5. ¿Eres él o eres ella?
Por un momento, pensó que lo mejor que le podría pasar, era desaparecer en esa conciencia tan poderosa que tenía Jungkook. ¿Sería egoísta dejar tirado a un pobre chico que ni siquiera se encontraba en la época correcta? Probablemente, pero Taehyung estaba tan cansado que aquella luz destructiva que vino tras la tormenta, le pareció una vía de escape lejos de su soledad.
Creía que era el único omega libre antes de conocer a Jungkook. Creía que nunca más podría ver a los suyos y la única forma de salvarlos a todos, era destruyendo la humanidad; sin embargo, también creía que no era lo suficientemente valiente para hacerlo. Así que, perder su existencia en el Espacio del No-Tiempo era la mejor manera de perecer.
Taehyung había aceptado su destino. Cerró los ojos sintiendo cómo su cuerpo se disolvía dolorosamente en la claridad de esa abrasadora luz, sin embargo, ocurrió algo. Y ese algo se manifestó como una calidez en sus labios.
Cuando Taehyung abrió los ojos, se encontró en el mundo real de nuevo. Su cuerpo estaba ileso y su mente intacta; pero sus labios eran prisioneros de otra boca, cuyo dueño era el joven que había sido arrastrado por la tormenta y llevado quinientos años al pasado.
Jungkook le había robado un beso.
Al principio, solamente eran sus labios apretados los unos contra los otros. Quizás, la intención del joven del futuro no era mantener un contacto físico más allá de eso, sin embargo, se sintió poseído por un sentimiento muy fuerte e inexplicable y el beso se volvió más intenso y apasionado, hasta que, finalmente, Taehyung despertó y salió de su mente.
Al percatarse de ello, Jungkook dejó de besarlo, aunque no se separó de sus labios. Taehyung lloraba. Al sentir sus lágrimas, Jungkook le dejó en paz.
— ¿Por qué lo habéis hecho? — le preguntó el omega. Quería parecerle molesto, aunque, en realidad, no lo estaba.
— Estaba preocupado por ti, no se me ocurrió otra cosa... No reaccionabas con ninguna otra cosa.
Taehyung se llevó los dedos a los labios y asintió.
— Os perdono.
Aquella respuesta le hizo suspirar de alivio.
— ¿Y bien? ¿Qué has descubierto? — le preguntó impaciente.
— Jungkook, ¿recordáis algo de lo que pasó ese día?
El joven bajó la mirada y sonrió nostálgico.
— Alguien murió ese día. Me sentí triste.
— Wonyoung — mencionó el nombre de la chica tomándolo por sorpresa.
— Sí, ¿cómo lo has sabido?
— La vi en tus recuerdos — dijo recordándolo llorar con amargura en medio de la calle. Lo abrazó rápidamente —. Lo siento mucho, sé que era alguien muy especial para ti.
Jungkook correspondió el abrazo.
— Gracias... — había olvidado el dolor que la pérdida de su paciente le había causado, pero el abrazo de Taehyung le resultó reconfortante — ¿Y bien? ¿Vas a decirme si has descubierto algo o no?
— Veo que no recordáis lo sucedido, pero os lo explicaré como yo lo he entendido — dijo con convicción, llevándose la mano hacia el pecho —. Aquella noche, hubo una tormenta, la misma que también se produjo aquí. Fue monstruosa, pero lo que vi en vuestros recuerdos sobrepasa todo el conocimiento que tengo. La clave es la tormenta y la luz que os tragó esa noche. Debemos replicar esa tormenta.
— ¿Replicar... la tormenta? — Jungkook se rascó la cabeza y meditó lo que acababa de oír, sin embargo, le parecía algo imposible — ¿Eres idiota? ¿Cómo vamos a replicar una tormenta? ¡No somos dioses! Además, es una tormenta... Algo que ocurre de manera natural.
— Aquella no fue una tormenta como las otras, forastero. Aquella tormenta tenía un propósito y no se creó de manera natural.
— ¿Qué? ¿Una tormenta artificial? — Jungkook se cruzó de brazos completamente incrédulo — Dudo mucho que aquí haya la tecnología suficiente para crear una tormenta.
— ¿Artificial? — cuestionó Taehyung — De nuevo estáis diciendo palabras extrañas.
— ¡Perdóname, abuelo! — levantó la mano rápidamente y chilló. Aquel tono de voz que utilizó era, claramente, para burlarse del omega — He olvidado que ni siquiera tenéis papel higiénico en esta época.
— ¿A-abuelo...? — Taehyung presionó la mandíbula y mantuvo la calma, pero las ganas de darle un golpe fueron superiores a él — ¡Conoced vuestro lugar, forastero! — gritó al darle un golpe en la cabeza. Jungkook fingió un llanto dramático.
Durante varios minutos estuvieron discutiendo. Jungkook no dejaba de repetir palabras que Taehyung desconocía, pero que intuía que se trataban de maldiciones hacia su persona.
— ¡Bueno, ya basta! — Taehyung dio un aplauso que provocó la expulsión de una gran energía a su alrededor. Fue como la onda expansiva de una bomba nuclear, o algo así. Jungkook había visto demasiadas películas.
— Me has desarreglado el pelo... — murmuró el joven tratando de bajar los mechones de su pelo que se habían convertido en picos.
— Solo existe un ser en todo el universo capaz de crear una tormenta de ese tipo — continuó Taehyung, Jungkook notó la seriedad de su expresión. No estaba bromeando, para él realmente era posible crear una tormenta artificial en una época donde ni siquiera existía la electricidad. Aunque, ¿por qué se impresionaba tanto si había viajado al pasado y estaba junto a un maníaco telequinético homicida tratando de averiguar cómo volver a casa?
— ¿Quién?
— Uzumaki.
— ¿Uzu... maki? ¿Quién es ese?
Taehyung le dio un golpe en la mejilla. No le había dolido, pero sí le había sorprendido.
— Sed más respetuoso. Uzumaki es todopoderoso.
— Ah... — Jungkook ni siquiera trató de ocultar su expresión de desagrado e incredulidad, ¿acaso se había topado con alguien religioso? Era lo único que le faltaba — Un Dios, claro...
— Os lo explicaré con calma porque sois de otra época, puede que no seáis devoto al Señor del Tiempo — Taehyung se detuvo abruptamente, pues algo no encajaba —. Esto no tiene sentido...
— ¿La existencia de los dioses? Bueno, es una cuestión muy acertada. Me alegro de que hayas abierto los ojos quinientos años antes.
— Me refiero a tu inmortalidad — comentó cortándole el rollo pretencioso que se tenía creído —. Vuestros padres adoptivos son humanos, pero vos sois un omega capaz de regenerar vuestras propias heridas. A menos que vuestros verdaderos padres hayan pedido la bendición por vos, después de tantos años, deberíais ser mortal. Entonces, ¿cómo habéis sobrevivido al ataque de los verdugos?
— ¿Qué quieres decir? ¿Que estoy maldito o algo así? ¿El tal "Usamiko" me maldijo?
— Uzumaki — le corrigió rápidamente. Taehyung estaba al borde del colapso, le parecía imposible seguir hablando con un tipo tan caradura como Jeon Jungkook —. Lo que digo es que vuestro vínculo con Uzumaki todavía existe, cosa que no puede ser; solamente los devotos a él tienen la bendición de la juventud eterna y la inmortalidad. Jungkook, por razones indiscutibles debéis ser devoto.
Jungkook se cruzó de brazos.
— ¿Devoto a quién? ¿A Jesús? — suspiró — ¡Ay, deja de comerme el cerebro, no voy a unirme a tu secta! ¡No quiero comprar ninguna Biblia! — se levantó rápidamente y le dio la espalda. Taehyung también se incorporó, pero no se colocó enfrente de él.
— Escuchad, la única explicación que encuentro coherente es que Uzumaki os trajo aquí por alguna razón y solamente él puede crear la tormenta que os devuelva a casa.
— ¿Y por qué "Usamiko" me querría aquí? ¡Soy un simple hombre que tiene ambiciones normales! Como pasarme el videojuego que tanto me gusta, acostarme con chicas y destruir mi horario de sueño cuando estoy de guardia en el hospital.
— Porque sois el último omega con vida en el futuro — al oír eso, Jungkook se volteó —. Yo mismo lo vi y vos mismos me lo habéis dicho: no existimos en el futuro. La raza omega desaparecerá para siempre. Quizás no hoy, o mañana, pero lo hará en algún momento.
— ¿Y me mandó aquí a morir?
— No... — Taehyung sonrió con esperanzas — ¡Os ha enviado aquí a salvarnos! ¡Vos debéis ser el sujeto de la profecía! Ahora todo tiene sentido... ¡Todo está conectándose adecuadamente!
— ¿Qué? ¿Qué profecía? ¿De qué hablas?
— No podría explicarlo con palabras.
— ¡Vaya! ¡Qué pésimo guía turístico! — comentó con su peculiar sarcasmo, pero a Taehyung no le molestó. Poco a poco, iba acostumbrándose a él.
— Vámonos, sé a dónde ir — tomó su mano y lo arrastró hacia el pueblo. Jungkook pensaba que era una mala idea, pues hasta hace poco la gente de ese lugar había intentado matarlo —. No os preocupéis, no nos verán. Además, debemos cambiarnos de ropa.
Se habían escondido detrás de una pileta hecha de piedra. Asomaron la mirada para saber si no había personas a su alrededor y vieron que una mujer y una niña volvían a entrar a una pequeña casa y cerraban la puerta.
— Venid — Taehyung tomó la mano de Jungkook y lo arrastró con él. Con mucho cuidado de no ser descubiertos, avanzaron hacia las sábanas que estaban tendidas.
La lluvia que había ocurrido antes fue provocada por el inmenso poder de Taehyung, por lo tanto, no había llovido en ninguna otra parte más que en el bosque. Jungkook encontró ropa masculina rápidamente y se desvistió. Taehyung se le quedó mirando.
Después de colocarse el pantalón, aún con el torso descubierto, se percató de la mirada del omega sobre él.
— ¡Qué susto! — chilló — ¡Oye! ¿Por qué te quedas parado allí? Maldito seas, ¡eres un mirón!
— Estaba contemplando vuestro magnífico egoísmo — comentó con una sonrisa falsa. Jungkook no lo entendió al principio, sin embargo, después de mirar a su alrededor, se dio cuenta de lo que pasaba.
No había ropa masculina, sino vestidos y prendas infantiles.
— Oh... ¿Y ahora qué vamos a hacer? — susurró preocupado — ¿Puedes morirte de un resfriado?
Taehyung negó con la cabeza antes de proceder a quitarse la ropa. Jungkook se sonrojó al verlo desnudo, por lo que apartó la vista para darle privacidad.
— ¿A dónde creéis que estáis mirando? Antes os habéis desvestido enfrente de mí sin ningún prejuicio, ¿ahora os da vergüenza?
— ¡Hum! — Jungkook arrugó el entrecejo y lo miró fijamente para que supiera que no era un avergonzado, sin embargo, ocurrió lo inesperado, y también lo imposible.
El cuerpo de Taehyung fue empequeñeciéndose. Su espalda ancha, sus grandes hombros y brazos se hicieron más pequeños y de forma contraria, su pecho se hizo más grande y abultado. Jungkook, que era médico y había visto muchos senos femeninos en su vida, ni siquiera podía creer que lo que estaba viendo fueran pechos femeninos con pezones.
El rostro del omega se hizo más delicado, su mirada se hizo más dulce y sus ojos más grandes. Sus labios se volvieron más carnosos y su boca más pequeña: asimismo, su cabello blanco platino creció hasta sus caderas, las cuales eran femeninas como todo su cuerpo, incluido su diminuta cintura con curvas, sus piernas delgadas y... Lo que fuera que hubiera en su entrepierna.
— ¿Eh? — susurró el joven, mientras aquella mujer, que antes había sido un hombre, se vestía.
Todavía podía ver los rasgos faciales de Taehyung en su rostro, pero su mandíbula ya no era la misma y su cara se había vuelto más pequeña. Más bien, parecía una hermana gemela y lo habría pensado de esa forma, si no hubiera visto cómo cambiaba toda su biología y anatomía en cuestión de segundos.
— ¡¿Pero qué cojones?! — gritó alterado. Taehyung se lanzó sobre él para cubrir su boca, pero ya había llamado la atención de los humanos que estaban dentro de la casa.
— ¡Sois idiota! — chilló Taehyung, incluso su voz era femenina, pero conservaba aquella profundidad característica.
Jungkook siguió haciendo ruido, como si estuviera a punto de morir, a pesar de que Taehyung mantenía su mano sobre su boca.
— ¡¿Quiénes sois vosotros?! — exclamó la voz de un hombre. Jungkook detuvo su histeria por un momento y miró al joven, que tenía un arma en la mano, al mismo tiempo que Taehyung — ¿Una omega?
— ¡Mirad lo que habéis hecho! — le reprendió Taehyung al incorporarse del suelo. Jungkook aún no se recuperaba de lo que había visto.
— ¡Hermano, ese vestido es mío! — dijo una mujer humana apuntando a Taehyung.
— Maldición... — murmuró... ¿el joven? ¿La joven? Ni siquiera Jungkook podía deducir qué era. Aquello iba más allá de la exitosa cirugía de reasignación de sexo que presenció en su intercambio en Canadá.
— ¡Brujería! — exclamó Jungkook con las manos sobre sus mejillas, al igual que aquel cuadro, titulado "El grito", de Edvard Munch.
— ¡Brujería es lo que os daré cuando acabe con esto! — Taehyung se había oído muy enfadada, incluso tembló la tierra y Jungkook, rápidamente, se arrodilló delante de ella y juntó sus manos como si hiciera una oración.
— ¡Ay, dios mío! No dejes que muera hoy, por favor, todavía no he visto el final de aquella telenovela latinoamericana de la cual mi madre se ha enganchado... — Taehyung interrumpió su oración tomándole de la mano y arrastrando su cuerpo con una fuerza sobrehumana, mientras Jungkook chillaba porque la tierra se colaba dentro de su boca.
Aclaración: Taehyung es un omega especial, como ya sabéis. Tiene distintos superpoderes y uno de ellos es cambiar su cuerpo a voluntad; es decir, su propia anatomía y biología. Como ya habréis visto, puede transformarse en una mujer. Claro que este poder tiene su condición: NO puede transformarse en otras personas ni copiar su apariencia.
Taehyung es de sexo indeterminado porque puede ser ambos, según le convenga.
Aclarado este punto, me despido, pero si tenéis más preguntas, con gusto las resolveré.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro