Veintinueve
CAPÍTULO 29: Promesa
La mirada violácea de la fémina no se despegaba del cielo nocturno, soltó un suspiro sintiendo pasos acercarse a su posición y el kakugan apareció en su, ahora, ojo derecho. Sacó de su espalda cuatro tentáculos plateados que terminaban en pico y sacó otro para enredarlo en su brazo izquierdo. Se giró lentamente para mirar a su oponente y frunció su ceño al verlo, ¿había llegado su hora?
—Juuzou —saludó Gina, mirando con un poco de alegría a la paloma—. Hace poco que no nos veíamos, ¿verdad?
—Gina —correspondió el saludo, sus ojos rojizos observaron toda la anatomía de la Ghoul y sonrió de lado—. ¿Preparada para morir?
—Diría que no, pero lo estoy desde hace dos años —informó la peli-plateada—. Sin embargo, creo que mi muerte no será hoy.
—¿Ah? ¿Por qué no? —preguntó, ladeando su cabeza a la derecha en confusión.
—Necesito proteger a alguien primero —Gina sonrió por debajo de la máscara—. Pero si quieres, podemos tener un combate.
—Me parece bien.
El joven chico observó a la mujer y saltó tirándole cuchillos en puntos cruciales que serían mortales para un humano común y corriente, la Ghoul se mantuvo quieta en su sitio mientras con el escudo esquivaba las armas blancas. Juuzou observó confuso aquello y sonrió aún más, la señorita sería una digna oponente para él.
Ambos se vieron inmersos en una lucha amistosa, de la cual solo lo hacían para liberar esas cargas de sus hombros. El destello que provocaba el kagune chocar con los cuchillos hacían que la atención de los demás vayan a parar a la terraza, en la cual se producía la batalla.
Gina sentía como un líquido caliente caía por su frente y por su mejilla, al igual que sus brazos y torso; el pelinegro era fuerte y efectivo en sus ataques, pero ella lo podía igualar. El investigador tenía cortes en sus mejillas, el labio partido y una gran cortada en su brazo.
—¿A quién debes proteger? —interrogó el pelinegro, esquivando el ataque de la fémina con un poco de gracia.
—Lo conoces muy bien, Juuzou —declaró Gina, saltando con la ayuda de los tentáculos para aterrizar detrás del investigador. Le soltó un golpe con su mano derecha en la quijada sin embargo, el hombre le clavó un cuchillo en su abdomen—. Ken Kaneki alias, Haise Sasaki.
Aquella respuesta hizo sorprender al chico, quien rápidamente tuvo que esquivar el tentáculo plateada que iba derecho a su hombro para después cortarlo con uno de sus tantos cuchillos. Gina sonrió ante la distracción y se alejó unos metros un poco aturdida por el aroma a sangre, miró a sus costados abrumada y se dejó caer al piso sacándose la máscara y escupiendo sangre negra.
—Carajo.
Juuzou la observó confundido y se fijó en la sangre salpicada, elevó sus cejas impresionado por el color del líquido.
—¿Qué es lo que te sucede? ¿Seguirás luchando o te darás por vencida?
—Otro momento será, paloma —escupió nuevamente la sangre y se levantó un poco mareada—. Pero hoy no estoy en condiciones para luchar.
—¿Es por la sangre?
—Estoy muriendo, Juuzou —exclamó con una sonrisa triste—. Mi cuerpo cada vez muere con el paso de los días y capaz esta sea la última vez que lucharemos.
—Me prometiste que yo te iba a matar y debes cumplirlo, Gina —de cruzó de brazos el chico mirándola con su ceño fruncido—. No se vale que debas morir a mano por una enfermedad y no por mí.
—Eres divertido —sonrió acercándose y desapareciendo su kagune—. ¿Puedes prometerme algo?
—Depende.
—¿Podrías cuidar a Haise si es que termino muriendo? —el kakugan de la mujer se cristalizó y eso hizo sentirse extraño a su acompañante, ¿por qué una Ghoul como ella querría cuidar a un hombre que no la recuerda?—. Mi muerte está asegurada, pero temo no estar viva para proteger a Haise cuando suceda algo malo.
—¿Por qué? ¿Por qué quieres proteger a Haise si el no te recuerda, Ghoul? —cuestionó Suzuya clavando sus ojos rojizos en el único ocelo que podía ver.
—Por que lo amo, se que es raro venir de una Ghoul tan peligrosa pero también sentimos amor, cariño, tristeza, felicidad y otras emociones más. Yo amo a Kaneki al igual que a Haise. Su actitud tranquila y parecida también a la de una madre hace que mi corazón enloquezca, esa cabellera tan única que tiene provoca muchos sentimientos en mí, aquel brillo en sus ojos hace que sienta felicidad por él, porque el no se estancó y pudo seguir y formar una familia como lo es su equipo.
« Juuzou, ya no me queda mucho en esta vida que me den ganas de luchar y la única persona por la cual seguiría es él, y prefiero que el siga viviendo en esta porquería de mundo y marque la diferencia.
—Ya no me importa morir, pero deseo que antes de pasar al otro mundo es que él esté bien, protegido hasta que sea un hombre demasiado fuerte y que tenga una persona que lo ame tanto como yo lo hice —sonrió sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos y suspiró tratando de ahuyentarlas—. Es por eso, Juuzou, que te pido que lo cuides hasta que llegue la persona indicada para él.
—Tonta, nunca creí escuchar un discurso así —Miró al cielo aburrido, hizo una mueca y la miró—. Está bien, aunque depende de las situaciones. Pero no llores, te ves ridícula haciéndolo.
—¿Quién podría creer que un Investigador de la CCG y una Ghoul peligrosa podría ser amigos? —soltó una risa la mujer en voz baja.
—No somos amigos —negó Juuzou.
—Auch, me rompes el corazón, paloma —dijo divertida Gina, poniendo su mano en su corazón y de paso sacar el cuchillo clavado de su abdomen y se lo entregó a su acompañante—. Supongo que nos veremos pronto, o nunca.
—Yo te mataré, recuérdalo —agarró el arma que le estaba tendiendo la fémina y la guardó entre su ropa—. ¿Qué harás con tu enfermedad?
—Nada, no hay cura. Solo esperaré hasta que llegue el momento y espero que estés en mi funeral —habló burlona, mientras se alejaba del hombre y se ponía en la orilla de la terraza—. Cuídate, paloma.
—Y tú no mueras hasta que yo lo decida, Ghoul.
Y saltó.
Falta cuatro capítulos para el final ✌🏻
Y me gustaría saber si les va gustando la trama o Gina.
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