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Capitulo (2)

Al siguiente día ya eran las 11:34am Cuando Nicol despertó, se levantó, de lavó los dientes y bajó, ya su familia estaban desayunando.

•Vaya Nicol, Yo que llegue más tarde que tú, me levante más temprano• Le dijo Nicolás.

•Buenos días también para ti, buen provecho a todos•

•Gracias• Dicen todos.

•¿Por qué no te has cambiado?, ¿Acaso piensas pasar el resto del día durmiendo?• Le pregunta su madre.

•Siempre bajo a desayunar así, ¿Cuál es el problema?•

•Pues deja ese hábito y mejor cada vez que bajes, trata de bajar vestida normalmente y no en pijamas y toda despeinada•

•Mamá siempre bajo así, ¿Por qué justamente hoy de toda mi vida me dices esto?•

•Mira Nicol, hoy tu hermana nos va a presentar un muchacho, seguramente sea su novio y tenemos que lucir nuestro mejor atuendo y mantenernos como la feliz familia que somos•

•¿Y Por qué tengo que lucir mi mejor atuendo si el novio es de ella y no mío?, No lo comprendo•

•Solo vete arreglar, es obvio que con esa aptitud jamás conseguirás un hombre bueno para ti, al contrario de Carol que si está haciendo su mejor esfuerzo para buscar a alguien que la quiera y la respete•

•Si, ha intentado buscar ese hombre que la quiera y la respete trayendo uno a casa cada mes, ¿Verdad?•

•Hazme el favor y respetas a tu hermana mayor jovencita•

•¡Bueno basta ya!, Parecen unas completas desconocidas, son madre e hija, deberían de tratarse mejor• Dice gritando su padre y agrega mirando a su hija• Nicol, siéntate a desayunar. Y tú, ya deja de decirle cosas a Nicol que quizás más adelante te arrepientas• Eso ultimo lo dice dirigiéndose a su esposa.

Nicol se sienta con el ceño fruncido y su madre molesta, luego que terminaron de desayunar, sus padres se sentaron en la sala. Nicol y Nicolás estaban sentados ahí mismo también, Nicolás le estaba mostrando las fotos que se había tomado en la fiesta... Suena la puerta y entran Carol y el muchacho a quien va a presentar seguramente su Novio.

•Familia, Quiero presentarles a mi novio• Dice Carol sujetando al chico por el brazo.

Nicol se queda mirando al chico en shock, ya que el novio de su hermana era el chico de la terraza, el aún no había notado que ella estaba ahí.

•Hola, mucho gusto joven• Saluda el padre dándole la mano a chico.

•Hola, igualmente, mucho gusto• Responde el chico, estrechando la mano también.

•Que chico más guapo hija, supiste elegirlo bien físicamente• Dice la madre saludándolo con un beso en la mejilla.

•Gracias mamá•

•Bueno amor, ellos son mis hermanos mellizos, son un año menor que yo, él es Nicolás•

•¡Nicolás!, ¿Cómo estas amigos?•

•Bien y me imagino que tú también, ahora somos cuñados•

•Pues sí, ya vez•

•¿Ustedes ya se conocían?• Pregunta Carol.

•Sí, siempre jugábamos al fútbol en la preparatoria•

Nicol tenía la cabeza agachada, por eso él aun no la había reconocido.

•Bueno corazón, y ella es Nicol• Nicol levanta la mirada, y él la ve, queda atónito. No podía creer que era ella.

•Hola Nicol, mucho gusto• Saluda él, como hipnotizado.

•Hola• Dice ella, yéndose a su habitación.

Estando ahí, sentía rabia y no sabía el por qué, se desvistió, se metió a la ducha, cuando salió se vistió con unos jeans negros ajustados, una camiseta verde, una zapatillas y se peinó el cabello dejándoselo suelto como siempre.

Salió de la habitación y escucha risas desde la sala.

•Hermana, ven, únete a nosotros• La llama Nicolás, el chico solo la observaba.

•No gracias• Responde ella desde la Cocina.

•¿Por qué?•

•Porque no me apetece hablar idioteces con ustedes• Responde Nicol dirigiéndose a la puerta.

•¿Adónde vas?•

•No es tu problema• Sale y cierra la puerta de un portazo.

Estando ya en la calle se sentía un poco mejor, más despejada, saludaba a algunos amigos y a algunos vecinos, caminó y caminó, hasta llegar al puente donde solía estar siempre, bajo el puente estaba un lago, en el lago habían algunos peces a los cuales se les podían alimentar, pero ella no hacia eso, solo los veía, el sitio era como un tipo de parque. Simplemente le gustaba estar ahí.

•Hola Nicol• Escucha decir a alguien.

•¿Qué haces tú aquí?• Le pregunta al chico de la terraza, ahora novio de Carol.

•Suelo venir de vez en cuando•

•Eres un mentiroso, siempre vengo y nunca te he visto•

•¿Esperabas verme?•

•Obvio no•

•Bueno, si hablamos de mentirosos, tú eres una•

•¿Por qué?•

•Porque me dijiste que Nicolás era tu novio y resulta que es tu hermano mellizo•

•Y tú me dijiste, que hoy me irías a visitar a mí, pero fuiste a conocer a mis padres porque eres el novio de Carol•

•Entonces si me estabas esperando• Dice él con una mirada picara.

•Claro que no•

•Sí, claro•

•No me has Respondido, ¿Por qué estás aquí?•

•En lo que saliste, metí la excusa que me han llamado y tenía que ir a casa, y te he seguido•

•¿Por qué hiciste eso?•

•Porque quería hablar contigo•

•¿De qué?•

•De por qué no te fui a visitar a ti y llegue siendo novio de tu hermana•

•Eso es algo que no me importa y no me importaría saber, no es asunto mío•

•Siento que tienes que saberlo•

•Pues no es así•

•Nicol, quiero conocer más de ti, ser tu amigo•

•Pues ya yo te dije que no, que no quiero ser tu amiga, ya tengo muchos amigos•

•No puede ser por eso•

•Sí, es por eso, y también porque no quiero y menos ahora que eres novio de Carol•

•¿Porque soy novio de Carol?, ¿Eso que tiene que ver?• Pregunta él con el ceño fruncido.

•Mira chico, ¡Ya!, Déjame sola, vete, ¿Acaso no entiendes que no me gusta tu presencia?•

•Como quieras, por cierto, me llamo Cristian•

•Ya vete Cristian•

Él se marchó y ella se quedó mirándolo hasta que desapareció, conectó los auriculares a su móvil y se puso a escuchar música.

Mientras escuchaba música, vio a una señora mayor cargando unas bolsas que desde donde ella estaba se veían muy pesadas y la señora no podía con ellas, estaba indecisa en si ir ayudarla o no...  Pero decidió que si iría, se quitó los auriculares de los oídos y se aproximó hasta donde estaba la señora.

•Disculpe, permítame ayudarla•

•Gracias jovencita, se lo agradecería mucho• Dijo la señora dándole una de las bolsas más pesadas.

•Está bien•

Llegaron hasta un banquito que estaba un poco distanciado de ellas, cuando llegaron, se sentaron, estaban agotadas.

•Gracias por querer ayudarme• Agradeció la señora.

•De verdad no es nada, esto sería la primera cosa que hago bueno por alguien•

•¿Por qué dices algo como eso?•

•Tengo mis razones y dígame algo, ¿Acaso usted no tiene a alguien quien la ayude a hacer este tipo de compras?, Creo que para su edad son muy pesadas, sin ofender•

•No me ofendes en nada, ya soy una vieja de 67 años•

•No ha respondido mi pregunta• Insiste Nicol.

•No, no tengo a nadie que me ayude•

•¿Acaso no tiene nietos o hijos?•

•Si tengo pero mis hijos alejaron a mis nietos de mí, ellos ni siquiera me conocen• Dijo la señora en lágrimas

•¿Por qué?•

•Eres muy Curiosa•

•Disculpe, es solo que... Lo siento•

•Cuando estamos jóvenes, creemos que todo el mundo está en contra de nosotros y solemos ser anti parabólicos a todo lo que no dicen, a veces creemos no creer en nadie, ni confiar, crecemos con esa desconfianza, eso suele traer consecuencias siendo adultos, ser de ese tipo de personas, mala sangre, repugnante, hacen que los amigos se alejen, que las personas que están a nuestro alrededor, no quieran conversar contigo, no quieran ni siquiera mirarte, pero eso te lo ganas tú mismo siendo como eres y a la edad que uno tiene, ya estando mayor, ya no se puede hacer nada•

•Usted era así y por eso horita no tiene a nadie, ¿Verdad?•

•Si, mis hijos me dejaron por que no querían que la gente supiera que eran hijos de la vieja malhumorada del barrio, se avergonzaban de mí, por mi mal carácter, todos los amigos o personas que conocía me dejaron de hablar, ahora vivo sola en mi casa sin nadie, hubo un momento en el que recapacite y dije que estaba haciendo mal e intente tratar con algunas personas y volver hablar con mis hijos pero ya era demasiado tarde, con las personas que intente hablar, me humillaron, diciéndome cosas que me hicieron sufrir, pero niña ya no puedo hacer nada, eso me lo busque yo sola y créeme, que fue sola•

•Enserio lo siento mucho, pero así son las cosas de la vida•

•Estas equivocada, así no son las cosas de la vida, eso se lo busca uno mismo por no agarrar consejo•

•Si, seguro•

•Tú como que eres unas de esas personas•

•Claro que no•

•Bueno como digas, ya me voy• La señora agarra las dos bolsas.

•Déjeme terminar de ayudarla•

•Está bien•

Nicol agarrar la bolsa más pesada y empiezan a caminar, hablaron más de los hijos de la señora hasta llegar a la casa de la misma, al llegar, ve que al frente de la casa de la señora estaba Cristian y otros amigos de él, ella se quedó mirándolo y el a ella.

•¿Es ese chico tu novio?• Pregunta la señora.

•No, no es mi novio, yo no tengo novio, él es el novio de mi hermana•

•¿Pero te gusta?•

•Claro que no, ¿Por qué habría de gustarme?, Además, ¿Por qué usted dice eso?, No tiene ningún derecho•

•Creo que si tengo el derecho, yo te he hablado de mi vida, creo que tengo derecho de saber de la tuya, además, no has parado de mirarlo•

•No lo estoy mirando•

•Estas nerviosa•

•No lo estoy, ese chico más bien me cae mal, es muy preguntón y necio•

•Así se empieza•

•Muy bien abuela, habrá la puerta y deje de hablar•

La señora abrió la puerta sin parar de reír.

•Puedes dejar la bolsa por acá, gracias por ayudarme•

•Ya le he dicho que no es nada, adiós, ya me voy, espero verla en otra ocasión•

•Igual a mi joven, ¿Por qué no me dejas tu número y yo te llamare?•

•¿Usted sabe usar un teléfono?•

•Aprendí a estar sola, por eso también tuve que aprender a usar un teléfono•

•Bueno, está bien• Dijo ella anotándolo en un papel y escribiendo su nombre.

•¿Te llamas Nicol?•

•Si, ¿Por qué?•

•Así me llamo yo también•

•¿Enserio?, ¿También se llama Nicol?•

•Si, que casualidad•

•Si, bueno nos vemos luego señora Nicol•

•Está bien•

Nicol salió de la casa y se encontró con la mirada de Cristian, ella trató de no mirarlo pero él la llamó.

•¿Nicol?• Dice acercándose a ella.

•¿Ahora que quiere?•

•Hablar contigo•

•¿De qué?•

•No sé, vamos a mi casa•

•¿Acaso crees que soy tu amiga?•

•Si•

•Pues no es así, adiós•

•Vamos Nicol, no seas así•

•No entiendo tu empeño conmigo, déjame en paz•

•Escucha, aunque seas tan cruel y grosera conmigo, tú me caes muy bien•

•Si, pues yo no quiero que sea así•

•Vamos a mi casa, podríamos tomar algo, hablar, veras que si te caeré bien•

•Yo no espero eso, pero si es la única manera de que me dejes en paz, bueno, vamos a tu casa•

•Genial, no te arrepentirás •

Se aproximaron para la casa de Cristian, que quedaba cruzando la calle, ella se sentía indecisa, y tenía rabia de ver dicho que si a esa propuesta, pero ya no se podía hacer nada, ya estaban adentro.

•¿Qué se supone que vamos hacer aquí?• Le pregunta ella.

•Conocernos•

•Ya yo te conozco a ti•

•Me refiero a conocernos un poco más, saber más de cada uno•

•No entiendo Cristian, ¿Por qué?•

•Ya te lo dije, porque me caes bien, bueno, pasa al patio trasero y ponte cómoda, yo iré por algo de beber•

•Bueno...•

Ella pasa para el patio y se sienta en una de las sillas con toldito que estaba junto a la piscina, él estaba en la cocina sirviendo en dos vasos, jugo de naranja y en una bandeja tenía unas galletas de chocolate, él se encontraba nervioso, jamás se había sentido así con cuestiones de chica, pero es que ella no era una chica cualquiera, termino de hacer lo que hacía y se aproximó para el patio trasero.

•Disculpa la tardanza es solo que...•

•No pasa nada• Le interrumpe ella.

•Bueno, he traído jugo de naranja y algunas galletas de chocolate• Dice el colocando todo en la mesa que estaba junto a la silla.

•¿Estás solo?• Pregunta ella comiendo una galleta.

•Sí, siempre estoy solo, a mis padres muy pocas veces los veo, siempre andan trabajando o si no, están ocupados con distintas cosas•

•¿Y tus hermanos?•

•No tengo hermanos, soy hijo único•

•Que bien•

•¿Y tú tienes buena comunicación con tus padres?•

•Lo normal•

•Tu hermano me ha dicho, que casi nunca estas en casa y que no tienes una muy buena relación con tu hermana y tu mamá, porque tú eres muy diferente a ellas•

•¿Por qué mi hermano te ha dicho eso?•

•Porque cuando tu saliste, Nicolás ha visto mi expresión, ya que me extrañó que tú no hayas querido sentarte con nosotros, así que él me dijo que no me preocupara tu aptitud, que siempre eras así, ya que no tienes buena comunicación con ellas dos, que no era porque había un supuesto extraño en casa, ósea yo, y supuesto porque él no sabe que ya nos habíamos conocido• Dice el encendiendo un cigarrillo.

•Bueno, es verdad• respondió ella, observando como fumaba.

•¿Por qué no tienes buena comunicación con ella?•

•Ya te lo dijo Nicolás, somos muy diferente, ¿Por qué fumas?•

•Sí que sabes cambiar el tema, bueno... No sé, creo que me gusta hacerlo•

•¿Qué edad tienes?•

•17, ¿Por qué?•

•Tienes 17 años y piensas que esto es bueno porque te gusta, te estas arruinando la vida, no es bueno que sigas haciéndolo, puedes parar horita que eres joven•

•Vaya, ¿Te preocupas por mí?•

•No, solo te estoy diciendo que esto no es bueno, allá tú, si no agarras consejos•

•Vale, vale, sé que no es bueno, pero me hace feliz, empecé hacerlo desde los 12 años, ya se me hace imposible dejarlo•

•Te has vuelto un adicto, esto quizás no te perjudique horita, pero si te perjudicara mucho más adelante, ¿Quienes más saben esto?•

•Solo tú, Por eso te pido que no le digas a nadie•

•¿Es por eso que quieres acercarte a mí, para convencerme de no decir nada?•

•Por eso y porque bueno, ya te dije, me caes bien y me llama la atención tu forma de ser•

•Mi forma de ser•

•Si, eres muy diferente a las demás y eso te hace única, no había conocido una chica como tu•

•Sí, claro, no empieces con eso de que soy diferente, y empezar a meter mentiritas solo para...•

•¿Para qué?, ¿Piensas que me acerco a ti para conseguir sexo?• Le interrumpe el.

•Pues no sé, pero tengo entendido que tampoco es para tener una amistad, estás conmigo solo porque sé que Fumas y no quieres que nadie se entere, solo por eso, ¿Acaso crees que soy tonta? Pues no amigo• Dice ella levantándose y yéndose a toda prisa.

•¡Espera, no pienses eso!• Dice el pegándose atrás de ella.

•Abre la puerta• Pide ella, refiriéndose a la puerta que conduce a la calle, estaba cerrada con llave.

•No, hasta que me digas que no piensa eso de mi•

•¡Mira!, No hagas que me moleste más de lo que estoy, abre la maldita puerta ya•

•Nicol, por favor, volvamos adentro y seguimos hablando•

•No quiero Cristian, abre la puerta•

•Nicol, anda, Disculpa si te dije algo que te incomodara•

•¡Todo me incomoda!, Me incomoda que estemos hablando y me incomoda estar aquí, ¡Abre la puerta ya!•

•Okey, okey, ya la abro, pero si me prometes que vamos a salir un día de estos a divertirnos•

•Yo no prometo cosas, abre la puerta, me quiero ir•

•Bueno..• Él abre la puerta y ella se va a toda prisa, él se queda pensativo, nunca le había tomado tanto interés a una chica, se preguntada… ¿Por qué?...

Nicol iba caminando por la acera con la cabeza agachada, pensando que a pesar que su trato hacia las demás personas no era el más educado, se sentía mal de verlo hecho con Cristian, se sentía extraña por verlo tratado mal, pero no le había gustado que solo le hablara para impedir que ella dijese algo acerca de su adicción, ella igual no diría nada así se hablaran o no, no era su problema, fue una mala idea que ella entrara para esa casa, lo único que le gustó fueron las galletas, aunque le pareció bien conversar un rato con él y a la vez le gusto que el insististe para que ella fuera a su casa, “¿Y si es verdad y no debería pensar eso de él?” “¿Y si, si quiere tener una amistad conmigo y yo solo interprete mal las cosas?”. Esas son preguntas que Nicol se hacía, para que al rato ella misma se la respondiera, “•Claro que no, él es hombre y se merecía que le dijera eso y mucho más, es obvio que piensa que soy una chica como las demás, pero no•”... Luego de unos minutos suena su teléfono sacándola de sus pensamientos. Miró el móvil y vio en la pantalla una foto de Nicolás con la lengua afuera.

•¡Habla tu mellizo favorito!• Dice él, divertido.

•Eres mi único mellizo• Responde ella secamente.

•No sabes la felicidad que me da escuchar eso•

•¿Qué quieres Nicolás?•

•Vaya, veo que sigues de malas, te llamaba para decirte que fuéramos horita para la cuestión de la universidad•

•¿Para ver si quedamos?, Es obvio que yo quede•

•Sí, pero para estar más seguros es mejor que vayamos•

•Si, tienes razón, además, si, si quedamos, tenemos que preguntar, cuando iniciamos•

•A vez, vente•

•Ya voy•

Nicol y Nicolás iban a estudiar derecho, al parecer era lo único que tenían en común, quizás tenían otras cosas en común pero como nunca hablaban de sus gustos. Ser futuros abogados es algo que le encantaban a ambos, ellos se irían a estudiar fuera de la ciudad y una señora les estaba ayudando para que pudiesen entrar a la universidad sin ningún problema ya que ella daba clases ahí y estaba de vacaciones por aquí y decidieron aprovechar la oportunidad.

Ya estando en la casa de la señora, se saludan, pasan y se sientan en la sala.

•Muy bien señora Laura, díganos como salió todo, ¿Si pudimos entrar en la universidad?• Le pregunta Nicol de una vez sentándose en el sillón.

•Nicol, vamos por parte, cuéntenme, ¿Como les ha ido?•

•A mi muy bien, de maravilla, la fiesta de graduación estuvo increíble y por primera vez Nicol usa un vestido, era el centro de atracción pero ella no se dio cuenta, siempre con su mal humor para arriba y para abajo• Cuenta Nicolás.

•¡Cállate Nicolás!, ¿Nos podría decir cómo nos fue?•

•Bueno vamos al grano, el promedio de Nicol excelente y el tuyo un poco bajo Nicolás, pero si, si los aceptaron, dijeron que poseían mucha virtudes y que solo es un poco que tienes bajo el promedio Nicolás, que esperan mucho de ti, de Nicol si no pidieron nada más, que estabas bien así, que siguieras así y que con ese promedio para lo que quieres estudiar está muy bien•

•Lo sabía, sabía que yo iba entrar y pues… ¿Cuándo nos vamos de aquí?, ¿Cuando iniciamos?• Pregunta Nicol.

•Tendrían que irse en esta semana, para que vayan buscando en donde quedarse, para que vayan buscando su comodidad por 5 años, ya que derechos es una carrera larga, porque en dos semanas empiezan de una vez•

•¡¿En dos semanas?!• Pregunta Nicolás.

•Si, en dos semanas, ¿Están listo para irse?, Alejarse de sus padres, ser solo ustedes dos•

•Yo si• Dice Nicol.

•Yo… Creo que también• Dice Nicolás.

•Bueno chicos, eso es todo, mucha suerte, cuídense y espero y tengan mucho éxito• Le dice Laura con una sonrisa.

•Gracia Laura y también muchas gracias por ayudarnos con esto, enserio lo necesitábamos, gracias• Agradece Nicolás.

•Gracias Laura• Le agradece esta vez Nicol.

•De nada chicos•

Luego se despidieron y salieron de la casa.

•Estoy tan emocionado Nicol, nada más imagínate nosotros solos, sin padres, estando de fiesta en fiesta, llegando tarde, eso sí que suena increíble• Dice Nicolás.

•¡Que!, ¿Estás loco?, ni creas que vas hacer eso, vamos es a estudiar, no vas a ir a fiestas ni nada por el estilo, si no estarán nuestros padres no significa que vas hacer lo que te venga en gana•

•Pero tu podrás venir conmigo, te podrías hasta conseguir un novio•

•No iré contigo a ningún lado y tampoco quiero un novio•

•Vaya, ¿Cuándo será el día en que me conviertas en cuñado de alguien?•

•Ahss, cállate, deja lo inmaduro•

•Bueno•

Llegaron a su casa, ya era de noche, después de cenar planean para ver una película todos en la sala.

•¿Veras la película?• Pregunta Nicolás a Nicol.

•No, estoy muy cansada iré a dormir•

Nicol se va a su habitación, se da una ducha y se acuesta.

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