Gelecek planı/Plan futuro
15 de julio de 1674
¿Qué es la astucia? Es la habilidad para poder engañar por beneficio propio, sin embargo, para muchos en Topkapı la astucia era su mejor amiga.
Ya se ha mencionado mucho que las eras cambian y como anteriormente el poder fue de Kösem, luego pasaría a ser de Dilaşub y posteriormente sería otra la que obtendría todo eso. A pesar de todo, sólo se escuchaban fuertemente los nombres de unos pocos príncipes que podían aspirar al título de Sultan por lo que sus consortes también aspiraban al título de Sultana.
Una de las postuladas para dicho titulo era Rukiye. Su cabello rubio y sus ojos azules encantaban al şehzade Burak y su sonrisa lo hipnotizaba.
Turhan era otra, aunque no tenía el amor de Cihangir, ella tenía poder, mucho poder. Todo gracias a que era sobrina del anterior visir y prima del visir actual y éste último era amigo de Dilaşub. Antes era conocido como Murad Bey y aliado de Ayşe Sultan, al igual que su otro tío y padre de Turhan de nombre Yahya, amado de Kösem. Turhan era un escorpión de temer.
La última era Şahihuban que tenía buenos aliados como dos paşa y varios eunucos del palacio, sin embargo, no todo era fácil para ella ya que Rabia Hatun estaba por obtener el amor del şehzade Ibrahim provocando que sus planes fueran frustrados. De no ser porque era protegida de Kösem; ella ya estuviera muerta.
Varias tuvieron que dar lo mejor de sí para estar donde estaban. Era dolor, lágrimas y triunfo o dolor, lágrimas y muerte.
Topkapı es el infierno y esas Şehna's eran pobres almas que entraron sin poder salir.
Rabia Hatun caminaba por el tercer patio con tranquilidad. Le encantaba pasear alrededor de la naturaleza ya que la hacía recordar su anterior vida.
—Şehna —saludó Rabia, haciendo reverencia en cuanto vio a su enemiga.
—Hatun —dijo Şahihuban con disgusto. —¿Qué haces aquí?
—¿No puedo estar en el patio?
—No mientras yo esté.
Rabia sonrió.
—Soy favorita, puedo ir a donde quiera.
—No lo eres. ¡Está prohibido!
—Kösem Sultan prohibió a los şehzade's tener más de dos consortes y sé contar e Ibrahim sólo tiene una. No rompería ninguna regla.
—¡Silencio! Me irrita verte.
—¿Por qué? —preguntó con malicia. —¿Por qué tengo el amor de Ibrahim?
—¡Insolente! Es el şehzade Ibrahim para ti.
—Él me permitió nombrarlo así.
—Entonces no te importará que le diga al şehzade.
—Para nada, Şehna —le sonrió. —Sólo déjeme decirle que algún día se disculpará por llamarme insolente.
—¿Cuándo?
—Cuando sea Şehaseki.
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Eliminar al enemigo es un instinto de supervivencia porque si no lo eliminas, éste te elimina sin piedad.
Turhan descansaba en su cama del dolor de estómago que tenía desde hace un día. Ella era acompañaba por su criada de confianza.
—¿Qué hará? —le preguntó Halime Hatun a Turhan Şehna.
—Mataré a Elif —respondió sin dudar. —Las reglas son claras, no puede haber más de dos consortes por şehzade.
—Con todo respeto, no creo que Elif sea importante, el şehzade ama a Saçbaği.
—Lo sé pero esa Hatun aún es una amenaza. Puede desplazar a Saçbaği o a mi con facilidad.
—Entonces Elif morirá.
—Sin fallas o cabezas rodaran, Halime.
—No habrá fallas.
—Eso espero.
—Por cierto, el şehzade Cihangir pidió ver a sus hijos.
—¿Sólo a sus hijos?
Halime asintió.
—Hace años rogaba porque yo estuviera a su lado y ahora me ignora. Todo por Saçbaği. Si ella no hubiera llegado, otra cosa sería.
—¿Qué planes tiene para ella?
Turhan sonrió.
—La muerte. ¿Para qué la tendría con vida? Es sólo un estorbo. Pronto me desharé de sus hijos.
—¿Matará a los pequeños?
—Mmm... no. Aún no. Desafortunadamente esta guerra inicia desde que un nuevo Sultan nace. Si Cihangir se convierte en Sultan, esos niños no vivirán.
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La segunda consorte del şehzade Mehmed se paseaba por el segundo patio acompañada de sirvientes de confianza y familia. Aquella familia que te jura lealtad.
—Mihriban.
—¿Sí, hermana? —le preguntó a Gülfem.
—Escuché a Dilaşub Şehna planear un atentado contra Zeynep. Creí que querías saber porque la Şehna es tu amiga.
—Querida hermana —le sonrió con burla. —No tengo amigos. Por mi que Zeynep muera. Sería un enemigo menos. Las pruebas ya casi son y necesitamos empezar a mover el juego a nuestro favor.
—Por eso quieres matar a Hümaşah —dijo comprendiendo los planes de su hermana menor.
—Así es, entre menos reinas haya protegiendo a su rey, más posibilidades tenemos de ganar.
—¿De ganar?
La mujer sonrio.
—De matar —se corrigió.
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Las víboras abundan en Topkapı y conforme pasa el tiempo su veneno se vuelve más letal.
La consorte de Burak buscaba una forma de que las cosas se movieran a su favor y ¿Qué mejor forma que dominarlo con su encanto?
—Mi amado şehzade —le sonrió Rukiye a Burak.
—Mi amada Sultana —le sonrió, tocando su mejilla.
—¿Sultana? Si Kösem se entera, se enojará mucho conmigo.
—No importa. Seré el Sultan y tú mi Haseki.
—Kösem no lo permitirá —dijo sonando triste. —Ella se mete mucho en nuestra relación.
—No es cierto, nunca ha hecho algo para arruinar nuestro matrimonio.
—Directamente no pero ella mandó a Ece Hatun a tus aposentos.
—Fue mi hermana Fatma.
—¿En verdad crees eso? Fatma Sultan la mandó por órdenes de Kösem. Deberías de quitarle el poder en cuanto deje su regencia, mandarla al viejo palacio. Tú serías el Sultan y ella sólo tu abuela. No tendría porque seguir en Topkapı.
—No le haría eso, ella y Dilaşub han sido como unas madres para mi.
Rukiye se alejó de él, enojada.
—Si sigues así puede y no te tomen enserio como Sultan. Debes seguir las leyes antiguas, Burak.
—¿A qué te refieres?
—Debes matar a tus hermanos y exiliar a Dilaşub junto a Kösem.
Burak suspiró.
—Ya hablamos sobre lo de matar a mis hermanos; no lo haré. No soy una bestia.
—El Sultan Mehmed el conquistador impuso esa ley por algo. Él fue un gran Sultan. No sé porque el Sultan Ahmed cambió esa ley pero se equivocó mucho al imponerla.
—¿Equivocarse? Si así hubiera sido entonces ni mis hermanos ni yo existiríamos. El Sultan Osman hubiera matado a todos sus hermanos y por ende nunca tendríamos esta conversación o si no el Sultan sería mi primo Mehmed quien es el hijo de mi tío Mehmed que a su vez era el hijo mayor de Kösem.
—Pero ahora tú eres el mayor, debes imponer tu poder.
—¡Silencio! No pienso seguir hablando del tema. Mejor reza para que ésta conversación no llegue a oídos de Kösem porque por tu culpa no le puedo decir abuela.
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Haseki Hürrem Sultan su sola mención causa temor y admiración. Ella, una simple esclava logró tenerlo todo desde su llegada al harem. Al principio muchos la subestimaron, sin embargo, con el tiempo demostró ser alguien muy astuta. Esa era la clave para todo, hacerte el inofensivo para que en el momento adecuado puedas atacar.
El şehzade Murad estaba acostado en su cama mientras veía a su consorte bailarle. El hombre, admirado por sus movimientos y belleza decidió pararse para posteriormente acercarse a su amada.
—Saliha —la llamó Murad.
La morena le sonrió y seguido de eso se acercó a él.
—Murad —le sonrió mientras él la tomaba de la cintura.
—Luces hermosa.
—¿Ah, sí?
—Sí —respondió besando el cuello de su esposa no legal.
—Por mi belleza ¿No crees que merezca un obsequio?
El şehzade se apartó lentamente de Saliha.
—¿Qué deseas? —le preguntó, mirándola a los ojos.
—La cabeza de Kemankeş Paşa —respondió refiriéndose al aliado de Rukiye. —Un Paşa menos no le afectaría a nadie.
—Kemankeş ha servido mucho para ganar guerras.
—Es verdad —le dio razón al príncipe. —Entonces que sea la cabeza de Hadın Rüstem Paşa —dijo ahora refiriéndose al aliado de Mihriban Şehna.
—Te traeré su cabeza en bandeja de plata.
Saliha sonrió.
—¿No puedo pedir algo más por haberte dado 3 hijos?
—¿Qué más quieres, amor?
—Hacer miserable al şehzade Mehmed.
—¿Mi hermano?
La mujer negó con una sonrisa en él rostro.
—Tú primo Mehmed.
—¿En hijo de Özlem?
Saliha asintió.
—Haré que sufra.
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Desde un principio que entras al palacio sabes que debes luchar contra todos aunque todavía no naciera.
Hümaşah tomaba té en sus aposentos, acompañada de sirvientes a los que compraba con facilidad.
—¿Segura? —le preguntó Mih Hatun.
—Segura —respondió Hümaşah. —El bebé de Hatice Hatun no debe nacer.
—¿No cree que la descubra el şehzade Mustafa?
—No lo hará —aseguró. —Por eso lo perderá al tomar una bebida.
—Admiro como no se tienta el corazón, Şehna.
—¿Por qué me tentaría el corazón con una insignificante persona? Hatice es una estupida que no llegará a mucho. Es mejor que yo la eliminé a que alguien más lo haga en el futuro.
—No se preocupe. Las estrellas están a nuestro favor.
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Los amantes no precisamente son aquellos que tienen algún contacto sexual. Unos amantes pueden ser aquellas personas que no consiguen estar juntas debidos a las circunstancias que se les presenta.
Emetullah Hatun corría por el patio del palacio vecino mientras Abdullah la perseguía. Ambos reían hasta que el şehmmin atrapó a la mujer para posteriormente besarla, sin embargo, fue apartado con brusquedad.
—Abdullah —lo regañó. —Nos irá mal si alguien nos ve.
—¿Y?
—¿Y? —preguntó incrédula. —Te pueden matar —susurró con temor. —No soy una mujer libre.
—Mi abuela no lo permitirá —dijo confiado. —Nos casaremos y tendremos muchos hijos.
—Espero y así sea.
—Estoy decidido a pedirle a Kösem que me case contigo.
—No lo permitirá, Abdullah. Ella me ha educado para ser una Şehna si no es que una Sultana.
—¿A quién quiere que tomes en matrimonio?
—En un principio iba a ser consorte del şehzade Ibrahim pero la Sultana cambió de planes y quiere esperar a presentarme a uno de sus nietos después de las pruebas.
—¿Para qué?
—Supongo que quiere que sea Sultana —respondió con dolor. —Yo no quiero. Sólo quiero estar a tu lado —dijo acercándose a su amado.
—No permitiré que nos separen, le diré a mi abuela de lo nuestro.
—No —pidió. —¿Qué pasaría si no lo aceptara? Nos separaría y no lo soportaría.
—De igual forma me separarán de ti si no hablo.
—No lo hagas —volvió a pedir. —Por favor.
Abdullah asintió sin estar satisfecho del todo.
—Tengo que irme —dijo Emetullah para después besar a Abdullah. —Mañana vuelvo.
—Te esperaré.
Ella le sonrió para después comenzar a caminar a Topkapı. El şehmmin miró como la Hatun se alejaba. Él ni tenía idea como una mujer podía volverlo tan loco.
En el trayecto de la Hatun, ésta se topó con Abdurrahman.
—Abdurrahman Bey —dijo la Hatun haciéndole reverencia.
Aunque el joven tuviera una pequeña joroba, eso no lo detenía para gobernar una provincia. La única razón por la cual estaba en el palacio era porque su hermana Abide le pidió verle por unos días a lo cual él aceptó.
—Luces muy hermosa hoy, Emetullah.
—Gracias, Bey.
—Espero y algún día me mires con los mismos ojos que yo lo hago.
—Bey, soy propiedad de Topkapı, si alguien lo escuchara le iría mal.
—No importaría. Yo te amo.
—Es muy joven para saber eso, Bey.
—No necesito ser viejo para comprender el amor. Sé que lo que siento por ti desde hace seis años es muy real.
—Pero yo no lo amo.
—No importa. Aprenderías a amarme.
Emetullah sonrió sin creer en sus palabras.
—Te pediré en matrimonio a mi abuela.
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La familia no siempre significa traición, también significa lealtad.
Kösem y Mihrimah veían como algunas mujeres del harem bailaban para ellas. Les encantaba divertirse de vez en cuanto. Total ¿Qué perdían con hacerlo?
—¿Cómo sigue Hasan? —le preguntó Kösem a su prima.
—Sigue peor. Temo que muera pronto.
—A veces odio de ser de otra época. Hemos vivido mucho tiempo gracias a las vacunas y nuestra buena alimentación.
—Pero al menos la mayoría de nuestros hijos también han vivido mucho tiempo.
—Doy gracias por eso.
—¿Sabes? Cuando perdí a Cihan comprendí tu dolor. No hay peor dolor en el mundo que ver el cuerpo sin vida de tu hijo.
—No, Penelope. El peor dolor en el mundo es ver y escuchar como muere un hijo sin poder hacer nada.
Mihrimah suspiró, asintiendo.
—Dime ¿Qué planes tienes? Las pruebas se acercan.
Kösem sonrió.
—Las Şehna's tendrán una sorpresa —respondió sonriéndole. —Además, me encargaré de que Dilaşub sea Valide Sultan.
—Es seguro que ella sea Valide Sultan. Ibrahim y Burak la quieren.
—Déjame terminar —pidió con malicia. —Me encargaré de que Dilaşub sea Valide Sultan y yo Valide-i Muhtereme Sultan.
—¿Dónde he escuchado ese título? —se preguntó a sí misma.
—Mahpeyker ocupó ese título durante el reinado de su nieto Mehmed ya que era regente de él a lado de Turhan.
—¿Crees poder lograrlo?
—Mis nietos me aman a pesar que les prohibí nombrarme abuela.
Penelope le sonrió. Sabía que ella podía lograrlo.
—Te seguiré, prima.
—¿Hasta el final?
—Hasta el final.
Kösem le sonrió, satisfecha.
—Tendrás la inmortalidad, prima.
—Logré todo, Penelope. Incluso tengo mi mezquita.
—Kösem Camii.
—Para los demás, mezquita de luz.
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La noche era una de las mejores y a la vez peores cosas del día. Es bueno porque descansas de tanto estrés y malo porque las fieras atacan.
Dilaşub Şehna permanecía en el hammam junto a tres criadas y su prima de nombre Cassandra.
—¿En verdad mataras a Zeynep, Dilaşub? —le preguntó su prima.
—Sí —respondió con seguridad. —Zeynep es conocida por ser vengativa pero al momento de tomar revancha yo soy cruel, Cassandra. Esa Şehna no debió matar a nuestro abuelo.
—¿No sería mejor matar a su hijo?
Dilaşub sonrió.
—¿Cómo crees que morirá?
—Si no me dices nunca sabré.
—Zeynep será envenenada por una persona de su confianza y su hijo morirá con la ayuda de las mujeres que lo cuidan.
—¿Lágrimas y sacrificio? —le preguntó refiriéndose a su lema.
—Lágrimas y sacrificio —asintió. —Lo malo es que tendré que esperar hasta el día de las pruebas para lograr mi objetivo.
—El tiempo se pasa volando.
—Allah quiera y pase en un abrir y cerrar de ojos.
Los escorpiones y víboras salían de sus escondites. ¿Alguien podía detenerlos?
• . ✩ • . . • . . . . . •
Sin importar que pasaran miles años, las rivalidades siempre existirían. Tal como Kösem destruyó a Mahpeyker, alguien tenía que destruir a los enemigos de la regente.
Fidan estaba frente a Nur Şehtan quien la miraba con enojo.
—¿Por qué el enojo? —preguntó haciéndose la inocente.
—No te hagas la estupida. Tú fuiste la culpable de la muerte de mi familia.
—Es mentira. Yo no hice nada.
—¡Cállate! —le gritó. —No sé cómo mi hijo sigue a tu lado.
—Yo tampoco sé cómo sigue con vida.
—No sigas... —advirtió.
—¿O qué, Nur? Ya no tienes nada. Ni siquiera el şehzade Murad te dirige la palabra.
—Pagarás por todo.
—¿Por qué? Yo sólo soy justa.
—No, eres cruel.
—Di lo que quieras pero de algo estoy segura.
—¿De qué, arpía?
—No descansaré hasta verte morir.
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BÚSQUEDAS DE MAHPEYKER KÖSEM SULTAN.
Fue consorte del sultán Ahmed I y madre de la mayoría de los hijos del Sultan. Se convirtió en regente de todos sus hijos y nieto. Posteriormente fue Valide de su hijo Kasim I quien le dio el título de emperatriz imperial. Años más tarde volvió a ser regente de sus nietos y luego Valide de Burak I.
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¡Hola!
¡Feliz Año Nuevo... adelantado!
Les deseo un año lleno de logros y amor. Espero y sus sueños se cumplan.
Les mando un fuerte abrazo desde México.
¿Qué creen que ocurra con las nuevas Şehna's? ¿Quién es su favoritas?
¡Nos leemos!
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