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Capítulo 26

Un golpeteo se escucha a lo lejos, interrumpiendo mi nube de calma. Trato de ignorarlo, pero cada vez el golpe se oye mas y mas cerca hasta que estremece mis sentidos. Entonces abro los ojos y me doy cuenta de que todo está oscuro. El golpeteo no cesa, hasta que caigo en cuenta de que es la puerta.

Trato de ver algo en la oscuridad pero me cuesta abrir los ojos. ¿Qué demonios? Agarro mi celular que está en la mesita de noche. ¿Quién está tocando la puerta a las... cuatro de la mañana? Será mejor que lo ignore, quiero dormir. Estaba en un sueño tan apacible que ahora solo siento un frío desolador. Me pongo la almohada sobre la cabeza, tratando de acallar el ruido, pero no se detiene. ¡¿Quién está tocando?! ¡Va a despertar a todo el piso!

Muy a mi pesar me pongo mis pantuflas y me arrastro hasta la puerta. Parezco un zombi. Enciendo la luz de la sala de camino y me acerco.

—¿Quién es? —pregunto de mal humor.

—Abre.

¿Alan? De repente el corazón me late muy rápido, pero con un sentimiento frío. ¿Pero qué le pasa? ¿No sabe la hora que es?

—¿Estás loco? Son las cuatro de la mañana.

—Abre o sigo tocando. Y si despierto a doña Eugenia me aseguraré de que se moleste contigo por el ruido.

Abro la boca en señal de indignación. ¿Está jugando?

Entreabro la puerta con agresividad y lo miro con furia. ¡¿Qué diablos quiere?! ¡Primero me trata del asco y ahora viene a despertarme a las cuatro de la mañana!

—¿Qué quieres? —farfullo.

—Necesito usar el Internet.

—Usa el tuyo.

—Está caído—se excusa. Lo observo mejor, él no está en pijama—. Es urgente.

—Estás loco—trato de cerrarle la puerta, pero pone la mano en medio y me lo impide.

—Por favor.

—No—digo. Intento cerrar la puerta de nuevo pero pone un pie en medio—. Quiero dormir, Alan.

—Solo será un momento.

—¿No puedes esperar hasta mañana? Es más, ¿qué te hace pensar que quiero hacerte un favor? 

—Solo es un favor. Luego ya no te molesto más.

Agacho la mirada sintiendo como las lágrimas quieren volver. Claro, solo me necesita para usar el estúpido internet. No debería estar despierta y a punto de llorar, debería estar dormida y soñando con cosas bonitas. No tengo por qué soportar esto a esta hora. Pero no va a irse tan fácil y de verdad no tengo ganas de pelear ahora. Solo quiero volver a la cama.

—Que sea rápido—farfullo.

Me hago a un lado para que entre y no tarda en ocupar el computador. Bostezo. No quiero estar despierta viéndole la cara. Mejor me voy a la cama.

—Cierra bien cuando salgas—murmuro, adormilada.

—¿De verdad vas a dejarme aquí solo con el control de tu apartamento? —pregunta con burla—. ¿Quién dice que no haré algo malo?

Joder.

—No cuentes con que "cierre bien" cuando salga—me dice con tono filoso.

Lo enfrento.

—¿Por qué? ¡¿Por qué me odias tanto?!

Voltea la mirada hacia la pantalla del computador sin decir nada.  Suelto un quejido de exasperación y me tiro al sofá. Esto es increíble. ¿Por qué diablos lo dejé entrar? ¿Puedo decirle que se vaya? Ni siquiera sé que quiere hacer a esta hora, ¿qué es tan importante que no puede esperar hasta mañana? La luz del bombillo me molesta. Cruzo los brazos y cierro los ojos, recostada en el sofá. Trataré de descansar un poco.

—¿Te estás durmiendo? —lo escucho reír.

—No molestes—murmuro con desgano.

—No te duermas, necesito tu ayuda con algo.

—Olvídalo.

—Que mala.

—Cállate.

No dice nada más. Trato de dormir pero es inútil, él altera demasiado mis sentidos para poder dormir.

A alguien que perdió a una persona muy importante para él el día de hoy. Así como gané esta partida, quiero que sepa que aunque hoy está triste, un día incluso él volverá a sonreír.

Abro los ojos de golpe. ¿Esa es mi voz?

Wow, eso es muy profundo. ¡Gracias por tus palabras! Ahora continuemos con el siguiente enfrentamiento.

—¡¿Qué estás haciendo?! —me pongo de pie y lo empujo lejos del computador.

Me mira sin entender.

—Me dijiste que lo buscara, ¿o no?

—¡Sí, pero no enfrente de mí!

Se cruza de brazos mientras sonríe.

—Estaba seguro de que querrías ver mi reacción cuando lo viera.

—¡Pues estás mal!

No, de hecho no quería verlo. Habría preferido que lo viera lejos de mí, donde yo no pudiera ver su reacción. Me llevo una mano al pecho, no puedo controlar la taquicardia. Solo está ahí, sonriendo con burla. Esto era lo que quería, humillarme y burlarse de mí. Como siempre. Es como pasó con Esteban y está pasando otra vez. Es el mismo patrón, una y otra vez. Siempre se repite. Siempre...

—Ya vete.

—Estás agitada. ¿Estás bien?

—No—me llevo una mano a la frente, temblando. Se está burlando de mí—. Solo vete.

—Valeria-

—Deja de reírte de mí y solo vete.

Trato de calmarme, necesito aire. Se aleja. ¿Se habrá ido? Pero no escucho la puerta.

—Bebe—me asoma un vaso de agua. ¿Esto es un chiste?—. No estoy jugando pastelito. Bebe. Te puedes desmayar.

—No me llames así—farfullo. Respiro con fuerza, tratando de recuperar el aire.

—Está bien, está bien—me empuja hasta la silla—. Siéntate.

Agarro el vaso con las dos manos y tomo un sorbo. ¿De verdad está asustado o este es otro de sus juegos? Debe serlo, ni porque yo le importara.

—Oye, nunca te había visto así—razona—. ¿Te pasa muy seguido?

No. De hecho hace años que no me pasaba.

—¿Ya estás mejor?

—¿Qué pretendes? —pregunto, mas calmada—. Vienes a mi apartamento a las cuatro de la mañana con la excusa de que tienes algo urgente que hacer, y luego te pones a ver ese vídeo en frente de mí. ¿Qué es lo que quieres? De verdad no lo entiendo. Después de que descubro donde trabajas te portas como un imbécil.

—Pues no sé—desvía la mirada con incomodidad—. Solo se me ocurrió.

—Ya.

—Eso no sonó bien—murmura para sí mismo—. Mira, no quería comportarme como un idiota, pero a veces no lo controlo. Es que... me pasan cosas raras contigo.

—No es cierto, solo te divierto. Por eso haces lo que haces.

—No, no es así—insiste—. Creí que era eso pero resultó que no. Quiero decir, nunca me había sentido mal rechazando a una chica.

—No entiendo qué quieres decir.

—Lo que quiero decir es... bueno, es...

Ruedo los ojos con fastidio.

—Habla ya.

—Creo que me gustas.

🎮

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Chan chan chaaaan. Y eso que tenía planeado otro final, pero este es el que salió. ¿Alan actuando como un adolescente tímido? ¿Qué le pasó al rompecorazones?

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