Avril Lavigne~ sk8er boi

CORREGIDO.

Podéis encontrarme en Instagram como juliaamontero_☺

Creo que mi dignidad está por el suelo. Estoy atónita y totalmente estática en medio de todos los cuerpos moviéndose al compás de la música. Él se ha ido, sin más. Después de haber estado bailando y besándonos. Se va. Sin ningún tipo de explicación. 

Esto así no funciona, no podemos irnos en esta clase de situaciones como si nada hubiera pasado. Yo se lo hice una vez, ahora él me la ha devuelto. Esto es totalmente inmaduro. Aunque el puede que tuviese una buena razón, yo en realidad no la tuve. Solo necesitaba salir de allí, justo lo que me pasa en este mismo momento. 

Salgo de la pista de baile y me dirijo a la barra. 

Me hago sitio entre los huecos que deja la gente mientras baila, y esquivo a todos como puedo. Necesito algo fuerte ahora mismo. Los tacones empiezan a doler mientras ando, ya estaban tardando. No debería de haber hecho caso a Lydia, pero es demasiado insistente, y hubiera hecho lo imposible por callarla en ese momento. 

Seguramente el maquillaje que era precioso al salir de mi casa, ahora hasta asuste. El pelo debe estar completamente despeinado y se me pega a la nuca. Tengo demasiada calor, y el sudor y el movimiento de los cuerpos pegados que me rodean no ayudan en nada.

Cuando llego a la barra me siento en un taburete libre y veo que ya no están los que estaban antes atendiendo. Ahora sirve las bebidas un chico de unos veinte años moreno, vestido con las mismas ropas que los de antes, completamente de negro y lleva el pelo rapado a los lados y algo más largo por arriba. Se ve musculoso y alto.

Se acerca a mi y veo que sus pómulos están marcados y le cubre una fina capa de barba oscura. Él me sonríe y se apoya en la barra mientras me mira.

-¿Qué le sirvo? -me pregunta.

Yo pienso unos segundos, pero no se que pedir.

-Sorprendeme, -termino diciendo- y que sea algo fuerte.

Él sonriendo, se va por mi bebida.

No pienso quedarme de brazos cruzados pensando donde podrá haber ido, ni la razón de su marcha. Ni en sueños. Voy a beber, bailar y pasármelo estupendamente. He venido a divertirme y a acompañar a Lydia, la cual no veo desde hace bastante rato. 

Él chico se acerca y me da otro vaso rojo con alguna bebida dentro. Yo le sonrío y me llevo el vaso a la nariz, sí que huele fuerte. Pero me da igual y le doy un largo trago. El líquido baja por mi garganta dejando un agradable picor por ella.

-¿Es de su gusto, señorita? -dice el chico desde detrás de la barra.

-Si. Y no me llames señorita, por dios. Soy Delia. -le digo simpática.

-Un gusto conocerte, señorita -dice burlón- soy Álex.

-Encantada. -le digo sonriendo y me llevo de nuevo el vaso a la boca.

Le pego un buen trago hasta acabarlo.

-¿Me traes otro? -le digo agitando el vaso.

Él levanta una ceja mirándome, todavía no voy borracha así que acepta.

-Enseguida.

Él se va de nuevo y vuelve con otro vaso idéntico segundos más tarde.

Charlamos de cualquier tontería, no viene mucha gente por bebida, pero cuando lo hace me deja un momento y los atiende, luego vuelve de nuevo a hablar conmigo. Es muy simpático, y esta haciendo que mi noche sea mucho mejor de lo que yo esperaba que lo fuera.

-¿A qué hora terminas tu turno? -pregunto muy contenta.

-En cinco minutos. ¿Por qué señorita? -dice con una sonrisa algo pervertida.

-¡Eh, eh! Era para bailar un rato. No pienses otras cosas. -le aclaro.

-¡Vale, vale! -dice levantando sus manos en forma inocente y suelta una carcajada. -Aunque no es por ofenderte ni nada. Peor no me acostaría contigo. - yo lo miro fingiendo estar ofendida- No es sólo contigo es con todo el género femenino.

-¿¡Eres gay?! -digo asombrada.

¿Cómo dios ha podido privar al sexo femenino de tal hombre?

Moreno, ojos azules, algo de barba, musculoso, alto, simpático, agradable, guapo... No tanto como Niall pero es muy atractivo.

¡Deja de pensar en Niall! Lo estaba haciendo muy bien, él no estaba en mi cabeza, pero tiene que volver a meterse en mis pensamientos. No me deja tranquila ni siquiera cuando no está cerca mía. Esto ya es horrible.

-Si... Tengo novio incluso. -me dice riendo.

-No me lo esperaba. 

Vuelvo a analizarlo hasta donde la barra de las bebidas me lo permite. Vuelvo a darle un buche a mi bebida, hasta terminarlo.

-Muchas lo dicen.

-¿Así que no soy la única que se asombra, eh? -digo graciosa.

-No, no eres la única.

Yo dejo el vaso vacío en la barra y me apoyo en ella.

-Dejando de lado que eres gay. ¿Bailamos? Cómo conocidos-amigos digo. No sé molestaría tu novio, ¿No? Por qué haber yo soy una mujer, y a ti... -digo moviendo mucho las manos.

-Ya lo he pillado. Y si podemos bailar. Ya he acabado mi turno.

-Vamos.

Después de estar bailando con Álex, bebiendo y pasándomelo genial él se tiene que ir. Me lo paso genial y bailo hasta que me duele todas las partes de mi cuerpo, pero es una sensación tan maravillosa.

A Lydia la encontré bailando y para mi sorpresa no va muy borracha, pero se fue hace un rato con el cuarto chico con él que bailo esta noche.

Salgo de lo que antes fue la pelea ilegal ahora convertido en una discoteca, y voy más borracha de lo que me parecía en un principio. Estoy algo mareada y veo algunas cosas ¿Dobles? Atino a coger el teléfono y llamar un taxi.

Le indico -o eso creo- la dirección de mi casa.

El taxi para y cuando le pago me bajo. El taxi arranca y yo miro a mi al rededor. No reconozco nada. Sigo mirando a mi alrededor y definitivamente este no es mi barrio. No hay apenas luz en el barrio. No sé escuchan voces ni pasos que indiquen que hay alguien cerca. Intento reconocer donde estoy, pero fracaso en el intento, por aquí no he pasado nunca.

Me duelen bastante los pies y cada vez estoy más mareada. Siento como mi cabeza da vueltas y me cuesta concentrarme. Me apoyo en una farola apagada e intento centrarme.

Está empezando a refrescar y me estoy helando.

Miro la hora en el móvil. Los números parecen moverse en mi móvil y me cuesta unos segundos saber que hora es, y para mi asombro son las ocho de la mañana. Está amaneciendo. Mi madre me a matar.

Me siento mareada así que espero que lo que estoy pensando me ayude.

Paro en seco y me pongo completamente recta. Cierro los ojos concentro mis poderes en mi cabeza. Me concentro en quitar el máximo nivel de alcohol que me corre por las venas.

A los pocos minutos abro los ojos y me entran arcadas. Vómito todo el alcohol que he estado bebiendo.

No huele a vómito ni es asqueroso. Solo huele a alcohol. Cómo si alguien hubiera derramado botellas de alcohol por el suelo. He expulsado el líquido de mi interior, que no era poco.

Me vuelvo a poner recta y noto como estoy completamente sobria.

El dolor de pies no ha desaparecido pero tengo que aguantarme, ya no tengo unos calcetines de repuesto. 

Miro el móvil y se está apagando. Mierda. Veo diez llamadas de mi madre perdidas, pero no puedo llamarla. Guardo el móvil y me fijo en la carretera. Ya está empezando a amanecer y esto no se ve tan tenebroso. Además ya pasan bastantes coches. Y yyo soy una chica con un vestido estrecho y pegado montada en unos tacones de infarto, totalmente despeinado y con buena parte de mi maquillaje corrido.

Le hago autostop ha algunos hasta que por fin uno para.

Para a mi lado y baja la ventanilla.

Es un tío de unos treinta años. Tiene el pelo negro y despeinado. Tiene tatuada partes de la cara y dos dientes dorados, que logró ver cuándo me sonríe.

Tiene la camiseta rota y machada de lo que parece ser sangre.

-¿Tee... Llevoo muñieca? -dice algo borracho. O mierda.

-No... No hace falta...

Baja del coche y yo doy varios pasos para atrás.

-Pero si yo te puerfoo lleva. ¿Pudo lleva? Cómo sea.

-Que no...

Me agarra del brazo y me atrae hacia él. Estoy demasiado débil para útilizar mucho mis poderes. O nada.

-Vamos chica... -dice arrastrándome hacia su coche.

-¡Sueltame, capullo!

-¿Qué me has llamado? -me grita enfadado.

Me da una bofetada.

-¡Sueltame! -grito.

Me acaricio el cachete con la otra mano mientras me retuerzo intentando deshacerme de su agarre.

-No pienso...

Intento recurrir a mis poderes, es imposible, estoy demasiado débil para recurrir a ellos. No tengo una pizca de energía y necesito salir de aquí ya.

-Ha dicho que la sueltes.

Esa voz. ¿Que hace aquí?

El hombre que me tiene agarrada y yo miramos hacia atrás.

Niall está montado en su moto. Tiene la mirada curiosa y se ve bastante intimidante vestido entero de negro en esa pose.

-Si la sueltas ahora puede que te perdone la vida.

-Tu... Tú eres... -dice el hombre tartamudeando.

Niall se baja y camina hacia nosotros. 

El hombre me empuja y sale corriendo a su coche. Se monta y arranca rápidamente.

Doy unos cuantos traspiés y Niall me sujeta.

-Gracias. -digo mirándolo a los ojos.

Él me coge en brazos. No se porque está aquí, es extraño, pero lo agradezco con todas mis fuerzas.

Estoy demasiado cansada y mis ojos me pesan. Me monta primero en la moto pero mirando hacia el. Le rodeó el dorso y cruzo mis manos en su espalda. Apoyo mi cabeza en su pecho y voy cerrando los ojos. Esta pose no es del todo segura, pero tengo tanto sueño que es lo último que pienso.

Lo último que recuerdo es como arranca la moto. Después de eso es todo negro.

Voten y comenten.😍

Espero que os guste.❤

JULY❤