Me coloqué el vestido que me correspondía, mi hermana estaba a mi lado ayudando a acomodarlo sobre mi cuerpo, cuando hube estado lista fuimos nueva vez con Alex.

Estaba preciosa, sonriente y feliz, su hermano si vino. Tenía un estupido plan con el mío para llegar de sorpresa así que el día en que estábamos haciendo su despedida lo encontró en su casa con todos los chicos quienes estaban con la de Taehyung.

Esta se le tiró encima con apego y lloró bastante, estaba más cambiado, más musculoso y con más tatuajes desde la ultima vez que lo vi, también se veía más tranquilo.

Desde hace algunos días he estado sintiendo fiebres, así que estoy hasta arriba de medicamentos para que no se me note el agotamiento que muestra mi rostro.

Aquel día luego de haber acabado el beso me marché y no nos hemos vuelto a ver desde entonces. Había cumplido su promesa de no incomodarme más, si fue a la despedida de Taehyung pero cuando se le dijo que iríamos nosotras se marchó, eso me dijo Jungkook.

Me hacía sentir mal que tuviera que esforzarse mucho para evitarme así que también lo hice yo para restarle más trabajo.

La celebración y ceremonia realizada fue hermosa, Alec entregó a Alex en el altar y Taehyung lloró. Todo era íntimo pero aún así las amistades de este era mucha, también los familiares de los chicos, estaban todos y noté lo unidos que son los padres de los chicos.

En algún punto de la celebración el padre de mi ex se acercó para saludarme, habló conmigo un rato y fue bastante agradable, recuerdo que él siempre fue bastante respetuoso y trató de que me sintiera cómoda.

A su madre apenas la salude de lejos con la mano, me daba algo de incomodidad saludarla y creo que a ella también, más ahora que no estamos juntos.

Lo vi a lo lejos conversando con Hoseok y me sentí incómoda dé repente, así que decidí salir a tomar aire fresco.

El lugar era lindo, era pleno día pero aún así lo sentí sofocante. Sentía una opresión horrible en el pecho y cuando creí prudente el hecho de marcharme lo hice.

Mi vuelo estaba pautado para el día siguiente así que me despedí de los chicos en la boda, no tenía planeado verlos más hasta irme y tampoco volver. Eso no lo saben ellos.

Estaba cansada, más bien agotada, me adentré a mi cuarto dejando a mi hermano y a Alec con la palabra en la boca y me recosté tratando de sentirme mejor.

Mi cuerpo sentía frío, pero sudaba. Mis pies estaban sudorosos cual gelatina, y mi garganta seca y rasposa.

...

Esa mejoría que añoraba no llegó, había pasado una horrible noche, llena de fiebres y temblores, llegué a la cocina como pude y una frenética tos me atacó, trataba de buscar agua que me ayudara a calmarla para lograr así tomarme el medicamento.

Mi hermano fue hasta donde me encontraba supongo que por el ruido y me encontró con las manos ensangrentadas.

Sentí miedo en ese momento, miedo de irme.

Había tosido sangre.

Fin

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