La mañana siguiente llegó un mail a los papás de Siyeon y Gahyeon diciendo que D.K. High School quería becarlas por sus notas sobresalientes en las asignaturas de cada una. Artes, Política y Biología para la mayor, y física, matemáticas, literatura e historia para la menor. Diciendo que su desempeño parecía totalmente brillante y adjuntando el anuncio de una casa en venta, junto a innumerables palabras que le daban un gran prestigio a la escuela.

Pero claro, era una escuela en Busan y no podían tomar una decisión tan fácil. Debían consultar sus trabajos, y en especial la opinión de sus hijas.

— ¡Si!

— ¡Totalmente!

¿Y todo el drama por Mia, Yiren, Joonyoung, Wonpil y Yeeun? ¿O la explicación de por qué no hay de dejar su lugar de origen? ¿O lo importante que es su casa en Daegu para ellas? La mujer se bajó los lentes y miró a sus hijas con sospecha.

— ¿Qué se traen ustedes dos eh?

— Nada — respondieron al mismo tiempo, dando más sospecha a sus padres.

— A ver, desembuchen. ¿Por qué se quieren quedar aquí? —las apuntó con un dedo su padre y Siyeon suspiró dándose tiempo para invenrar algo.

— Una chica — se adelantó Gahyeon. — Siyeon está enamorada de una chica de aquí y ella es increíble, llevamos tres días y ya parecen la una para la otra. Y ya saben cómo es Siyeon con eso del hilo rojo y bla bla bla.

(...)

— Maldición —se quejó minutos después Siyeon. — Ahora creen que soy una acosadora-obsesiva o algo así. —se lanzó a su cama después de sacarse las zapatillas y suspiró por enésima vez.

— Pero funcionó. Luego le podemos decir a SuA que finja un poco y ya.

— Ah gracias por presentármela. Creo que vamos a ser buenas amigas.

— ¿Amigas?... ¡¿Amigas?! ¡¿Tú quieres que te mate?!

— Ay~ es buena chica y me cae fantástico... Hasta estaba por darle una oportunidad en ese aspecto pero-

— ¿"Pero" qué? ¿A qué bicho raro te cruzaste en la calle? ¡Por eso no puedo dejarte sola! ¡Dios!

— Minji no es un bicho raro, al contrario.

— ¿Minji? ¿Minji la del equipo? —su hermana asintió y se tapó la boca. — Así que no tienes tan mal gusto después de todo... ¿Es por que te enteraste que es asquerosamente rica? ¿O es por qué es bo-

— No sé, me llama la atención. Y no es por su dinero, escupo en eso y lo sabes. Es bonita, bastante pero no sé, hay algo más...

— Siempre dices lo mismo, yo no veo nada nunca.

— Es porque no prestas atención como yo. Tu lees a los demás, yo trato de sentirlos — cerró los ojos, tratando de recordar la sensación que tenía al estar cerca de la chica. Esa leve sospecha de oler secretos y miedos, pero que pese a eso, transmitierá comodida. Comodidad con mentir... Era eso, claro. Y era malo. ¿Por qué mentir? ¿En qué mentía?

Por su parte, Minji, trataba de persuadir a Yoobin para que se quedara a almorzar. Eran primas, había de qué hablar, y después de todo parecía llevarse bien con Dongie, y Dongie se llevaba bien con Yoohyeon. El resultado que esperaba la castaña era obvio. En especial cuando las dejó a ellas tres por su lado para ir con Bora.
Se sentó junto a ella en la cama ahora que alfin tenían un momento a solas.

— ¿Y qué tal esa chica Siyeon? Parece agradable.

— Lo es. Aunque no hablamos mucho en los 15 minutos de cita que tuvimos pero es divertida, deberíamos llamarla para que venga. Y a su hermanita.

— Tienes su número ¿verdad? Por que de otra forma lo veo imposible.

— En realidad me pasó su IG, les voy a decir que vengan.

— Dale, le voy a decir a mamá que vienen más chicas a almorzar.

— ¡No! —dijo de pronto Yoohyeon, tirando de su brazo mientras sonaba la intro de Lil' touch de fondo. ¿Cómo negarse a esos ojitos brillosos? ¿A ese ligero puchero a punto de formarse? La castaña rodó los ojos y se dejó llevar al espacio que separaba su cama y el ropero. Tal parecía que su amiga ya se había adueñado de Youtube y de su cuerpo... En el sentido de la danza, claro.

Cuando menos lo notó ya había terminado de bailar Gashina y esperaban que empezara Red.

—Dongie elige una —sugurió la repartidora dándolo el control de la televisión. Esta empezo a ver qué sugerían mientras lo consultaba con Yoobin. Ambas se decidieron por poner Genie y Minji se tomó un descanso para ir a buscar agua a la cocina. Recordando de paso a las nuevas invitadas.

—Ma, tal vez-... Ah no está, es verdad. —por un momento olvidó el nuevo horario que tenía, así que no le quedó más opción que sacar ella misma el agua de la heladera y ver qué hacer para almorzar. — ¿Sándwiches o pizza?

Definitivamente sándwiches.

Llevó los vasos de agua a su habitación diciendo que ya volvía y que estuvieran atentas al timbre por si llegaban Siyeon y Gahyeon.

Claro, podría pedir la orden y esperar a que la llevaran a su casa pero prefería estirar las piernas mientras elegía qué llevar. Jamón, queso, ¿salame? Claro. Tomate había en casa; un poco de pollo cocinado. Pan normal e integral. Cuándo llegó lo llevó a su habitación junto a los aderezos, vasos y bebidas. Pero apenas se sentó sonó el timbre y tuvo que volver a bajar.

—Hola~ Adelante chicas —saludó la castaña haciéndose a un lado.

—Hola, Minji unnie.

—Hey ¿qué tal? —Siyeon observó a la dueña de la casa por una fracción de segundo y luego se acercó a ella para plantarle un abrazo cálido. Uno donde sus manos descansaban en la espalda contraria mientras sus pechos se juntaban sin pudor. Era un abrazo que Siyeon amaba dar pero que no todo el mundo se animaba a aceptar por más de dos segundos.
Más la contraria se entregó por completo a aquel contacto tan acogedor.

Y Gahyeon se quedó observando como dos casi extrañas se abrazaban con tantos sentimientos de por medio. ¿A eso se refería su hermana mayor? Es que que no entendía la espiritualidad de tal encuentro.

—Estamos arriba, vamos a almorzar justo ahora. ¿Han comido ya? Ojalá que no —Minji sabía que la surfer era algo confianzuda, al igual que su hermana. Pero algo en ella se sentía a gusto con ella luego del abrazo.

—De hecho comimos algo ya pero quisimos venir de todas formas. Nuestros papás aún creen que tramamos algo para quedarnos aquí.

— Si supieran...