SeoJun

Ya han pasado dos semanas y las cosas no han cambiado. Ella sigue llegando a altas horas de la noche, lo que significa que ya no la veo y que no puedo pasar tiempo con ella. Siento... que me está evitando. Intenté investigar por mi cuenta acerca de su nuevo y extraño comportamiento pero no quiero ser de esas personas que invadan su privacidad registrando las cosas de su cuarto, mas tampoco puedo preguntárselo directamente. Suho no sabe nada y mi hermano tampoco, y eso que son las personas más allegadas a ella. No tengo ni la más remota idea de qué podría ser lo que le pase, si se trata de algo que le dijo el CEO o una situación familiar.

Todo esto me tiene loco. No como ni duermo. El disco se me está atrasando y el CEO que fue quién me permitió llevarlo a cabo por mi insistencia, me está reclamando que me apresure. Me paso todos los días y noches encerrado en el estudio, pero no llega a mí la inspiración. Intento tocar un acorde con la guitarra pero es inútil. Escribo una letra y hago una bola el papel, lanzándolo al suelo y jalando mis cabellos por el estrés que me da no estar satisfecho con mi propio trabajo, porque sé que puedo hacerlo mejor. Mi hermano intenta ayudarme pero es en vano. No puedo hacer nada porque solo pienso en ella y en qué podría estarle ocurriendo, y me preocupo.

Necesito resolver esto inmediatamente. De lo contrario, podría traer consecuencias devastadoras no sólo para mí...sino también para mi carrera, que se vería afectada con todo esto.

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Hyo Ri

Estas dos semanas no han servido para nada. Aunque nuestra comunicación es nula, en lugar de olvidarlo cada vez lo extraño más. Necesito de él, de sus bromas, de sus estupideces de idiota presumido, de sus sonrisas y de sus pocos halagos, que intenta disimular por su orgullo.

Me paso el día entero sin verlo, tratando de cruzarme con él lo menos posible, recordando así las palabras de SooJin, pero cuando lo veo se me cae el mundo. Intento evitarlo, pero cuando me mira, quiero refugiarme entre sus brazos y contarle todo, mas simplemente no puedo. Estar lejos de él aunque duela ahora sé que será lo mejor.

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Mientras ensayaba escuché un anuncio por toda la empresa donde se requería mi presencia inmediata en la oficina del CEO, por lo que me sequé el sudor con prisas y me dirigí hacia allá, por suerte no eran muchos los pisos a subir.

Cuando toqué y me invitó a pasar, mi rostro casi se quiebra al ver a SeoJun sentado frente a él, y el CEO Kang con suma naturalidad me dijo que me sentara a su lado porque tenía que hablar algo con nosotros y quería saber nuestra opinión.

Opinión que no serviría de nada, ya que conociéndolo de la manera en la que lo hacemos, es muy capaz de haber ejecutado sus marañas y simplemente decirnos “La cosa es así. No pueden escapar de ello”.

Y fue exactamente así.

—Hoy en la tarde quiero que ustedes dos estén presentes en una rueda de prensa que organizaré. Ya todo está planeado. Vendrá una llamativa cantidad de periodistas y camarógrafos de numerosas cadenas importantes de la televisión nacional, además de fanáticos de ambos. Esto lo estoy haciendo pues me están insistiendo desde hace un tiempo conque se realice, porque quieren que respondan unas preguntas ya que su subunidad fue muy bien recibida por el público. ¿Qué dicen?

Ambos nos miramos de forma veloz y no nos quedó mayor remedio que aceptar.

Genial. Mi plan de mantenerme alejada de él estaba saliendo a la perfección y ahora resulta que tendré que pasarme horas con él a mi lado respondiendo preguntas acerca de nosotros como subunidad. Gracias pd-nim. Iré preparando tu vudú desde ya.

Supongo que tendré que idearme nuevas formas para esquivarlo y tratar de que se encuentren sutiles.

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Me terminaron de dar unos últimos retoques al maquillaje, así que ya estaba prácticamente lista. Me había cambiado de atuendo y arreglado el cabello, así que ahora solo restaba rezar porque todo saliera bien y no morir de los nervios por la cantidad de periodistas y cámaras a los que me enfrentaría en pocos minutos. Nunca había hecho algo como esto. ¿Qué clase de preguntas me irían a hacer?

Cuando me dijeron que me preparara porque en 5 minutos llegarían todos, entré en pánico y respiré en una bolsa que me brindaron para calmarme. Después de conseguirlo me puse de pie para retirarme, pero tomaron mi brazo con rudeza y me metieron a un armario.

—¡Suéltame! ¡Pervertido! -Grité con los ojos cerrados dándole golpes a la otra persona-.

—¡Cálmate Hie Na! Soy yo, SeoJun.

Abrí mis ojos.

—Oh... ¿Qué quieres? -Dije evitando encontrarme con su mirada-.

—¿Podemos hablar? -Me preguntó demasiado cerca de mí-.

—¿Era realmente necesario que me arrastraras hasta aquí para eso?

—Disculpa si fui rudo, pero creo que sí fue más que necesario. Casi no nos vemos y siento que últimamente me estás evitando. ¿Pasa algo?

—No pasa nada SeoJun. Estoy ocupada y tú también lo estás. Todo está perfecto. -Dije apartándolo un poco de mí-.

—Sé que no es así. ¿Hice algo que te molestó además de lo habitual? Perdóname, pero te quiero de vuelta. Que seas la Hie Na de siempre. Por favor. -Dijo poniéndome ojos de cachorro y acercándose más a mí-.

Creo que podríamos besarnos si no lo detengo a tiempo. No, no puedo hacerlo. Hyo Ri, deja que la razón predomine por encima de tu corazón. No es lo correcto...pero a quién engaño, lo he extrañado muchísimo. No puedo detener que suceda algo como esto.

En ese instante en el que cerré mis ojos abrieron la puerta.

Un empleado venía a por unos vestuarios pero se encontró con que el armario no estaba vacío. SeoJun se apartó rápidamente, rascando su cabeza y yo me sonrojé.

—¿Entonces te parece bien este atuendo? -Me dijo abriendo sus ojos para que lo siguiera con su absurda idea-.

—Oh... Sí. -Dije y ambos salimos del armario, dejando a la otra persona con mil preguntas-.

Nos reímos por lo que había pasado, pero cuando tomó mi mano y se acercó nuevamente nos llamaron para que nos fuéramos a sentar pues ya estaban al llegar todos.

SeoJun me tomó en un momento de debilidad. Tenía que mantenerme cuerda y continuar con lo que llevaba haciendo hasta ahora. Aunque no quisiera hacerlo realmente.

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Dada por comenzada la rueda de prensa, comenzaron las preguntas.

—¿Ustedes son pareja?

—¿Para cuándo otra presentacion de SeoRi?

—¡Realmente se ven bien juntos! ¿Que opinaría la empresa de vuestra relacion?

—SeoJun...¿No habías vuelto con Soojin? ¿Qué papel juega Choi Hyo Ri en todo esto? ¿Es tu compañera de trabajo o algo más?

—¿Hay rumores de que están viviendo juntos, ¿eso es cierto?

Las preguntas llovían con extrema rapidez y los flashes incidían con fuerza en mi rostro. SeoJun a mi lado, se sentía de la misma forma que yo. debíamos ser discretos y no revelar informacion de más. Como que viviamos juntos y que pasaban cosas entre nosotros, por ejemplo.

Intenté pronunciar unas palabras, pegándome lo más posible al micrófono, pero estaba tartamudeando.

—P-pese a que tenemos un proyecto planeado para próximamente, n-no creo que nuestra relación llegue a esos niveles que todos imaginan. A-ambos somos artistas serios y estamos enfocados únicamente en nuestra carrera. Buenas tardes. -dije haciendo una corta reverencia sentada en mi lugar-.

Mi rostro se comenzó a tornar de color rojo y SeoJun me miraba con incredulidad, pero soltó una risita.
Él me miraba sin saber qué responder tampoco, pero después de lo que yo dije, tomó el microfono y decidió ayudarme.

—Buenas tardes a todos. Con respecto a esta gran cantidad de preguntas, he de decir que los rumores de una posible nueva relación entre SooJin y yo son completamente falsos, y que el dúo SeoRi estará de vuelta muy pronto.-Dijo guiñando un ojo-. Oh... Y me encantaría trabajar con mi compañera próximamente. El destino es muy incierto y no sabemos lo que puede pasar en cuanto a nuestra relación se refiere. Eso es todo lo que podemos responder.

Lo miré orgullosa y algo apenada, y por tantas preguntas de nuestro “romance”, lo que dijo sobre nosotros, y la forma en que me miraba, -además de nuestra cercanía cuando nos pedían una foto-, creo que ya era hora de dejar de alejarme de él y explorar la posibilidad de una historia entre ambos.

Hasta que la vi entre el público. SooJin me miraba con rabia de brazos cruzados y me aparté de él, dando por terminada después de casi tres horas la rueda de prensa.

Lo que me esperaba.

Cuando todos se fueron, incluyendo a SeoJun que había ido al baño, SooJin me esperó y comenzó a empujarme.

—Te advertí que te mantuvieras alejada de SeoJun porque él es mío y pronto estaremos juntos de nuevo. ¿No te quedó claro?

Decidí dejar el miedo atrás y enfrentarme a ella.

—Lo que sucedió hoy no fue organizado por nosotros, sino por nuestro CEO. Pero no voy a alejarme más de SeoJun, vivo con él y qué puedo decirte...¡me gusta! Él me gusta muchísimo, tú tuviste tu oportunidad, lo lógico sería que yo aprovechara la única que tengo ahora que siento que yo también le gusto a él. Y tú no puedes obligarme a alejarme cuando ni yo misma puedo hacerlo.

Soojin abrió la boca sorprendida.

—Mira a la gatita como sacó sus garras. Así me gusta. Pero no olvides que la reina de este juego soy yo.

Me alejé de ella poniendo mis ojos en blanco. Ridícula. Estaba más que dispuesta para decirle a SeoJun lo que sentía por él.

—Sé lo que hiciste. -Dijo detrás de mí-.

Mis pasos se detuvieron y me limité a escucharla. Esperaba que no fuera lo que yo estaba pensando.

—¿Pensabas que podías mantenerlo escondido por mucho tiempo más? Pues resulta querida, que el pasado siempre vuelve. Estuve investigando acerca de ti y tu historia antes de venir aquí y justo cuando pensaba no encontrar nada, descubrí un secreto muy jugoso.

No...

—¿Es cierto que fuiste stripper? Vaya, me sorprendes Choi Hyo Ri. Tú, que parecías una mosca muerta, resulta que no lo eres en lo absoluto.

—Por favor, por lo que más quieras, no digas nada Kang Soojin. -Dije rogándole tomando sus manos-. Lo que hice es cierto que no me hace sentir orgullosa e intenté enterrarlo, pero fue hace dos años ya, para ayudar a mi familia con los pagos domésticos porque estábamos a punto de perder la casa. No reveles eso, sería el fin de mi carrera.

—Me gusta verte suplicándome, como la arrastrada que eres. Y déjame decirte que tengo evidencias más que suficientes. ¿Te gustaría mirarlas?

Sacó unas fotografías y las lanzó por todo el lugar, obligándome a agacharme y recogerlas, comenzando a llorar por ello. ¿Existían fotos de eso? Fue una época realmente oscura para mí, me arrepiento tanto. Los recuerdos de hombres ebrios lanzándome billetes y yo teniendo que bailar en ese frío tubo que tantas magulladuras me hizo aún me hacen tener pesadillas. Tener que soportar los malos tratos del jefe cuando no recolectaba el mismo dinero que mis compañeras porque me sentía incómoda con poca ropa. O cuando me tomó por el cuello y me dejó marcas que tuve que ocultar con maquillaje, diciéndome que hiciera lo que fuera necesario para ganar dinero si no quería que mis padres se enteraran. Estaba entre la espada y la pared, y dos años después me perseguía mi pasado y sucedía de nuevo, solo que esta vez era SooJin quien lo había descubierto.

Cuando me faltaba solo una foto por recoger, ella puso su tacón encima, pisando mi mano y provocando que exclamara un quejido de dolor.

—Si no quieres que esto salga a la luz, aléjate de SeoJun, es mi última advertencia.

Llorando asentí y ella se fue ondeando su cabello con su mano y yo me quedé en una esquina rasgando las fotos en mil pedazos para quemarlas después.

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SeoJun

Me fui apresuradamente del lugar porque necesitaba ir al baño, ya que fueron casi tres horas sentado en esa incómoda silla y había bebido muchas botellas de agua. Pero decidí pasar por Hyo Ri porque según escuché de las estilistas, se había quedado un rato más.

Me quedé en la puerta porque dentro estaban teniendo una conversación, y sé que no está bien escuchar conversaciones ajenas, pero era SooJin, y le estaba hablando a Hyo Ri.

Apenas pude escuchar la última frase que le dijo:

“Si no quieres que esto salga a la luz, aléjate de SeoJun, es mi última advertencia”.

¿A qué se refería con “esto”? Una lástima no haber podido escuchar mucho más. La cuestión era... ¿Por qué SooJin la estaba amenazando?

En ese instante, se abrieron las puertas y por suerte no me vio. Ella iba con prisas e hizo una llamada telefónica, alejándose un poco del lugar, pero decidí intervenir persiguiéndola y quitarle el teléfono de las manos, lanzándolo contra el suelo.

—¡Hey! ¿Qué te pasa imbécil?

Al darse cuenta de quién yo era carraspeó.

—¡SeoJun! -Puso su voz chillona habitual de cuando me veía-. ¿Qué te trae por aquí? -Preguntó nerviosa-.

—Creo que eso debería preguntarlo yo. ¿No crees? -La miré arqueando una ceja y de brazos cruzados-.

—Este...Yo... Vine a verte. Pero ya te habías ido.

—No me vengas con cuentos cuando te conozco perfectamente. Escuché que amenazaste a Hyo Ri. ¿Estás loca? Aléjate de ella de una buena vez.

—¿Por qué debería de hacerlo? ¡Tú no me entiendes! ¿Cómo puedes preferir a una niñata estúpida que apenas conoces, antes que a tu ex que tanto te ha demostrado y con la que has vivido numerosos momentos? ¡Todo lo hago porque te amo!

Sabía que no estaba bien lo que estaba a punto de decirle, pero fue un impulso y no podía ocultarlo más.

—Lo nuestro fue hace mucho ya. Tienes que superarlo. Lamento si te hice tener una idea equivocada, pero tú aceptaste a no tener nada sentimental conmigo una vez rompimos. Nunca he pedido tu amor y eso es porque... No te amo SooJin...nunca lo hice y nunca lo haré. Abre los ojos de una buena vez y date la oportunidad de conocer a alguien más. Yo no soy el indicado para ti.

Ella me miró con sus ojos llorosos e intentó hacerse la fuerte y evitar derramar lágrimas, pero realmente le había dolido lo que yo le había dicho. Y sé que no fue algo precisamente fácil de digerir, pero debía de saberlo.

—Y sobre todo...Aléjate de ella. Como me entere de que la volviste a amenzar sabrás quien es Han SeoJun. -Dije apretando con fuerza sus mejillas haciendo que pusiera boca de pez-.

Me volteé y ella tomó mi brazo, ocasionando que diera un suspiro.

—¿Por qué ella y yo no? -Dijo sorbiendo sus mocos-.

—Es simple. Porque ella llegó a mi vida cuando estaba a punto de renunciar a mi sueño. Porque ella me hizo volver a amar la música. Supongo que nunca lo entenderías.