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Capítulo veintiséis: Incógnitas.

Esto es una cuenta atrás.

Escapar no fue fácil teniendo en cuenta que aun eran perseguidos por Goni que, a pesar de haber creado todo ese desastre, seguía en su búsqueda junto algunos Rieits Impuros que trataron de obstaculizarlos. Durante su huida, Úrsula era la que hacía el trabajo, atacando y poniendo dificultades a los enemigos, pero sin acercarse demasiado a Goni, quien atacaba con el fuego.

Se adentraron por los túneles a la mayor velocidad posible. No podían bloquear la entrada como deseaban porque Feys había caído inconsciente, siendo así uno más de los presentes que habían luchado en la pelea. Aun con ello, Úrsula trató de hacer algo con los últimos segundos de gloria que tenía antes de perder sus capacidades, y puede que la consciencia.

Movió sus manos en dirección al suelo, esperando que energía que fluía en colores diversos impactara contra el techo, pero esta no fue suficiente, ni si quiera llegó contra las paredes. Los presentes intentaron agarrarla antes de que cayera al suelo, listos para atacar, pero estas ideas fueron descartadas cuando Andrina agarró a Úrsula a tiempo, y con ello, vieron algo que los dejó sin palabras.

La entrada de aquel túnel empezó a derrumbarse en un montón de rocas que cayeron poco a poco. Esto les permitía respirar aliviados de la persecución que tenían con Goni, pero a la vez les ponía en un apuro porque si se quedaban ahí, iban a quedarse enterrados bajo tierra.

Úrsula no comprendió bien lo que ocurría. Solo sabía como Dominick la llevaba en brazos para salir de ahí corriendo a la mayor velocidad posible. Entre el escándalo y el pánico, Úrsula solo pudo quedarse con algo claro.

Las rocas habían cambiado de color y parecían ser consumidas por líneas azules, cuando eso no era nada normal.



No supo bien cuantas horas se quedó inconsciente, pero cuando despertó en su habitación, le quedó en claro que había forzado demasiado sus poderes porque todo su cuerpo gritaba de dolor. Músculos y huesos pedían un descanso, pero ella no quería dárselo al saber que aun había mucho por delante. Sí, tenían los documentos, pero no la victoria tan asegurada al ser todos medio corazón.

Si querían la paz, debían ir a la Base Cuatro para hablar con los Rieits que no hubieran cedido su corazón.

—D-Debo...

Levantarse de la cama fue una misión complicada y más cuando la puerta de su habitación se abrió para ver a Gaia junto con Darey. Ambos iban a examinarla para ver si estaba en un mejor estado, pero les tomó por sorpresa verla despierta.

—¡Úrsula! —Gaia fue la primera en reaccionar, corriendo en su dirección para abrazarla con cariño—. Menos mal que estás bien, ¡nos tenías preocupados! No debíste usar la unión de elementos.

Úrsula soltó una leve risa.

—Era la mejor baza que tenía para hacer frente a dos líderes —murmuró, intentando acomodarse en su cama—. ¿He dormido demasiado?

—Cinco horas. —La honestidad de Gaia hizo que Úrsula mirara a las sábanas cálidas que agarraba con cierta fuerza—. Tranquila. En esas horas no ha ocurrido anda grave. Algunos están descansando o vigilando la zona. No ha surgido ni un solo disturbio.

—¿Segura? —preguntó Úrsula.

Gaia afirmó sin dudar.

—Aerio y Feys se encuentran en la Base Cuatro para asegurarse de que los Rieits estén a salvo. Arley, Milton y Sterling están vigilando la zona. Los demás están con chicos de la tierra. 

Úrsula se puso la mano en la cabeza, abriendo un poco la boca.

—¿Siguen aun aquí? —preguntó, mirándola con los ojos bien abiertos.

—Sí. Negatividad se encuentra con Renic y Jareth. Andrea está con Andrina en ocasiones ya que la pobre chica cayó derrotada tras todo lo ocurrido. Adelfra ha estado hace nada con nosotros, pidiéndonos que quería hablar contigo, Negatividad y Sigilo.

Úrsula afirmó en silencio e intentó moverse una vez más, pero no pudo cuando el dolor aun era presente. Sintió como Gaia la agarraba con cuidado de los hombros.

—Quédate quieta y trataremos de curarte. Sé que eres muy inquieta para estas cosas y querrás hablarlo con ellos ahora —contestó Gaia con una sonrisa delicada.

Úrsula soltó una leve risa para luego afirmar.

—Cuanto más rápido, mejor... Tengo muchas dudas con lo ocurrido, y sé que Negatividad también.



Pasaron unos pocos minutos y Úrsula pudo recuperarse. No dudó en ir a su despacho donde Sigilo, Adelfra y Negatividad estaban ya presentes cuando Gaia les fue a informar sobre la situación. Una vez ahí, Úrsula respiró hondo y los miró con total seriedad.

—Hay varios temas de qué hablar —comentó Úrsula con un rostro serio—. Creo que me tenéis que explicar un poco mejor qué ha ocurrido con Andrina.

Sigilo se quedó con los brazos cruzados para luego mirar a Negatividad, mostrando el descontento en sus labios.

—Haré una pregunta simple. Negatividad, ¿Andrina es humana?

Vieron como Negatividad respiraba hondo y movía sus hombros.

—Es algo que he estado dudando desde que llegué a la tierra. Se lo dije. Le expliqué que había visto como por un momento creaba un escudo para protegerse de las anomalías que la atacaron, pero no creyó. Aun así, nunca descarté nada porque había cosas inusuales en ella como, por ejemplo, que el destello que tengo no es uno normal.

—¿Cómo que no es normal? ¿No es el que te di? —preguntó Úrsula.

—El que me diste desapareció, pero conseguimos uno nuevo, que es el de Andrina. —Respiró hondo y suspiró—. Uno del cual sobrevivió diecisiete años en un planeta desecho.

Tal información le dejó sin palabras Úrsula, siéndole difícil tragar.

—Si esto no fue suficiente, me entero de que Adelfra también le ha pasado algo con Andrina antes de que llegáramos aquí, pero no me detalló mucho más que incomodidad al lado de Andrina... También miedo —murmuró, viéndose la preocupación en sus ojos.

—Pues hay más motivos de tenerlo cuando ella fue quien mató a Hain —añadió Sigilo con dureza, sacando un cigarro de los bolsillos de su chaqueta—. Lo hemos visto ambos y lo peor es que ella no es del todo consciente de lo que hizo. Se culpa, pero no sabe cómo lo ha hecho.

—¿No? —preguntó Negatividad, frunciendo el ceño.

—No... No sabe que pudo invocar algo o alguien que mató a Hain en menos de un segundo.

El silencio puso en tensión a todos los presentes, en especial a Negatividad que puso la mano en su cabello para agarrárselo con cierta angustia.

—¿Seguro que fue ella? —preguntó Negatividad.

—Muy seguro. Adelfra también lo está.

Úrsula vio como Negatividad miraba a la Scursin. El temor era reflejado en sus ojos, aunque trataba de mostrarse valiente frente a ellos con un rostro serio.

—Adelfra —murmuró Úrsula con paciencia—, ¿nos puedes decir que es lo que pasó con ella? ¿Tienes alguna forma de decirnos que es lo que viviste a su lado?

Pequeñas lágrimas aparecieron y negó con rapidez.

—Nada bueno es, de eso estoy seguro —contestó Sigilo.

Negatividad soltó un suspiro de frustración.

—Siendo honesta... quiero creer que Andrina a lo mejor si es humana, pero tiene a alguien a su lado que la protege. En su momento, se decía que existían los Materhog, seres que suelen ser como ángeles protectores que se vinculan con una persona y la ayudan en lo que sea —murmuró Negatividad, mirando a los presentes con un rostro serio—. El problema es que no sé si esto es tan posible porque... esta raza fue casi exterminada ante la destrucción de su planeta.

—Esa Pyschen...

—No —interrumpió Negatividad, mirando a Sigilo—. El planeta ya estaba destruido antes de que Pyschen viniera.

Úrsula tragó con cierta dificultad.

—¿Dices que alguien más puede estar interviniendo aquí? —preguntó Úrsula con cierta angustia.

—Es lo poco que puedo sacar de conclusión. Alguien que ayuda Pyschen en su trabajo sucio. Después de todo, sé que ella conseguí poder para un propósito mayor que no pude descubrir del todo —explicó Negatividad, poniendo las manos en sus caderas—. El asunto es que... en caso de ser un Materhog, estaríamos con uno que es un verdadero problema.

—Su agresividad no es ni medio normal —contestó Sigilo, fumando del cigarro con rapidez para luego soltar el humo—. Te digo yo que lo que vi era odio y crueldad, Negatividad. No había ni un ápice de compasión, parecía incluso que lo disfrutaba.

Negatividad se quedaba en silencio mirando el suelo. Úrsula escuchaba las pulsaciones de su corazón a un ritmo acelerado.

En medio de esa charla, Adelfra se movió por un momento para acercarse a la mesa del despacho. Agarró unos papeles y lápices para empezar a dibujar. Úrsula se dio cuenta de ello, acercándose seguido de Negatividad y Sigilo.

Al terminar el dibujo, lo enseñó.

—Eso no es un Materhog —dijo Negatividad de inmediato—. La mayoría de ellos tienen una máscara y alas en su espalda. Eso... no lo tiene. Y para colmo, si el dibujo es correcto, es muy alto, más que Andrina.

—Adelfra puso que tenía una altura de unos tres metros —añadió Úrsula, poniendo la mano en su mentón.

—Y si os fijáis su mano derecha...

—Es un arma —terminó Negatividad las palabras de Sigilo.

Adelfra trataba de enseñar el dibujo sin que su brazo no temblara, pero era complicado que tuvo que dejarlo en la mesa y alejarse un poco, viéndose la angustia reflejada en sus ojos multicolor. Deseaba incluso llorar.

Úrsula no dudó en acercarse para intentar calmarla mientras los demás se quedaban en silencio analizando todo.

—Negatividad, ¿qué intención tienes ahora tras irte de Rimerit? —preguntó Úrsula con total seriedad sin mirarla.

—Que regresen a su hogar y descansen. Les es necesario —aseguró Negatividad.

—Cuando regresen, o si puedes antes, habla con Andrina —pidió, mirándola—. No puede ser que no sepa ni recuerde nada. Tiene que haber algo que conozca, al menos una voz que pueda escuchar.

Negatividad afirmó en silencio, cruzando sus brazos.

—No sé que tan fácil será. Andrina no tiene mucha confianza conmigo —murmuró Negatividad.

—¿Y quien la tiene?

Negatividad alzó un poco la ceja y tragó con dificultad.

—Su hermano... AL igual que yo también tengo cierta amistad con él —murmuró.

—Háblalo con él. Pídele que le saque información sobre eso. Al ser hermanos, le dirá todo lo que ha vivido y con ello podremos saber quien es ese sujeto que tiene a su lado —respondió Úrsula convencida.

Negatividad afirmó.

—De igual forma no será fácil, Kamico es un chico bastante sensible. Si le digo lo ocurrido, no se lo tomará del todo bien —aclaró Negatividad.

—¿Y Andrea? —preguntó Sigilo—. Yo vi mucha cercanía con ellas.

—Es una opción, de no ser que Andrea carece de discreción —contestó Negatividad con un suspiro largo.

—Iresh. Así no sacamos nada —susurró Sigilo, soltando un largo suspiro.

—No os preocupéis. Creo que, si lo hablo con Kamico, podrá hacerme ese favor —respondió Negatividad, sonriendo confiada—. Después de todo le reviví y sé que está en deuda conmigo.

Úrsula se quedó mirándola en silencio, pero no dijo nada más que suspirar. No le parecía mal la forma en como iba aplicarla, aunque muy agradable no sonaba de primeras.

—Bien, ahora solo queda el tema de los documentos, aunque eso es algo que hablaré a fondo con Sigilo —habló Úrsula un poco más calmada.

Negatividad ladeó la cabeza hacia la derecha con la ceja arqueada.

—¿Váis a ser capaces de crear las normas para protegeros de los líderes? —preguntó Negatividad.

—Sí, y más si hablamos con los Rieits Completos. Ellos son la esperanza que necesitamos —aseguró Úrsula.

—Entiendo —murmuró Negatividad para luego mirar a un lado—. Supongo que solo queda hacer los últimos detalles con Renic y poco más.

Úrsula afirmó, aunque pronto recordó algo importante.

—Dijiste que Kamico era un tipo de ciborg, ¿no? —preguntó Úrsula.

—Así es.

—¿Por qué no lo traes aquí? Jareth puede hacerle las mismas o similares mejoras que Renic —sugirió Úrsula.

Negatividad parpadeó varias veces sus ojos.

—¿No te es problema?

Úrsula soltó una leve risa.

—Sabes que te ayudaré en todo lo que haga falta ahora que has ayudado a este planeta —contestó Úrsula con una sonrisa tranquila.

Vio como Negatividad sacaba el destello de su bolsillo, uno del cual Andrea le había dado tras todo el desastre. Este empezó a brillar con fuerza, marcando un código que Úrsula intuía que era Suqueia, ya que no comprendía ese idioma.

Tras unos segundos, Negatividad dirigió la mirada a Úrsula.

—Solo dame unos segundos.

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