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💤Capítulo 17💤

Hyo Ri

Ya ha transcurrido un mes. Un mes desde que quedamos en darle un comienzo a nuestra relación, dejando los miedos y los problemas atrás. Todo parecía estar en calma por ahora, lo que me había hecho dejar de pensar en lo sucedido con SooJin. Pensé en lo que SeoJun me había dicho,  y decidimos enfocarnos en estar bien y crear recuerdos juntos, considerando atrasar aún más el dueto para aprovechar estos meses lo más que podíamos.

Pero... las cosas comenzaban a complicarse, porque a veces se nos olvidaba que estábamos en la empresa y que nadie podía saber lo que sucedía entre nosotros. Al vivir en nuestro mundo de fantasía animada, con arcoíris y unicornios a nuestro alrededor, no nos percatábamos de la gravedad de las cosas una vez saliera a la luz nuestra relación. Debíamos ser discretos, pero tenía tantas ganas de besarlo, de comer juntos y poder tomarle la mano y no bajo la mesa a escondidas...que simplemente no podía aguantarlo. Nos lanzábamos besos y nos guiñábamos el ojo cada que podíamos. Él se sentía de la misma forma que yo, feliz, pero impotente de no poder hacer más nada al respecto.

Los únicos instantes en los que podíamos estar a solas era en la suite, ya que nadie merodeaba por ahí, lo que quería decir que no podían exponernos. En ella aprovechábamos para saciar las ganas acumuladas en el día y estar juntos, ya que teníamos que comportarnos como profesionales y evitar levantar sospechas.

Cada vez me doy más cuenta de que me estoy enamorando perdidamente de él, y me siento culpable por aún no contarle de mi oscuro pasado. No debería sentirme así, ya que no ha insistido más desde que le pedí no hacerlo, pero tengo miedo de perderlo, pues no sé cómo reaccionaría ante una noticia así.

Me di cuenta de que mis pensamientos sobre él cambiaron, porque en un inicio pensaba que no era más que un ídolo presumido y egocéntrico, pero conviviendo con él pude ver que en realidad es una persona luchadora y amable, lo que me hacía temer una mala reacción cuando le dijera mi situación. Eso me perseguía hasta en mis peores pesadillas. Podía incluso hasta dejarme, sabía que existía esa posibilidad, porque, ¿quién querría estar con una exstripper y mentirosa?

Jamás pensé tener una dependencia hacia alguien como con él. Pensaba que mi sueño siempre había sido la música, pero... Él hizo que la amara más, él me dio la fuerza y el apoyo que necesitaba para seguir adelante y lo más importante... creyó en mí. Él se convirtió mucho más que en una parte. Han SeoJun se había convertido en mi sueño.

Esta mañana estaba preparando el desayuno en la cocina con mi delantal puesto. Me puse a cantar mientras picaba cebollas, tomates y pepinos, y cuando menos lo esperaba SeoJun me abrazó por detrás, recostando su cabeza en mi hombro, acción que me hizo casi cortarme la mano en lugar de las verduras.

Tenerlo tan cerca de mí era algo que me hacía entrar en pánico la mayor parte del tiempo,  y eso es... porque él era mi debilidad. Lo ha sido desde el primer momento en que escuché su voz y una vez lo conocí en persona, aquel sentimiento se intensificó.

Sus manos entrelazadas en la zona de mi abdomen con sus brazos tonificados rodeándome, además de su parte inferior del cuerpo pegada a la mía, hacía que me temblaran las piernas. Él sabía que me pasaba y continuaba haciéndolo, el abrazarme inesperadamente y comenzar a esparcir pequeños besos por mi cuello.

—Déjame cocinar, o cocina tú, porque así no me puedo concentrar. ¿No te das cuenta?

—¿Y si no quiero?

—¿Te das cuenta de que tengo un cuchillo en mi mano, verdad? ¡Déjame! -Dije riéndome y tratando de alejarlo, pero él se negaba a soltarme-.

Puso morritos y se acercó para besarme, yo casi dejándome llevar, pero en esos momentos tocaron a la puerta, lo cual era raro porque nadie nos visitaba.

—¡Yo abro! -Dije escapándome triunfante porque estaba comenzando a tener calor con él tan pegado a mí, y más cuando me di cuenta de que tenía su torso desnudo-.

Al abrir sonriente como estaba me di cuenta de que era una señora de mediana edad, como mis padres. Su cabello estaba recogido y bien peinado, al igual que su uniforme de trabajo al parecer, que no tenía ni una sola arruga o mancha. Ella lucía muy seria, con su maletín entre manos y me miró despectivamente, analizándome de la cabeza a los pies, algo quue hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo y ocasionó que se me cayera el cuchillo que traía en la mano.

Nunca pensé que una persona pudiera intimidarme tanto con una mirada además de SeoJun, pero por lo visto me equivoqué. esto era peor. ¿Quién era esta mujer y porqué aparecía repentinamente?

—¿Mamá?

Oh.

Eso explicaba muchas cosas.

************************************

SeoJun

Al escuchar el estruendo del cuchillo caído al suelo, me preocupé y me puse una camiseta negra que encontré rápidamente y salí corriendo a la sala a ver qué pasaba, o quién era esta visita tan oportuna.

Al ver de quién se trataba entendí lo que pasó.

—¿Mamá?

—Hola, hijo. -Dijo tan seria como siempre-.

—¿Qué haces aquí? No te esperaba hasta el mes que viene.

—Bueno, resulta que surgió una situación y aquí estoy. ¿Qué no puedo venir a visitar a mi hijo? Hey tú. -Dijo chasqueando sus dedos refiriéndose a Hyo Ri, quien le hizo una reverencia atendiéndola-. Coloca mi maletín en otra parte y prepárame un café, con dos terrones de azúcar, si no te es mucha molestia. Andando.

Hyo Ri me miró sin entender mucho la situación, sosteniendo el gran maletín de mi madre, pero antes de poder explicarle ella volvió a hablar.

—¿Quién es esta? Te dije que no gastaras el dinero que ganas contratando a cualquier asistente, porque si te independizaste es porque querías valerte por ti mismo. -Decía amenazante señalándome con el dedo índice-. Pero bueno, digamos que lo necesitabas. En ese caso, ¿no pudiste al menos contratar a alguien un poco más recatada y que se vistiera mejor? Esta parece una pordiosera y honestamente, no creo que ella cumpla con los requisitos para trabajar a tu lado. -Dijo mirando a Hyo Ri detenidamente-.  La anterior me parecía más adecuada para el trabajo. ¿La despediste?

Aunque Hyo Ri llevaba puesto un delantal, no sé porqué mi madre se hizo la idea equivocada de que se trataba de mi asistente. Es cierto que no sabía acerca de que estábamos viviendo juntos porque cuando ella llegaba a visitarme, la recibía en el lobby o en la cafetería, incluso en el estudio para que viera a mi hermano.

Como mi madre nunca ha estado al pendiente de mi carrera, no se interesaba por mis presentaciones o discos, así que era tenía sentido que no conociera a Hyo Ri.

—En fin... A lo que iba. -Dijo sin dejarme hablar como era costumbre-. Sabes por lo que estoy aquí. Necesito dinero. Es... para el colegio de tu hermana. -Dijo desviando la mirada-.

Sé perfectamente que me está mintiendo. Cuando papá nos abandonó hace años, ella tuvo que encargarse de Jisung, Gowoon y de mí. Y aunque siempre tuve inclinación hacia la música, ella fue la que prácticamente me obligó a hacer la audición para entrar a Utopía Entertaiment cuando apenas tenía 15 años. Por lo que yo soy el que la ha estado apoyando con el dinero ya que Gowoon aún estudia y al ser solista gano mucho más que mi Hyung como productor. No me molesta hacerlo, tengo que ayudarla porque es mi madre y entiendo lo mucho que se ha gastado en mí y en mis hermanos. Pero sé que se gasta el dinero que le doy para sustentar a la familia en alcohol. Jisung me lo dijo, que tiene un problema pero no quiere admitirlo. Y no lo da a aparentar porque sabe como disimular que es una mujer trabajadora y recta, pero no es así. Gowoon me ha llamado llorando, que está harta de vivir con ella porque se vuelve violenta cuando no tiene alcohol para beber, pero que al menos Jisung la protege y eso me hace calmarme, aunque no mucho. La situación en casa se está desmoronando y no quiero que nada malo suceda.

—Omma... Hablé con Gowoon el otro día y me dijo que no necesitaba aún el dinero para sus estudios. ¿Estás segura de que estás usando el dinero para ella?

Quería que fuera sincera conmigo. Que me lo dijera a los ojos y no me mintiera más.

—Por supuesto que sí. ¿Dudas de tu propia madre acaso?

—Solo lo digo porque Jisung Hyung me dijo que en muchos recibos de la tarjeta hay botellas y botellas de alcohol, y ellos no beben.

—¿Cómo te atreves a contradecirme? ¿Me estás llamando alcohólica? ¡Dame el dinero, lo necesito! -Me tomó por el cuello de mi camisa desesperada y luego me empujó-.

Sabía lo que estaba por venir a continuación. Le había faltado al respeto, así que era lógico que mereciera mi castigo.

Vi como su mano se elevaba dispuesta a lanzarme una bofetada. Cerré mis ojos y sentí como el sonido impactó. Pero no en mi rostro.

Hyo Ri se había puesto en el medio. Ella había recibido la bofetada en lugar de mí.

Debido a eso, volteó su rostro a un lado. Noté la marca de la palma de la mano furiosa de mi madre en él, y aunque debería dolerle ella lo disimuló tocándose la zona lastimada y comenzo a hablar con mi madre.

—Con todo respeto, pienso que está muy equivocada con respecto a su hijo. Es su propia madre. Debería tratarlo con más cariño y no osar ponerle una mano encima. Él es una persona maravillosa y los sentimientos de una madre por su hijo tienen que ir más allá del dinero. No veo mal que él la ayude con respecto a los gastos de la casa, pero él no merece ser visto por usted solamente como un cajero automático. Él es mucho más que eso, y usted no debería de juzgarlo ni presionarlo.

Después de decir todo eso Hyo Ri salió de la suite y me quedé a solas con mi madre.

—¿Tú viste en la forma tan informal en la que me trató tu asistente? Yo tengo que decirle esto inmediatamente al CEO. ¡NO PUEDES PERMITIR ESO!

—Ella no es mi asistente, omma.

—¿Ah no?

—Estamos viviendo juntos porque tenemos que grabar un dueto, aunque claro, eso a ti te da igual.

—Bueno, si es una compañera o no, encuentro incorrecto que un hombre y una mujer que no estén casados vivan juntos bajo el mismo techo. Esto tiene que acabarse. Voy a llamar a tu CEO.

—Omma... -La detuve antes de que pudiera realizar ninguna llamada, porque el CEO Kang no estaba en estos momentos en la empresa-.

—¿Sí, hijo?

—Antes, preguntaste quién era ella y no pude responderte, ¿verdad? -Dije y mi madre asintió-.  Ella es mucho más que una compañera para mí. Quizá no lo sepa ni se lo imagine en lo más mínimo, pero ha sido la persona que me hizo volver a creer en mí y en mi sueño. Sé que tú intentaste hacer todo lo imposible para que triunfara, pero siempre desde un punto de vista comercial. Llegué a sentirme tan mal conmigo mismo, que hubo un tiempo en el que llegué a pensar que la música había dejado de ser mi sueño, pero entonces la conocí. Y desde el primer momento en que la vi, algo me dijo que llegaría para cambiar mi vida. Me hizo amar la música de nuevo y ha sido mi musa, mi inspiración. Ella ahora mismo es mi sueño, y no quiero dejar de luchar por eso.

Mi madre quedó en silencio, y sé que estaba a punto de pedirme dinero de nuevo, pero la detuve.

—No volveré a darte más dinero hasta que no aceptes que tienes un problema con el alcohol. Lo siento, pero es lo mejor para ti y para todos.  Vuelve a trabajar. Sé que aunque estés vestida así te despidieron hace semanas por inegligencia. Si no te importa Jisung Hyung y yo, al menos piensa en Gowoon, omma. No querrás perder la custodia y que se la lleven. Y retírate por favor, necesito estar solo.

Mi madre se fue indignada, haciendo algunos berrinches por pedirme más dinero, e intenté mantener la compostura para no elevarle la voz. Espero que al menos reflexione con lo que me armé de valor para decirle. Me preocupaba ella, pues pese a siempre haber sido una persona controladora, era mi madre y lo amaba, quería lo mejor para todos.

Me senté en el sofá con ambas manos encima de mi cabeza, llevando mi cabello hacia atrás. Me dolía la cabeza. Tenía algunas cosas en las que pensar ahora mismo.

Supuse que Hyo Ri también quería un tiempo para ella. Así que decidí mejor no molestarla y esperar a que se animara a volver.

Pero después de una hora, comencé a preocuparme.

No llegó.

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