N

o, no, no.

No puede ser verdad.

Pero es mi debut...

Quizá exista otra alternativa.

—Me niego a convivir con ella. ¿Tendría entonces, yo, Han SeoJun, que irme a vivir junto a otros aprendices cuando hace mucho dejé eso atrás? -Dijo chasqueando sus dedos para que su asistente Minnie lo abanicara-.

—Al cabo que yo tampoco quiero vivir contigo. -Susurré de brazos cruzados, y él puso cara de ofendido-.

—Wow, wow. Calmaos chicos. Ella sería quién se mudará a tu suite, así que no te preocupes por eso.

—¿No hay nada más que podamos hacer? Es decir, ¿es necesario...tener que vivir juntos? - Pregunté desesperada. Casi iba a tener un tic en el ojo. Seojun puso sus ojos en blanco-.

—Concuerdo con la...desconocida, con la Hie Na.

—Hyo Ri. -Dije entre dientes-.

—Eso. Soy una estrella, ¿en serio debo de pasar por ese tipo de cosas cuando sabes perfectamente el poder que tengo como artista aquí y las ganancias que le brindo a la empresa?

Al CEO se le hizo un aura extrañamente oscura. La maldad podía verse empañada en sus espejuelos.

—No me estés amenazando, querido Seojunnie. ¿Acaso olvidas que soy tu CEO, que estás bajo mi contrato y que si yo quiero aplazo el lanzamiento de tu disco?

SeoJun calló y yo evité decir algo más, suficiente con lo que el CEO le había respondido.

—De igual forma, y ya que se sacó el tema del contrato, deben cumplir con lo establecido.-Dijo el jefe dando una vuelta en su silla regodeándose con una sonrisa-.

—Pd-nim...-Entré en la conversación y me miró de forma seria-. Con todo respeto, en las pautas del contrato no se mencionaba nada acerca de este tipo de asuntos imprevistos.

El rostro de SeoJun se iluminó con mi maravillosa idea, y quizás hasta me hubiera apoyado, de no haber sido..

—¿Cómo que no?-El CEO Kang sacó de uno de los cajones de su escritorio dos documentos: el contrato de SeoJun y el mío, y nos mostró con una lámpara y una lupa un pequeño apartado-. ¿Lo ven ahora?

El muy...

—Hijo de su madre...-Susurró SeoJun como si me leyera el pensamiento-.

El CEO había añadido un pequeño apartado utilizando tinta de limón, apartado del cual no nos dimos cuenta al firmar, pasándolo por alto.

“Los artistas o futuros artistas bajo la agencia Utopía Entertaiment deberán obedecer los planes imprevistos que proponga su CEO”.

¡Maldito CEO! No podíamos salir de esta.

—Y una cosa más...Ustedes están bien informados sobre la política de la empresa en cuánto a las citas. Nos da igual con quién salgan mientras no sea con nadie de aquí, de lo contrario se les solicitará su expulsión inmediata. ¿Queda claro? -Mostró su sonrisa más cínica-.

—¿Está tratando de decir que una celebridad como yo, que ha tenido vínculos con artistas tan importantes y hermosas como IU o ChungHa podría estar con alguien como ella? -Preguntó SeoJun incrédulo señalándome con su dedo índice-.

Mi boca se tensó y solo chasqueé mi lengua.

—Descuide pd-nim. Alguien como yo no podría estar con alguien como él. Podré ser humilde y no tener tanto para ofrecer, pero tengo altos estándares. -Dije sonriente y SeoJun miró hacia otro lado, ofendido por mi ataque repentino-.

En el rostro del CEO Kang pude notar una leve malicia, como si tratara de reflejar: esto se pondrá interesante.

Jamás podría estar con alguien tan superficial y estúpido como SeoJun. Así que ese era el menor de mis problemas. Ahora el principal era aguantarlo por los próximos meses. Espero que al menos me deje tiempo para ensayar y no esté volviéndome loca a cada segundo.

—Aclarado todo, sois libres de retirarse.

Me puse de pie e hice una reverencia a modo de despedida, pero SeoJun sin decir una sola palabra o mostrar algo de respeto, abrió las puertas con Minnie detrás como su perrito faldero y se fue. Yo no sabía lo que me depararía junto a él a partir de ahora, pero por el bien de mi carrera lo necesitaba.

Caminé molesta mirando al suelo, pensando en las mil y una formas de ocasionarle su muerte más cruel y dolorosa, pero choqué con su espalda. Al parecer se había detenido en medio del pasillo antes de llegar al ascensor. Quizás para esperarme.

—Minnie, adelántate, tengo algo más para decir.

—Sí, señorito Han. -Desapareció rápidamente. Podía olerse a kilómetros que se trataba de una fan más de él, solo le faltaba mover la colita, si tuviera-.

—¿Qué quieres? - Molesta toqué mi frente, porque me había golpeado con su espalda, que no lo parecía pero era increíblemente dura, casi tanto como su cabeza de maní-.

Él solo me lanzó algo, que pude atrapar con rapidez antes de que cayera al suelo.

—¿Y esto qué es? -Dije antes de mirar lo que me había dado-.

—Hie Na...

—Es Hyo Ri.

—Eso.

Puse mis ojos en blanco y examiné el objeto. Se trataba de unas llaves.

—Las llaves de mi habitación. Agradece que siempre llevo una copia encima. A las 7 en punto te quiero ahí, ni antes ni después. Detesto la impuntualidad. Y no quiero tus cosas desparramadas por todo el lugar cuando llegue.

Supongo que tengo que agradecerle, ¿no? Ciertamente tenía que vivir con él desde hoy y necesitaba una copia de sus llaves. Mi orgullo no quería decirle nada, pero era lo correcto.

Antes de abrir mi boca él se dirigió al ascensor, apretando el botón para que se abriera. Me hizo un saludo con la mano sin voltearse, porque sabía que seguía mirándolo y rodeé mis ojos.

Miré las llaves detenidamente y el corazón se me aceleró. Se trataba de una suite, algo que nunca me hubiera permitido por mí misma. Y también estaba la llave del estudio y de la sala de prácticas privada. Quería gritar de la emoción.

Oh oh.

Aún tenía que empacar mis cosas.

¡Mierda, el ascensor!

Corrí hasta alcanzarlo pero SeoJun ya había presionado el botón para bajar. Su mirada cínica de “Jódete” a la par que me mostraba el dedo de enmedio mientras se cerraban las puertas frente a mí nunca la olvidaré.

¡Maldito seas, Han Seojun!