Los años pasaron, el hogar de JiMin jamás volvió a ser lo mismo. El dolor de la pérdida de su madre quedo como un recuerdo. Sin embargo el dolor dejo una fea cicatriz en la familia y hogar.

Por trabajo del señor Park, él debía salir fueras por mucho tiempo y JiMin como un buen doncel que era, se quedaba en casa con la servidumbre.

Para JiMin jamás fue un problema quedarse con la servidumbre. Él siempre trato a todos por igual.

Como su madre dijo en él había mucha más bondad y amabilidad qué cualquiera imaginaría.

-"Llegar con mi esposa tomado de la mano, con aquella que me hace suspirar con una sonrisa. Es lo que me hace el mejor hombre del mundo. " Suficiente por hoy Padre, amo los finales felices no crees... - JiMin se encontraba acostado leyendo un bonito libro de amor y felicidad, sus favoritos.

-Definitivamente son mis favoritos. - JiMin con sus diecisiete años de edad, creció tal y como se esperaba, creció con gran belleza. Sus rasgo se volvieron más refinados y Perfectos.

Dejando atrás sus rasgos aniñados. Al igual que su voz suave y etérea. Calmante y relajada.

-Me decía que ya es tiempo de volver a ser feliz. - JiMin posó sus ojos mieles en su padre... - Y...

- Le es, difícil decirme. Pero no me opondré. - JiMin sabia que su padre merecía otra oportunidad, él merecía ser feliz y el no era nadie para negárselo. - Si ella te hace feliz, no tengo de que preocuparme.

- Gracias hijo mío, estoy seguro que ella me hará muy feliz y tu ya no estarás solo nunca más.

"O eso es lo que quería pensar"

-¿Quien es padre?

- Te acuerdas del Francés, dueño de textiles. - JiMin asintió dulcemente y elegante. - Falleció y su pobre esposa Kim Sonni quedo viuda. Ella me hará muy feliz hijo mío.

JiMin sonrió hasta que sus ojitos desaparecieron, formando dos medias lunas. Hermoso.

- Oh... Vaya, bueno si ella es con la que quieres dar el siguiente paso. - JiMin jamás cambio su amabilidad, el seguía siendo el mismo... Pero aun cuando su dulce madre se fue de su lado con apenas cinco años, él la extrañaba demasiado.

-Recuerda hijo mío, que tu madrastra jamás ocupará el lugar de tu madre. Tu madre es el corazón de esta casa y eso, óyelo bien. Eso jamas va a cambiar.

El peligris mordió su abultado labio para no llorar y se aventó a abrazar fuertemente a su padre.

"El día finalmente llego, su madrastras y hermanastras llegaron al pequeño reino de JiMin."

–Bienvenidas lindas doncellas y mi bella esposa. — El padre de JiMin estaba realmente contento qué alguien como Madame Sonni, podría darle la educación como Doncel a su bello hijo. Como también buscaba qué JiMin no se volviera a quedar solo en aquella gran casa.

–Bienvenidas Suran, Jennie. Madrastra Sonni... Yo seré el encargado de mostrarles la casa. –JiMin siento tan lindo como siempre estaba emocionado por que más personas se integrarán el su bello reino.

–O ¿Suran qué dijo?

– Al parecer quiere mostrarnos su sucia granja de animales. – Suran  exclamó totalmente indignada, Este cuchitril no era ni lo más parecido a su antigua casa.

Lejos de ignorar la linda bondad de JiMin, estaban celosas. Jamás les habían dicho de la belleza y perfección qué se cargaba JiMin.

"Aquella envidia, no les traería nada bueno"

Tanto como madre e hijas, se adentraron en la casa, como san juan.

Pues al fin y al cabo era su casa ¿no?.

–¿Desde cuando esta viviendo la familia Park, aquí? –Jennie era un caprichosa y egocéntrica jovencita, creyente qué solo ella y su hermana eran las más perfectas.

–Desde hace aquí doscientos años.

–Y nunca pensaron remodelar este cuchitril.

-Suran, Creerán qué lo dices enserio – Sonni le dedico un sonrisa de medio lado. Obviamente todos sabían que Suran lo decía muy enserio, todos menos el señor Park.

-Hyunk, Jamás me dijiste que tu hijo era hermoso. –Sonni se sentía levemente intrigada, de porque su estúpido hijastro era más bello que sus hijas. Y ella no lo permitiría.

–Si lo heredó de su mad.... – Loona fue una bella persona, y JiMin era muy parecido a su difunta esposa. Pero el doncel era una perfecta combinación de ambos.

–Su madre, lo se.. – Madame sonni, sabia que La madre de JiMin era una joven muy hermosa y deseada por todos. Sonni era una persona egocéntrica y envidiosa.

Con la llegada de Sonni, la casa se volvió un tanto triste y oscura de lo que se acostumbraba a estar.

"La madrastra de JiMin se encargo de traer la 'felicidad' de nuevo a la casa"

La estruendosa risa de Suran y jennie retumbaba en aquella perfecta fiesta. Relativamente las señoritas tendría que ser delicadas y dulces... Pero nada en ellas lo demostraban.

Sin embargo JiMin con su precioso traje diseñado especialmente para el y a su gusto, estaba obligado a estar en la fiesta para nada interesante.

JiMin reía dulcemente, demostrando su "naturaleza" Doncel en cada momento.

Los invitados estaban encantados con la belleza y delicadeza de JiMin, claro que las hermanas y Sonni se daban cuenta.

"Y la envidia siempre es mala.... O ¿buena?"

–Madrastra Sonni, yo umm....  ¿A visto a mi padre?. –  Todos los señores soltaron un jadeo causado por la ternura al ver como JiMin titubeaba.

La madrastra y sus hijas no pasaron por alto, sintiendo qué como su interior ardiera en una gran llama de furia y envidia.

–Oh... Creo que esta en su estudio. – JiMin se levantó de su asiento para ir en busca de su padre. A él no les gustaban este tipos de fiestas, no se sentía a gusto y no sentía esa bonita valides hogareña o mucho menos familiar.

–Oh! Miren quien organizo su propia fiesta, JackJack, Jacklin y su linda familia.

El gruñido del gato persa llamado Lucifer, el gatito quería comerse a sus amigos. Obviamente Jimin no dejaría que se comieran a sus amables y pequeños amigos.

–oh... No lucifer, a jacklin la invite yo y no nos gusta comernos a los invitados. –El peligris toco al gato para empujarlo para que subiera a la habitación de Sonni. – Allá tienes mucha comida Lucifer.

El bonito doncel toco delicadamente la puerta del estudio de su padre. Recibiendo a cambio una sonrisa cálida y familiar.

–¿qué haces aquí padre? Pensé que estarías disfrutando la fiesta.

–No puedo hijo, salgo de viaje por unos cuantos meses. – El pecho de Jimin se lleno de un mal presentimiento, empezando a preocuparse por su amado padre.

–¿Tienes que irte?

–Solo serán unos meses. Dime que quieres que te traiga de mi viaje, tus hermanas. –Jimin alzó un de sus lindas cejas y abrió la boca tal cual pez.. –Tus hermanastras, me pidieron Encaje y un parasol ¿qué es lo que quieres mi niño?.

–Quiero que me traigas la primera rama qué toque tu hombro cuando te vayas. – JiMin se inclino un tanto en el escritorio sintiendo como sus ojitos mieles se humedecen, cada vez más el presentimiento se hacía más grande.

–Qué curioso regalo..

–Mm.. Si tendrás que cargarla durante todo tu viaje, cuando la veas me recordarás y cuando me la entregues se que regresaste con bien.... Y es lo único que deseo padre, que regreses c-con Bien.. – Un triste sollozo se escucho, JiMin le dolía el estúpido mal presentimiento qué sé alberga a en su pecho.

–Ay mi pequeño... Veras como los días se pasan rápido.

El señor Park estrecho fuertemente entre sus brazos a su hijo... Realmente no le gustaba; odiaba ver llorar a su hijo.

–Quiero que seas bueno con tus hermanas y Sonni. A que puedan ser un tanto... Dificiles – JiMin asintió levemente con su cabeza fuertemente enterrada en el peque de su padre.

"Como si de alguna manera pudiera detener lo inevitable"

–Quiero que sepas lo mucho que te amo, y que en esta casa la memoria de tu madre siempre va estar. Y por eso vamos a honrar esta casa por ella.

–Todavía la extraño y  ¿Tu padre? –Su linda vocecita sonaba empalagosa a causa de su llanto.

–Como no tienes una idea... – Hyunck estrecho a un más el abrazo rompiéndose a llorar.

Sin saber que Madame Sonni estaba escuchando detrás de la gran puerta del estudio.

"Ese día algo cambio dentro de ella. Saber que no podría borrar la huella qué dejo su muy amada enemiga Loona, fue un golpe un tanto fuerte para ella"

"Ella se encargaría de regresar el estúpido dolor qué le ocasionaron"

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R. A. R