👽CAPITULO 5. LAS SESIONES👽
El hombre de cabello negro profundo y de apariencia vampírica, ingresa en la habitación, echa una mirada al lugar, sus ojos negros van hacia mi y su gesto cambia a algo muy maquiavélico, sus intenciones no son nada buenas .
Retrocedo a pasos cortos sin dejar de mirarlo, a éste ser extrañamente si puedo sostenerle la mirada, me mantengo atenta a sus movimientos, mientras identifico con mis manos los objetos a mis espaldas, reconociendo algo que me pueda ayudar. Sin embargo, antes de que intente mi primera jugada, en un movimiento rápido -al menos para mi, por que su velocidad es increíble- y debido a las proporciones de su cuerpo, solo bastan tres pasos del hombre para alcanzarme, Me toma del brazo y me jala bruscamente. Me avienta al lado opuesto de donde me encuentro y solo puedo sentir la enorme fuerza ejercida al impactar contra la pared.
《 ¡Carajo! Su fuerza es brutal》.
Caigo al suelo con un dolor enorme en el hombro izquierdo , ya que al parecer lo tengo dislocado. Caigo de rodillas en al suelo, trato de pensar, buscar una manera de liberarme de la situación, sin embargo, mientras estoy en mi reflexión, uno de los pies del enorme ser, impacta de lleno en mis costillas y no puedo evitar soltar un grito lleno de dolor; mis huesos se rompen , no puede respirar bien y me retuerzo como gusano.
Sin darme espacio para mis quejidos y mi sentir, el pelinegro me toma del cabello, solo para azotárme de cara al suelo. Coloca su enorme pie sobre mi frágil espalda, presiona con fuerza hasta que escucha mis vertebras tronar. El bárbaro hombre no se siente satisfecho con esto, y se agacha para romper el frágil vestido que llevo puesto y observa mi piel .
-Aapake paas koee braand hai (Tu no tienes marca) - Dice de forma muy fría.
Esta frase , provoca que el ambiente del lugar cambie. Se comienza a sentir como baja la temperatura, una enorme pesadés invade el lugar, como si la gravedad hubiera aumentado y me cuesta respirar. Las luces de la habitación titilan, y la intensidad de las mismas va disminuyendo hasta que dejan pasar a una profunda oscuridad; en este punto, ya no puedo ver nada, solo escucho sus pasos y su respiración.
Me guío por los sonidos, y aunque me muero del dolor, de panico, y de terror, trato de gobernarme para saber que hace ese maldito incubo a mi alrededor. Cualquier otro ser ya estaría llorando, gritando, muerto de miedo, pero a mí no sé que me pasa que entro en un estado de calma, aún con todas esas emociones por dentro.
Escucho...
Ha tomado un objeto de la mesa que se encuentra a mi derecha, se enciende un resplandor azul, de esta forma puedo notar que es un pequeño cilindro de unos cinco centímetros de largo, la cuchilla causa este resplandor.
La luz corta la piel, ella agonizante grita desesperada. Un ardor recorre todo su cuerpo cuando la luz azul roza los poros, como el que causa el alcohol sobre una grande herida. El escozor se une a los síntomas anteriores, el cuerpo de Lu se mueve frenéticamente por miles de impulsos nerviosos.
Los gritos desgarradores no paran, lo cual hace que el hombre de cabellos negros se extasíe más. Disfruta lo que hace, el dolor causado en alguien más le satisface.
Lu patalea, manotea, se contorsiona, no solo por el dolor, sino, en un intento desesperado de zafarse de el enorme pie de su torturador. Sin embargo, esta acción solo causa que el pelinegro hunda más el filo de la cuchilla de luz en su espalda.
-¡Ahhh! -grita ella mientras llora-. ¡Ya basta!, ¡por favor! -suplica.
-Laat ons gaan! wys my u krag, u vermoë (¡Vamos! Muéstrame tu poder, tu habilidad) -ordena el hombre de gran altura, mientras Lu no entiende que demonios grita.
La curiosidad de Raziel por saber que es ella, o que hace, provoca que la lastime hasta lo más profundo de su ser. Espera seguramente que le de una sorpresa; cosa que obviamente no sucede.
No contento, el cilindro cuenta con una segunda punta. Una de metal que se calienta como cautín, el que hunde en las heridas y ahora la quema.
-¡Basta!¡Basta por favor! -suplica la mujer por que el Valg se detenga, pero él no la entiende y no le importan sus súplicas.
En teoría, con todas las heridas de Lu, es impensable que pueda moverse, de hecho, ya debería de haber muerto, sin embargo, ella no es consciente de su estado, pues solo piensa en escapar. Intenta salir de debajo de el pie del Valg, cuando éste cambia de objeto, la cantidad de sangre que pierde es enorme, un gran charco rojo mancha el piso.
A duras penas trata de levantarse, la adrenalina que siente por el terror que vive, le impide darse cuenta de la gravedad del daño que lleva en la espalda. Esto es muy bueno, ya que si se enterara que aquello que le pesa y arde es parte de ella, y que se encuentra colgando, sufriría de un tremendo shock al saber que le han arrancado la piel.
Lu huye del pelinegro, usa los muebles de metal en la habitación para poner distancia. Llora a mares, el terror que siente y el dolor es insoportable.
El Valg le sigue el juego, pero al final, cansado de no tener el resultado que busca, toma de los cabellos a Lu cuando trata de escapar y la arrastra por el suelo hasta colocarla de espaldas a la mesa de metal. Toma varios objetos con púas, con balines, y una arena bastante rara de color plata que se mueve sola.
Se llena de terror.
Raziel, al ver que no se queda quieto su juguete, la amarra a la mesa de metal y hace todo lo que se le ocurre en el cuerpo de ella.
El Valg se encuentra en frenesí cuando corta, perfora, cose y jala las extremidades de la morena mujer. Le disloca los huesos, destroza su esqueleto, y viola su cuerpo cuando mete esferas de distintos tamaños, distintas texturas, y junto con la arena que se adentra por los orificios, invade sus órganos causándole un shock; Raziel cree que Lovac debió de tener una razón para adoptar a la cosa que el desmembra, y tiene toda la intención de encontrarla. Pero mientras pasa el tiempo, se da cuenta que es una vil basura ¿Lovac se burló de él?
Tiene a la pequeña criatura con la espalda abierta a la mitad, su piel se encuentra jalada a los extremos y es visible su espina dorsal.
《¡Gracias al cosmos!》 Piensa aliviado.
《Ya no grita》 Se tranquiliza, el frenesí se disipa y vuelve al Valg serio e indiferente.
La sangre no para de salir del cuerpo de Lu. Es sorprendente la cantidad que tiene un cuerpo terrano.
《¡Que bello panorama!》
Sigue alucinando el Valg.
Para Raziel, el color de la sangre de ella es hermoso, de un rojo carmesí poco común en seres del universo. Los intestinos de aquello en la mesa cuelgan, por primera vez el Valg cree que se ha excedido en su juego.
《¡Esto es asqueroso!》
Piensa mientras ve que la terrana se encuentra muerta, pero su cuerpo convulsiona y tiene espasmos involuntarios.
El Valg observa.
《 ¿Debería avisarle a Lovac que se murió su nueva adquisición?》arquea su ceja.
Recapacita la situación Raziel. Ya que cree que Lovac estaba consciente que esa cosa, por que así la llama, no era poseedora de una habilidad especial. Su Líder se quiso pasar de listo al pagar con "eso" su deuda, por lo que considera que no debe importarle la situación.
《No, no le avisaré.》
Resuelve en sus pensamientos Raziel. Toma asiento, mira a la cosa muerta, por que realmente le gusta observar las muertes; todas son diferentes para él.
《¡Que aburrido! Se terminó tan rápido, no me duro para nada, pero ¡ha! Como grito.》
Raziel percibe cada cosa que siente el cuerpo del ser que hizo pedazos; es una de sus habilidades. Su juguete tiene frío, mucho frío y esto le es totalmente normal. Percibe como aquello de la mesa deja de sentir dolor, por lo que deduce que se va alejando de este plano. Vacío, es una etapa de la muerte que reconoce bastante bien.
《¿Ya se murió?》
Se pregunta incrédulo, como si nunca hubiera mirado morir a alguien tan rápido...
Raziel, cuando siente que aquel cuerpo ya no desprende nada, se para de su asiento y sale de la habitación, con un rostro lleno de furia y decepción.
En el pasillo se escuchan gritos aterradores. Y mientras avanza, cada grito se va silenciando en cada una de las cámaras que conforman esa gran torre Valg.
El equipo de uniformados de rojo, negro, azul, verde, amarillo y café aparecen y comienzan a realizar la limpia de cada habitación.
Sacan cada uno los pedazos de los esclavos y los meten en contenedores metálicos en donde los muelen, para luego ser llevados hacia algún otro lugar.
En la cámara donde Raziel estuvo, tres uniformados de rojo entran, pero no hacen con el cuerpo de Lu, lo que hacen con el de los demás. Los restos de la morena son encapsulados; esto a Raziel se le hace sumamente extraño.
Todo lo sucedido anteriormente es parte de un ritual que hacen los Valgs, cuando sufren de aburrimiento. Todos conocen estas reuniones de dolor como "Las Fiestas Valgs". Y muchas veces son invitados seres que les puedan servir en algo a futuro.
Dicho esto, todas las Fiestas Valgs terminan igual. Para Raziel esta finalizó muy rápido, pero no tanto para que las sesiones se vuelvan a repetir.
El Valg llega hasta la recepción, encuentra a Lovac, quien da indicaciones con los restos de su nueva adquisición.
-No me digas que ahora guardas basura. -Recrimina el de cabellos negros a su compañero.
-¿Te gustó la basura? -se burla el de cabellos rojos.
-¡No te pases de listo, Lovac! - Raziel ya tiene por el cuello al pelirrojo.
-Lo que yo haga con ella no te interesa. -Resuelve el de ojos rubíes, y da la señal para que lleven a la despedazada Lu, a su ala personal.
Lovac dedica una sonrisa perversa a Raziel. Le da la espalda, y con un ademán de mano se despide a la lejanía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro