CAPÍTULO 19: Pasado.

La de cabellos plateados corría velozmente matando todo aquel que se interpusiera en su camino y saltó hasta llegar arriba del edificio en el que se encontraba dentro Kaneki. Su máscara puesta se encontraba manchada con la sangre de la gente que mató e hirió de gravedad y su mirada fue dirigida al Búho de un ojo, sabía que esa persona era el hijo de Kuzen y deseaba que éste la ayudara.

—Por favor, déjame sacar a Kaneki —pidió a la ghoul y ésta profirió un sonido que hizo tambalear a la fémina, no vio ninguna intención de matarla provenir de la enorme ghoul y captó eso un sí, dio una reverencia y las enormes manos de su acompañante abrieron la parte superior del edificio y mostró su rostro par caer en picada.

Gina lo siguió y dos de sus colas plateadas hicieron que el aterrizaje no fuera duro, con su mirada miró a los costados esperando encontrar al chico que debía proteger y se acercó rápidamente al cuerpo del híbrido. Lo tomó entre sus brazos e hizo una mueca al captar el kakuja de Kaneki.

Con una mirada a los Investigadores hizo que sus colas plateadas se convirtieran en tentáculos largos y con fuerza los clavó en el suelo y se impulsó para arriba junto con la Búho del un ojo.

Al llegar arriba siguió impulsando hasta irse lo más lejos que podía y llegar al lugar en el que Kaneki pasaba la mayor parte del tiempo, lo dejó con cuidado sobre la silla que había en ese sitio abandonado y soltó un suspiro sentándose en el suelo.

Se sacó su máscara y la comenzó a limpiar con la habitual capa que usaba, sus cejas se encontraban fruncida por lo concentrada que estaba con su tarea y elevó su mirada al escuchar un quejido provenir del híbrido.

—Cometiste canibalismo —susurró la mayor despejando algunos mechones blancos de la frente del híbrido—. Ojalá hubiera impedido que hicieras eso, ahora el dolor que pasarás será demasiado.

—¿C-Cómo lo sabes?

Gina retiró su mano de los cabellos blancos de Kaneki y se paró para alejarse del cuerpo del menor, éste se encontraba ahora sin la máscara kakuja y miró con sus ojos grises el rostro de la mayor.

—Todo ghoul lo sabe —dijo como única respuesta a la interrogante de Kaneki y éste hizo una mueca.

—No lo creo. Dime la verdad, Gina —exigió el híbrido parándose y acercándose a la fémina, ésta por instinto retrocedió varios pasos hasta chocar con la pared.

—Si te lo digo, te alejarás aún más de mi —Kaneki observó los gestos que hizo Gina al decir eso y sus cejas se fruncieron al notar lo dolida que estaba al exclamar aquello—. Es tu reacción la que temo, Kaneki. Prefiero que vivas en la ignorancia de mi pasado, a que vea en tus ojos el miedo hacia mi, el que te alejes de mi será mucho peor que contarte mi pasado.

—No sucederá eso —aseguró el híbrido acercándose aún más a la mayor, haciendo que sus dos cuerpos se encuentren pegados.

Los labios de la de ocelos violetas se entreabrieron ante la corta distancia y su corazón se disparó al observar los ojos grises del híbrido observarla con tanto detenimiento.

—No digas cosas que terminarán siendo lo contrario —negó con su cabeza Gina y se hizo a un costado para posteriormente alejarse de Kaneki—. Te cuidaré del resto, Kaneki, y eso también incluye protegerte de mi.

Dijo para después desaparecer del lugar, el de cabellos blancos frunció sus cejas y miró en la dirección en la que se fue la chica y golpeó con fuerza el muro que tenía al frente suyo.

Las ganas de saber el pasado de aquella mujer lo hacían volver loco y que ella se sienta verdaderamente dolida ante la posible idea de que él se alejara de ella y le tuviera miedo, hacía que su corazón se encogiera del dolor.

No podría vivir alejado de esa mujer, por más que quisiera; porque poco a poco ella ocupaba cada rincón de su mente y corazón.

Kaneki había aparecido en la cafetería Anteiku para conversar con el hombre propietario del lugar, el híbrido escuchó atentamente lo que le respondía Kuzen a la interrogante que había dicho sobre el Búho y pronto sus cejas se elevaron cuando el mayor mencionó a la chica de cabellos plateados.

—Gina-chan apareció en mi camino cuando ella solo tenía seis años —relató con una sonrisa Kuzen imaginando aquel momento—. Ella había escapado de su hogar y yo la encontré, me pidió que la salvara y eso traté de hacer.

« Ella se convirtió en mi hija, pese a lo que le ocurrió ella se abrió a mi y confió plenamente en este señor.

—¿Qué le sucedió? —preguntó curioso el híbrido y el mayor hizo una mueca con sus labios—. Ella me ha dicho que no quiere que le tenga miedo, ¿por qué dice eso?

—Gina-chan la pasó muy mal desde que nació, su padre era un científico y desde que la madre de Gina dijo que estaba embarazada, el hombre esperó a que el bebé nazca para comenzar a inyectarle sangre de Ghoul y alimentarla con sangre.

« Gina fue un muñeco de laboratorio desde que nació y ella me ha contado que hasta la edad de los seis, su padre le inyectaba sangre de distintos Ghouls, aunque, lo que marcó el principio de su pasado fue el que su padre haya matado a su madre para después alimentarla con la sangre de Rio, su madre la cual era humana.

« Poco tiempo después de que yo me convirtiera en su padre adoptivo, Gina fue secuestrada por un ghoul carnívoro, obligándola a cometer canibalismo a la edad de ocho años hasta los diez. Y de ahí vino su reconocido apodo, la Ghoul Plateada.

« Ella mató al ghoul que la hizo hacer así y vino hacia donde estaba yo, y nuevamente pasó, la volvieron a secuestrar, pero esta vez fue Jason.

« Estuvo dos años torturándola y haciendo que se alimente de ghouls y humanos, a pesar de que ella no quería.

—Gina-chan desde ese entonces se cerró al mundo y muy pocas personas sabían pequeñas partes de lo que le sucedió, casi nadie sabe que ella es la temible Ghoul Plateada, tampoco los de Anteiku saben que tipo de kagune tiene Gina o que ella es una híbrida; ella lo quiso así, porque sentía que si la veían en ese estado, le iban a temer —los ojos de Kuzen observaron el rostro serio de Kaneki y soltó un suspiro—. Ella siente que es un monstruo por todo su pasado, y los traumas que tiene hacen que se vuelva más cerrada de lo que ya era.

« Es por eso, Kaneki-kun, que te pido que no dañes más de lo que ya está mi hija, si ella se a abierto a ti es porque eres diferente al resto pero su miedo sigue latente. No te pido que la ames, te pido que no la dañes, nada más.