"El dicho dice que solo se vive una vez, pero eso esta mal, Solo se muere una vez y vives TODOS los días. Por eso vive cada día intensamente"

Los días pasaron, convirtiéndose en semanas y las semanas en meses.

Con la llegada de Madame Sonni y sus muy hermosas hijas, la casa se volvió un desastre.

Claro que las hermanastras de JiMin no podían ayudar con los quehaceres de la casa, sus delicadas manos se maltrataban.

JiMin como buen doncel ayudaba a la servidumbre.

-El destino esta celoso de nosotros, como tu estoy tan asustado... When you see me,
When you touch me. - Un muy lindo y radiante JiMin caminaba cantando a recoger lo que sus muy amadas gallinas pusieron. -Oh... Muy bien Charlotte, que preciosos huevos. - JiMin recogió los huevos y regreso cantando dulcemente su melodía favorita. Aquella que su madre solía cantarle para que durmiera.

Se encaminó a la parte baja de la cocina, para dejar los huevos. - ¡Buenos días lindas señoritas! - JiMin sonrió hasta que sus ojitos mieles desaparecieron. Las chicas de la servidumbre estaban encantadas con lo tierno y bello que era el doncel.

-Buenos Días señorito JiMin, veo que recogió los huevos, muchas gracias por ello. - El de ojos mieles asintió esperando que se distrajeran, para que su regordete dedo diera vueltas en el merengue llevándoselo a la boca.

-Mmm Delicioso.

-¡Señorito JiMin! - El nombrado salio a carcajadas del lugar, amaba molestar a sus Noonas.

-Buenos días madrastra. - Sonni se encontraba sentada en un sillón individual, supervisando a los trabajadores que remodelaban la casa.

-Buenos días JiMin...

La madrastra envidiaba a su hijastro, ¿el motivo? Simple JiMin era la perfección en persona y sus hijas no lo eran. Eran hermosas si, sin embargo su actitud era simplemente fastidiosa y pesada.

"Para las hijastras las mañanas no eran su fuerte"

- No... ¡NO! Yo no fui policía... - Suran despertó con su cabello negro totalmente despeinado. Sus gritos despertaron a Jennie que con su cabello rizado igualmente despeinado.

-Tenias que despertarme verdad maldita cucaracha.

-Ay ay ay, ya callate. Me estresas con tus gritos agudos.

Luego de arreglarse y vestirse correctamente fueron para realizar sus tareas. Las artes domesticas.

"Aunque las hermanastras carecían actitud para las artes domésticas ."

-¡UN TIERNO AMANTE! CON UN HEY Y UN JOY - Jennie gritó la canción, provocando que su voz de agudizara y una tecla mal tocada, logrando JiMin trato de disimular una mueca de disgusto, el realmente lo intento y lo logro.

"O mas bien para cualquier arte"

Claro esta que JiMin no lo hacia con malas intensiones, simplemente el ruido era un poco molesto. -Cantas hermoso Jennie.

Mientras tanto Suran se encontraba tratando de dibujar, bueno, retratar a Madame Sonni. Sin embargo no era su fuerte tampoco. Cuando se lo mostró a su madre, soltó un suspiro inconforme.

Aunque para JiMin era bonito también, no se parecía en nada a Madame, pero lograba recrear una cara simple pero bonita. Aunque en todo dolcel o doncella se espera actitudes para las artes mas comunes como esto.

La madrastra se fijo en cada gesto que realizaba JiMin. Dándose cuenta que su hijastro tenia el ceño un poco fruncido.

Con delicadeza, bueno con toda la actitud tiro un platito de porcelana blanca con dos galletas el. -Oh.. Se cayo. - El plato se rompió y JiMin la volteo a ver.

-No se preocupe Madame, fue un accidente. - El peligris se acerco y recogió con sus manitas los tres pedazos en el que se fracturó en plato al igual que las galletas. Se levanto educada mente para encaminarse a tirarlos.

Suran apretó los labios, sabia que aunque no lo quisieron supieron que la bondad de JiMin jugaría muy bien a su favor.

"Se aprovecharían de cada gota de su amabilidad"

-¡AMANTES BAJO EL SOOOOLLL!

-¡Quieres callarte Jennie de una buena vez! - La nombrada sintiéndose un tanto humillada se quedo callada.

JiMin estaba muy feliz, se suponía que su muy amado padre por fin regresaba de su viaje de trabajo.

El limpio toda la casa junto con sus Noonas claro esta. Después de todo a pesar de ser un Doncel, era el primogénito Park.

-JiMin,JIMIN - El nombrado volteo a ver al piso reconocería esa voz de una entre un millón, era su muy gran amigo JackJack.

-Mande JackJack, sabes que aun no puedes estar por aquí. - La servidumbre, y a su madrastra le molestaba que los sucios ratones se pasearan libremente por la casa.

- Ratoncito, Ratoncito..

-En donde JackJack.

-En la trampa, en la trampa de las escaleras. - JiMin formo una O con su boca, era muy raro que la familia de JackJack se metiera en las trampas. Esas que la madrastra compro y coloco estratégicamente en lugares especiales.

-¿Nuevo? - El ratonsuelo movió su nariz en forma de afirmación. El de ojos bonitos revisando que nadie lo viera, salio corriendo en dirección de la trampa de las escaleras.

Al llegar al segundo piso a mitad de las escaleras, estaba un ratón regordete, comiendo a gusta mente un pedazo de queso.

-Oh... - JiMin agarro la trampa para abrirla y sacar al ratón. JackJack y JackLin también se acercaron. Ya que el ratón empezó a asustarse.

-El es JiMin, y es nuestro amigo.. Tu no tener miedo, nosotros ser buenos - JackJack hablo y explico al ratón que no debía de tener miedo.

-JackJack es ratón o ratona

-Raton..

JiMin empezando a subir las escaleras, las interminables escaleras para llegar al Ático. Una ves dentro de su habitación abrió la caja de su madre para tomar ropita que el mismo confeccionaba para sus amigos. Jack junto con su familia y su nuevo compañero.

-Veamos... - Le puso una linda camisita suelta amarrila junto unos zapatos rojos. La camisa le quedaba un poco apretada paro le quedaba. -¿Te gusta?. - El ratón le movió la nariz diciendo que si.

-Bien, veamos un nombre.. Mmm....

-¿Gustavo?.

-¡Si! Y de cariño seras GusGus. - El ahora nombrado GusGus asintió. Y JiMin sonrió hasta que sus ojos desaparecieron.

-Hermoso. -Dijieron todos los ratones al mismo tiempo.

-¡Jimin donde estas! ¡HERMANITO BAJA AHORA MISMO! - Suran le grito a su despreciable y horrible hermano.

-Jack enseñale la casa y los peligros a GusGus. Ahora es parte de su familia.

Diciendo esto salio corriendo escaleras abajo, llegando la puerta estaba abierta. El Señor lee estaba ahí parado con los ojos rojos.

"Como se dijo una vez, La tristeza siempre podrá acabar con la mas grande felicidad"

El antiguo presentimiento de JiMin regreso con aun mas fuerza, tragando duro clavo sus ojos mieles en el granjero Lee.

-Es su padre joven. Enfermo en el camino y lamentablemente falleció. Hablo de usted y su madre nada más. - Unos gruesas lágrimas y un suspiro lastimero se escucho. - Me pidió que le entregara esto.

El señor le entrego una rosa marchita con algunas hojas secas. El deseo que JiMin le pidió a su padre.

-Y mi encaje

-Mi parasol...

-Nada de eso importa Niñas, esto es nuestra Ruina. - La madrastra desapareció siguiéndole sus hijas. No lloro, no demostró ni una pizca de ¿lastima? O dolor hacia JiMin.

-Gracias, imagino lo duro que fue para usted decirme esto. - El grajero se fue también llorando y El niño bonito Lloro aun mas fuerte derribándose frente a la puerta abrazando fuertemente la rosa.

"Nadie compadeció a JiMin."

"Nadie estuvo para consolarlo"

"Se quedo completamente ¿solo?"