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Seis: Jihyo y el caso de los listones.

"A veces quisiera tener un novio, terminar con él y poder cantar New Rules de Dua Lipa a todo pulmón. Y con el sentimiento que merece. Tonto, lo sé, pero me gustaría que pasara eso. Es broma, estoy algo aburrida, pero con inspiración de dibujar. No te asustes."

Una escena de un anime era el dibujo que acompañaba esta nota.

"Gotta go es mi canción favorita del momento, ¿la has escuchado? Chungha es mi cantante favorita, es la mejor."

El dibujo de esta nota era algo distinto al resto, en la hoja había solo una nube hecha con acuarelas.

Jongin no terminaba de impresionarse con el talento de la chica, cada trazo, cada detalle, todo era perfecto. Pero con cada cosa que leía y veía, él deseaba cada vez más conocer la identidad de su admiradora secreta.

. . .

–Oppa~ Aparto la atención de su libro de misterio para mirar a su amiga.

–Jihyo. –Le dedico una pequeña sonrisa a la chica, quien no tardo en sentarse a su lado.

–Las cosas no deberían seguir así, deberías buscarla. Has dejado de prestar atención a las clases para resolver el misterio de su identidad.

–Es que por más que lo intento, no la puedo sacar de mi cabeza.

–¿Terminaste ya de leerlas todas?

Negó con la cabeza. –Casi, quedan más dibujos que cartas, prefiero tomarme el tiempo de apreciar cada uno para poder encontrar alguna pista de su identidad.

–Y hasta ahora, no lo has logrado.

–Así es.

–Oppa, siento que terminaras enamorado de ella sin conocerla realmente.

–No lo creo, una cosa es sentirse conmovido por algo dedicado a ti y otra muy distinta es desarrollar sentimientos por alguien a ciegas.

Jongin comenzó a dudar, ¿acaso eso podría ser posible? No, no lo es. Esas solo son cosas que aparecen en las películas, muchas veces ha escuchado a sus dos amigas hablar de esos temas. Comienza a hartarse, ya que es un tema común en las novelas románticas para adolescentes. Y él no vive en una historia ficticia.

–Te ayudare, vamos. Tenemos la hora libre antes del descanso.

Se dejó convencer por su amiga, salieron juntos del aula y comenzaron caminar sin rumbo, o eso creía él hasta que llegaron al patio.

–No te pediré leer las notas, respeto su privacidad, pero si me gustaría que me contaras lo más que puedas para tratar de adivinar algo. Primero, recuérdame como venían envueltas.

–un sobre bolsa de papel color amarillo con mi nombre escrito en el, dentro estaban todas las cartas juntas gracias a un listón amarillo. El primer sobre tenía dentro una pequeña nota con tres palabras escritas y un dibujo de Snoopy.

–Pista número uno: le gusta el color amarillo. El listón es una pieza muy importante en el rompecabezas, podrías encontrarla buscando a la chica con un listón similar a ese.

–En una carta me conto como me conoció, con ella pude saber que no es de nuestra clase y podría ser compañera de Jongdae o Kyungsoo.

–¿Has ido a su salón después de leer eso?

Asintió. –Con Kyungsoo hay una chica que dibuja, el otro día la vi. Podría ser ella.

–Cuando la viste, ¿sentiste algo? –Negó. –Para no ser obvios podríamos comparar sus dibujos con los que tienes.

–También pensé en eso, pero, ¿Cómo lo hago?

–Visita de nuevo a Kyungsoo.

–Bien, entonces tengo dos cosas que hacer, buscar un listón amarillo idéntico y ver los dibujos de Seungwan.

–¿Seungwan? ¿ese es su nombre?

–Sí, ¿la conoces?

–No.

Jongin le siguió contando sobre los dibujos, Jihyo pudo sentir que la emoción con la que su amigo describía cada cosa no era algo sin importancia. Por eso haría todo lo posible para ayudarlo con su objetivo.

. . .

Después de un rato volvieron al interior del edificio, habían recibido un mensaje de Sowon donde preguntaba por su ubicación. Se apresuraron en ir al comedor donde estaban el resto de sus amigos.

–¿Dónde estaban? Los buscamos como locos. –Apenas fueron vistos, Chanyeol les grito para mostrarles su ubicación.

–Creíamos que estaban en el patio y fuimos a dar una vuelta por ahí. –Respondió la chica.

–Yo quería ir ahí, pero ellos no. –Baekhyun desvió por un momento su vista de su celular para mirar a sus recién llegados amigos.

Jongin los dejo brevemente para ir por un agua. No tardo mucho, eran pocos los alumnos que estaban fuera de su aula a esa hora. Cuando iba nuevamente con sus amigos se encontró con la chica del buzón, bueno, la vio dirigirse hacia donde él estaba, iba a saludarla, pero entonces miro a la chica que iba con ella. Una rubia de baja estatura que llevaba el cabello sujeto con dos pequeñas trenzas –igual que la castaña– pero con trozos de listón amarillo sujeto en las puntas.

Era el mismo lazo de sus cartas.

Para cuando quiso ir hacia ellas, ya se habían marchado. Se había quedado de pie como estatua mirando a la nada.

No fue con sus amigos, salió corriendo hacia ellas. No tenía idea de en qué dirección se fueron después de pasar por la puerta. Recordó que la castaña es compañera de Jongdae y fue hasta su aula.

Estaban en clase, ¿eso significaba que se habían saltado la hora? Bah, eso no importaba en ese momento.

–Volveré después. –Se dijo a sí mismo.

Cuando giro para ir de nuevo al comedor se topó frente a frente con la castaña, venia sola.

–Hola. –Pronuncio Jongin.

–Hola. –Respondió ella tímidamente.

Quiso preguntarle sobre su amiga, pero no lo sintió correcto, algo dentro de él le dijo que no lo hiciera.

Se quedaron quietos por unos largos minutos, se miraban de reojo, hasta que ella dijo que debía entrar a su clase.

Se despidió de ella y se fue.

Varios metros después se encontró con la rubia. Estuvo a punto de pasarse de largo, pero al final se detuvo.

–Hola, soy Jongin.

–Mi nombre es Yeri, mucho gusto.

–¿también tienes hora libre?

–No, salí un momento con mi mejor amiga porque ella se sentía un poco mal y tenía mucha sed.

Supuso que se refería a la castaña.

–Oh, entonces debes volver a tu clase. Lo siento, no era mi intención distraerte.

–Descuida, no quiero volver, pero mis calificaciones son algo bajas, así que debo hacerlo.

–Entonces adiós, nos vemos después.

–Claro, adiós.

–Bonitos listones, por cierto.

–Gracias, pero no son míos.

La sonrisa que Jongin había mantenido se desvaneció por completo al oír eso, afortunadamente Yeri ya se había marchado y no vio eso.

Entonces, si no son de ella, ¿a quién le pertenecen?

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