💤Capítulo 10💤
Hyo Ri
Estaba feliz por acabar la presentación exitosamente. La cara de orgullo del CEO Kang y el haberlo hecho tan perfecto con el imbécil de SeoJun aún sin haberlo ensayado nunca, me hicieron sentirme realizada.
Pero entonces me besó.
Abrí mis ojos estupefacta mientras el se acercó a mí y depositó un beso en mis labios aprovechando la oscuridad del fin de la actuación. No me esperaba que precisamente SeoJun tomara esta acción. Ambos nos odiamos. ¿Por qué me besaría? Estoy bastante segura que lo hizo solo por molestar.
—¡Bravo! Ustedes nunca me decepcionan. -Decía el CEO Kang aplaudiendo y chiflándonos-.
Después del beso, yo empujé a SeoJun, no sé qué estaba pasando por su mente en estos momentos, pero claramente no estaba pensando bien las consecuencias de sus acciones.
Bajé las escaleras del escenario torpemente, con las lágrimas acumuladas en mis ojos a punto de llover y salí de la habitación. Necesitaba respirar, pensar, y sobre todo, estar lejos de SeoJun.
Escuché como le decía al CEO que me sentía indispuesta y que por eso me había marchado repentinamente.
Ya fuera, evité llorar lo más que pude y suspiré, llevando mis manos a mi rostro sonrojado por lo que acababa de suceder. Pero estaba molesta porque lo hizo sin mi consentimiento.
—¡Hyo Ri! -Abrió las puertas de forma brusca y se acercó a mí, tomando mi brazo-.
—Ah...¿ya no es Hie Na? -Dije sin mirarlo a los ojos-.
—Sí, sí...Hie Na.
Bufé por su respuesta.
—¿Qué quieres?
—¿Por qué saliste de esa forma? El CEO estaba hablando.
—¿Vamos a hablar de hacer cosas de tal forma?
—¿Estás molesta porque te besé?
—¡Claro que sí! ¿Qué crees? -Gritaba y me mandó a bajar la voz, pues el CEO podría oírnos-.
—Pero si solo lo hice como parte de la actuación. No fue más que algo fingido.
Escuchar eso me hizo romperme aún más. Para mí...un beso era algo jodidamente especial. Pero para él...era algo muy normal, como si se le diera a la gente de gratis.
—Ese fue mi primer beso.-Murmuré cabizbaja-.
—¿Eh? -Preguntó-.
—Olvídalo. No fue nada. Pero debes preguntarme antes de hacer algo así.
—Sí, te entiendo y por eso vine a disculparme. Debí pensar en cómo te sentirías al respecto.
—No hay problema. Vamos al piso 9 a ensayar a la sala de prácticas, que nos queda menos de un mes para presentarnos y debemos grabar la canción.
Actué como si fuera algo sin importancia, pero todo esto... me dolió.
************************************
En la noche me puse mi pijama de rayas, pero como aún no tenía sueño, fui a la sala a buscar algo para ver en la televisión. Estaba aburrida y quizá entreteniéndome con una película lograra dormirme.
Comencé a pasar los canales apoyando mi mano en mi barbilla, no muy satisfecha con lo que estaban transmitiendo, pero en ese momento llegó para él para “hacerme compañía”.
—Me voy. -Dije poniéndome de pie-.
Quería evitar encuentros con él, debido a lo que pasó hoy en la tarde.
—No seas así. -Jaló mi brazo hacia abajo haciendo que me sentara a su lado en el sofá-. Ven, vamos a ver algo. -Decía sosteniendo el control remoto-.
—¿Desde cuando ves televisión? -Dije arqueando una ceja-.
—¿Qué no tengo derecho a verla?
—No es eso. Ugh. -Crucé mis brazos, esperando a que él encontrara algo de mi agrado-.
Estaban pasando una película de terror en el canal 8.
—¡Déjala! -Grité, provocando que se asustara-.
—No, no quiero, quiero ver otra cosa. -Decía pasando con rapidez los canales-.
—¡Que me des el control remoto!
—¡Que no!
Empezamos a pelear por el control remoto. ¿En serio debíamos añadir otra regla a estas alturas y más por una estupidez como esta? Estuvimos unos minutos tirando y jalando, incluso hubo golpes, mordidas y cosquillas. Él era más fuerte que yo, estaba a punto de perder, pero en ese momento una brillante idea se me pasó por la cabeza.
—¡Omo! ¿Ya viste el grano que tienes en medio de la mejilla izquierda?
—¡Un grano! ¿Ay no, dónde?
Sabía que se miraría porque se preocupada en demasía por su apariencia.
Buscó su espejo de bolsillo y en esos instantes aproveché para arrebatarle el control remoto. Fui feliz.
—No tengo nada. Me asusté. Me engañaste Hie Na. Espera un momento...
Muy tarde. Ya había puesto la película.
—No quiero ver eso. -Hizo un puchero-.
—¿Acaso tienes miedo? -Pregunté ansiosa por tener algo para sacarle después-.
—¡Claro que no! Yo soy un hombre. No tengo miedo. Pfff.
—¿Quieres hacer esto más divertido?
—¿Qué se te ocurre? -Preguntó curioso-.
Saqué de la mininevera de mi cuarto unas botellas de Soju y se las mostré mientras bailaba y tarareaba.
—¿Así que tomas Soju?
—Sí, pero solo de vez en cuando. Tú cállate y veamos la película. Cada vez que uno de los dos se asuste tiene que beber. -Dije sentándome nuevamente a su lado-.
SeoJun no estaba muy contento con mi idea, pero ya era tarde y tampoco tenía sueño, así que terminó por aceptar mi loco plan repentino.
Así hicimos, y él acabó emborranchándose antes que yo, porque se asustaba por todo y pegaba gritos de niña y yo solo me reía, aunque también tuve unos sustos de vez en cuando. La película era realmente aterradora, y como no serlo si se trataba de El Conjuro 2. Esa hace tener pesadillas hasta a los hombres más valientes, lo que como desde pequeña me acostumbré a ver películas de terror, podía dormir con tranquilidad.
Cuando acabó me retiré, tambaleándome un poco y me fui a mi habitación. Él se quedó unos segundos sentado mirando a la nada, pero luego se fue a su cuarto también.
Me lavé el rostro y me eché una crema hidratante antes de dormir, y me acurruqué feliz en mi cama, hasta que él tocó la puerta.
—¿Qué quieres ahora SeoJun? -Dije abriendo mis ojos molesta, ni dormir me dejaba-.
—¿Puedo entrar?
—Claro que no. ¿Qué no hablamos sobre la privacidad?
—Lo sé, pero...tengo miedo. Ábreme.
Reí por su comentario y me puse de pie para abrirle.
—¿Y qué quieres que haga al respecto? -Dije en un tono burlón-.
—Déjame pasar la noche aquí.
—Ni hablar.
Intentó entrar y estuvimos unos minutos en pleno forcejeo en la puerta, yo evitando que entrara como quien controla a un animal salvaje de intentar atacarte, pero al final cedí.
—Solo hay una cama. ¿Cómo le hacemos?
—Duerme en el suelo. Soy tu invitado.
—Estás en mi habitación. Duerme tú en el suelo.
—Yo soy Han SeoJun. ¿Cómo podría alguien como yo dormir en el suelo?
—Ah no sé. Arreglátelas. -Dije metiéndome en la cama y tapándome con mi sábana-.
—¡Hie Na!
—Ugh. Deseo que la bruja te jale los pies esta noche.
—¿Por qué eres así? -Dijo haciendo un puchero mirando a los lados y reí, llamándolo para que se acostara a mi lado-.
—Ese es tu lado y este el mío. No perturbes mi sueño.
—Sí, sí. Lo que tú digas. Buenas noches. -Dijo robando mi sábana y yo la jalé de vuelta-.
—Buenas noches. -Dije victoriosa al dejarlo destapado-.
************************************
En medio de la noche me moví incómoda porque SeoJun era de mal dormir y se llevaba toda la cama con sus hermosas posiciones que cada vez me empujaban más a caerme, así que no había dormido prácticamente nada. Abrí mis ojos y miré al techo, para luego mirarlo cara a cara. Lucía cómo un angelito mientras dormía.
Es el mismo demonio cuando está despierto.
En ese momento él abrió sus ojos y me atrapó contemplando su rostro.
—¿Tanto me deseas?
—Te odio. -Dije queriendo voltearme pero se acercó más a mí-.
—Tengo que confesarte algo...
—¿Qué?
—¿Sabes que me dan muchísimo miedo las películas de terror? -Me dijo algo sonriente y medio dormido, supongo que por su estado de ebriedad-.
—¿Y por qué aceptaste verla entonces?
—Para complacerte a ti, porque se notaba que querías verla, yo realmente no quería. Así que ahora debes complacerme tú a mí. -Dijo pegándose a mi rostro, sentía su respiración tan cerca que me daban escalofríos-.
—¿Y qué quieres a cambio? ¿No te es suficiente con invadir mi cama y mi habitación? -Reí por lo dicho. Me dolía la cabeza. También estaba borracha.
—Sé que justificas haberme dejado pasar la noche aquí debido a que ambos tomamos, así que yo justificaré lo que estoy a punto de hacer con exactamente lo mismo.
No entendí a qué se refería, pero sin pensarlo mucho estuvimos observándonos por alrededor de tres segundos sin apartar la mirada y luego se detuvo en mis labios, aproximándose para besarlos de nuevo, pero yo lo detuve.
—Este...¿es fingido? -Dije preocupada mordiendo mis labios, con mi corazón borracho latiéndome velozmente-.
—Este es real.
Y me besó. No un beso simple o corto, sino lleno de pasión, con nuestras lenguas entrelazándose y nuestros labios succionándose...siendo este mi segundo beso.
De nuevo...
Con él.
Lástima que al día siguiente ninguno de los dos recordaba nada de lo sucedido.
Nota:
Quizá todo parezca suceder rápido, pero aún faltan muchísimas cosas por verde. Esta historia probablemente tenga 25 o 30 capítulos, así que esto no es nada.
Tuve que hacer un boceto del edificio de la empresa, para ubicarme en qué haré en cada piso jsjsjs, mátenme.
Espero que os haya gustado ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro