Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

22

Eran cerca de las 11a.m. cuando los Lee arribaron en su casa en Daegu. Les parecía mentira que estuvieran por irse de aquel acogedor hogar que tenía tantos recuerdos tenía dentro, pero el gran Busan les estaba dando oportunidades increíbles a los cuatro, dos ofertas de trabajo para los adultos, con un sueldo muy considerable en puestos estables. Uno en una importante cocina de un gran hotel para el chef y otro en un estudio contable para la contadora.

Las dos adolescentes tenían en una de las mejores preparatorias privadas del país. Ninguno sabía cómo es que habían aceptado eso cuando los amigos eran todo para sus hijas, pero no interfirieron en sus decisiones.

—Seguro se nos escapen alguna noche para volver aquí —dijo el hombre a su esposa cuando estuvieron solos en el auto.

—Una noche por semana —aclaró la mujer con una risita y bajó de su asiento, puesto que sus dos hijas la habían curado de espanto con todas sus ocurrencias diarias. Estaba segura que algún día Siyeon aparecería con la mitad del pelo rapado y Gahyeon con una bomba nuclear ""experimental"" en medio de la sala.

—Iré a comprar comida.

Se despidieron con un beso y la pelinegra dio media vuelta para entrar a la casa donde Gahyeon y Siyeon ya estabas en llamada con la pobre Yeeun. Apenas se despertaba y sus hermanas favoritas la llamaban diciendo que se mudarian ¡Así! ¡Sin más!

—Te contaremos bien cuando vengas, necesitamos ayuda para guardar todo, Yeeuna~ por fis —insistió la menor de las dos haciendo pucheros frente al celular.

—Vamos, no voy a sopoportar no despedirme de ti~

—Iré... pero solo para golpearlas por que me estan dejando aquí solita —se quejó la pelicorta dignandose a tomar asiento en la cama. Aún en la cámara se notaba como no podia terminar de reaccionar, pero despues de un par de segundos volvio a estar conciente. —Tengo que bañarme, anoche salí y huelo mal pero supongan que en media hora estoy ahí.

—Bien, te esperamos.

Se despidieron y tuvieron que proceder a llamar a sus demás amigos, fue cuando se separaron puesto que Siyeon llamó a Daemin y Joonyung mientras que Gahyeon llamó a Dahyun y Mia. No soltaron el celular hasta que su papá les gritó diciendo que sus sándwiches estabas listos y que había traído cajas para guardar todo.

Para cuando terminaron de comer cada una se sentó en su cama con pesadez y se miraron con lágrimas en los ojos, sin querer irse de aquel lugar donde estaban tan cómodas, tan felices. No hacía falta que abrieran la boca para que supieran que la otra se sentía igual, la pena y el arrepentimiento se leía en sus apagadas miradas.

Pero intentaron animarse mutuamente, bromeado sobre que podían tomar el tren y venir cuando les diera la gana, incluso de madrugada. O que si se quedaban seguro habría un chica que vendría a buscarlas para llevárselas de los pelos.

—Además tampoco quiero que nos borren la memoria —aclaró la mayor.

—Lo mismo digo... ¿Sabes? Creo que ya se lo que están tramando hacer esos bichos, solo estoy esperando a que algo me lo confirme.

—¿A qué te refieres? —preguntó curiosa la peliazul, imitando a su hermana menor que ya estaba empezando a guardar las cosas de su escritorio.

—Pues- cuando lo confirme te lo digo. Llegó Yeeun.

Ambas asintieron, sabiendo que no era algo que pudieran hablar así como así con su amiga, por más confianza que tuvieran o por más pena que tuvieran por mentirle a la persona más especial que tenían en común.

De todas formas se ocuparon de colgarse de ella a modo de saludo y de hablar sin parar sobre lo fantástico que era Busan, en especial las chicas que habían encontrado ahí. Mientras Yeeun hablaba de lo que se había entetado por tal o de lo que había visto entre fulano y mengano. En algún punto acabaron del problema que tenía la castaña para hablarle a su crush. A lo que Gahyeon salto fuera del montón de ropa que estaba saltando.

—¡Hablando de chinas! Me acordé de que no les dije. Hoy en la madrugada fui a la playa y me crucé a Dongie. Me pidió alguna recomendación para salir durante el verano... Solo voy a decir que me eligió antes que a Bora~.

—¿Ves? Y después dices que nadie te va a querer, que eres fea o eres insoportable —dijo indignada la castaña para después tirarle el pantalón que estaba doblando.

—¡Lo sé! A veces soy muy tonta jeje.

—Yo ya me lo estaba esperando, es muy linda como para que no le echaras el ojo.

—¿Y tú qué tal? ¿En qué quedó eso con Minji?

—Y~... complicado. Pero así me gustan.

—Que raro, te buscas puros problemas —la acusada se hizo cargo con unas risitas para seguir guardando su ropa en el bolso. Gahyeon sacó su celular para enseñarle una foto que se había sacado con las dos mayores, a cada una le señaló el nombre para darle otras razones para que la peliazul estuviera enganchada con las dos. —. Bueno, son bonitas ¿verdad?

—Son muuuy tu tipo.

Ninguna tuvo nada que argumentar así que siguieron ordenando y guardando, cambiando el tema de conversación a uno mucho más importante: hambre. Después de estar un par de horas trabajando sus estómagos merecían comida.

Por otro lado Minji estaba cruzada de brazos maldiciendo a Bora mentalmente por estar besuqueandose con un canadiense. Cuando los quince minutos pasaron se dio media vuelta y empezó a caminar hacia la calle, lista para irse. No podía creer que la dejara plantada otra vez ¡habían hecho planes! Que para el colmo Yoohyeon también canceló por irse a estudiar con Dami.

Minji estaba indignada y dolida, pero lista para irse por su propio lado a divertirse con alguien más. Sacó su celular para ver si Sowon estaba libre, luego probó con Jackson, con Irene y frustrada terminó por llamar a Dong, que estaba segura que ella no le faltaría ¡¿O también estaría con alguien más?!

—Estoy libre ¿Tienes algo en mente?

—Bueno, diría de ir a una discoteca ¿qué dices?

—Mmm... no es mi lugar.

—¡Ya sé! Te espero en el bar, compraré un par de cosas y haremos una pijamada ¿qué dices?

—Bien, iré.

La castaña estuvo conforme de que alguien al fin aceptara juntarse con ella y se cruzó al supermercado de enfrente para hacer uso de su Black card con el único fin comprar snacks y bebidas para toda la noche. Agradecía que sus padres confianran en ella lo suficiente para no revisar los recibos que ella sumaba, ya que no era la primera vez que hacía uso de ella y de una identificación falsa para comprar algo de alcohol. No era como si de pronto les apareciera con un auto deportivo en la puerta de la casa, pero tampoco les hacía gracia que consumiera seguido.

Salió con varias bolsas en cada mano más su mochilita, bastó dar una rápida mirada a la playa para encontrar a la rubia esperándola con una sonrisa. Handong se acercó con un pequeño trote y le sacó un poco de peso de encima para ayudar, después de todo iban a comer ambas todo aquel motín. Aunque la china estaba más que segura que debía haber alguien más invitado, era demasiado para dos personas. De todas formas no hubo ningún cuestionamiendo en el camino al ex-restaurante.

Minji abrió y fue a dejar todo en el reducido espacio de la cocina, la otra solo la siguió después de cerrar la puerta con el pié. No fue hasta que empezaron a guardar las cosas en la heladera que el plan comenzó a tener más sentido para la segunda, puesto que el lugar no era exactamente apropiado para hacer pijamadas, al menos que a los asientos dr madera le sumaran al menos alguna manta o almohada. No era como si le fuera a molestar hacer una mini fiesta para entrar en confianza con la Kim mayor.

Entonces algo hizo que recordara que Gahyeon y Siyeon volverían en la madrugada, o eso había estimado la menor cuando mensajeraron al mediodía.

—Oye, luego podemos llamar a Gahyeon y Siyeon. Volverán tarde pero...

—Uhm claro, si no están muy cansadas seguro aceptan. Aunque creí que volverían mañana al menos.

—Quieren hacer todo rápido.

La castaña asistió en lo que llevaba el parlante a lo que sería la sala, tardó nada en encenderlo y conectarlo a su celular por Bluetooth, así que la música tampoco tardó en llenar el lugar. Las vibraciones no eran fuertes, era temprano para eso pero sabía que pronto la noche iría cayendo y, con ella, la diversión.

Todo empezó tranquilo, con una botella de jugo y frituras hablando de lo mucho que Minji odiaba que le cancelen a último minuto, en lo que coincidieron totalmente. Luego llegó el tema de los amigos que tenía la menor en China y lo inmaduros que podían llegar a ser. Llegaron las anécdotas de la infancia junto a más y más frituras.

El principio de su adolescencia fue un tema largo, la trágica historia del primer periodo de la mayor junto a risas y un sentido pésame de la contraria. El que llegara ese molesto momento en la escuela era tan vergonzoso como normal, cualquier chica podía entenderlo. Solo que el caracter sensible de la Kim hizo que le lanzara la cartuchera a uno de sus compañeros por decir que era "tonta" por mancharse.

—Desde ese momento odio a Wooyoung, digo... podría superarlo y ya pero siempre acaba haciendo algo nuevo para desagradarme.

—¿Ejemplo?

—Muchos... —suspiró yendo a buscar otro brik de jugo para volver a sentarte donde estaba antes. —El último fue el último día de clases antes de las vacaciones. Teníamos media hora libre pero el empezó a lanzarce cosas con San, cuando llegaron al punto de tirarse una mochila nos castigaron a todos y tuvimos que escribir una opinión sobre el uso de las redes sociales para las estrategias de marketing actuales. Digo, no era lo peor pero de verdad quería un descanso después del exámen.

—Te entiendo. Mis compañeros también son tontos pero así son los chicos... la mayo- mayoría.

—Correcto.

Recién pasadas las 9:00 p.m. cierta salvavidas tuvo la mínima decencia de aparecer en la cabaña, lo que hizo que un par de botellas se estrellaran contra ella. Minji no estuvo conforme hasta tirarle el último bollo de envoltorio que tuvo a mano y solo ahí la saludo.

—Acabarás embarazada o enferma si siguies cogiendo en lugar de cumplirme.

—Ops... creo que Namu también te canceló ¿verdad?

—¡Sí! Se fue a "estudiar" con mi prima, que seguro le debe estar metiendo la lengua hasta la garganta.

—Celosa —dijo Dong mientras iba buscar el baño de aquél lugar.

—Eso, lo que dijo mi chinita. Ya está, ella está haciendo su vida ¡Tú has la tuya! Que te vas a perder a Singie y te vas a querer morir.

La mayor solo torció los labios, pero fue suficiente para que Bora supiera que su fastidio al menos había llegado a puerto. Se encargó de subir un poco más el volumen de la música y sacar el plato principal de la noche para cenar solo las tres, que era lo que había calculado Minji desde un principio. Y como ya estaba de buen humor mezcló vodka con jugo de naraja y lo llevó a la mesa junto a un maso de cartas del UNO. La propuesta era que cada vez que salía un 7 las tres tenían que tomar un trago, además que la que perdía la mano tenía que tomar otro adicional.

No fue sorpresa que la jarra empezara a vaciarse con rapidez, pues las tres habían sacado su lado más competitivo para llevar el ritmo del juego a uno más acelerado de lo necesario. ¡Ganar! Era lo único que había en sus cabezas aún cuando ya todas habían perdido al menos una vez, siendo SuA la única que había perdido dos veces y ahora las quería hacer pagar a las otras dos por atentar en su contra.

Que la puerta sonara un par de veces ayudó a que Minji y Dong fueran emocionadas a recibir a unas cansadas hermanas Lee. Fue el momento exacto para devolver en el maso las cartas que había escondido bajo su trasero para al fin llegar a tener una sola carta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro