Siempre intentando olvidar y apuntando a un mañana el cual gozar. Ideas varias asaltando su ambición, más por pocas reconoció; porque el legítimo Rey Bajo la Montaña no hubo concebido nada hasta el consejo del mago hábido y donde quiera conocido.

Empero, permaneció admirando el atardecer donde sus cabellos negros se unieron al anochecer.

—Es momento de marchar.

Se levantó y llegó con los suyos. Una nueva aventura comenzó, y también, donde Thorin Oakenshield nunca sería jamás olvidado sellando su destino.

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lioleta.