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Capitulo (20)

Cristian y el detective, estaba en la casa, resulta que Miguel Lauter les dijo que él antes trabajaba en negocios sucios con el amo y por eso no fue muy difícil interferir en la casa ya que dijeron que habían sido enviados por Miguel, rápidamente el amo los coloco como vigilantes nocturnos, se habían cambiado el nombre también. Eran las 4 de la madrugada, Cristian y el detective aprovecharon que todos dormían para buscar a Nicol en las habitaciones del segundo piso, sabían que estaba ahí porque ya les habían dicho todo acerca de la casa, quienes las habitaban, quiénes podían salir y quiénes no. Habían averiguado ya en 5 habitaciones pero en ninguna estaba ella.

•Carlos, ¿Y si Nicol no está en ésta casa?• Pregunta Cristian preocupado.

•Tiene que estarlo Cristian, mira en esa habitación a ver•

Cristian la abre, estaba oscura, no podía ver nada.

•Carlos en ésta habitación no puedo distinguir nada•

•Espera un momento, buscaré un encendedor• Dice el detective, pero primero colocó algo en la hendidura de la puerta para que al encender la luz no diera la luz para afuera. Cuando la encendió, empezaron a ver borroso, ya que su vista se había acostumbrado a la oscuridad, cuando ya veían claramente, Cristian se acercó a la cama con mucho cuidado y lo primero que observó es que había mucha sangre.

•Cristian no toque nada•

•No• Dice Cristian, pero al acercarse más, la reconoce, era ella. ¿Qué le había pasado?, ¿Por qué había tanta sangre? •Carlos, es ella, ella es Nicol, ¿Que le paso?, ¿Por qué esta así?, Dime... Nicol, Nicol• Empieza a llamarla Cristian.

•Silencio• Le pide el detective •Déjame ver• Él se acerca y se coloca sus guantes de látex, empieza a quitarle las sabanas de encimas, Nicol hace un quejido de dolor pero no abre los ojos  •Bueno al menos no está muerta, pero...• Dice y no termina de hablar cuando se quita un guante y toca su frente.

•¿Pero que, Carlos?• Pregunta Cristian angustiado.

•Tiene una fiebre que si no me equivoco, está que llega a las 40°• Dice y ve cual es el   problema •Eso es•

•¿Qué?•

•Tiene una herida muy profunda en la pierna, ha botado mucha sangre, por eso es la fiebre y por eso es la sangre en las sabanas, también presenta golpes en su cuerpo, ¿Pero qué animal hiso  esto?•

•¿Quién más va a ser, Carlos?, El Maldito del Tal Amo, deberías de matarlo ahora mismo maldita sea• Dice Cristian lleno de furia, no podía ni ver a Nicol, estaba enojado con él mismo.

•Cálmate ¿Si?, No podemos precipitarnos. Lo primero horita es calmarle el sangrado a Nicol, porque si no, se las va a ver fea, también podría infectarse, que sería aún peor•

•¿Pero por qué no despierta?•

•El dolor hiso que se durmiera, esta inconsciente, seguro hasta desmayada. Por eso hay que darnos prisa, tu eres el novio, llévala a la ducha y con una toalla húmeda se la pasas por el rededor de la herida•

•No sé cómo hacerlo, nunca la he visto desnuda, ¿Tu qué piensas?•

•Bueno, entonces lo aré yo•

•¿Estás de mente?, Claro que no, yo lo aré, si necesito ayuda te llamaré•

•Está bien, pero date prisa•

Cristian la toma cuidadosamente entre sus brazos, cuando están en el baño la sienta en la bañera y abre la regadera para que ésta se llene, después le quita su vestido de dormir con mucho cuidado, le preocupaba que hiciera quejidos y no despertara. Le incomodó un poco verla desnuda, sentía que no tenía el derecho, pero solo lo hacía para ayudarla, humedeció una toalla y se la paso por los brazos y piernas, Cristian la miraba con tristeza, no podía imagina lo que ella había pasado, pero todas esas pruebas en su cuerpo respondían sus dudas... “•Mi Amor, no puedo evitar sentirme culpable por todo lo que estas sufriendo, es mi culpa que estés aquí, pero yo he desobedecido porque Te Quiero Y no pensé las cosas, no pensé las consecuencias, siento que seré capaz de sacarte de aquí, pero créeme que si no es así y a ti te llega a pasar algo malo o simplemente te siguen haciendo más daño, nunca, nunca me lo perdonaría, por que una persona como tú no debería de estar sufriendo tal cosa, no deberías de estar aquí Nicol, Lo siento mucho. Pero aré todo el esfuerzo que tenga a mi alcance y hasta el que no tenga por sacarte de este maldito infierno, te lo Prometo Mi Vale• Dice Cristian, mirando al suelo, se distrajo en sus pensamientos, pero a lo lejos escucha una voz que dice...

•Lo se•

Cristian levanta la mirada y ve que ella esta despierta…

•Nicol, Oh Dios Mío, ¿Cómo te sientes?, ¿Te duele algo?• Pregunta Cristian sorprendido, apenado y preocupado.

•Me duele un poco la cabeza y la pierna, no aguanto el dolor•

•No te preocupes Amor, con esta ducha voy a limpiar la herida, la vamos a desinfectar y luego la cubriremos con una gasa•

•¡No!• Dice Nicol en un brinco, se dio cuenta que estaba desnuda y se cubrió con las manos.

•¿Qué pasa?, ¿Por qué no?•

•Si el amo se da cuenta que estoy bien con mi herida, puede que se enteren que ha sido alguien y podría hacerle daño a cualquiera•

•Amor, pero le dices que tú misma te curaste•

•Bueno... Cristian Dios, ¿Qué haces tú aquí?, si te ven podrían asesinarte•

•¿Te vienes dando cuenta es horita Amor?•

•Si, esto no es un juego Cristian, tienes que irte, vete•

•No, tranquila, todo está calculado, entramos aquí como trabajadores para el amo, vamos a investigar todo acerca de ese desgraciado y también vamos a sacar a todas las chicas que estén aquí, al igual que a ti, vamos a poner preso a ese Maldito como lo está mi padre y todos esos desgraciados que intervinieron en esto•

•Hey, cálmate, ¿Como que tu padre está preso?, Además, ¿Quiénes vamos?•

•Un detective está a cargo de todos, Mi Vale no te preocupes ¿Si?, luego tendremos tiempo para todo eso, para explicarte todo, ahora lo primordial es ver cómo sacarte de aquí y encarcelar a todos esos tipos, lo importante es que no estoy solo en esto, está la policía y uno de los mejores detective y sus hombres ayudándome, así que no te preocupes, recuerda yo trabajo aquí, si me vez, desvía la mirada, piensa que soy uno de esos imbéciles, no trates de cruzar palabra conmigo, yo la cruzaré contigo en un momento seguro, ¿Si?•

•Está bien, confío en ti y sé que estás haciendo las cosas bien, voy hacerte caso en todo lo que me digas. Pero, anda dame un abrazo, Estoy muy feliz de verte, pensé que no te volvería a ver, que ya no había esperanzas•

•Aquí estoy amor, yo estaba muy asustado, pensé que no te encontraría aquí, y cuando lo hago te veo en este estado, no sabes lo que siento Mi Vida• Dice él abrazándola fuerte.

•No es tu culpa Cristian, las cosas que hiciste sé que las hiciste porque me quieres y las sigues haciendo porque me quieres, Nada es tu culpa•

Ellos se separan y se besan. Dios, se extrañaban demasiado, querían que ese momento nunca terminase, Querían seguir estando ahí, gozar y disfrutar la presencia del otro, Se Querían, era un amor que elevaba mucho más que un simple beso o una simple caricia.

•¿Me ayudas a salir?, Me está dando frio• Le dice Nicol.

•Claro Amor, ya limpié tu herida… ¿Que sucede?• Pregunta Cristian al ver que Nicol se queda mirándolo.

•Es que me da vergüenza que me veas•

•Pero ya te he visto•

•Lo sé y sin mi consentimiento, eres un abusador• Dice un poco molesta y añade •Date vuelta•

•¿Pero si puedes hacer suficiente fuerza en tu pierna amor?•

•Si puedo•

Él voltea y ella empieza a levantarse, pero pierde el equilibrio y se va de un lado.

•Nicol• Dice él.

•Ay, Ayúdame, me duele• Dice con los ojos llorosos.

•Te pregunté, vez que no dices la verdad, además, que pena te va a dar si ese cuerpo será algún día de mi propiedad•

Él ríe y ella también, era la primera vez que reía con ganas desde hace como tres días, Cristian la agarra y ayuda a colocarse un nuevo vestido de dormir que había en la habitación. Ella está delante de él, él la tiene bien sujeta para que no vuelva a perder el equilibrio.

•Nicol, Te Quiero, no podría vivir un ti, eres tan hermosa, todas tus cualidades me parecen perfectas, no sé qué haría sin ti, por eso tengo que cuidarte, aprender a cuidarte desde horita, porque no quiero que me faltes nunca Mi Amor• Dice él y la besa, la besa con aquella pasión, tenía tantas ganas de besarla, sentirla cerca de él. Nicol asoció algunas palabras que dijo Cristian que también se las dijo Jeicok, pero no tenía el mismo significado, ella sabía que Cristian le hablaba con el corazón, que Cristián la quería de verdad, sabía que él era sincero en su palabra, ella lo quería y se sintió dichosa de estar ahí recibiendo un beso de su amor, de su Cristian, un beso que un par de noches atrás esperó, un abrazo que algunos días deseó y una presencia que extrañó y que sabe que nunca la podrá comparar con cualquier otra. Ellos se separan sellando ese profundo beso con un beso fugaz.

•También Te Quiero Cristian, eres mi Vida y Mi Amor, eres el creador de mi nueva vida y sé que también serás mi salvación, a partir de horita te conviertes en mi seguridad, sé que me sacaras de aquí, yo ya no tenía esperanzas pero verte aquí de nuevo, sentirte, besarte y abrazarte me hiso dar cuenta que estaba equivocada, me has llenado de esperanzas y sé que si saldremos de aquí, ayudaremos a esas chicas, harán pagar a esas personas todo lo que han hecho y tú y yo volveremos a estar juntos como debe de ser, siempre estaré contigo, mientras Dios me lo permita Mi Amor•

Ella lo vuelve a besar y luego salen, el detective estaba esperándolos sentando en la cama con un botiquín de primeros auxilio.

•¿De dónde has sacado el botiquín?• Pregunta Cristian.

•Estaba en una de las gavetas, pensé que nunca saldrían, veo que Nicol ya despertó•

•Sí, creo que la ducha la ayudó, por cierto Nicol, él es Carlos Cruz, el detective del que te hable que me está ayudando•

•Hola Si, hablé con usted por teléfono, pero no pude hablar completamente porque el amo ya estaba cerca, muchas gracias por lo que está haciendo, enserio se lo agradezco mucho• Dice Nicol al Detective.

•Tranquila, éste es mi trabajo, aun no puedo creer que cosa así se nos escaparan de las manos, pero te aseguro Nicol que de aquí tu sales sana y salva•

•Gracias• Dice ella.

•Ya hablé con Nicol, que tiene que tratar de evitar contacto visual si nos ve por ahí, que piense que somos trabajadores normal del amo• Interviene Cristian.

•Sí, yo haré todo eso•

•Si Nicol, porque hay que tener mucha precaución en esto• Dice el detective.

•Si, lo se•

•Bueno, ven y te ayudo con esa herida•

Nicol se acerca y se sienta en la cama el empieza a curarle.

•Siento mucho todo esto que te pasó, ese imbécil con solo esto que te hizo, puedo ir preso• Le dice Carlos.

•Fue horrible, sentí que no tenía escapatoria, me golpeó sin piedad y clavó esa navaja en mi pierna como si yo fuera un file de carne, que no siente, por un momento pensé que era un buen hombre porque se había comportado conmigo tan bueno, luego asesina a esa chica en mi propia cara y no sé qué pensar, ni que hacer, entre en pánico y luego esto, tengo miedo que se acerque a mí y también me...•

•Nada Nicol, ese imbécil no te va hacer nada a ti• Intervino Cristian interrumpiéndola.

•Estamos haciendo lo posible por salir de esto rápido, ya veraz que dentro de poco ya estarás en tu casa• Dice Carlos.

•Eso espero, quiero irme de aquí ya• Dice ella.

A los 10 minutos termina el detective de vendarle la herida.

•Tenemos que irnos, ya hemos estado lo suficiente aquí• Dice Carlos.

•Es verdad, tenemos que irnos• Confirma Cristian.

•Estaré afuera esperando, despídanse rápido chicos• Dice y sale, ante apaga la luz para que no ilumine para afuera, La habitación vuelve a quedar oscura.

•No, amor no te vayas no me dejes sola, no quiero, siento que él vendrá y me hará daño• Dice Nicol.

•Amor, tranquila, nosotros estaremos muy pendiente de todo, ¿Si?, No pasará nada, Grita, grita fuerte si él te está tocando, Carlos y yo estaremos pendiente de ti, Ya me tengo que ir, Te Quiero Mi Amor, Recuerda esos momentos bonitos de nosotros para que veas que podrás estar más tranquila, no pienses mucho donde estas. Te Quiero, nos vemos luego• Dice él y la besa, a pesar de la oscuridad no tardó nada en conseguir sus labios.

•Hasta luego, También Te Quiero Mi Amor• Dice ella y lo vuelve a besar.

Luego él se retira y ella se acuesta, hace caso a lo que dijo Cristian, recordó cada momento junto de ellos, hasta en su hermano pensó, también le hacía falta ese tontito. Entre recuerdo y recuerdo se quedó dormida.

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