—Ven siéntate. — YoonGi se posiciono detrás del columpio dando a entender que se subiera en el.
— No es correcto...
—Si lo es...
—No lo es...
—Si lo es...
—Lo haré — Se subió en el columpio, sonriendo cada vez que YoonGi con delicadeza lo tomaba de su cintura para empujarlo un poco mas fuerte.
Para YoonGi, el chico era sin lugar a dudas hermoso. Sus bonitos ojos mieles, sus labios rojos y un poco hinchados, su sonrisa resplandeciente, Oh y como olvidar su suave y sedoso cabello gris.
Un tintineo sonó en el silencio perfecto que reinaba en el jardín.
—Ou... — Un zapato de cristal se cayó.
—¿Zapatos de cristal?.
—¿Porque no?
—¿Te lo pongo?
—Te lo agradezco. — YoonGi se arrodillo con el pequeño zapato de cristal. Subiendo el velo lentamente introducio el zapato en el pequeño pie de JiMin.
—Gracias.. — Ambos se vieron fijamente a los ojos, perdiéndose en el infinito que representaba sus ojos.
Y... Ambos bajo la luz de la luna unieron delicadamente sus labios, suspirando de por medio al sentir el suave contacto del otro.
Un sincero beso inigualable e inexplicable. Un lindo beso bajo la luz de las velas.
Un destino creado y movido por ellos.
“Simplemente Perfecto.”
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2/3
RosaMenta 🍭
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