Evanescence~ going Under.

CORREGIDO.

-Vamos fuera, tenemos que hablar. -me vuelve a repetir Niall.

-Está bien. -digo rodando los ojos y bufando, a lo que él me mira con mala cara.

En realidad no tengo ningún tipo de ganas de hablar con él, mucho menos de lo que paso ayer. Si por mí fuera, lo olvidaría y pasaría página, pero es más difícil decirlo que hacerlo, y para que ocurra las dos personas que estamos implicadas en esto tendríamos que poner de nuestra parte. Pero parece que no va a ser así.

Él sale del baño y yo lo sigo, menos mal que las clases ya han comenzado y no hay nadie por los pasillos, si no parecería que hemos estado haciendo algo en el baño. Y eso dejaría paso a muchos cotilleos entre nosotros, cosa que no quiero. La gente podría inventarse cualquier historia sobre nosotros, y eso sería bastante horrible.

Él va cruzado de brazos unos pasos delante mía y yo lo sigo sin decir una palabra. Recorremos todo el instituto hasta que él se para delante de una puerta que no reconozco. Saca una llave de su bolsillo izquierdo y la introduce en la cerradura. Abre la puerta y me deja pasar primero. Cuando entro miro a mi alrededor, pero no veo absolutamente nada. Él ha cerrado ya la puerta y no entra nada de claridad.

Escucho como él se mueve y a los segundos toda la habitación es iluminada. La habitación está algo sucia, tiene bastante polvo por todos lados y veo que hay unas cuantas mesas y sillas repartidas por todos lados.

Al mirar fijamente la habitación veo que hay estanterías en todas las paredes, todas llenas de libros. Hay una segunda planta también, llena de libros. Tienen polvo y toda la habitación huele a libro viejo, mi olor favorito. Es una sala bastante grande, mucho más de lo que esperaba cuando entre.

-¿Por qué nunca he venido aquí? ¿Y por qué no se utiliza esta sala? Con tantos libros yo me quedaría a vivir aquí. -digo para mi misma ignorando a Niall.

Él tampoco le presta atención a mis preguntas formuladas.

-¿Te gusta leer mucho, no? -dice desde detrás mía. 

-Si. Me encanta, esta habitación huele... a libro viejo, es un olor maravilloso. 

-Es la antigua biblioteca, lleva sin utilizarse más de diez años, aunque cuando llegan o compran libros repetidos los ponen aquí. Yo he leído bastantes de ellos.

-Esto es precioso, lo que daría yo por tener una biblioteca así.

-Si quieres ve a echar un vistazo mientras abro las ventanas. -me dice.

-Vale.

En cuanto le respondo salgo corriendo a ver los libros. Hay algunos libros que conozco pero no he leído, otros que me resultan conocidos, hay unos cuantos de los que no he escuchado hablar en mi vida...

Aquí hay miles de libros. Saco algunos de su sitio para leer y ver sus portadas. Casi todos tienen las páginas amarillentas, signo de que son antiguos. Incluso cuando los abro, me los llevo a la cara, debajo de mi nariz, los huelo y disfruto de su olor.

Me gusta el olor a libro nuevo, pero el de los viejos es mucho mejor. Es sin duda mi olor favorito.

-Vamos.

Me sobresalto por la voz de Niall y casi tiro el libro que ahora mismo tengo en la mano. He desconectado unos segundos de la realidad para centrarme en el libro.

-Voy. -respondo.

Cierro el libro y lo dejo en su sitio. Me vuelvo y veo que Niall se dirige a las escaleras en forma de espiral que hay en medio de la biblioteca. Es una pena que todo esto este cerrado.

Él va unos escalones delante mía siempre. Cuando llegamos, él se dirige a una de las mesas pequeñas, justo esa no tiene polvo, lo que llama mi atención.

Niall arrastra mi silla hacia atrás y yo me siento en ella. Él se sienta en la de enfrente. Todo esta sumido en un completo silencio, que empieza a ser abrumador. Yo pongo una de mis piernas en cima de la otra y apoyo mis manos encima de mis rodillas. Mi espalda esta recta apoyándose en el respaldo de la silla.

Él también se pone recto apoyado en el respaldo. Los dos estamos tensos y durante unos minutos lo único que hacemos es mirarnos a los ojos. Estos minutos se me hacen eternos, y de verdad tengo ganas de salir corriendo de aquí ya. Creo que es la primera vez que tengo esos pensamientos dentro de una biblioteca,

-Esta mesa no tiene polvo... ¿alguien viene aquí frecuentemente? -digo para cortar el silencio.

Nos miramos a los ojos fijamente hasta que él habla.

-Si, yo. -dice cruzándose de brazos y relajando la postura.

-¿Tú? -pregunto algo sorprendida.

-Aunque suene raro, me gusta mucho leer, vengo aquí muy seguido.

-No sabía nada de eso... me resulta incluso extraño. -comento.

-No suelo contarlo mucho. -dice algo seco.

-A mi me encanta leer, cuando estoy abrumada, triste, enfadada... es lo que hago. Me olvido de todo cuando lo hago. Es como si me transportara y viviera la historia que hay escrita en el libro.

-Yo... Si también leo en esos momentos, es una buena técnica de distracción, para salir de aquí, aunque solo sean unos minutos, a veces hasta horas.

Si no fuera un licántropo, próximo rey de ellos y si además no me hubiera casi condenado a juicio, seria mi un chico con el que me encantaría salir. Desgraciadamente, es todas esas cosas...

-Ahora si, charlemos... ¿se puede saber por qué me estas evitando?

-Yo no... -empiezo a decir, aunque no me deja seguir hablando.

-Si me estas evitando, ni si quiera me has mirado. ¿Qué pasa? ayer íbamos muy bien... -dice desconcertado.

-¿Para ti, ir "muy bien" es enrollarse después de estar odiándonos desde que nos conocimos? ¡Y encima eso fue hace menos de un mes! -digo.

Creo que su significado de esas dos palabras es muy distinto al mío. Él se queda callado unos segundos después de escucharme hablar, supongo que pensando en lo que he dicho.

-Pero...

-Ni peros ni leches. -le interrumpo esta vez- No soy una regalada ni pienso ser una más de tu lista ¿Entendido? -decir eso me ha dolido bastante, más de lo que debería, muchísimo más.

Me muestro firme y digna ante él. No pienso acobardarme. No ahora.

-Ya... pero creía que después de que nos salvaras y me contaras lo de tus... -le corto de nuevo.

-¿Crees que por que sepas mi secreto voy a estar a tus pies? -él me mira desde su sitio con los brazos cruzados- Ni de coña ¿entendido? -digo firme.

-Pero ahora que se tu...

-Tú procura estarte calladito. -llevo mi mano a la boca y hago un gesto de cremallera cerrada en la boca- O si no, sufre las consecuencias. Y te aseguro que no me querrás tener de enemiga.

Me levanto e la silla y me dirijo a las escaleras. No miro hacia atrás, necesito salir de la biblioteca y perderlo de vista.

-¿Es una amenaza? -grita algo burlesco desde la silla.

-¡Tomatelo como quieras! -digo terminando de bajar las escaleras.

-¡No te libraras de mi tan fácilmente, Delia! -grita desde arriba- ¡Te acabare conquistado! ¡Acabarás a mis pies, bonita! -y si no fuera en el contexto en el que lo ha dicho, su apodo hacia mi me hubiera parecido hasta algo bonito, pero no es el caso.

Finjo no haberlo escuchado y salgo de la biblioteca con paso decidido. Lo que paso ayer no va a volver a pasar. Nunca. No voy a caer a sus pies.

¿podrás conseguir lo que has dicho, Delia? 😲

¿podrá Delia resistirse a los encantos de nuestro príncipe Niall? 😏😏

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