Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

Todo en el edificio era paz y tranquilidad para mí hasta que él llegó. Ya tenía suficiente con el estrés de mi día a día porque a decir verdad, estar en el departamento de ventas era estresante. Juan David se defendía con agilidad y no se veía todo el tiempo estresado, a diferencia de mí. ¡Ayuda, Superman! Sé que salvas a personas, ¡¿pero no puedes salvarnos del estrés también?!

En cambio Lore, uff, parece que no ha estado mejor en la vida. Ahora que es la jefa de informática es mucho mas feliz y Aura también se llevó su parte de ese beneficio. En cambio yo, que siempre insistí por tener un pequeño puesto entre los altos ejecutivos, comienzo a pensar que mi vida no puede ser mas desgraciada.

A veces Juan David aun me pone la cara de "¿Ves? Te dije que las mujeres no servían para esto", pero es menos frecuente.

Vale, bien podía liar con eso, soy una mujer adulta, fuerte e independiente. Seguro que puedo con todo, no puede ser tan difícil.

Gran error.

Las jornadas son largas, el trabajo es un quebradero de cabeza como un montón de piezas de rompecabezas sin conectar, y fuera de eso tus acciones tienen mas impacto de lo normal. Es demasiado estrés para mi cerebro, y por eso fue tan difícil el cambio. Me estoy adaptando, es cierto, pero a un ritmo muy lento. Extraño a Lore y a las demás. Extraño nuestro pequeño rincón en informática, que ahora es de todo menos pequeño.

Extraño el pasado y a veces me siento mal por haber deseado algo más. Bueno, en realidad Lore deseó la mayoría de las cosas pero se entiende.

Pero a eso había que sumarle un factor que apareció meses atrás. Un factor con nombre y cara bonita. Aun recuerdo la primera vez que hablamos.

Si, fue mas o menos así:

Cuando él se subió al ascensor tuve que aguantar la respiración por la impresión. Era atractivo, casi podía pensar que el negro de sus ojos me penetraría. Pero oh, vaya decepción la mía. No tardaría en descubrir que es un cretino. Ese día llevaba una caja entre sus manos, nada mal, podría hacer mi apreciación en silencio. Es mi escaner personal. Veamos... trae unos pantalones de chandal, por lo que ya se tomó demasiadas confianzas por aquí para salir sin arreglarse bien, además por la caja diría que es nuevo. Lo he visto trayendo cosas desde hace semanas y justo a la puerta al lado de mi apartamento, donde vivía la señora Rodriguez. En paz descanse esa mujer.

¿Será simpático el desconocido? Espero que sí, tal vez podríamos llevarnos bien. Pero cuando se da cuenta de que lo estoy mirando desvío la mirada. 

—Hola preciosa—ronronea.

Empezamos mal.

¿Qué quiere que le diga? ¿Hola precioso?

Lo ignoro. No me interesa entablar una relación amistosa con cretinos y menos una romántica. Mi experiencia con los hombres, aunque larga, no ha sido muy buena. Al final resulta que solo te quieren para llevarte en la cama. Probablemente eso fue lo único que me impidió caer por Santiago. Terminé descubriendo que era un buen tipo y hasta agradable, pero quería que me acostara con él sin compromisos. Eso simplemente no iba conmigo. En parte culpo a Lorena por eso, fue ella la que me hizo distraer a Santiago para poder sacar los datos de la computadora principal para su plan maligno.

Desde ahí se perdió todo.

—No me ignores—me dice—. ¿Acaso no te caigo bien?

—¿Me estás aplicando una Flynn Ryder—le pregunto.

—¿Una Flynn Ryder?

—Sí. ¿Has visto la cara seductora que le pone a Rapunzel para que lo suelte cuando ella lo tiene amarrado con su cabello? Bueno, eso es una Flynn Ryder.

Mi respuesta ingeniosa no estaba ayudando mucho, porque de repente había empeorado el efecto. Maldita sea mi afición por las películas de Disney.

—Eres adorable—me dice, acercándose demasiado. ¡Espacio vital!—Te llamaré pastelito.

Abro la boca con indignación. ¿Ahora me está bautizando? ¡Ni porque fuera su perro!

—¡Ni siquiera me conoces!

—Bueno, eso puede cambiar, pastelito—me tiende la mano—. Soy Alan, un gusto.

El gusto no es mío, claramente. No le respondo y simplemente me limito a mirar los números en el ascensor. ¿Por qué tengo que vivir tan arriba? ¿Por qué él tiene que vivir tan arriba? ¡¿Por qué tuvimos que subirnos en el ascensor a la vez?!

—Eres mi vecina, ¿no? ¿Crees que te puedo molestar por una cucharadita de azúcar de vez en cuando?

No le contestes Valeria, no le contestes. Los mas guapos suelen ser los mas idiotas. Recuerda a Esteban, ¿qué no aprendiste la lección?

—Incluso podríamos extender esa cucharadita a un café completo. Luego el café sería un almuerzo. Luego-

—¿Acaso no entiendes la indirecta de que te estoy ignorando?

—No.

—Pues bien: te estoy ignorando—aclaro.

—¿Por qué, pastelito? Ni siquiera me conoces.

Lo miro con rabia. No puedo evitarlo, es la misma actitud prepotente que tenía Esteban. Su recuerdo me persigue y no voy a caer en el mismo error dos veces.

—Primero porque me estás llamando pastelito sin conocerme—le aclaro, mirándolo fijamente—. Segundo porque te crees demasiado guapo y crees que voy a caer rendida por ti, y tercero porque no has dejado de molestarme. El hecho de que la primera palabra que saliera de tu boca fuera preciosa indica que solo eres un egocéntrico que se fija en el aspecto físico y ya.

Se queda pasmado.

—Wow—dice—. Eres todo un encanto, ¿no?

¿Es en serio? ¡Fue él quien empezó!

—Pero ya, hablando en serio. Soy nuevo —dice con una sonrisa coqueta—. Solo quiero caerte bien. Y soy soltero.

Información innecesaria.

—Para mí es igual que estés soltero o estés casado con la madre Teresa de Calcuta.

Se ríe. ¿Le doy gracia?

—¿Se te permite decir eso? —pregunta con una sonrisita en los labios.

Lo ignoro una vez más.

—Bien, pobre madre Teresa de Calcuta porque creo que me terminaré divorciando.

Finalmente el ascensor se abre. ¡Bien! ¡Libertad! O eso es lo que ronda en mi mente, porque cuando voy a salir, me jala del brazo y me da un beso en la mejilla. ¡Pero qué atrevido!

—Adiós, pastelito.

Se va, dejándome pasmada. Tengo que reaccionar antes de que las puertas se cierren de nuevo y logro salir del ascensor con éxito. Pastelito... ¡me llamó pastelito! ¡Ni siquiera sabe mi nombre! Tampoco es que tenga planes de decírselo, y por mí que no lo averigue. Suspiro. Una cosa más que sumarle a mi lista de estrés.

Pero al menos podré jugar al Lol. Lore ya no juega tanto desde que empezó su plan para reformar el pensamiento machista de Daniel, y ahora solo juega a veces los fines de semana. Le escribiré, pero es probable que me diga que no.

Será una larga noche.

🎮

.................................

Nosborne, que galán :v

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro