Vainilla Love
Ser uno de los mejores modelos de todo Corea del Sur, ha sido una verdadera fortuna para Kim Taehyung, quien con solo catorce años sabía bien lo que quería, siempre teniendo en claro que debía luchar constantemente por obtener aquello, pues con todo y que su abuela le decía que la vida recompensaba con cosas más, o cosas menos, dependiendo de qué tan bueno o malo hayas sido en tu pasado, él no creía mucho en ello, mas sí en qué quería ser el propio dueño de su fortuna y su destino.
Kim Taehyung es un vivo ejemplo de que la fortuna puede o no existir, de que dependiendo de qué tan duro trabajes, es la recompensa que obtendrás.
Con una edad de diecisiete años, Kim Taehyung, o mejor conocido en ese momento por sus amigos como V, debutó en el mundo del modelaje, y gracias al novio de su mejor amigo, Jeon Jungkook, quién propuso a Taehyung cómo el chico perfecto para el trabajo sin mucho sueldo.
Park Jimin, novio de Jeon Jungkook, con apenas veinte años, ya se encontraba figurando como uno de los diseñadores más prometedores de todo Daegu, misma ciudad que a pesar de mantenerse lejos de la capital, seguía siendo catalogada como una de las cinco ciudades con más sentido de la moda.
Taehyung había iniciado principalmente a modelar conjuntos juveniles y muy coquetos de invierno, que con todo y que eran de invierno, parecían y se lucían como de verano también, algo verdaderamente afortunado para los amantes de ambas estaciones del año y lo vintage.
A Taehyung verdaderamente le fascinó modelar aquellas estaciones del año, debido a que con el fin de que la gente comprará más no solo por su aspecto sino por lo bien que dicha ropa lucía en el modelo principal, Jimin terminó por regalarle dicha ropa al pelinegro de Taehyung, que además había aprendido a combinar muy bien su ropa con el aspecto de su rostro ligeramente maquillado.
Sabiéndose afortunados tanto Taehyung cómo Jimin pronto se volvieron amigos, y sin imaginarlo en cuñados.
Durante la siguiente fría y tormentosa estación de invierno, el pelinegro de Taehyung cogió un resfriado terriblemente fuerte que le impidió ser modelo para la pequeña pero elegante tienda que Jin tenía en el centro de la ciudad.
Jungkook odiaba cuando Taehyung se cogía algún virus, y es que verdaderamente se prendían del menor y no lo dejaban continuar con sus actividades correctamente durante una semana y media, misma que aunque Jungkook quería ir y cuidarlo, por su trabajo de medio tiempo y la escuela, le era algo totalmente imposible.
El pelicastaño de Jimin se negó a ver a su lindo novio triste y preocupado por lo enfermo que su mejor amigo se encontraba, por ello fue que recurrió a su más inesperado pero muy asertivo aliado, que sin rechistar un solo segundo aceptaría ir a cuidar a Kim Taehyung, pues desde que lo había visto había quedado total y completamente enamorado de él.
Kim Seokjin se llamaba aquel chico que sin imaginarlo nadie siquiera, era el mejor y más grande fan de Kim Taehyung.
Jin a pesar de tener un apellido diferente al de su hermano mayor, Jimin, era desde luego un Park, que al divorciarse sus padres había pasado a formar parte de los Kim, siempre teniendo en claro que ambos apellidos y padres era lo mejor que podía tener, muy a pesar de que el amor entre ellos se hubiese acabado.
El pelinegro de Jin era al menos un año y medio menor que su hermano mayor Jimin, haciéndolo así que fuera un año y medio también menor que todos los amigos de este.
Sonriendo ampliamente con la noticia que tanto su hermano como su cuñado le daban, Jin sin dudarlo aceptó de inmediato, tomando así sus cosas en el proceso y queriendo ir a plenas 10 de la noche.
ㅡEscucha bien, Jin ㅡcomenzó hablando Jungkook, quedando maravillado momentáneamente por lo adorable que se veía el hermano menor de Jiminㅡ. Taehyung se suele deprimir un poco en estas estaciones del año, y ahora puede que lo haga un poco más al estar enfermo, así que...
ㅡDescuida, Hyung. Mi misión será no dejar que eso pase, todos los días haré reír dulcemente a Taehyungie, haré que se sienta y se vea bien para cuando pases a recogerme, y no tendrás ni una sola queja de mi futuro esposo ㅡasintió de pronto muy emocionado Jin, asustando un poco a su hermano, pero tranquilizando a Jungkook.
ㅡEso espero ㅡrespondió serio Jungkook, dándose cuenta totalmente de que Jin en verdad gustaba de su mejor amigo, mismo que aunque lo negará una y otra vez, también gustaba del menor, al cual apenas y había visto un par de veces.
Jungkook pensaba que aquella enfermedad y ocupaciones en la vida de los mas cercanos amigos de Taehyung era una clara señal de que Jin y él debían estar juntos por al menos un tiempo, con el fin no solo de conocerse mejor y ver si realmente aquel era tal y como lo habían imaginado, sino también con la intención de apoyarse el uno al otro con cosas meramente superficiales, y es que ambos chicos sentían una gran atracción por el anime y lo que esto traía consigo también como, cosplays en convenciones, maratones interminables o secciones de lectura en compañía de alguien muy especial y único.
Tanto Jimin como Jungkook pronto se dieron cuenta que Jin había cumplido totalmente su palabra con respecto a no dejar que Taehyung se deprimiera ni un solo momento, porque por supuesto, Jin había ido todos y cada uno de los días que Taehyung estaba enfermo, a una cabina de fotos cerca de la tienda de ropa en donde trabajaba su hermano, siempre asegurándose de tomarse un par de fotos graciosas para alegrar el día de Taehyung que no entendía como el menor era tan ocurrente con las caras que debia poner, puesto que todas eran muy diferentes la una de la otra y anteriores.
Claro que así como Jin tenía detalles para con Taehyung, Taehyung también se estaba encargando de preparar una sorpresa para Jin, una que esperaba le gustará mucho.
Los siguientes días antes de finalizar por completo su estancia juntos, Jungkook y Jimin fueron los más grandes testigos del inicio de una muy bonita historia de amor.
Conteniendo su respiración de una manera poco saludable, Taehyung vio a Jungkook acercarse a él corriendo, clara señal de que Jin ya se encontraba llegando a su casa por última vez como su mejor medicina.
ㅡYa viene ㅡaviso Jungkook, dejando que su lindo novio le diera un vistazo rápido a su hermanito que tenía una cara algo triste.
Miralo Kookie, Jinnie está triste porque cree que es la última vez que va a poder estar con Taehyung.
Formando un puchero, Tae poco a poco se acerca a la puerta de su casa, mientras Jungkook y Jimin van tomando lugar unos metros más detrás de Taehyung, guardando de cierta manera sus emociones por lo que está apunto de pasar en calle hermosa pero pequeña casa, que Taehyung únicamente había compartido con su abuela y que de haber estado ella con él en la ciudad, su mejor amigo no habría tenido de que recurrir a los cuidados de su amor platónico, aunque ello no era algo de lo que para nada se arrepentía.
Sintiendo la facilidad con la que sus manos se deslizaban entre sí, Taehyung comprendió por fin, que durante un corto tiempo se había negado la oportunidad de acercarse al menor, que lejos de rechazarlo o sentirse incómodo con él, se sentía igual que él cada vez que el otro estaba cerca.
Tomando aire durante unos segundos y exhalando en otro par más de segundos, Taehyung escucha la puerta central de su casa sonar, alertando no solo a él sino a Jimin y Jungkook también.
Cerrando y abriendo sus ojos en cortos segundos, Taehyung abre la puerta y se sorprende tremendamente por ver a Jin con los ojos inundados de lágrimas, que le son muy entendibles o eso cree.
ㅡ¿Por qué lloras Jinnie? ㅡpregunta pronto y bajo el mayor de los dos, mientras Jungkook intenta mantener a Jimin en su lugar que al escuchar que su hermanito sollozaba bajo, quiso acercarse a él y arruinar la sorpresa sin querer.
Tranquilizandose mental y personalmente, Jin mira a Taehyung y empieza a contarle, aunque algo apenado.
ㅡEs que por la mañana al irme a la escuela, olvide tomar el dinero para que al salir pudiera pasar a la cabina de fotos, y bueno, no importó mucho porque Hoseok, mi mejor amigo, me presto dinero, pero...
Guardando silencio por unos segundos, Taehyung se limita a sonreír bajo, por lo lindo y tierno que el chico frente a él, se ve justo en ese momento.
ㅡPero hace un momento que pase, la cabina no estaba abierta y tampoco la tienda de mi hermano que dentro tiene una también, y esa foto era muy importante porque con ella nuestra estancia juntos iba a finalizar...
Contando con el mentón bajo, Taehyung se sonroja por todo lo que el lindo joven le hace sentir con la más mínima y tierna historia.
ㅡTranquilo, más adelante puedes tomarte esa foto, o mejor aún, podemos tomarnos una foto justo ahora, juntos ㅡsugiere el mayor, a lo que inmediatamente el menor alza su cara y con una expresión más que feliz adornando su rostro, asiente.
ㅡ¿No estarás muy ocupado para eso, Hyung? ㅡcuestiona con cierto miedo Jin, y mientras vuelve a bajar y alzar su rostro por leves segundos, acción que a Taehyung le parece inevitable ignorar.
ㅡJamás estaré muy ocupado para tí, pequeño. Me cuidaste durante una semana y media, así que ahora yo quiero cuidarte de ahora en más... Aunque no como un simple amigo, Jinnie ㅡconfiesa por primera vez Taehyung, sincerandose no solo con Jin sino con su mente también.
ㅡ¿Qué significa eso? ㅡUn poco confundido Jin, el menor deja que el mayor tome lentamente su mano y que la puerta principal de la casa de este poco a poco se vaya abriendo, haciéndolo ver de inmediato el hermoso jardín sino también a quienes están sobre él.
Cubriendo los ojos del menor por unos segundos, Jimin y Jungkook comienzan a extender el cartel que se escondía perfectamente entre sus manos finas y viendo los nervios del menor apoderarse de todos, Taehyung descubre los ojos del mismo, dejándole ver a sus ojos la singular serie de fotos que cada día durante una semana y media le dio a Taehyung, aunque en una formación diferente que no solo reflejaba su rostro muy bien definido en partes pequeñas, sino que además deslumbraba en una sola imagen enorme.
ㅡNo sé si Jungkook te dijo que me especializo en la carrera de arte y comunicación visual. Este es un pequeño regalo para tí por tu gran labor cuidándome. Sin embargo, también es una confesión sentimental.
Girando Jin su rostro hacia la persona de Taehyung, un pequeño pero tierno puchero lo hace sentirse como el chico más afortunado de todo el mundo, porque en verdad eso era lo que el menor más había deseado desde que había sentido a su corazón latir desenfrenado por el mayor que pensó no se fijaba en él.
ㅡTiempo antes de que fuera el modelo principal en la tienda de Jimin, te había visto una o dos veces ahí, no obstante, jamás me anime a hablarte porque creí que era una total y completa locura. Intenté convencerme a mí mismo que lo que sentía por ti era meramente curiosidad por conocerte un poco más y ya, pero ahora me doy cuenta que para nada quería eso, al menos no únicamente. Seokjin, chico lindo e ingenioso, quiero conocerte un poco más, eso sigue siendo cierto, pero en un plan más personal.
Inhalando todo el aire que podía, Taehyung sujeto las manos de Jin entre las suyas y con gran temor preguntó lo inimaginable para él y el chico frente suyo.
ㅡJinnie, ¿te gustaría tener una cita conmigo?
Feliz y sonriente Jin asiente y continúa aquella propuesta.
ㅡMe gustaría tener una, dos, tres y mil citas contigo Taehyungie, pero me parece perfecto empezar con una.
Contentos ambos por las palabras antes dichas por cada uno, un primer beso se hace presente, siendo no solo más que lindo y abrazador con sus corazones, sino con los ajenos a ellos también, que eran testigos del gran inicio de una maravillosa y hermosa historia de amor, entre las almas más que perfectas de Kim Taehyung y Kim Seokjin.
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