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Capítulo 6: ¿Aceptas?

"Mi suk"

—¡¿Qué acabas de decir?! —Sun Hee gritó desde el otro lado.

Realicé una mueca de dolor mientras que, el aparato se alejaba de mi oído. El tono de voz que estaba utilizando dejó que mi cuerpo se estremeciera debido al repentino susto.

—¡Sun Hee! —dije enfadada. —Casi me revientas el tímpano, ya sabes que no puedo gritar porque mi madre está dormida.

Lo siento. —Una pequeña risa sonó. Luego, escuché a mi amiga moverse sobre las sabanas de su cama. —Es que... yo pensé que este tipo de cosas solo sucedían en las novelas que mi mamá suele ver, si lo ves de otra manera, es como si un ser superior te mandara esta gran oportunidad. Quizás, para el próximo semestre puedas entrar a la universidad.

Mi corazón latió rápido cuando escuché la última palabra, en la época en la que mi padre aún vivía me recalcó que a pesar de las adversidades que se presentasen era importante que por ningún motivo abandonara mis estudios, mientras yo lo tuviera a él, mi educación no se vería afectada en ningún momento. Sin embargo, tras su fallecimiento, la idea de continuar con mi preparación y ser un profesional fue despareciendo poco a poco cuando la exigencia de mantener una casa era más importante que mi propia felicidad.

—No lo sé, aún no me convence la idea de actuar como la pareja de alguien que ni siquiera conozco, ¿qué tal si se trata de algún loco? No puedo permitir que me haga daño y mucho menos sería capaz de dejar a mi madre sola.

Es bien conocido por el medio coreano, los periodistas han sacado información de su vida privada por simple entretenimiento. Todos saben que es un hombre soltero y que muchas mujeres están interesadas en su persona, ¿cómo podría ser un psicópata si en todo momento tiene las cámaras sobre él?

Solté un suspiró pesado y miré la ventana de mi habitación. Las cortinas se movían delicadamente gracias al suave viento de la noche. —Pero, yo me pongo nerviosa cuando hay mucha gente, ¿te imaginas cuando se trate de personas de una alta clase social? Sun Hee, me van a comer viva.

Young Soo te dijo que te iba a dar más detalles antes de que aceptaras su propuesta, podrías aprovechar ese espacio para soltar lo que te molesta. Solo... dale una pequeña oportunidad, nadie sabrá si de aquí a tres meses empieces a sentir algo por él.

—¿Qué? —Solté sorprendida. —¿Qué cosas estás diciendo?

Volví a escuchar su risa. —O podría ser al revés.

—¡Sun Hee!

Ya, ya, es broma, pero aun así tengo una ligera esperanza.

—Ni siquiera sabe cómo me llamo.

Solo por ahora, ya sabes lo que dicen por ahí, para el amor hay que tener paciencia, así que no te desesperes. Luego de algunas semanas no dejara de repetir tu nombre.

Cansada de la situación puse los ojos en blanco. —Debería irme, es tarde y mañana tengo que trabajar. Una vez más, perdón por haber cancelado nuestra reunión, pero ya sabes que tenía que recuperar mi bicicleta.

No te preocupes, comprendo tu situación. Cuídate.

Me despedí y colgué, mi vista apuntó nuevamente a la ventana y permanecí en esa posición por algunos minutos, pensé y analicé la propuesta más de dos veces para ver qué puntos positivos o negativos me traía en caso de aceptar. A pesar de que Young Soo me dio plazo de una semana para tomar una decisión, desde el fondo de mi pecho rezaba para que el día definitivo no llegase, tenía miedo de lo que ocurriese, pero también sentía nervios al imaginar diferentes escenarios en donde me veía como la típica "novia perfecta" sin que nadie se enterara sobre el dinero que estaba de por medio.

Desconocía de cuanto se trataba, pero al tratarse de un hombre con bastante poder económico algo dentro de mí me decía que no se basaría en una miseria, o bueno, eso era lo que esperaba. Sin querer atormentarme más y tras definir que ya era momento de irse a dormir, dejé el celular enseguida de la almohada y me acomodé rápidamente bajo las sabanas.

💸

Los días pasaron rápido y el momento definitivo por fin había llegado. Desde que puse un pie fuera de la casa mi sistema simpático ha estado alterado durante todo el día, mis ojos optaban por mirar a mis alrededores con nerviosismo sin permitir que mi nivel de concentración estuviera en su punto más alto. Los regaños por parte de mi jefa eran el tema principal entre los empleados de la tienda de calzado, yo como vendedora, mis habilidades para convencer al público sobre las nuevas ofertas del mes habían desaparecido por arte de magia debido a la ansiedad del momento.

Desde la última vez que lo vi, aún seguía debatiendo cómo es que se había enterado de que yo me encontraba en el depósito de chatarra a esa hora en específico, quizás, mi cabeza pensó que después de mi partida él se dirigió a dicho lugar para esperarme, pero luego descarté la idea en cuanto me di cuenta que alguien tan ocupado como él no se mantendría en un mismo lugar durante mucho tiempo, al final de todo, debido a su puesto el trabajo en la compañía debía ser agotador. No obstante, por temas como la falta de organización aún desconocía el lugar de encuentro, desde la última vez que lo vi no supe nada mas de él y la incertidumbre de que llegase a mi lugar de trabajo me dejaba intranquila.

Antes de bajarme del vehículo (porque luego de que me propuso ser su novia me llevo a mi casa) me entregó una tarjeta de presentación en donde venia escrito claramente su número personal, y a pesar que aún conservaba el papel en algún lugar de mi habitación no he sido capaz de llamarlo. Y él, obviamente no sabía mi número telefónico, por lo tanto, dejé que la suerte se ocupara de mi futuro.

Ya que era lunes y como acuerdo por parte de Jae Soon y mi compañero de trabajo, mi día de descanso ya no serían los domingos, sino más bien los lunes, dándome la gran oportunidad de trabajar todo el día en la tienda de calzado, contando las primeras horas de los siguientes días y descansar el domingo por la mañana. Era bastante agotador, pero por fortuna, no me hacía carecer de los más básico.

Luego de una larga y dura jornada de trabajo ahora me encontraba a unas cuantas casas de la mía, la hora en el celular me marcaba trece minutos para las nueve, ante esto, un suspiro pesado salió de mis labios al imaginar mi cuerpo sobre las sabanas de mi cama y posteriormente, dejar que el sueño se apodere de mí. A veces, tenía la creencia de que alguno de estos días al despertar, milagrosamente vería el rostro de mi padre sonriendo, deseándome una hermosa mañana y posteriormente, llevándome al colegio, tal como sucedía cuando era una niña. Anhelaba regresar al pasado en el que mi vida no era una pesadilla.

Quería ver a papá, deseaba ver a mi mamá feliz y sin aquella obsesión de comprar cualquier cosa que se le cruce por el camino.

Ocasionalmente, cuando me tocaba recorrer el vecindario me era difícil ignorar la diversidad de escenarios en los que implicaba ver a familias unidas. Me gustaba verlos desde lejos y fantasear que aquellos integrantes éramos nosotros mismos, aunque fuera un poco raro, admirar este tipo de cosas provocaba que algo dentro de mi sintiera mucha paz y que el recuerdo de la soledad desapareciera con el paso del tiempo.

Rápidamente una sonrisa se me escapo al recordar uno de los hechos, sin embargo, esta acción no duró por mucho tiempo ya que desde la lejanía noté algo que, para muchos, podría llamarles la atención. Con mucha valentía caminé y cuando estuve lo suficientemente cerca del jardín eché otro vistazo, no podía bloquear el recuerdo de aquel vehículo porque aparte de que mi vida casi estuvo en riesgo por mi descuido, fue lo último que vi antes de que él se marchara, además, no cualquier persona que vivera cerca podría aportar algo tan costoso como esto.

Observé el vehículo con asombro, pero a la vez, estaba siendo curiosa en cuanto a saber si alguien estaba dentro del automóvil, sin mucho éxito arrugué la nariz al no ser capaz de ver nada más que algunas ventanas polarizadas. De pronto, percibí como algo se movió desde el otro lado del objeto, captando por completo mi atención. Con el corazón en la mano comprobé que se trataba del chofer del señor Won.

—Buenas noches, señorita Kim. —El hombre vestido elegantemente realizó una pequeña reverencia. Sorprendida, le correspondí con la misma acción. —El señor Won se encuentra allá adentro con su madre, por la hora, veo que han tenido una agradable plática.

—¿Levan mucho tiempo hablando?

—Yo diría que unas dos horas.

—¿Dos horas? —pregunté anonadada. El miedo por saber si mi madre le ha mostrado mis fotos de bebé era preocupante. —Entiendo, gracias.

Tras esto, me moví hacia la puerta con el interés de saber lo que ocurría detrás de la pared, sentía como mi corazón latía rápidamente mientras que, la falta de oxígeno en mi sistema era más necesario. Inmediatamente limpié el sudor de mis manos en la tela de mi pantalón antes de tomar la decisión de entrar.

A la lejana lograba escuchar la voz de un hombre seguido por la estruendosa risa de mi madre, cambié mi calzado por algo más cómodo y avancé por el pequeño pasillo hasta ver la cabellera del hombre.

—¿Mamá?

—¡Oh! —contestó sorprendida. —Hija, has llegado.

En eso, se levantó del sofá y corrió hacia mí un tanto emocionada. Una gran sonrisa relucía desde la lejanía.

—El señor Won lleva esperando mucho tiempo, te llamé a tu teléfono, pero no contestaste. —Mencionó al mismo tiempo que nos dirigíamos al sillón opuesto al de Young Soo. Tomamos asiento y mis ojos no se despegaron de él.

En la pequeña mesa de madera, aparte de ver la decoración de la casa también logré percibir una carpeta color azul marino junto a un vaso con agua. Mi cabeza hizo "click" rápidamente al recordar sobre el contrato que me había mencionado.

Tragué duro y miré a mi madre al no saber si ella estaba al tanto de todo, sin embargo, al ver su aura emocionante y debido a la situación en la que nos encontrábamos, preferí no preguntar.

—Ma, ¿podrías dejarnos a solas? Tengo que arreglar algunas cosas con él.

—Claro, claro —respondió bajo un tono de amabilidad. Parecía que no estaba dispuesta en dejar de sonreír. —Si necesitan algo voy a estar en mi habitación o si el señor Won desea algo de comer yo misma lo puedo preparar.

El mencionado sonrió tras entender que toda la atención de mi madre se dirigía hacia su persona. —No es necesario señora Kim, durante este rato he sido muy bien atendido por usted, no quisiera molestarla más.

—No es ninguna molestia. —Rio nerviosa, en sus mejillas se empezaba a notar un ligero color carmesí, quizás, ella sería mejor candidata para este puesto. —Iré a la cocina a prepararles algo delicioso, no me tardo.

Y de un segundo a otro, mi madre ya se encontraba en la misión de buscar sartenes y explorar en los gabinetes qué clase de alimentos quedaban, tal vez, algo que no fuera barato ni de poco apetito. Mi vista volvió a cambiar hacia el frente para encontrar ese par de ojos color marrón.

—Tu mamá es una persona muy amable, de seguro, cualquier persona estaría agradecido de tenerla a su lado. Si que eres una persona afortunada, que envidia.

¿Afortunada? Acaso, ¿estaba siendo sincero o se trata de una broma?

—Sobre tu padre, ella me dijo que falleció, lamento mucha tu perdida.

Una de mis cejas se arqueó ante la molesta. No me parecía correcto que mi padre fuera mencionado en una situación como esta.

—Me imagino que está aquí para saber mi respuesta, porque no creo que se quedé a cenar —añadí con la intención de agilizar las cosas. Quería que ya se fuera de mi casa.

Acomodó sus anteojos y apuntó la carpeta con la mirada. —Ahí tienes el contrato, es necesario que leas las reglas y algunos puntos importantes antes de que tomes una decisión. En caso de aceptar, voy a pedirte que firmes los dos acuerdos, uno es el original y el otro es una copia para que te lo quedes.

—De casualidad, ¿mi madre lo sabe? —pregunté desde mi lugar. El cristal de los lentes brilló y con toda la seriedad negó.

—No quise darle falsas ideas, está claro que no sé qué camino vayas a tomar, pero independientemente de lo que sea no es mi responsabilidad decirle en que cosas te estas metiendo.

Él tenía razón, no era nadie para decir la verdad ante mi madre. Aún así, no era mi propósito explicarle las cosas ya que, conociéndola bien, sé que intentaría convencerme para sacar más provecho sobre esto y lo que menos deseaba era meterme en más problemas. Si al final de la noche decido aceptar, ya vería que acciones tendría que hacer para que ella no se enterara.

Preparada, abrí la carpeta y con lo primero que me encontré fue una especie de titulo en negritas, cuidadosamente leí el encabezado en donde se mencionaba la razón del acuerdo, al comprender perfectamente el párrafo bajé y la duda comenzó a crecer internamente.

—¿Tempo disponible? —Levanté la mirada a su dirección un tanto preocupada por mis dos empleos. Tragó un poco del vaso y dejó el objeto sobre la mesa.

—Es obvio que necesito de tu disponibilidad, no sé qué días tengamos que reunirnos o con que regularidad te querrá ver mi abuela. En el caso de que estés estudiando creo que no existe mucho problema, usualmente estos eventos sociales se dan por las tardes o incluso por las noches, pero aun así no te confíes del todo, las pruebas de vestuario, maquillaje y peinado suelen ser temprano, si te causa mucho conflicto podríamos ajustar los horarios para que tus estudios no salgan perjudicados.

—Yo... no estoy estudiando.

Young Soo se movió sobre su asiento. —Por lo que me contó tu madre, estas trabajando en un restaurante de pollo frito.

—No es solo eso, no sé si esté enterado, pero también tengo otro empleo, es en una tienda de calzado, trabajo los lunes durante todo el día y por las mañanas del resto de la semana a excepción de los domingos. Sobre mi otro trabajo... me presento todas las tardes de martes a domingo y usualmente suelo salir tarde, especialmente los fines de semana.

—Vaya, sí que eres una chica muy ocupada —mencionó con seriedad. Por mi parte, solo bajé la mirada. —No creo que con lo que recibas de tus dos empleos sea un tema de comparación con todo lo que vas a obtener de mi parte, fácilmente puedes pasar toda la vida sacrificando tu juventud por unos cuantos wones o tener el privilegio de adquirir todo lo que tú quieras gracias a unas cuantas reuniones. Te aseguro que ni en un año lograras recaudar todo lo que te dé por medio de dos trabajos mediocres.

Quería vomitar en ese mismo momento, sabía que todo esto lo hacía por su conveniencia y que la preocupante situación de mi vida podría encontrarse bajo sus pies, pero si quería que me pusiera de su lado por lo menos me gustaría que su manera de hablar fuera más cordial.

—Por lo que leí, este contrato solo abarca un plazo de 6 meses. En caso de que se termine, ¿qué será de mi después de que nuestro negocio se termine? Sería muy tonto de mi parte dejarme embobar por unas embellecedoras palabras para que al final, ese dinero deje de venir. En estas fechas, conseguir un empleo es muy agotador, no puedo permitir que todo el esfuerzo que he puesto se vaya a la borda por un simple contrato de seis meses. Tengo que asegurar mi futuro.

—¿Y qué propones a cambio?

—Renunciaré a mi empleo matutino y conservaré mi trabajo en el restaurante de pollo frito, sin embargo, le pediré que cada vez que necesite de mi presencia me avise con dos días de anticipación, yo me encargaré de hablar con mi jefa y ajustar mi horario de trabajo.

—Esta bien, mientras no afecte el tiempo que me tienes que dedicar, no será una tarea difícil.

Tras unos cuantos minutos leyendo y resolviendo preguntas, por más tonto que suene nunca se me había pasado por la cabeza que al llegar al último punto me haría entender que si firmaba el contrato no solo estaría bajo las órdenes del señor Won, si no más bien que a partir de hoy sería su novia y el hecho de pensar en todo lo que tendría que hacer, provocó que mis nervios se dispararan de inmediato.

Tendría que abrazarlo, tomarlo de la mano y en el peor de los casos, besarlo. Algo que por supuesto, no me agradaba del todo. Encontrarme en una situación tan vergonzosa con un extraño iba a ser inevitable que sintiera incomodidad y no sabía si sería capaz de expresarlo por medio del lenguaje corporal.

Luego de deshacer cualquier pensamiento negativo, volví a retomar la lectura.

"Los pagos se otorgarán por medio de un depósito o cheque que constará de ₩2,000,000 por cada evento al que se asista. Si, dado caso que el negociante acepté la segunda forma de pago, el valor será proporcionado al finalizar su labor"

¿2,000,000 wones? ¿Mis ojos estaban viendo bien? o acaso, ¿se trataba de una alucinación? mi mandíbula fue cayendo poco a poco cuando volví a leer el párrafo, no podía creer que por unas cuantas horas de actuación estaba en la posibilidad de recibir una cantidad tan alta. Ahora entendía por qué me dijo que ni siquiera sería capaz de recaudar todo ese dinero en un año si la mayor parte de mi tiempo solo se basaba en ganar el salario mínimo.

"En caso de que la interesada no desee continuar con el acuerdo deberá regresar el total del numerario que le fue pagado. Por cualquier motivo, si los depósitos no se establecen en la fecha acordada será indispensable abonar los intereses estipulados"

De pronto, mi cara se transformó a una de molestia, después de todo, no podría salirme con la mía y dejar al hombre sin alguna responsabilidad, firmar este papel haría esclavizarme por medio año y quizás, el hecho de aguantarme el coraje valdría la pena si es que eso me iba a traer grandes sorpresas al finalizar mi trabajo.

Los minutos siguieron avanzando y en un intento de convencerme seguí leyendo hasta llegar al último punto. Un poco cansada de la vista y de la posición en la que me encontraba, por fin había terminado de leer todas las hojas.

—¿Tienes alguna otra duda?

—Solo para confirmar lo que dice el contrato. —Aclaré la garganta con la esperanza de no sonar nerviosa ante lo que iba a decir. —Las muestras de cariño, solo serán cuando sea necesario, ¿cierto?

El asintió. —Evitaré el tema de los besos o cualquier muestra de afecto que llegue a ser muy asfixiante para los dos, no obstante, los actos más tranquilos que se pueden ver en una pareja no podré saltármelos o todos empezaran a dudar.

—El encabezado decía que esto lo hacía para cumplir un capricho familiar, ¿a qué se refiere con eso?

—Mi abuela quiere que me case y como me negué, ella estará en la tarea de buscar una mujer para mí conveniencia, evidentemente no quiero que eso suceda así que, esto hará que se distraiga por un tiempo.

—Entonces... ¿después de los 6 meses me tendré que casar con usted? —Me puse de pie ante la impresión, dejando caer la carpeta y los papeles a un lado de mí.

—Tengo un plan, no es necesario que te preocupes. Una boda nunca va a ocurrir. Luego de medio año, si es indispensable alargar el plazo tal vez sea necesario que firmes otro contrato, no lo sé, de aquí a una semana pueden pasar muchas cosas.

Volví a mi posición anterior y medité en silencio, ahora me sentía muy confundida, era evidente que si deseaba salir de esta terrible situación familiar no sería suficiente con los dos empleos que tengo. La cantidad de dinero por cada evento al que tenga que ir era muy beneficioso para mi vida, pero presentía que mis ojos quedaron hechizados al ver ese conjunto de números y lo que menos deseaba era imaginar la decepción que mi padre debe estar sintiendo ante la posible sospecha de haberme vendido a un desconocido.

El hombre, por no esperar más buscó algo dentro de sus bolsillos interiores del traje y sacó un bolígrafo personalizado, era de color negro con algunos detalles en dorados los cuales, brillaban al estar bajo la luz artificial. Su mano se movió frente a mí con la intención de que lo agarrara mientras que, lograba leer a través de sus ojos la esperanza de que mi decisión fuera positiva.

—¿Aceptarías trabajar conmigo?

HyunJack.

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