02: Medias "Desesperadas"
Goat avanzaba a paso lento pero firme hacia el altar donde el cordero daba sus sermones, permaneciendo alerta ante otro posible arrebato.
Pudo notar como el cordero se encontraba parado frente al altar, aunque con si cabeza sobre el mismo, mientras que del suelo emergian numerosos tentáculos. Cosa que era un claro indicativo de que debía ser cuidadoso con sus palabras, por muy mano derecha que fuera, nada le impedía a Lamb volver a encerrarlo en su sombra otra vez.
--- Je, alguien está de mal humor ---. Comenzó a hablar mientras se acercaba a él teniendo cuidado de no pisar los tentáculos. Su primera estrategia era ser lo más pegajoso posible con él para que suavizará un poco su carácter.
--- No estoy de humor, Goat... ---. Respondió aquel cordero en un tono seco, aunque apenas audible debido a que tenía su rostro pegado al altar.
--- Oh vamos ---. Goat sonrió para luego abrazarlo por detrás. --- Cuéntale a Goat que te ocurre, normalmente no explotas con tanta facilidad ---.
--- ¡¿No es obvio?! ---. Cuestionó el pequeño cordero levantándo su cabeza para luego separarse de la cabra. --- ¡Este maldito calor va a arruinar todo por lo que he trabajado! ¡Se supone que soy un maldito dios! ¡Debería ser capaz de resolver esto por mi cuenta! ---. Exclamó frustrado dando un puñetazo contra el suelo, causando que este se agrietará. --- ... Pero sólo le estoy dando la razón a Narinder... ---.
Al final resulta que las palabras de su antecesor si le afectaban, sólo que no dejaba que los demás lo notarán para evitar demostrar debilidad y mantener su reputación como líder y asesino de los obispos de la Antigua Fé. Después de todo, era lo único que tenía para sentirse realizado e ignorar su trágico pasado como víctima de la Antigua Fé, el último cordero y único testimonio vivo de los horrores cometidos por los obispos, quiénes hoy eran sus adeptos.
Obviamente, no liberaba de responsabilidad a Narinder pero él ya tenía suficiente castigo con ser su adepto favorito, con todo lo que eso implicaba.
--- Lamb, Lamb, Lamb... ---. Decía la cabra mientras negaba con la cabeza, volviendo a acercarse a su amado cordero y benefactor. --- ¿En serio vas a dejarte ningunear por un Dios fracasado como él? ---. Preguntó. --- Por muchos beneficios que te dio al otorgarte la Corona Roja, haz hecho y llegado más lejos que él en miles de años... Tu poder, tus cruzadas, la secta e incluso yo, todo lo hiciste por tu cuenta, hasta a la Corona le agradas como portador ---. Dijo señalando hacia la cabeza del contrario.
Al levantar un poco la mirada, Lamb pudo observar como el único ojo rojo de la corona expresaba un gesto de felicidad.
--- Es más, si lo que te preocupa es no tener las cosas bajo control, aquí me tienes para ayudarte ---. Goat sonrió. --- Quizás no pueda hacer que llueva, pero si puedo darte una alternativa ---. Dijo levantándo un poco su propia corona, dejando ver un libro.
[...]
Ya casí era hora de dormir cuando Lamb mandó a llamar a todos al templo para una reunión urgente.
La mayoría de adeptos no estaban muy contentos con esto pero se mantenían expectantes del anuncio confiando que el gran líder haya encontrado una solución para la sequía.
Una vez todos estuvieron dentro, Lamb y Goat tomaron su lugar frente al altar.
--- Gracias a todos por venir, me alegra contar con su presencia ---. Sonrió el pequeño cordero.
--- No es como si tuviéramos opción ---. Dijo sarcásticamente una rana azul para luego ser golpeado por un ciervo color café.
--- Ejem, como les decía, la razón de reunirnos hoy aquí es bastante simple y de público conocimiento... La reciente sequía nos está afectando a todos por igual, y debido a que no podremos aguantar mucho más tiempo así, he decidido llevar de vacaciones a todo el mundo a un lugar más habitable ---.
Al principio, todos los presentes permanecieron en silencio, procesando las palabras del cordero, pero acabaron estallando en vítores de alegría al comprender lo que estaba pasando. Estaban acostumbrados a los días de descanso pero nunca habían experimentado algo parecido a unas vacaciones.
Sin embargo, había una duda.
--- Pero gran líder... ---. Levantó la mano una panda. --- ¿Qué va a pasar con nuestro pueblo mientras no estemos aquí? ---. Preguntó.
--- Cierto, ¿y si los pocos seguidores de la antigua fé que quedan intentan vandalizarlo o destruirlo? ---. Cuestionó un pájaro color rojo.
--- No se preocupen, Zozzo va a cuidar del lugar ---. Respondió Goat.
Aquella simple respuesta fue suficiente para calmar las preocupaciones de loss pocos que permanecían escépticos ante la idea de dejar el lugar solo.
--- Bien, preparen sus cosas, nos iremos dentro de dos días ---. Dijo Lamb.
--- ¿Vamos a llevar los huevos también? ---. Preguntó un perro.
--- Obviamente, no vamos a dejar a ningún miembro atrás ---. Dijo Goat.
Dicho todo esto, Lamb dio por finalizada la reunión, por lo que todos se apresuraron a abandonar el templo para ir a preparar todo lo que necesitarían para el viaje.
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