CAPÍTULO 42
Barón rojo- Hijos de Caín
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CORREGIDO.
El moreno golpea con fuerza el torso del rubio, tan fuerte que este se tambalea un poco, antes que le tiempo a recomponerse del todo el moreno ya le ha dado otro golpe en la boca, ahora es él quien escupe la sangre. Acaban de intercambiar los papeles en la pelea. Ahora el rubia va perdiendo
El moreno se toca el pelo impaciente por darle otro golpe mientras dan círculos. Su melena es larga, pero eso le da un aspecto más rudo, eso me gusta.
El rubio intenta protegerse, lo que le resulta muy difícil ya que le moreno no para de darle golpes. Esta apunto de perder. Acaba de resurgir, de ir perdiendo, peleando casi sin ganas, acaba de renacer y acaba de darle la vuelta a los papeles.
De un último golpe el rubio cae. El moreno vuelve a chocar con mi mirada y mis ojos se iluminan y le muestro una sonrisa, una sonrisa de orgullo. Él solo me mira y me muestra una pequeña sonrisa, no quiere destaparme y yo se lo agradezco en silencio.
Antes de que le de tiempo a celebrar su victoria dos hombres lo agarran mientras otro grita señalándolo.
-¡Llévenlo a la celda de nuevo!
No me da tiempo a escuchar nada más. La gente ya se esta dispersando y siguen a lo suyo. Daemon me agarra el brazo y me coloca delante de él y detrás de Cam para que continuemos nuestro camino.
Miro hacia atrás por última vez. Él me esta mirando y nuestras miradas conectan por última vez mientras dos hombres lo arrastran hacia afuera del ring improvisado.
Mientras vamos caminando observo todo a mi alrededor aunque en verdad no le hago mucho caso, estoy pensando en el moreno de antes. ¿A que se lo llevarían a una celda? ¿por que no esta controlado? ¿es un rogue? no lo creo. No tenía maldad en sus ojos, ni ese salvajismo que caracterizaba a los rogue, haciéndolos más animales que humanos. Despojándolos de todo rastro de humanidad.
-¿Cuanto tiempo tenemos para mirar el castillo? -pregunto.
-Llegaremos en una hora -dice Bruce- una hora y cuarto como máximo. Llegaremos sobre las ocho y media. Si queremos volver, ya nos habrá cogido la noche, tendremos como mucho una hora, teniendo en cuenta que llegaremos tardísimo, y ahora mismo en esta situación no es muy común, así que nos tenemos que dar prisa.
-Bueno, pero es lo que haremos ¿no? ¿o vamos a dormir en una esquina en una de estas casas? -pregunta Alice- no es que me haga mucha ilusión la verdad.
-No dormiremos en la calle. Tengo sitios donde podemos pasar la noche, son casas donde no vive nadie, pero parecen que si esta ocupada. -le responde Bruce.
-¿Como sabes todo eso?- pregunta Daemon.
-Tengo un papel importante en la guardia. Solía entrenar a jóvenes antes de que pasara todo esto... y ahora estaba entrenando a los que hay aquí. Era entrenador de combates antes de que todo esto pasara, y estando controlado también era bueno enseñando. -habla Bruce en tono bajo, para no llamar la atención de nadie.
-Vale, dejaros de tonterías y vamos o no llegaremos nunca. - dice Alice, y no puedo estar más de acuerdo con ella.
A lo lejos veo una gran construcción. Resalta entre todo, por su color y su tamaño. Es enorme y negra. Solamente tiene gris los bordes de las puertas y ventanas. Es tan lúgubre que entran ganas de echarse a llorar. Dan escalofríos, y es una estructura y fría, de alguien que no quiere que le tengan respeto, sino miedo, justo lo que en realidad quiere.
Esta custodiado por demasiados guardias para poder entrar.
-Tendríamos que saber donde están todas las entradas, si se complica la cosa por sabremos por donde poder salir y por donde ellos pueden escapar. -digo yo.
-Delia y yo podríamos ir hacia la derecha y memorizarlas mientras vosotros -dice Daemon dirigiéndose a los demás- vais hacia el lado contario, nos encontramos a la mitad del camino.
-Esta bien. -responde Cam.
Bruce, Cam y Alice se despiden y pronto los perdemos de vista entre la gente. Daemon y yo vamos empezamos a caminar. No hablamos mucho, solo comentamos algunas cosas.
Hay más de veinte ventanas ¡veinte! y no llevamos ni la mitad del camino. Pero desde afuera es imposible entrar, demasiado alto, aunque desde dentro, no sería tan difícil, un poco arriesgado pero no tan complicado.
Veo en un pequeño puesto, mientras Daemon esta mirando una de las ventana y viendo si de verdad podrían saltar desde adentro, veo en un pequeño puesto una mujer, claramente controlada, de la mano con un niño, seguramente no tendrá más de siete años, y es como si no estuviese controlado. Esta nervioso, se le nota, aunque intenta disimularlo. Sus ojos miran curiosos y con algo de miedo hacia todos lados.
Y siento miedo por él. Veo a dos guardias, dos guardias, rogues, rogues de verdad, no personas controladas, ir en dirección a él, aunque todavía no lo han visto. Le doy un pequeño empujón a Demon y él me mira extrañado, no le hago caso.
Me dirijo hacia él, dejando a Daemon atrás. Llego al pequeño y le toco el hombro, él se asusta pero me mira. Es verdad no esta controlado y él sabe que yo tampoco y eso le aterroriza.
La mujer que lo llevaba de la mano, lo suelta, y sin darle importancia se va. No parece importarle nada a su alrededor, mucho menos el pequeño niño que ya no lleva de la mano.
-No te hare daño, pero tienes que seguirme, estas en peligro aquí. -le susurro, muy bajo, solo él me escucha.
Da un leve asentimiento con la cabeza y me da la mano. Acelerando el paso me arremolino entre la gente, perdiendo de vista a los guardias.
Cuando encuentro a Daemon, él me mira extrañado al verme con un niño de la mano,
-¿Quién es?
-No lo se, pero no esta controlado, es como nosotros.
Él mira al pequeño.
-¿Y tú como te llamas? - le pregunta amable en un susurro.
-Julián, pero todos me solían llamar Jul.
-Muy bonito nombre. Yo soy Daemon y ella - me señala a mi, que sigo sin soltarle de la mano al pequeño- es Delia.
Él chico asiente.
-Tenemos que seguir, no podemos estar tanto tiempo parado.
Asentimos a la vez -Jul y yo- y nos ponemos enseguida en marcha.
Cuando hemos visto todo nuestra parte del castillo vemos como los demás se acercan. Todos miran extrañados a Jul. El pequeño se intenta esconder detrás de mi cuerpo cuando ve tantas miradas dirigidas a él.
-Es Jul, luego hablamos. Habría que irse ya, casi va a oscurecer por completo. -Comenta Daemon.
Después de anochecer todo el jaleo de las personas controladas se calmará, nadie estará en las calles y solo quedaran los rogues. Y eso es malo para nosotros.
-Esta bien, vamos. -Dice Bruce.
Alice se acerca hacia mi y le sonríe a Jul. Él se corta un poco pero luego le muestra una pequeña sonrisa. Es tan mono.
-Soy Alice. Tu Jul ¿verdad?
Él asiente.
Llegamos a una casa, y cuando Bruce revisa que nadie nos mira curiosos, abre la puerta. Todos entramos. Tenía razón, parece que alguien viva aquí. Aunque huele demasiado a cerrado y no hay ambiente de hogar.
-Yo me llevo a Jul a dormir, ya luego hablamos -dice Alice a Jul- ¿Te parece pequeño?
Él asiente, no habla casi nada, solo nos ha dicho su nombre, me suelta la mano y va con Rose.
-La primera puerta a la derecha de arriba hay una habitación donde puede dormir. -informa Bruce a Alice.
Ella asiente y de la mano ella y Jul suben las escaleras.
-No tenemos aquí los mapas, mañana tendríamos que ir de nuevo a tu casa y apuntarlos.
-Si, sino, no nos acordaremos.- Comenta Cam.
-En nuestra zona hemos encontrado cuatro puertas y cuarenta ventanas. -manifiesta Daemon.
-En la nuestra cinco puertas y cincuenta ventanas. -dice Alice bajando las escaleras.
-Contando con la principal, hay diez puertas y noventa ventanas. -dice Cam- demasiadas. -estoy de acuerdo con él.
-¿Hay algo de comida? -pregunta Alice- Jul tiene hambre. Y yo también.
-En estas casas suele haber comida. - anuncia Bruce- son casas por si surge algún problema, asi que tiene que haber. Voy a buscarla.
-Te acompaño. -declaro.
Él asiente y los dos salimos de la sala. Vamos a la cocina. Vemos que hay comida, sobre todo fruta, en conserva. No hay mucha, pero si suficiente para comer hoy y mañana por la mañana.
Cogemos algunas latas y volvemos a la sala. Alice coge una de las latas y vuelva a ir arriba. Todos los demás cogemos una. La abrimos y empezamos a comer. Después de tantas horas sin comer me parece gloria bendita lo que meto en mi boca.
Alice después de un rato baja, y como ella. Hablamos un poco hasta que no mucho después todos queremos descansar. Subimos todos las escalares, aparte de la habitación donde esta Jul hay dos habitaciones más. Cada una con dos pequeñas camas.
Daemon se ofrece a dormir en la del pequeño. Yo duermo con Alice, y Bruce y Cam en otra.
Antes de entrar la habitación voy al baño, allí me lavo la cara, las manos y hago mis necesidades. Delante del espejo me recojo mi enredado pelo en un moño mientras observo mis ojos morados, a Jul, ahora que lo pienso no se ha extrañado o asustado cuando los ha visto, aunque seguramente sea de lo menos extraño que ha visto en estos días, o meses.
Cuando salgo del baño entra Daemon y le deseo una buena noche, el responde igual.
Cuando voy a la habitación, Alice ya esta metida en su cama y dormida. Yo sin hacer mucho ruido me dirijo a la cama libre y me meto en ella.
Pienso en Niall y en que lo echo mucho de menos, ese es mi último pensamiento antes de quedar dormida.
Voten y comenten ❣
JULY
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