El escenario que se montaron ellas cuatro fue algo de otro nivel, literalmente. El campo de batalla era mucho más grande, ocupando todo el lugar disponible: incluso en altura. El círculo rojo estaba sobre un entrepiso y había pequeńas plataformas sobre las paredes, una flotando en el centro y escaleras para llegar al objetivo. 
1... 2... 3... ¡Listo! Una cosa horrorosa color muzgo se formó desde el suelo, se veía viscosa y tenía la forma sumilar a Homero en el capítulo que sube de peso para trabajar en casa. Solo que muchísimo más bajo, unos 1,40 metros. Además aparecieron unos cuantos más largos y de un color más amarillento, ¿acaso querían ser minions?

Pero tan rápido como aparecieron cada uno tomó un lugar específico, y no habían planeado nada. Wheein fue corriendo al entrepiso, al llegar sacó un rifle negro justo sobre el punto rojo, lista para usarlo. Este tenía patas para sostenerse y una mira mucho más exacta.
Hwasa subió un par de plataformas en la parte de atrás apuntando con dos pistolas enormes, color gris oscuro y detalles en rojo, a los pequeños bichos amarrilentos.

Solar y Moonbyul al tener espada debían permanecer abajo y pelear con más cercanía. Pero claro, la rubia tenía dos afiladas espadas plancas con detalles en dorados mientras Byul tenía una bestia azul noche. Enorme, ancha, imponente.

Aun así tardaron cerca de 15 minutos en vencer a esa cosa enorme. Incluso Moonbyul y Wheein tuvieron que usar dos posiones al ser las más atacadas por el bicho. Solo lanzaba golpes torpes, perezosos ¡y las lanzaba contra el muro!

Pero lograron vencerlo y dejar a las 7 novatas con las quijadas en el suelo. Eso era el nivel que se esperaba de ellas ¿cierto? Pues... Ninguna, ¡Ni siquiera Bora! Se sintieron preparadas para aquello.

— ¡Genial! ¡Subí de nivel! —festejó la morena y chocó los 5 con Wheein.

— ¡Yo igual!

— ¿Qué.... Qué niveles tienen? — preguntó horrorizada Minji.

— 28. — Solar.

— 29. — Hwasa.

— 28. — Wheein.

— ¡30 bitches! — presumió "Moonstar" cruzandose de brazos y sonriendo fanfarrona. — Pero hey, seguro lo harán mejor que nosotras cuando lleguen a este punto.

—Eso espero.

—Bien, volvamos para descansar. Comando izquierdo, panel A, abajo de todos. —y tan rápido cómo lo dijo desapareció. Así pasó con las otras 3.

—Yo no escuché nada y creo que también me saqué un 10. —canturreo feliz Bora antes de irse.

Vaya sorpresa se llevaron todas al ver sándwiches, odeng, bebidas y dulces  listos para ellas; incluso el escuadron M04 ya que no era algo normal pero todo era una despedida-bienvenida para ambos equipos. Y querían hacer algo apropiado para agradecerles a las veteranas.
En cuestión de segundos cada una ya estaba deleitando un plato, o más, de comida.

—Con respecto a la pregunta que hizo Gahyeon, por lo que tengo entendido, Dong está en proceso de mudarse aquí a Busan, pero las hermanas Lee no. Así que solo quedan dos opciones y ustedes deben elegir. Se quedan aquí, estudian en la misma escuela que las otras 5 o se van y les borramos la memoria de todo lo que pasó hoy.

Las dos se miraron por algunos segundos, haciéndose gestos y muecas que parecían un idioma propio de ambas. No tardaron en llegar a un veredicto unánime. —Nos quedamos... ¿Pero que hay de todo el resto? La casa, la escuela, las matrículas, nuestros padres.

—De eso no se preocupen, yo me voy a encargar personalmente.

Claro, Minji se esperaba eso. Comprar una enorme casa para él era igual que ir al super y comprar un paquete de arroz. Después de todo ¿Qué eran unos trecientos mil dólares? Nada. Y sin contar lo de mamá. Aún no podía creer que algún día ambas sumas de dinero iban a ser solo suyas. Ahogante.

—Hey Minji ¿Crees que seamos vecinas? —preguntó la surfer acercándose a la susodicha. Debía admitir que le atraía y algo le llamaba la atención pese a su tranquila personalidad. Así que hablar era la mejor forma para llegar al fondo del misterio.

—Es lo más probable. Hay una casa casi enfrente de la mía que está en venta hace unos días.

—Genial entonces. Gahyeon me dijo que trabajas en un bar o algo así.

—Uhm algo así —rió leve —. Es un puesto de bebidas en la playa de al lado. Quiero aprender un poco de administración desde adentro.

—¿Vas a seguir el negocio familiar, o algo así? —siguió preguntando ya más cómoda mirando a su contraria. Las paredes de la sala parecía ser de goma o algo así.

—Sí, creo. Hoy me lleve una sopresita.

—Jeje seh, tu cara decía todo. Aunque debe ser cool que tu papá sea un agente secreto.

—De momento es confuso. Pensé que se la pasaba dentro de los hoteles todo el día igual que mamá. Y ahora resulta esto. Pero sí, suena cool.

—Deberías espiarlo algún día. —propuso con una risita tonta. Por que la idea era tonta ahora que todo estaba hablado.

—Que boba. ¿Cuántos años tienes?  Ahora que iremos a la misma escuela seguro seremos compañeras.

—17.

—Yo y Bora también. Voy a pedir que te pongan en el mismo curso así somos amigas. ¿Qué tal?

—¿Amigas? Claro, desde ya. Y me encantaría ir al mismo curso.

—SuA, Siyeon irá al mismo curso que nosotras. —Avisó con entusiasmo Minji a su mejor amiga que no sacaba la cabeza de su hombro.

—Bora cansada. Bora dormir para verse bella como siempre.

—Idiota.

Y siguiendo con el tema del mismo curso, Yoohyeon estaba pensando en cómo sacar un tema de conversación con Dami, pero las palabras no salian de su boca. Y de todas formas ella estaba ocupada escuchando a Gahyeon, sería de mala educación interrumpir. Tampoco quería quedar como si solo quisiera llamar su atención, por mucho que fuera así.
Mejor solo seguía hablando con Dong en chino sin saber que, en el fondo, Yoobin la estaba escuchando con suma administración. Tal fluidez en ese idioma era increíble, incluso podía afirmar que igualaba a Dong.

Era gracioso que Minji le preguntara si le gustaba. ¿Ustedes le dirían a la mejor amiga de su Crush que les gusta?
No, claramente no. En especial por que no tenían tanta confianza.