Y me encierro en mi burbuja, me hundo en la bahía de mis pesadillas y me pierdo en el laberinto de mi desesperación.

Inmensa tortura y eterna desgracia, ella me espera todas las noches con los brazos abiertos y los ojos quebrantados esperando a que sea el momento, el momento en el que tome el filo y desgarre mis cicatrices palpitantes.

Grito de dolor y no le importa, ella sigue ahí acechando, clamando por dolor y sangre, clamando por mis lágrimas y  clamando por mi último suspiro...

¿Por qué no se va? Le tengo tanto miedo.

Al fin y al cabo ella fue la que le robó el sentido a mi vida, la que me despojó de mi felicidad y mi calma... la que me dejó tirada en una esquina como si no valiera nada... como si no sintiera.

Odiada "pérdida"... ¿Cuándo es que vas a dejar de existir? Déjame sola y vete de mi vida por favor, que ya no te quiero volver a ver aquí.