6 meses después

He estado entrenando arduamente todos estos meses. Mientras que otras aprendices descansan yo me quedo hasta tarde en la sala de prácticas, ensayando una y otra vez hasta que todo salga a la perfección. Sé que no les caigo bien del todo, porque me encuentran un tanto excéntrica y en lugar de disfrutar o relajarme, solo me enfoco en hacerlo bien. Esto es todo lo que tengo, no puedo fallar. Así que mientras en las evaluaciones mensuales a otros los regañan por no dar el todo, a mí me felicitan, y aunque me odien por ello, me hace sentir bien recibir halagos por parte de los productores, ya que si eso llega a oídos del CEO Kang, mi debut podría ser mucho antes de lo esperado.

En estos meses he estado trabajando incansablemente, desarrollando mis habilidades, y ya mis expresiones no son tan frías al bailar, me suelto más y no luzco robótica, y jamás pensé que sería buena en baile, pero después de recibir unos cuantos cumplidos y resultar amenazante para otros aprendices, creo que puedo fardarme de ello.

En las clases de canto destaco de la misma forma. Llego a las notas altas con facilidad y cuando los maestros me preguntan si he estudiado música antes y les digo que no, que solo estuve en un coro una vez, se asombran por mi talento innato, y veo esa emoción en sus ojos, de que quieren pulirme como un diamante hasta el final, porque se dan cuenta de lo que realmente valgo.

Esos cumplidos y esa fé que otros tienen en mí, es lo que me mueve y lo que me motiva a esforzarme mucho más de lo que ya lo hago.

Me felicitaron por mi voz, y según escuché, todos quedaron enamorados de mí con mi audición, al ver la forma tan sincera en la que cantaba Constellation, una canción sumamente difícil de interpretar. Dijeron que el sentimiento que poseía y las lágrimas que derramé siendo una con la canción, no lo logra  cualquier artista, a menos que ame lo que esté cantando y haya nacido para ello.

Al estar encerrada en la sala de práctica junto a los demás aprendices, no tengo contacto con los artistas que reinan en la empresa. Solo los chismes que escucho: que planean sacar nuevos sencillos próximamente, que se les vio salir con alguna modelo o idol de otra empresa, o que están de viaje. Pero qué puedo decir, aún no se me ha presentado la oportunidad de ver cara a cara el glorioso rostro tallado por lo mismo ángeles que posee Han SeoJun, pero sé que algún día lo haré. Que estaré a su altura y le demostraré lo que valgo, y que en un futuro incluso cantaremos en el mismo escenario. Eso sí que sería un sueño para mí, aunque quizás estoy pidiendo demasiado.

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—¡Hyo Ri! El CEO Kang solicita tu presencia en su oficina cuanto antes. -Llamó una de las profesoras desde la puerta-.

—¡Voy enseguida! -Le respondí tomando un poco de agua, en una de mis pausas en las que no veía alguna coreografía o leía alguna partitura-.

Me recogí el cabello y salí de la habitación, con las miradas del resto de los chicos clavándose en mí, preguntándose que porqué me habían llamado. Sé que muchos deseaban que hubiera incumplido alguna norma para que me echaran, pero no se los pondría tan fácil, pues además de destacar en las clases, siendo la #1 en los rankings generales, me encargaba de seguir cada una de las reglas impuestas por la empresa al pie de la letra. Después de todo, eso quedaba establecido en mi contrato.

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—Señor Kang, ¿quería verme? -Pregunté desde la puerta de su gran oficina-.

—¡Hyo Ri! -Nada más verme puso una sonrisa y me indicó que me sentara, ya no con la frialdad de meses atrás-. He escuchado muy buenas noticias sobre ti. Tengo entendido que este mes vuelves a ver el primer lugar en las evaluaciones, ¿no?

—Está en lo correcto, pd-nim.

—¿Y por qué luces sudada? ¿Estabas ensayando justo ahora?

—Sí. Estaba terminando de ver un video de la próxima coreografía a aprenderme.-Dije secándome el sudor de la frente-.

—Me alegra escuchar eso. No paras. Es un honor para nosotros tenerte como aprendiz aquí. Sabía que habíamos hecho bien en escogerte, vi un gran potencial en ti y no me equivoqué.

—Gracias, señor. Es un honor para mí estar aquí y poder disfrutar de las instalaciones y servicios que ofrece Utopía Entertaiment.

—Gracias a ti por escogernos, ya que hiciste nuestra audición en lugar de alguna otra. Pero si te llamé no fue precisamente para halagarte. Sé que es pronto, ya que apenas llevas unos meses como aprendiz, pero...¿qué te parecería se hablamos de tu debut?

Mi... ¡¿Debut?!

—¿Debut? ¿A qué se refiere pd-nim? Escuché que el nuevo grupo de chicas a debutar no será hasta el año que viene, debido a que están enfocando en los solistas.

—¡Bingo! -Dijo lanzádome una pistola con sus dedos-. Justo a eso quería llegar.

No estaba entendiendo nada.

—¿Perdón? Me he perdido. Quizá es porque estoy algo sofocada por ensayar. -Dije con risa floja-.

—Hyo Ri...-Dijo mirándome fijamente-. ¿No acabas de darte cuenta que destacas a donde sea que vayas? No sólo lo digo por tu belleza, también por tu talento y presencia escénica. Tanto los profesores como yo estamos de acuerdo en que tú no deberías debutar en un grupo de chicas.

Pensé que este sería el final. Que mi sueño se haría añicos. ¿No debutaría? ¿Después de todo lo que me había esforzado aún me faltaba entrenamiento?

—Oh... ¿y eso que significa?

—Debutarás como solista el mes que viene.

Eso no lo había pensado.

—¿Qué? -Grité poniéndome de pie-.

—Cálmate. Sé que el shock es fuerte pero era algo que debía comunicarte. Tienes talento y belleza como para ser la primera solista femenina que debutemos, y es poco el tiempo que llevas entrenando, por lo que será todo un bombazo, ¿no es genial?

Creo que estaba a punto de desmayarme por la noticia. Todo estaba yendo demasiado rápido.

—Pero... ¿Y SeoJun? ¿Y SuHo? ¿No estaban en aprietos económicos como para debutar a alguien más tan pronto?

—No te preocupes por ello. Y de Seojun...también debía discutir algo con él. ¡Ah mira, si está aquí!

—¿Cómo está el mejor jefe del mundo?

Escuchar esa voz hizo que mi cuerpo se congelara como si estuviera entrando en un estado de hipotermia.

—¡No tan bien como el mejor artista! -El CEO de lo mas feliz se puso de pie y abrazó a la famosa estrella la cual estaba de pie a mi lado-.

—¿Y esta es...? -Dijo examinándome de arriba a abajo una vez se quitó sus gafas de sol y se las lanzó a su asistente. Yo esperaba que no me viera, aunque fuera imposible-.

—Justo de ella quería hablarte, mi querido Seojunnie. Siéntate.

—Ah, conque es para largo. Ya decía yo si hace meses no me citabas. Minnie, traeme un café, que tengo asuntos que tratar, así que puedes retirarte, shu. -Dijo haciendo un gesto con la mano sin siquiera mirar a la pobre chica, la cual salió como un torpedo del lugar-.

—Bien... De lo que quería comentarte y por eso te cité y a ella también es... Bueno, lo primero. Su nombre es Choi Hyo Ri y es aprendiz en nuestra empresa, y al igual que tú en su momento, ha sido hasta ahora el primer lugar en cada evaluación, destacándose por encima de otros trainees. Hyo Ri, él es SeoJun. -El CEO me lanzó una mirada expresiva para que lo saludara-.

—Es un honor para mí conocerlo finalmente. Es un artista que ha tenido gran influencia en mí, Han SeoJun. -Dije ofreciéndole mi mano haciendo una reverencia-.

—Ah. Gracias.

Él se rehusó a tomar mi mano. No me vio, pero mis ojos se abrieron al punto de salirse. Menuda vergüenza había pasado. Puse una sonrisa forzada y ambos nos quedamos mirándonos fijamente, la tensión pudiéndose cortar en cualquier momento y de eso pudo percatarse el CEO Kang.

¿Quién se creía que era este? Sé que era un artista famoso y toda la cosa, pero no tiene porqué menospreciar a otros y más cuando van tan amablementes como yo que me resulta difícil relacionarme con los demás. Nada que ver con su música dedicada a sus fans que hablaba de lo mucho que las amaba y que eran el todo para él. En fin, que estaba comenzando a odiarlo por la primera impresión tan asquerosa que me había dado, creyéndose superior a los demás, solo por ser “Han SeoJun”. Ya verás... Un día voy a superarte, papanatas.

—Tu próximo disco me dijiste que querías lanzarlo cuanto antes, ¿no? Concretamente para el mes que viene.
-Dijo el CEO considere sus manos juntas, interrumpiendo mis pensamientos-.

—Exactamente. Pero lo que aún no entiendo es porqué me llamaste. Estaba en el estudio ensayando, ¿sabes?

El estudio...ese que solo los grandes pueden utilizar. Todo un sueño. Y para nada relacionado con el tan pequeño destinado a los aprendices.

—Tan apasionado como Hyo Ri. -Odiaba que me comparara con él. Sí conocía su desempeño pero no quería ser igual -. En fin, a lo que iba. Si los cité a ambos aquí y ahora, fue porque para hacer posible el lanzamiento de tu disco y tu debut cercano...deben hacer una cosa. Pienso que sería beneficioso para todos aquí.

—¿Qué cosa? -Preguntamos al unísono-.

—Deberán trabajar juntos. Convivir juntos por los próximos meses y hacer un dueto. Solo así podré cumplir con lo que desean.

¿Qué?

¿Convivir con Han SeoJun?

Mi yo del pasado había considerado eso como una buena idea. Que digo buena, excelente.

Pero mi yo del presente, que aunque había esperado tanto tiempo para encontrarse con él, había conocido quién era en realidad, veía esto como una horrorosa idea, que no le gustaría vivir ni en sus peores pesadillas.

Al CEO no se le veía bromeando o con caras de cambiar de opinión.

Al mirar a SeoJun una vez más pude darme cuenta de algo...

Mis días a partir de ahora, iban a ser un infierno.