🔵⚪🔴 Capitulo 8 🔵⚪🔴
Al dia siguiente Blue mando un mensaje a todos para hacer una mini fiesta. Gold solo se quegaba.
- ¡Ay por que tan temprano! - se quejo
-¡Ya callate Gold! ¡Solo son las 8 de la mañana! - contesto Crys.
- Si pero la fiesta es a la 6 - confirmo Gold entre perriche.
- ¡Ya callate quieres! - ordeno Silver callando al criador y estuvo un momento en silencio la cocina en donde estaba desayunando cerial. Gold solo estaba recargado en la silla poniendo sus pies en la mesa que habia en la cocina
- Gold quita tus pies de la mesa. ¡Ay no se como lo aguantas! - dijo Crys
- Yo tambien quisiera saberlo - inquirió Silver.
- Oye gracias a mi salve a todo Johto y Hoenn. Para eso estamos los amigos - comento el criador quitando sus pies de la mesa. Silver y Crys solo voltearon los ojos. Se pusieron a desayunar.
A las 10 de la mañana estaban reunidos los Dex holders. Tambien habian llegado los de Sinnoh con regalos obviamente.
- ¡Oye Ruby ya baja! -ordeno Emerald. Despues vio como Sapphire lo habia arrastrado hasta el comedor pero ruby traía una pulsera de coser ropa y con sus lentes
- ¡¿Por que me arrastra salvaje?! - vociforo Ruby poniéndose de pie el solo
- ¡Niña! - argumendo enojada Sapphire
- ¡Ya van a partir el pastel! - grito con emocion el pequeño Dex Holder de la region Hoenn.
- Antes pensaba que el chapparro de todos los Dex holders era Silver pero luego conoci a Rald y ya rediro lo dicho - comentó Gold a espalda de Emerald. Emerald frucio el seño y tenia ya la manos hechas puños
- ¡Bueno vamos todos a partir ya el pastel! -interrupio la mama de Blue, ya habian cantado las mañanitas
- Bueno ahora ¡Los regalos! - grito de emoción la cumpleanera.
- Este es nuestro - dijo sus padres al unisonido. Blue abrio su regalo y era una foto de su padrs y ella cuando era una bebe.
- ¡Gracias papas! - dijo Blue casi llorando y los abrazo.
- Sigo yo - levanto la mano Yellow. Le dio una hoja que tenia dibujado a ella y su Jigglypuff volando en el cielo.
- Gracias Yellow sabes que amo tus dibujos - confirmo la castaña.
- sigo yo - imitó lo mismo que su novia red. El campeón solo le dio una tarjeda con dinero era lo de siempre regalaba Red.
- Gracias red -dijo blue.
- seguimos nosotros - dijo el trio de Hoenn le dio un sueter a la chica, el trio de Sinnoh le dieron unas joyas, Emerald le dio una pulsera
- Y tu Silver - contesto Blue para que volteara el pelirrojo.
- Esta afuera - respondió Silver todos fueron a fuera, vieron una moto color azul.
- ¡Wow gracias Silver! -dijo Blue y le dio un beso en la mejilla a Silver.
- Bueno yo se que alguien rompió la otra que te di el año pasado - respondió Silver viendo a Gold con cara de asesinarlo.
- No es mi culpa que habia un pokemon salvaje - excusó Gold defendiendose. Interrupio el profesor Oak.
- Blue este es de crys y mio - dijo el Profesor Oak, le obsequió a Blue un cover para su pokedex.
- Gracias - agradecio Blue.
- ¡Ay yo quiero una! -se quejo el criador.
- La tendras cuando sea tu cumpleaños - dijo el profesor.
- Que mal falta un mes - volvió a quejarse Gold.
- El mio falta 2 meses - tambien se quejo red.
- Bueno... ¿y el tuyo Green? - dijo blue con dulzura. El luchador solo saco una pequeña caja, Todos los Dex holders se quedaron sorprendidos y mas Silver ya que Green siempre regalaba una carta igual que Red.
Green solo lo lanzo la pequeña caja, Blue la atrapo, lo abrio rapidamente.
- ¡Es un collar con la figura de blasty igual que el cover de mi pokedex!- vociforo Blue, el cover de su pokedex es color azul con una fugura de Blastoise y abajo de esa figura decia Blue.
- Hija ya nos tenemos que ir ya son las 12 - dijo su padres.
- Si traquilo dejaron en las mejores manos a su pequeña hija y la casa - exsgero Blue refiriendose a Silver.
- Bueno ya nos vamos para arreclamos para la fiesta - confirmo Gold.
- ¡Esperen chicas ustdes se quedan conmigo! - grito Blue. La cumplañera miro a Ruby y las chicas solo se quedaron pedrificadas. Todas se metieron a la casa y Ruby arrastraba a Emerald por las escaleras y fueron al cuarto para arreclase.
Los 4 Dex hombres estuvieron organizando un poco.
- Probando, probando – hablo Gold por un micrófono que venía con el equipo de sonido. El DJ contratado para la fiesta lo miro extrañado. Era un hombre de unos veintitantos años completamente rasurado y con gafas de sol.
- Ese es mi trabajo – señalo el DJ.
- Lo sé, pero siempre quise hacer algo así – expreso Gold entregándole el micrófono al DJ, para después saltar de la tarima en la que estaba puesto el equipo de sonido al suelo y sentarse en éste, al lado de Red. El campeón de Kanto se entretenía en esos momentos hojeando los catálogos de canciones que llevaba el DJ – ¿Algo interesante? – inquirió Gold. Red se encogió de hombros y le paso uno de los catálogos a Gold, el cual lo tomo y comenzó a repetir la acción de su superior.
- Corrígeme si me equivoco, pero, ¿no ya escogieron tú y Blue la música para hoy? – inquirió Silver acercándose al dúo.
- Solo estoy asegurando que Blue no haya notado que cambie un poco las canciones - inquirió el criador.
- Un poco ¿Uhm? - cruzo los brazos el ojiplateado.
- A estas alturas ya deberías de hacer lo que yo hago con Red, no preguntar – hablo Green con un vaso en la mano.
- ¿Y eso? – pregunto Gold.
- Limonada – respondió Green.
- ¿De dónde la sacaste? – pregunto Gold. Green señalo al recién puesto mini bar. El lugar tenía un anaquel enorme lleno de botellas de todos los tamaños y colores, detrás de una larga barra, que iba de un costado al otro costado del jardín de Blue. Y detrás de la barra, se encontraban cinco hombres jóvenes comandados por uno de mayor edad, todos ellos preparando vasos, copas y botellas. El mini bar daba directo a la puerta de la casa que llevaba al jardín.
- ¡Genial! – festejo Gold haciendo el ademán para pararse.
- Olvídalo, no dan nada con alcohol hasta que yo dé la orden – lo detuvo Silver, desilusionando a Gold, quien continuo revisando el catalogo de música.
En eso suspira el pelirrojo.
- ¡Hey, chicos! – los llamo una voz detrás de ellos. Todos voltearon para encontrarse con Blue asomada por la ventana de su cuarto - ¿Cómo va todo allá abajo?
- Ya todo está listo – anuncio Silver acercándose a la ventana.
- ¡Qué bien! – se alegro Blue. Al instante, Blue fue hecha a un lado por un Emerald furioso.
- ¡Voy a matarte, Gold! ¡Juro que lo hare! – amenazo Emerald. El pequeño Dex Holder tenía el cabello sin las toneladas de fijador que usaba, dejando ver su largo natural.
- Me lo agradecerás, ya lo veras – señalo Gold sin moverse del suelo y sin dejar de ver el catalogo de música. Emerald continuo lanzando maldiciones a su amigo, mientras era alejado de la ventana por Ruby.
- ¿Y ahora qué hiciste? – pregunto Red.
- Nada malo – respondió Gold pasando una hoja.
- Oigan – llamo su atención Blue – Como ya todo está listo por aquí, quiero que todos vayan a sus respectivas casas y se arreglen para la fiesta. Y no se les ocurra venir vestidos con su ropa de siempre porque lo pagaran.
Después de unas horas los chicos de las primeras regiones. Llegaron a la casa de Blue.
- Aquí en Kanto no son muy puntuales, ¿verdad? - señalo Ruby mirando la hora en su pokégear. El muchacho llevaba una playera de manga larga de botones color rojo y un pantalón de mezclilla color negro.
- Es una fiesta, las personas no son muy puntuales para las fiestas – indico Gold detrás de la barra del minibar analizando las botellas en el anaquel. Era una de las pocas veces que Gold no llevaba su característico gorro con googles, dejando ver su cabello, el cual ya estaba un poco largo. Iba vestido con una playera sin mangas blanca y un pantalón de mezclilla azul, junto con su inseparable chamarra roja.
- ¿Qué haces ahí? - pregunto Silver acercándose a los dos Dex Holders. Silver llevaba una vestimenta parecida a la de Ruby, solo que su ropa era enteramente negra y una chaqueta negra con los bordes de plata.
- Solo veo que tienen – respondió Gold. Silver rodó los ojos.
- ¿Todavía no llega nadie? - pregunto Red entrando al lugar acompañado de Green, Daisy y Bill. Los últimos dos acababan de llegar esa misma tarde para asistir a la fiesta de Blue. El único cambio en la vestimenta de Red era la desaparición de su gorra y de su chaleco. Green, a pesar de lo dicho unas horas antes, llevaba puesta una playera de manga larga con botones de un color verde muy oscuro junto con un pantalón negro. Daisy llevaba un vestido verde claro muy corto y topless y el cabello sujeto en una cola de caballo. Bill simplemente decidió ir vestido como siempre, con la excepción de un saco que combinaba perfectamente con el vestido de Daisy.
- Es una fiesta, la gente no llega temprano a las fiestas – repitió Gold subiéndose en la barra para después saltar al otro lado. En ese momento el pokégear de Ruby comenzó a sonar.
- Bueno – respondió Ruby tomando la llamada – Ok, yo los reúno – y corto la comunicación – Muy bien, todos a la escalera.
- ¿Para? - pregunto Gold.
- Para ver a las chicas – anuncio Ruby.
Gold salió en estampida al interior de la casa, siendo seguido por el resto. Ya que todos estuvieron enfrente de la escalera Ruby grito hacia el segundo piso – ¡Listo!
Pasaron unos minutos antes de que Blue bajara las escaleras como si de una pasarela se tratara. La cumpleañera llevaba puesto un vestido color azul oscuro, topless, peligrosamente corto; zapatos de tacón que le aumentaban por lo memos cinco centímetros de altura, del mismo tono que su vestido; su largo cabello seguía suelto; los pendientes regalados por Ruby y Sapphire al igual que la medalla de Green relucían sobre ella. En los hombros llevaba unas pequeñas estrellas.
- ¿Y? ¿Qué les parece? - pregunto Blue dando una vuelta.
- Te ves increíble, Blue – expreso Daisy encantada con el atuendo de la Dex Holder.
Genial – dijo Red con una sonrisa.
- Te ves muy bien, Blue – hablo Silver. ¿Muy bien?, por Arceus, se veía increíble, asombrosa, hermosa, deslumbrante. Sin embargo, era incapaz de decir todo eso sin que su cara se pintara del mismo tono que su cabello.
- Espera un momento, aquí falta alguien – noto Blue volteando a ver a Gold, quien la miraba con una expresión estoica, muy parecida a la de Green - ¿No te gusto como me arregle, Gold?
- Pienso muchas cosas sobe ti ahora, Blue, pero ya recibí mi golpiza del día de parte de Silver – respondió Gold ganándose una mirada fría de parte de Silver - ¡No dije nada!
- ¿Y tú Green? - inquirió Blue acercándose al muchacho peligrosamente. Green no se movió ni un centímetro.
- No está mal – respondió Green.
- Con eso me conformo, por ahora – acepto Blue acercándose a la escalera - ¡Crys, tu turno!
Crys bajo la escalera tranquilamente. La chica llevaba puesto un vestido color morado con escote en forma de "V", cuyo largo llegaba a sus rodillas; sus zapatos tenían muy poco tacón; por primera vez desde que todos conocían a Crys, la chica tenía el cabello suelto y ondulado, mostrando que su cabello rebasaba un poco sus hombros.
- Vuelta - exigió Blue, a lo que Crys dio una vuelta algo sonrojada. - ¿Y bien?
- Impresionante – dijeron al unísono Red, Bill y Silver. En verdad era un shock ver a Crys sin su habitual ropa y bata de laboratorio.
- De haber sabido que se arreglarían tan bien, habría venido a que me arreglaran – expreso Daisy.
- Y me sigue faltando uno – señalo Blue – Gold... - se detuvo al ver la cara de Gold. Todos giraron para ver al nombrado. Gold tenía la boca abierta de par en par y sus ojos estaban fijos en Crys, lo cual hacía sonrojar a la muchacha. Silver le dio un suave golpe en la cabeza a Gold para regresarlo a la realidad.
- Linda – puntualizo Gold.
- ¿Solo linda? - inquirió Blue.
- Si, ¿qué más esperabas? - respondió Gold.
- Por tu cara esperábamos alguna de tus acostumbradas frases - dijo Silver.
- Le tengo mucho respeto a Crys como para dedicarle una de mis acostumbradas frases – indico Gold.
Por alguna extraña razón, esto hizo sonrojar más a Crys quien se coloco al lado de Blue.
- ¡Bien, Yellow, sigues tú! - exclamo Blue.
- Eh, Yellow se encerró otra vez en el baño - informo Crys susurrándole en el oído.
- No puede ser – dijo Blue golpeándose la frente con la palma de su mano – En fin, ¡Emerald, baja!
- ¡Olvídalo! ¡No voy a bajar vestido así! - exclamo Emerald desde el piso de arriba.
- ¡Oye, esa ropa es de primera calidad! – salto Ruby ofendido.
- ¡Sapphire, baja! - llamo Blue entendiendo que hacer bajar a Emerald era igual de imposible que sacar a Yellow del baño otra vez.
Fue cuestión de segundos para que Sapphire apareciera en la escalera, mas no iba sola, Emerald la acompañaba a su lado. Sapphire iba vestida con un vestido color celeste, topless, pegado hasta la cintura, donde comenzaba a ensancharse hasta llegar a sus rodillas; llevaba puestas unas zapatillas del mismo tono celeste y su cabello estaba recogido en una cola de caballo baja. Emerald por su parte presentaba un cambio mucho más radical: su cabello perdió la forma de media luna en la que acostumbraba estar peinado y ahora estaba suelto, lacio, cortado en capas, siendo la más larga a la altura de su barbilla y con las puntas peinadas hacia arriba; su ropa era parecida a la de Ruby, cambiando los colores de la playera por un verde esmeralda; pero sin duda, lo que más llamo la atención, fue la falta de las extensiones que solía usar como manos. Era un hecho que seguía utilizando las plataformas, pues rebasaba la estatura de Sapphire, sin embargo, ver el largo de sus brazos le indico a todos que en los últimos dos años el Dex Holder había crecido y bastante. De su pequeña estatura de cuando lo conocieron, ahora bien podía medir lo mismo o un poco más que Yellow.
- Los dos lucen muy bien – expreso Daisy.
- Si, son mi orgullo – señalo Ruby mirando a ambos como si fueran su obra maestra más grande.
- Esto sí es raro – dijo Red a lo que Green asintió.
- Yo solo tengo dos cosas que decir – hablo Gold – Sapphire... quiero bailar contigo esta noche. Rald... te ves genial.
- ¡Me veo horrible! - corrigió Emerald.
- ¿Estás insinuando que nuestro trabajo es horrible? - preguntaron Blue y Ruby mirando a Emerald asesinamente.
- No – negó Emerald nervioso.
- Me alegro – dijo Blue antes de subir por la escalera.
- ¿Y Yellow? - pregunto Red. Estaba ansioso de ver cómo estaba arreglada la pequeña Dex Holder.
- Se encerró en el baño en cuanto Blue bajo – informo Sapphire.
- ¿Por qué? - inquirió Red. Pero no necesito una respuesta. Ya que la rubia era muy penosa al cambio de ropa antes todo sus compañeros.
- ¡Oh, Yellow! - dijo Blue con una melodioza voz para llamar la atención de su mejor amiga que seguia en el baño - ¡No querrás esperar s tu amado Red! - volvió a hablar Blue, en eso el campeón de Kanto estaba ruborizado casi como el cabello de Silver.
En eso se escucha el sonido de una abuerta abriendoce y despues cerrandoce. Yellow bajaba por la escalera seguida de cerca por Blue. La mirada de la chica estaba plantada en el suelo y su cara presentaba un leve color rojo. Tenía puesto un vestido de tirantes color crema cuyo largo llegaba abajo de sus rodillas. Al igual que con Crys, Yellow llevaba por primera vez el cabello suelto, llegándole hasta la cintura. Sus características botas habían sido reemplazadas por unas zapatillas también color crema.
- Hermosa – expreso Red ganándose la atención de todos, incluso de Yellow - Dijo es todo mi derecho al decirle así. Es mi novia - comentó Red un poco rojo al tener todas las miradas de sus amigos – Te ves hermosa, Yellow – repitió con más énfasis acercándose a Yellow. La palabra hermosa era poco al tratar de describir a su amada Yellow. Sentía el inmenso impulso de tomarla entre sus brazos y besarla en los labios, pero su sentido común le indicaba que ese no sería un inteligente movimiento en ese momento. Ya que ninguno de sus amigos tenía pareja y no los quería incomodar.
- Bueno, ya que todos estamos aquí, pues comencemos con la fiesta – hablo Blue para quitar la atención de Red y Yellow – Vamos, todos al jardín. - Fue cuestión de segundos para que ambos Dex Holder quedaran solos al pie de la escalera.
- No sabía que tu cabello era tan largo – admitió Red tomando un mechón del cabello de Yellow. El simple acto le erizo la piel a la chica.
- ¿Por qué no vamos afuera? - propuso Yellow sin agradarle el hecho de que los dejaran solos.
- Claro – acepto Red tomando de la mano a Yellow, para después comenzar a caminar hacia el exterior de la casa.
En las siguientes tres horas el jardín de la casa de Blue se convirtió de un pacifico jardín a un centro de diversión jamás antes visto en Pueblo Paleta o sus alrededores. Las personas no paraban de llegar y era más que un hecho que la gran mayoría eran completos extraños. Bueno, no tan extraños, pues eran vecinos de Pueblo Paleta o personas venidas de Ciudad Verde. Red y Yellow estaban bastante entretenidos precisando si conocían o no a cada invitado que llegaba, mientras comían papitas de uno de los platos colocados a lo largo de la barra. Ambos estaban sentados a la barra, junto con Green, quien simplemente miraba a ambos platicar, hacer chistes o comentar sobre los invitados. Era tan bueno ver a esa pareja convivir tan alegremente. Blue, estaba en ese justo momento bailando con Morty. Para estas alturas, Blue ya había bailado con la mitad de los invitados masculinos, incluidos Red, Gold, Ruby y Emerald. Green, quien por decisión propia permanecería en la barra toda la noche alternando entre limonada y refrescos, no había aceptado ninguna de las ya cinco invitaciones de Blue a bailar y Silver, se encontraba muy ocupado vigilando a quienes llegaban. Gold, Crys, Ruby, Sapphire y Emerald, bailaban al centro de la pista en grupo, exceptuando los momentos en que Gold los dejaba para ir detrás de cuanta mujer hermosa pasara a su lado.
- Oye, Green, ¿piensas quedarte aquí toda la noche? - pregunto Yellow antes de tomar un trago de su refresco.
- No pienso ponerme en charola de plata para Blue – respondió Green dejando su vaso vacio en la barra – Otra limonada, por favor – le pidió al encargado. Éste asintió y tomo el vaso.
- No crees que estás exagerando – señalo Red.
- Debo de confesar algo – hablo una voz enfrente de los tres. El trío volteo para ver que se trataba de Jack. El muchacho llevaba su acostumbrada playera de manga larga, pero su pantalón no era de mezclilla y era de un color negro. - Antes de hoy no creía en los ángeles, pero, después de hoy, será un poco difícil refutar su existencia teniendo a uno tan cerca. Te ves bellísima, Yellow. - dijo Jaco para hacer enfadar un poco a Red.
- Gracias, Jake – agradeció Yellow bajando la mirada con la cara completamente roja. Red sintió su sangre hervir.
- Vaya, Jack, creo que por primera vez estamos de acuerdo en algo – dijo Red tratando de sonar lo más tranquilo posible – Yo también creo que Yellow se ve hermosa hoy.
- Interesante, al parecer ya estás usando el cerebro – hablo Jack en el mismo tono tranquilo. Red entrecerró los ojos.
En eso se va Jack ya que unos amigos de el le señalaron que viniese. Después llegó Blue.
- ¿Me da un margarita? - pidió Blue.
- Por su puesto, señorita – asintió el joven antes de comenzar a preparar la bebida.
- ¿Un margarita? Ni siquiera sabes qué es un margarita – comento Green.
- Lo sé, pero Eusine estaba tomando uno y quiero probarlo – admitió Blue, para después mirar con ojos traviesos a Green - ¿Y ya vas a bailar conmigo?
- Una vez más te diré que no – negó Green tajantemente.
- Por favor, Green, no puedes pasar toda la noche aquí sentado – indico Blue exasperada.
- Puedo y lo hare – concluyo Green – Además no seré el único, Red y Yellow también pasaran toda la noche aquí.
- Red ya bailo conmigo hace rato y a Yellow ahorita me la llevo para bailar – corrigió Blue tomando de la mano a Yellow. La pequeña se sintió palidecer. ¿Bailar? Ella no sabía bailar.
- Lo lamento, Blue, pero Yellow va a bailar conmigo – dijo Red apareciendo de nuevo y llamando la atención de todos. Yellow tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no terminar en el suelo desmayada del shock - ¿Bailamos? - invito Red. Yellow miro al chico, quien le ofrecía su mano y le sonreía como solo Red sabía hacerlo.
- Pero no sé bailar – comento Yellow nerviosa.
- Ni yo – señalo Red sin dejar de sonreír – Así que seremos dos personas que no saben bailar bailando – Yellow sintió como Blue soltaba su mano y le daba un pequeño empujoncito para acercarla a Red. - Ven, hagamos el ridículo juntos como siempre - le susurro al oído a su novia. Ella asentio.
- Está bien – acepto Yellow incapaz de encontrar alguna excusa buena. No era la primera vez que bailaba enfrente de todos con Red y pasaban vergüenza en ello.
- Vamos – dijo Red tomando de la mano a Yellow y llevándola a la pista de baile, con la mirada de Blue y Green sobre ellos.
- El amor es tan lindo – hablo Blue sonriente. Green rodo los ojos.
- Su margarita, señorita – le ofreció una copa el encargado.
- Gracias – agradeció Blue tomando la copa entre sus dedos. Miro una vez más a Green - ¿Entonces?
- No – negó Green acomodándose en su asiento.
- Aburrido – lo nombro Blue antes de irse, con su margarita en mano.
En eso llega Silver antes que Blue tome su bebida.
- ¿Quieres bailar? - pregunto el pelirrojo. Blue asentio. Fuero al medio de la pista de baile.
Tomada de la mano de Silver. Noto como la música que se estaba tocando en esos momentos se detenía y cambiaba por una un poco más ambientada. Silver se detuvo y la volteo a ver. Puso sus manos en su cintura y Blue por inercia puso sus manos sobre los hombros de Silver.
- Escucha la canción – pidió Silver, antes de comenzar a balancearse de derecha a izquierda, el paso de baile más sencillo de la historia. Blue asintió, dejándose llevar por Silver y puso toda su atención en la canción que resonaba en todo el jardín y sus alrededores
S
he don't know that everybody wants her
It's a craze, she's created a monster
Every guy, is dying to be where she are
(She are, she are, she are)
S
u mirada estaba fija en el suelo. Estaba demasiado nerviosa como para ver a Silver. Ya que Blue ya sabía ingles. Jamás había escuchado esa canción en su vida, pero de algo estaba segura Silver le pidió que la escuchara, por lo cual decidió seguir la petición del chico.
Kind of girl, who makes it look easy
It's a drag, and she don't even see me
But it's cool, cause I ain't gonna give her up
(Her up, her up, her up)
It's nothing like I ever seen
I'm waking in a living dream
Better pinch my skin, a perfect ten
(One, two, three)
Sus ojos se abrieron de par en par. Levanto la mirada encontrándose con los plateados ojos de Silver. El muchacho le regresaba una mirada extraña para ella, una mirada llena de un sentimiento que nunca había visto reflejado en los ojos de Silver. Acaso… no, de seguro solo eran imaginaciones suyas. Una vez más estaba viendo solo lo que su mente quería ver.
So I just wanna know her name
Cause she puts all the rest to shame
She's a jaw dropper, dropper
Jaw dropper, dropper
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper
There are diamonds in both her eyes
With a smile she can blow my mind
She's a jaw dropper, dropper
Jaw dropper, dropper
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper
O tal vez no, tal vez su mente no jugaba con ella, tal vez la mirada de Silver, la canción, la forma tan dulce como la abrazaba en este momento o en cualquier otro, sus besos en la frente y el beso que le dio en la mejilla un par de días atrás. Tal vez, Yellow no estaba equivocada. Silver la trataba como a ninguno otro de sus amigos, se preocupaba por ella como ninguno otro. Cabía la posibilidad de que en verdad no fuera una simple amiga para su amado Silver.
O
ther girls don't ever seen to face me
What's the deal?
Cause she's driving me crazy
But it's cool, cause I ain't gonna give her up
(Her up, her up, her up)
No, no era un hombre romántico. En definitiva no servía para esas cosas del amor, pero, en cuanto leyó la letra de esa canción, no pudo evitar pensar en Jaw Dropper, no pudo evitar pensar que esa canción era capaz de decir todo lo que él era incapaz de poner en palabras lógicas. Solo esperaba que eso fuera suficiente para que Blue se diera cuenta de sus verdaderos sentimientos. Si no, no tendría otra opción que ser más radical.
It's nothing like I ever seen
I'm waking in a living dream
Better pinch my skin, a perfect ten
(One, two, three)
So I just wanna know her name
Cause she puts all the rest to shame
She's a jaw dropper, dropper
Jaw dropper, dropper
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper
There are diamonds in both her eyes
With a smile she can blow my mind
She's a jaw dropper, dropper
Jaw dropper, dropper
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper
Oh woah woah oh oh
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper
She don't know that everybody wants her
It's a craze, she's created a monster
And every guy is dying to be where she are
Kind of girl, who makes it look easy
It's a drag, and she don't even see me
But it's cool, cause I ain't gonna give her up
(One, two, three)
So I just wanna know her name.(her name)
Cause she puts all the rest to shame (whoa)
She's a jaw dropper, dropper
Jaw dropper, dropper (oh oh oh)
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper (she is a jaw girl)
There are diamonds in both her eyes
(Diamonds in both her eyes)
With a smile she can blow my mind.(my mind)
She's a jaw dropper, dropper
Jaw dropper, dropper (eh)
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper (uh)
Oh woah woah woah
She's a jaw dropper, dropper
Jaw, dropper, dropper
Ambos se quedaron viendo, sumergidos cada uno en los ojos del otro. Ni siquiera les importo que la canción hubiera terminado y ahora la canción en turno fuera mucho más movida. Lo único que les importaba a los dos era la persona enfrente de ellos.
- ¿Te gusto? – pregunto Silver.
- Si – asintió Blue sonrojándose y bajando la mirada al suelo. Estaba lo suficientemente nerviosa como para apostar que en ese momento su cuerpo temblaba. Por suerte no era así, sin embargo, su cara estaba tan roja que Silver comprendió que era mejor cambiar el tema antes de que le sucediera algo a Blue.
- ¿Seguimos bailando? – inquirió Silver soltándola a lo que Blue asintió, también quitando sus manos de los hombros del muchacho. En ese momento interrumpe el criador abrazando a pelirrojo.
- ¡Amigo hasta que te encuentro! - aventuró Gold. En eso Blue se va de la vista de Silver.
- Me da un Martini, por favor – pidió una voz llamando su atención. Al lado de él se encontraba Blue mirándolo con diversión, una vez más.
- ¿Martini? – inquirió Green.
- El Presidente de la Asociación Pokémon tiene uno y quise probarlo – respondió Blue, para después sentarse al lado del muchacho.
- ¿Ya te cansaste? – pregunto Green.
- Algo, pero no pienso detenerme hasta que amanezca – indico Blue – Además perdí de vista a Silver mientra hablaba con Gold. No se va a salvar de bailar conmigo si eso tiene planeado.
- Su Martini – le dijo el encargado dejando una copa en la mesa.
- Si sigues así te vas a emborrachar – advirtió Green – Pensándolo mejor, sigue, verte borracha sería muy divertido.
- Que gracioso – dijo Blue tomando un trago de su bebida - ¿Y Red y Yellow?
- Yellow con Jack y Red en el baño – informo Green
- Mientras no le baje a la novia todo está bien - respondio Blue tomando su bebida.
Green y Blue aún no salían de la sorpresa. Y es que era difícil no sorprenderse al ver a Yellow bailando con Jack o a quien fuera. Ya que la rubia dolo bailaba con Red o con un Dex Holder que le tenga mucha confianza.
- ¿Y esas caras? – pregunto una voz, llamando la atención de Blue y Green. Era Silver.
- A ti te buscaba – salto Blue poniéndose de pie. Tomo del brazo a Silver y lo arrastro a la pista del baile, haciendo caso omiso a las quejas del pelirrojo. Green se agacho para recoger la copa de Blue que estaba en el suelo, sintiendo lastima por Silver.
- Blue, sabes que no me gusta bailar – dijo Silver una vez que Blue lo soltó del brazo.
- Oh, vamos, ¿te vas a quedar toda la noche sentado como el amargado de Green? – inquirió Blue comenzando a bailar - después de bailar conmigo hace unos momentos - jugo un poco Blue.
- Ese era mi plan – respondió Silver cruzándose de brazos.
- Pues, cambio de planes – hablo Blue y poniendo sus cara de niña buena añadió – Anda, hazlo por mí, Silver.
- Algún día tus chantajes dejaran de servir – señalo Silver volteando a ver a otro lado. Era incapaz de decirle no a Blue.
- Y hasta ese día, seguiré usándolos con gusto – anuncio Blue abrazando al muchacho del cuello. Por suerte Silver tenía un gran control de sus emociones, de lo contrario, su cara ya estaría de un color rojo intenso en ese momento.
Tomo entre sus dedos su copa llena de vino. La puso enfrente de ella, a la altura de su nariz, inhalando profundamente. Amaba el olor del vino y aún más tomarlo. Era una de las pocas cosas que disfrutaba con un deleite casi sagrado. Se acomodo en su lugar mientras tomaba un trago de su vino. Al mismo tiempo, su mirada recorría, como si de un halcón se tratara, la fiesta que sucedía debajo de ella. Se encontraba en una pequeña terraza, el punto más alto de la casa de Blue, vigilando. Esa era su orden del día, vigilar a una bola de adolescentes problemáticos.
- Y como siempre, vigilando desde las sombras – hablo una voz detrás de ella. No necesito voltearse, conocía de memoria esa voz, como también reconocía el tono de burla en ella.
- Es mi trabajo, que se le va a hacer – señalo Sird dejando su copa de vino en una mesa al lado de su silla. Al lado de la mesa, se encontraba colocada otra silla, en la cual se sentó su interlocutor.
- Así que te pasaste al bando de los buenos, eh, Sird – remarco Koga con una sonrisa burlona, mirando a la mujer a su lado.
- Yo no he hecho tal cosa – negó Sird sin mirar a Koga.
- Seguir las órdenes de un Dex Holder se considera pasarse al bando de los buenos – puntualizo Koga.
- Cállate, Elite Cuatro – soltó Sird, lo cual provoco una carcajada de parte de Koga.
- Y no me arrepiento, es bastante divertido ser parte de la Elite Cuatro – admitió Koga.
- ¿Esa es tu hija? – pregunto Sird señalando hacia abajo, exactamente a un punto en la barra en donde estaban Janine, líder de gimnasio de Ciudad Fucsia, junto con Falkner, líder de gimnasio de Ciudad Violeta.
- Si – asintió Koga con una sonrisa.
- Ya pasó el tiempo, la última vez que la vi tenía un año – hablo Sird – Ahora es una mujercita que disfruta la compañía de las aves.
- Ni me lo recuerdes – dijo Koga con disgusto – No me agrada para nada esa relación, pero no hay nada que pueda hacer.
- Matar al muchacho siempre es una opción – propuso Sird.
- Ya deje esos métodos, aunque podría considerarlo – expreso Koga tomando la botella de vino sobre la mesa, para después servirse en su copa – Supe lo que paso con Orm – Sird sintió un vacio en el estomago ante la mención de su viejo amigo. Ella y Orm eran inseparables desde el momento en que Madame Boss decidiera darles, a la corta edad de quince años, el título de las Bestias del Equipo Rocket. Su muerte le dolía, mas, demostrar emociones era un lujo que ella nunca se permitía, así fuera ante alguien como Koga, que también era uno de sus más fieles amigos. Para todos era la fría e inhumana Sird, incapaz de sentir cualquier sentimiento o emoción.
- De todas las muertes ridículas posibles, la suya se gana el premio – se burlo Sird.
- No lo creo – negó Koga – Te acuerdas de la muerte de Daco. Esa si fue ridícula.
- Cierto, me había olvidado de esa – apoyo Sird antes de echarse a reír junto con Koga. Burlarse de la desgracia ajena, esa era una característica que todos los miembros del Equipo Rocket, aún estando retirados, compartían.
- Realmente me sorprende verte aquí – admitió Koga al terminar de reír – Todos creíamos que en cuanto muriera Giovanni, tú serías la primera en presentar tu renuncia – tomo un trago de su vino – Tú y yo sabemos muy bien que Giovanni te dio el suficiente dinero para que pudieras vivir el resto de tu vida sin mover un dedo, sentada en una hamaca en cualquier parte del mundo. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué sigues las órdenes de un adolescente de 18 años que además es un Dex Holder?
- Tengo un plan – explico Sird – Me ganare la confianza de Silver, lo matare y me quedare con todo – tomo un trago de su vino - Sird, la jefa del Equipo Rocket. Suena bien, ¿no?
- Muy bien – acepto Koga divertido – Solo no te olvides de los amigos.
- Por supuesto que no, tú ya tienes tu lugar asegurado – indico Sird. En cuestión de segundos, los dos se echaron a reír una vez más. Hacer bromas en plena conversación, bromas que cualquiera tomaría como verdaderas sino conoce bien a Sird, era una de las características de la última Bestia del Equipo Rocket. A Koga le costó años diferenciar la verdad de la mentira en las palabras de Sird. Y es que la mujer podía mentir con tal seguridad, que era imposible saber si era verdad o mentira. Esa era una de las razones por las que Madame Boss le tomo cariño desde niña y la hizo una de sus favoritas. Giovanni haría lo mismo en su tiempo.
- En pocas palabras, estás aquí para cuidar a tu hijo – soltó Koga, desapareciendo cualquier expresión de la cara de Sird – Los hijos siempre son una buena razón para pasarse al lado de los buenos – Sird no dijo nada, simplemente continuo bebiendo su vino – Si es así, deberías de preocuparte por todos los generales que renunciaron.
- Son una bola de patéticos inútiles – hablo Sird – No veo por qué preocuparme por ellos.
- Serán patéticos e inútiles separados, pero si se juntan, podrían ser peligrosos, Sird – señalo Koga – Escuche rumores de que Archer está reuniendo a algunos generales.
- Archer es un idiota, además de cobarde – indico Sird – Le faltaría iniciativa y pantalones para conseguir algo.
- También escuche que ya cuenta con el apoyo de Ariana – informo Koga. Sird sintió revolvérsele el estomago. Odiaba a Ariana; su simple nombre le causaba malestar – Tú sabes muy bien lo peligroso que eso podría ser, en especial para Silver.
- Koga, tú nunca dejas de ser un exagerado – dijo Sird quitándole importancia a las palabras de Koga.
- No es exageración, es prevención – señalo Koga acomodándose en su asiento. Miro su copa y la alzo, acercándosela a Sird - ¿Un brindis?
- ¿Por? – pregunto Sird chocando suavemente su copa con la de Koga.
- Por nuestros hijos – respondió Koga causando una sonrisa de burla en Sird. Ambos tomaron un trago de vino. Koga volvió a acercar su copa a la de Sird y ella una vez más choco la suya con la de él – Por Orm – dijo Koga, para después tomar un trago de su vino cada uno, y por última vez unir sus copas, para un último brindis. Era una tradición entre ellos. Siempre que brindaban, era por tres cosas diferentes, aunque fueran simples estupideces – Por Giovanni – Sird lanzo una carcajada, antes de llevar su copa a sus labios y tomar el último trago de vino.
- ¿Pero quién está aquí? - pregunto Gold asustándola. Se encontraba sentada a la barra tomando un poco de refresco. Giro un poco para ver de frente al muchacho, quien se sentó al lado de ella. - ¿Descansando, chica seria?
- Tengo un nombre, Gold – señalo Crys rodando los ojos.
- ¿Y el trío raro? - inquirió Gold buscando con la mirada a los Dex Holder de Hoenn
- Siguen bailando, pareciera que no se cansan – informo Crys.
- Es una fiesta Crys, cansarse no es una opción y menos antes de las doce – indico Gold. Acto seguido, se puso de pie. - ¿Qué dices, chica seria? ¿Bailamos? - Crys estuvo a punto de ahogarse con el refresco.
- ¿Ya te rechazaron todas las chicas lindas? - aventuro Crys.
- No, aún no – respondió Gold.
- Está bien – acepto Crys. Lo peor que podría pasar es que la dejara en medio de la pista de baile sola, para después salir en persecución de alguna hermosa chica.
- Voy a enseñarte a bailar, chica seria – dijo Gold tomando de la mano a Crys para llevarla a la pista de baile. Crys sonrió. Una vez en la pista, Gold comenzó a bailar. Crys lo siguió enseguida. No tardo en notar que la mirada de Gold estaba estática sobre ella – Hoy te ves muy bien, Crys - Al escuchar eso, no pudo evitar sonrojarse.
- Si tú lo dices – dijo Crys tratándole de quitar importancia a las palabras de Gold. Para el criador era tan fácil decirle a una chica que se veía bien.
- Y lo digo en serio, aunque aún no sé si me agradan más tus colitas o tu pelo suelto – hablo Gold. Crys se sorprendió ante esas palabras – No importa, de todos modos te ves bien.
- Pues tú también te ves bien hoy – admitió Crys.
- Tú crees, yo extraño mi gorra – expreso Gold.
- Yo creo que te ves mejor sin gorra – hablo Crys, para después sonrojarse por completo al darse cuenta de que acababa de decir sus pensamientos en voz alta.
- Si tú lo dices – repitió Gold las palabras de Crys. Justo en ese momento, la música cambio a una más lenta. Gold se acerco a Crys y puso sus manos sobre su cintura.
- No me digas que también sabes bailar canciones lentas - se burlo Crys poniendo sus manos sobre los hombros de Gold, evitando pensar en que las manos de Gold estaban en su cintura. No recordaba jamás haber estado tan cerca del muchacho.
- Yo sé bailar de todo, Crys – aseguro Gold con una sonrisa de autosuficiencia – Si quieres te puedo dar clases a domicilio.
- No, gracias, tengo mejores cosas en las que gastar mi dinero – negó Crys sonriendo. Tampoco recordaba haber pasado tanto tiempo junto con Gold sin que alguno de los dos comenzara una batalla verbal.
- ¿Y cuando dije que te iba a cobrar? - murmuro Gold acercándose al oído de Crys, hecho que erizo la piel de la Dex Holder.
- Aún así, tengo mejores cosas en las que gastar mi tiempo – señalo Crys tratando con todas sus fuerzas mantenerse tranquila.
- Adicta al trabajo – murmuro Gold lo suficientemente audible para Crys.
- ¡No soy adicta al trabajo! - exclamo Crys alejándose un poco de Gold.
- Vamos, no podrías vivir un día sin hacer absolutamente nada – señalo Gold divertido.
- Por supuesto que sí – contradijo Crys.
- Deberíamos de apostarlo, ¿no? - propuso Gold acercando su cara peligrosamente a la de Crys.
- De ninguna manera, apostar contigo sería un error – puntualizo Crys.
- Entonces admites que no podrías vivir un día sin mover un solo dedo - soltó Gold triunfante.
- Piensa lo que quieras – hablo Crys sonriendo.
- Siempre hago eso – expreso Gold acercando más su cara a la de Crys. Ambos se quedaron viendo a los ojos en silencio, mientras bailaban. ¡Arceus! ¿Por qué Gold no podía ser así todo el tiempo? Y tan pronto como formulo la pregunta, la respuesta se le dio. Gold dejo de verla para mover su mirada hacia algo detrás de ella. Crys giro un poco la cabeza, justo en el momento en que una hermosa chica, más o menos de su edad, vestida lo más provocativamente posible, pasaba, guiñándole un ojo a Gold en el proceso.
- ¡Ve con ella si quieres! - exclamo Crys furiosa soltándose del agarre de Gold. Acto seguido, se dirigió al interior de la casa.
- ¡Crys, espera! - salto Gold, sin embrago, Crys no detuvo su paso hasta entrar a la casa - ¡Demonios! - maldijo Gold lanzando un pisotón al suelo – No puede pasar ni cinco minutos antes de que se enoje – metió sus manos a los bolsillos de su pantalón – Y yo que me espere todo este tiempo hasta que se quedara sola – lanzo un suspiro. Su mirada viajo por toda la fiesta, hasta detenerse en el bar.
- Es un idiota – murmuraba Crys mientras subía las escaleras para subir al siguiente piso de la casa de Blue.
- ¿Quién es un idiota? - pregunto alguien enfrente de ella. Crys se asusto y levanto la mirada, encontrándose con Sapphire.
- Gold – respondió Crys apoyándose en la pared – Estábamos bailando tranquilamente y a él se le ocurre voltear a ver a otra. Es un idiota.
- Creo que debe de ser algo de género – hablo Sapphire – porque Ruby también es un idiota. Se necesita ser idiota para olvidar una confesión de amor.
- Se necesita ser idiota para no darte cuenta de que la chica enfrente de ti está enamorada de ti – añadió Crys.
- Te apoyo, pero que se le va a hacer – dijo Sapphire – Al fin y al cabo, si fueran diferentes, no serían Ruby y Gold.
- Tienes razón en eso – apoyo Crys.
- Regresemos a la fiesta – dijo Sapphire – No es momento para estar amargándonos por nadie.
- Y menos por Gold – asintió Crys sonriendo.
- ¿Se puede saber que estás haciendo? - pregunto Silver mirando a Gold. No necesitaba escuchar la respuesta del chico, era más que obvio.
- Crys se enojo conmigo y no sé porque – informo Gold, para después tomarse de un trago el líquido en su vaso. Gold estaba sentado en una de las pocas mesas colocadas en el jardín, con vaso en mano y una botella enfrente de él.
- Porque eres un imbécil – señalo Silver sentándose al lado de Gold – y tomar no va a remediarlo.
- Tomate un trago conmigo, Silver – dijo Gold sacando de quien sabe donde otro vaso. Lleno el vaso, ofreciéndoselo a Silver.
- No, gracias – negó Silver. El alcohol y él no eran buenos amigos, y no porque alguna vez lo hubiera probado, sino porque conocía a la perfección lo que el alcohol podía provocar en una persona. Máscara de Hielo era un gran amante de las bebidas alcohólicas.
- ¿Me vas a dejar emborracharme solo? - pregunto Gold dolido.
- Si – asintió Silver.
- Mal amigo – puntualizo Gold, antes de tomarse una vez más de un solo trago el contenido del vaso.
- ¿Qué hacen? - pregunto Ruby llegando al lugar junto con Emerald. Ambos se sentaron a la mesa.
- Gold ha decidido emborracharse – informo Silver.
- Toma conmigo una copa, Ruby – pidió Gold ofreciéndole el mismo vaso que le ofreciera minutos antes a Silver.
- Olvídalo, si mi padre se entera, moriré – negó Ruby. Antes de subir a la avioneta, Norman había dejado muy en claro que si durante su estancia en Kanto hacia algo que pusiera en ridículo el nombre de la región Hoenn lo pagaría con creces. Tomando en cuenta que era su primera vez fuera de la región sin la supervisión de sus padres, la amenaza no estaba tan fuera de lugar.
- Si quieres yo la tomo – salto Emerald haciendo en ademán de tomar el vaso, mas Gold lo alejo de él.
- No, tú eres muy pequeño para andar tomando – indico Gold.
- ¡Tengo la misma edad que Ruby! - exclamo Emerald.
- Pues no lo parece – dijo Gold sorprendido, para después mirar a Ruby – Anda, chico cursi, solo una copa.
- Dije que no – repitió Ruby – Si quieres emborracharte, hazlo solo.
Una hora después...
- ¡No tienen ni la más remota idea! - exclamo Ruby golpeando la mesa con sus puños. Silver y Emerald miraban entre la incredulidad y la diversión a Gold y a Ruby. Ambos Dex Holder estaban borrachos, claro, Gold mucho más que Ruby. Por lo menos había que felicitar al coordinador por tener más autocontrol.
- ¿De qué? - pregunto Gold tomado por sorpresa por el repentino golpe.
- ¿Saben lo horrible qué es? ¿Lo difícil, lo desesperante? - pregunto Ruby completamente fuera de si. Silver y Emerald se vieron entre si.
- ¿De qué hablas? - pregunto Emerald sin entender nada. Hace unos segundos estaban hablando sobre los profesores pokémon, cuando de repente, al escuchar el nombre del profesor Birch, Ruby simplemente estallo.
- Cada vez que me pregunta... una y otra vez... no deja de preguntarlo – dijo Ruby tomándose la cabeza.
- Ruby, no te entendemos nada – señalo Gold sirviéndose lo poco de líquido que quedaba en la botella. No era la botella del principio. Esta ya era su segunda botella.
- ¿Saben lo difícil que es hacerte el amnésico? - pregunto Ruby – Cada vez que me pregunta: "Te acuerdas de lo que paso en la Isla Espejismo", tengo que decir "No tengo idea de lo que me estás hablando", cuando sé perfectamente de lo que me está hablando.
- ¿Eso quiere decir que recuerdas lo que paso en la Isla Espejismo? - inquirió Emerald. No tenía idea de que había pasado en la Isla Espejismo, pero ese tema era una de las principales razones por las que llegaban a pelear Ruby y Sapphire.
- ¡Por supuesto que lo recuerdo! - admitió Ruby - ¿Cómo demonios se me va a olvidar algo así?
- ¿Y qué paso? - pregunto Gold curioso.
- No te interesa – respondió Ruby con rudeza, algo no muy natural en él.
- ¿Y por qué no le dices que lo recuerdas? ¿Para qué te haces el amnésico? – inquirió Emerald tratando de comprender el comportamiento de su amigo.
- No puedo decírselo – negó Ruby con tristeza – Si lo hiciera ahora, después de siete años de mentirle, Sapphire no me lo perdonaría nunca. Tampoco sabría cómo explicarle porque le mentí en un principio.
- ¿Y por qué lo hiciste? – pregunto curioso Gold.
- ¡Tenía once años! ¡¿Quien a los once años está listo para tener una relación amorosa? – exclamo Ruby - ¡Me asuste! Además… - dejo de hablar y bajo su mirada.
- ¿Además qué? – trato de continuar la conversación Gold.
- Nada – negó Ruby.
Una pequeña vocecita en su cabeza le decía que la pista de baile se veía muy bien después de todo, lo cual era bastante extraño, viniendo de él. Incluso una parte de él esperaba que Blue apareciera con sus incesantes propuestas, para decir que sí. Eso era aún más extraño. Green lanzo un suspiro, dejo su vaso de limonada sobre la barra y se puso en pie. El simple acto de ponerse en pie le provoco tal mareo, que estuvo a muy poco de caerse al suelo. Se agarro de la barra, mientras recuperaba el equilibrio lentamente. ¿Qué demonios le sucedía? Él jamás había sufrido de mareos. Se volvió a sentar en su lugar. Acto seguido, tomo su vaso de limonada y le dio un trago. Levanto la mirada al notar que el mesero más cercano a él no dejaba de mirarlo. Y entonces, lo comprendió todo. Dejo su vaso en la barra con una lentitud de muerte, sin dejar de ver al mesero, quien comenzaba a notarse nervioso.
- ¿Cómo está mi aguafiestas favorito? - pregunto Blue al llegar a su lado. Green quito su mirada del mesero y la paso a Blue. La chica lucía muy despeinada.
- Bien – respondió Green tranquilo.
- ¿Me da una limonada? – pidió Blue al mesero. Éste asintió aún nervioso, hecho que extraño a Blue, aunque decidió no tomarle mucha importancia y regreso su mirada a Green - ¿Y ya lo pensaste mejor? ¿Vas a bailar conmigo?
- No – negó Green.
- Eres increíble, Green – expreso Blue.
- Su limonada, señorita – anuncio el mesero, ofreciéndole un vaso lleno del antes mencionado líquido.
- Gracias – agradeció Blue haciendo el ademán de tomar el vaso, sin embargo, Green fue más rápido, tomo el vaso de manos del mesero, para acto seguido, ante la mirada de Blue, tomar un trago de él. No necesito tomar más, con un solo trago pudo notar que el sabor era diferente al de su limonada. Poso el vaso sobre la barra, con una mirada asesina sobre Blue. La chica trago saliva lentamente, sabía perfectamente que acababa de ser descubierta.
- ¿Tienes algo que decirme, Blue? – inquirió Green con una voz tan tranquila, que asusto a Blue.
- Está bien – acepto Blue lanzando un bufido, al tiempo que cruzaba sus brazos sobre su pecho – Le ordene a los meseros que le pusieran alcohol a todas las bebidas que pidieras.
- ¡¿Por qué? – salto Green incapaz de mantener la compostura. Tomando en cuenta que, según sus cálculos, ya llevaba inconscientemente más de una botella y media ingerida de alcohol, mantener la compostura o cualquier aspecto que lo caracterizaba, era prácticamente imposible.
- Por no ayudarme en la organización de mi fiesta – explico Blue – Te dije que lo pagarías.
- ¿Y cuál era tu gran plan? – inquirió Green
- Que te emborracharas lo suficiente como para hacer algo ridículo enfrente de todos – respondió Blue.
- ¡Estás loca! – exclamo Green.
- Oye, es tu culpa por no mover un solo dedo para preparar esta fiesta – indico Blue – Todos ayudaron, menos tú.
- ¡Soy tu amigo, no tu sirviente, ni tu títere para que puedas manejarme a tu antojo! – señalo Green furioso - ¡Durante todo este semana no has hecho más que explotar a todos con tu ridícula fiesta!
- ¡Pues los habré explotado, pero por primera vez en nuestras vidas todos nos reunimos para algo que no era una catástrofe de proporciones mundiales! – exclamo Blue, sorprendiendo a Green - ¡Se supone que somos amigos, compañeros, y solo nos vemos cuando algún malvado está listo para acabar con el mundo! – bajo la mirada - Esta fiesta, la organización, no solo lo hice por mí, lo hice por todos. Creo que merecemos un momento de diversión antes de que aparezca otro loco con ganas de matarnos a todos – levanto su mirada, fijando sus ojos en los de Green – Quería que estuviéramos juntos todos, que esta fiesta no solo fuera mía, también de ustedes. Pero, como siempre, el gran Green es incapaz de hacer algo que no le dé un beneficio.
- ¿Y todas las veces que he salvado al mundo y en personal a ti? – inquirió Green – Eso no me aporta ningún beneficio.
- En fin, plan descubierto y arruinado – salto Blue, haciendo caso omiso a las últimas palabras de Green – ¿Ahora qué harás?
- Irme de aquí, antes de que termines matándome – respondió Green levantándose de su asiento.
- Ah no, tú no te vas de aquí sin bailar por lo menos una vez conmigo – negó Blue poniéndosele enfrente a Green. Éste rodo los ojos.
- Si bailo una canción contigo, ¿podre irme? - inquirió Green.
- Con mucho gusto – acepto Blue con una gran sonrisa. No le agradaba la idea de que Green se fuera de su fiesta, pero ya pensaría en algo para detenerlo después de que bailaran - ¿Vamos? - le ofreció su mano al muchacho.
- Vamos – accedió Green caminando hacia la pista de baile, con Blue detrás de él. Detestaba bailar, pero si eso le quitaba a Blue de encima lo haría con mucho gusto. Llegaron al centro de la pista de baile y Green volteo a ver a Blue – Una canción.
- Una canción – repitió Blue, para empezar a moverse al ritmo de la canción.
Bastaron unos segundos para que Green comenzara a seguirla, sorprendiendo a Blue y a cuantos conocían al muchacho. Y es que Green, a pesar de lo que cualquiera pudiera pensar, sabía bailar y muy bien, incluso se podría decir que mejor que Blue. En pocos minutos la pareja se gano la atención de todos los concurrentes, quienes comenzaron a rodearlos, sin dejar de hacer comentarios. Por su puesto, ni Green ni Blue se dieron por enterados de ser los causantes de tal conmoción. Ambos estaban lo suficientemente preocupados por el otro como para fijarse en el resto del mundo. Incluso hubo algunos que estuvieron grabandolos.
- Creo que ya bebí demasiado - señalo Gold tallándose los ojos.
- Yo también – hablo Ruby con la frente pegada a la mesa.
- ¿Ese es Green bailando o ya estoy sufriendo de alucinaciones? - pregunto Gold, señalando hacia la pista de baile. Todos voltearon a ver, para después esbozar su mayor cara de sorpresa. ¡Green estaba bailando con Blue, y bailaba muy bien!
- No puedo creerlo, en serio funciono – dijo Silver incrédulo. Él era el único al tanto del plan de venganza de Blue.
- ¿Qué funciono? - pregunto Emerald.
- Blue le ordeno a los meseros ponerle alcohol a todas las bebidas de Green – informo Siver.
- Eso muestra lo que el alcohol puede hacer – señalo Gold. Acto seguido, miro a Emerald como un padre ve a su hijo – Por eso, Rald, uno nunca debe de beber – se puso en pie, trastabillando un poco.
- Viniendo de ti, lo tomare en cuenta – asintió Emerald tratando de suprimir una risa.
- Voy por otra botella – anuncio Gold antes de salir en camino al bar. Los chicos lo siguieron con la mirada esperando a que en cualquier momento Gold se tropezara con sus propios pies, mas, el criador logro ir y regresar a la mesa sin recibir daño alguno.
- ¿Se puede saber que están haciendo? - inquirió una voz aprehensiva, ganándose la atención de los dex holders. Era Crys, acompañada de Sapphire. La primera tenía sus manos sobre sus caderas y miraba como mamá enojada a Gold; la segunda, resistía las ganas de echarse a reír.
- Tomando – respondió Gold sirviéndose líquido en su vaso - ¿Quieres un poco?
- No, gracias – negó Crys – Que linda imagen dan de los Dex Holders tú y Ruby.
- Yo no estoy tan mal – señalo Ruby acomodándose en su asiento.
- Esto le va a encantar a Norman – indico Sapphire suprimiendo una risa.
- ¡No le digas nada! ¡Me matara en formas que ni siquiera puedes imaginar! - salto Ruby volteándola a ver.
- Vamos, Sapphire, dejemos a los borrachos ahogarse en su bebida – dijo Crys, para después darse la media vuelta y caminar hacia la pista de baile.
- Solo trata de no ponernos en ridículo, Ruby – hablo Sapphire antes de seguir a Crys, sin dejar de reír.
- ¡Bien, váyanse, pero volverán, claro que volverán! - exclamo Gold recriminatoriamente, ganándose una mirada de extrañeza del resto de los dex holders.
- Esta buena la bebida, eh – se burlo Jake antes de tomar asiento en la mesa.
- ¿Un trago? - ofreció Gold sacando otro vaso, al igual que el de Ruby, de quien sabe dónde.
- Claro – acepto Jake.
La canción termino, seguida de una más lenta.
- Bueno, ya me voy – anuncio Green recuperando el aliento perdido.
- ¿No hablas en serio, o si? - salto Blue – No pienso dejar ir al mejor bailarín de esta fiesta – puso su cara de ruego - ¿Otra canción?
- Eso funcionara con Silver, pero conmigo no – señalo Green – Me voy.
- Por favor, Green, por una vez en tu vida que te diviertas el mundo no se va a acabar – argumento Blue – O me vas a decir que no te divertiste.
- Acordamos una canción – puntualizo Green, aunque mantenerse en eso era bastante difícil, tomando en cuenta que la pequeña voz en su cabeza le exigía quedarse y bailar con Blue toda la noche. ¡Maldito alcohol!
- Una canción más – pidió Blue, acercándose peligrosamente a Green. Estaba segura de que una oportunidad como esta solo se repetiría en el fin del mundo, por lo cual, no tenía planeado desaprovecharla. Green incapaz de negarse a la petición de Blue, la rodeo con un brazo y la acerco más a él, dejando sus caras a centímetros de distancia. Blue se sorprendió ante esto, sorpresa que aumento cuando Green decidió acercar su boca a su oído.
- Si me quedo, bailare contigo toda la noche, sin darte un solo minuto de descanso – susurro Green en su oído. Blue sintió como si una descarga eléctrica recorriera su espalda. Esto era más de lo que esperaba y tenía planeado – Si no tienes problema con eso, entonces me quedare.
- No tengo problema con eso – admitió Blue. Green no lo sabría nunca, pero el último mes no había parado de soñar con ella y Green bailando en su fiesta; esto si era un sueño hecho realidad.
- Entonces prepárate, cumpleañera – dijo Green separándose de ella, con una sonrisa de autosuficiencia dibujada en su rostro.
Existía una palabra que definía a la perfección sus sentimientos de ese momento: celos. Si, estaba muerto de celos. Era difícil no estarlo después de ver a la chica de quien estás enamorado bailar con otro por las últimas dos horas. Por extraño que sonara, más viniendo de él, en ese momento el trago ofrecido por Gold no se veía nada mal. Sin embargo, emborracharse no era una opción, no tenía intención de perder el control de sus acciones. Un ruido a su lado llamo su atención. Gold se acababa de levantar de la silla, casi incapaz de mantener el equilibrio, mas, eso no lo detuvo de emprender su camino hacia lugar desconocido. Silver, Ruby, Emerald y Jack, siguieron con la mirada a Gold, hasta verlo llegar a donde el DJ manejaba la música y el audio. En cuanto vieron a Gold platicar con el DJ, todos en la mesa presintieron lo que ocurriría. Silver fue el primero en ponerse en pie, para salir corriendo y detener a Gold, sin embargo, como ya era costumbre, Gold siempre le llevaba la delantera. La música se apago, hecho que llamo la atención de todos los invitados a la fiesta, los cuales voltearon a ver al DJ con interrogación. Otros más, giraban a ver a Blue, como si la chica supiera la respuesta.
- ¡Gold, bájate de ahí! - exigió Silver, llegando a la tarima sobre la que estaba la consola, justo en el momento en que Gold tomaba un micrófono de manos del DJ.
- Ahorita bajo, Silver, tranquilo – aseguro Gold en tono tranquilizador, provocando una mayor histeria en Silver. El pelirrojo hizo el ademán de subirse a la tarima, mas fue detenido por Gold, quien lanzo una de su pokébolas, liberando a Ataro, el cual se coloco enfrente de Silver para impedirle el paso.
- ¡Esto no es un juego, Gold! ¡Baja de ahí! - exclamo Silver. Gold le hizo un movimiento con la mano para que se relajara. Justo en ese momento Ruby, Emerald y Jake llegaban al lado de Silver.
- ¡Hola a todo el mundo! - saludo Gold amplificando su voz con la ayuda del micrófono. Todos los asistentes voltearon a ver a Gold, percibiendo inmediatamente que el muchacho ya no estaba en sus cinco sentidos.
- ¿Y ahora qué demonios piensa hacer? – murmuro Crys, a penas siendo oída por Sapphire a su lado.
- Antes que nada, quiero decirles algo – continuo Gold al ver que ya todos le prestaban atención - ¿Se habían dado cuenta de que el piso de mueve?
- Por Arceus – dijo Silver mirando hacia el cielo, al tiempo que Ruby, Emerald y Jack se echaban a reír, sin ser los únicos, pues la gran parte de los invitados también comenzaron a reír.
- Ya hablando en serio, tengo algo que confesar – hablo Gold callando todas las risas.
- Que no sea una estupidez, que no sea una estupidez – pidió Silver.
- Va a ser una estupidez, Silver – aseguro Ruby, alegrándose de no estar en el estado de Gold.
- Quiero que todos sepan, que estoy perdidamente enamorado – anuncio Gold. Todos miraron a Gold con cara de sorpresa.
- Ves, te lo dije – señalo Ruby.
- Estoy enamorado de la mujer más hermosa de este planeta – prosiguió Gold, para después levantar su mano y señalar hacia un punto en la pista de baile. Todos siguieron la señalización de Gold - ¡Crystal te amo!
Sabía a la perfección que todas las miradas estaban sobre ella. Una parte en su interior le decía que se fuera y la otra deseaba seguir escuchando al alcoholizado de Gold. Tal vez estuviera más inconsciente que consciente, pero eso no cambiaba el hecho de que siempre había querido escuchar a Gold decir esas palabras. Aunque hubiera sido mejor si las dijera en sus cinco sentidos.
- Muy bien, ya estuvo bueno – dijo Silver antes de sacar a Sneasel, el cual se lanzo sobre Ataro, ambos cayendo de la tarima. Acto seguido subió la tarima y se coloco al lado de Gold.
- Crys, eres la mujer más hermosa del mundo. Frente a ti todas las demás son un asco – expreso Gold, justo antes de que Silver le arrebatara el micrófono y se lo pasara al DJ. Gold lo miro con cara de pocos amigos. - DJ por favor ponga Utilizame de la banda Cuisillos - sugirió Gold. El DJ obedeció la bedicion de el criador. En eso suena la canción. Obviamente Silver entendió el porque de la cancion.
- Ponga música y no vuelva a prestarle el micrófono ni a este imbécil, ni a ningún otro borracho de esta fiesta – ordeno Silver mirando al DJ, quien solo asintió y continuo con su trabajo.
En cuanto vio a Silver tomar el control de la situación, ya nada le impidió seguir sus instintos e irse a esconder al interior de la casa.
Adentro de esta, lejos de las miradas de todos, se dejo caer sobre uno de los sillones. No sabía a ciencia cierta si estaba dolida, furiosa o ambas cosas al mismo tiempo.
- Crys, ¿estás bien? – pregunto Sapphire tomando asiento a su lado.
- No, no estoy bien – negó Crystal tapando su cara con sus manos.
Esto es malo – señalo Blue, separándose de Green muy a su pesar – Ya sé, tú vas con los chicos a tratar de controlar a Gold y yo voy a buscar a las chicas.
- Silver puede encargarse del borracho y Sapphire puede encargarse de Crys – indico Green, sin deseos de dejar ir a su pareja de baile.
- Pero que egoísta eres, Green – se burlo Blue, para después dirigirse al interior de su casa, dejando a Green sin más opciones que ir a controlar al resto de los Dex Holders.
- ¡Estaba en medio de una confesión! – exclamo Gold.
- Estabas ridiculizando a Crys, Gold – indico Silver, antes de bajar de la tarima.
- Yo no haría eso – negó Gold siguiendo a Silver. Sin embargo, al intentar bajar de la tarima, cayó al suelo, dándose un buen golpe. Ruby y Emerald enseguida lo ayudaron a levantarse – Que raro, habría jurado que la tarima era más grande.
- Vamos a la mesa, antes de que te hagas daño o le hagas daño a alguien – hablo Silver tomando de la camiseta a Gold. Éste se zafo del agarre de Silver.
- No, antes debo de ir con Crys – expreso Gold haciendo el ademán de ir a buscar a la Dex Holder, mas Silver se le puso enfrente.
-¡No! Olvídalo, no voy a dejar que te le acerques a Crys en ese estado – negó Silver, para después tomarlo otra vez de la camiseta y prácticamente arrastrarlo hasta la mesa donde habían pasado las últimas horas sentados y emborrachándose.
- Eres malo, tú no entiendes lo que es estar enamorado – espeto Gold justo en el momento en que Silver lo sentaba a la fuerza a la mesa.
- Eres la desgracia de los Dex Holders, Gold – puntualizo Green al llegar a la mesa.
- Tú ni hables, bailarín, que estás igual de borracho que yo – soltó Gold.
- Buen punto – admitió Green.
- Pues yo no sé ustedes, pero yo creo que Gold es valiente – comento Jack. Al muchacho ya se le notaba también estar bajo los efectos del alcohol – No cualquiera se le declara a la mujer que ama.
-Deja de apoyarlo – lo regaño Silver.
- Es la verdad – continuo Jack – Todos ustedes son unos cobardes, comenzando con el inútil de Red – señalo a Silver – Tú deberías de ir con Blue a declararle tu amor – señalo a Ruby – Tú ve con esa chica, dile que lo recuerdas y que la amas – señalo a Emerald – Y tú dile a ese tal Wally que te encanta y que quieres repetir el beso.
Todos los presentes se quedaron viendo a Jack con la boca abierta. El "chico psíquico" tardo un poco en darse cuenta lo que acababa de hacer.
- Perdón, esto de leer las mentes es involuntario, y más con media botella encima – se disculpo Jack, para después alejarse de los Dex Holders antes de sufrir las represalias.
- ¿Wally? – pregunto Ruby, en cuanto recupero la conciencia, viendo a Emerald. Éste se sonrojó con gran rapidez.
- ¡No tengo idea de que está hablando! – exclamo Emerald, antes de irse también.
- Eso explica la desaparición – comento Ruby tranquilamente.
- ¿Te gusta Blue? – inquirió Gold con un nuevo trago en la mano.
- ¡Eso no te interesa! – exclamo Silver quitándole el trago de las manos a Gold. - ¡Además ya lo sabías! - asentio el ojidorado.
- ¡Ah! Si es cierto - Volviendo a tomar.
- ¡Es un idiota! – repetía Crys por decima vez, mientras caminaban de un lado al otro - ¡Es un idiota!
- Tranquilízate, Crys – dijo Sapphire en un intento de calmar a la Dex Holder.
- ¿Cómo estás? – pregunto Blue entrando a la sala.
- ¿Cómo demonios crees que estoy? – regreso la pregunta Crys.
- Cálmate, Crys – la tranquilizo Blue – Piensa en el lado positivo, Gold te declaro su amor.
- ¡Eso no fue una declaración! ¡Fue una estupidez de Gold borracho! – corrigió Crys – De seguro solo lo hizo porque le pareció divertido.
- Pues yo no sé, pero recuerda lo que dicen: los niños y los borrachos nunca mienten – señalo Blue tratando de contentarla.
- Los niños y los borrachos nunca mienten – repitió Sapphire en un susurro, al tiempo que un plan comenzaba a formularse en su cabeza – Ahora vuelvo – anuncio. Acto seguido, regreso al exterior de la casa, topándose con Emerald en la entrada.
- ¿Cómo estás, Crys? – pregunto Emerald.
- ¡Mal! – respondió Crys.
- Oh, Crys, vamos – hablo Blue – Es una fiesta, las fiestas son para estar felices, no para enojarse – tomó del brazo a Crys – Anda, vamos a afuera a divertirnos. ¿Qué dices?
- Yo no vuelvo a salir con Gold en ese estado – negó Crys.
- No te preocupes, Silver lo tiene controlado, no va a dejar que se te acerque – aseguro Emerald en tono tranquilizador. Crys lo considero un momento. No tenía deseos de regresar a la fiesta, pero sería una estupidez irse después del espectáculo dado por Gold. Eso solo demostraría lo mucho que le había afectado y eso era lo que menos deseaba.
- Está bien – acepto Crys, forzando una sonrisa.
Existían dos probabilidades. La primera, que su plan funcionara y al fin hiciera confesar a Ruby; la segunda, que Ruby volviera a negarlo. Se acerco a los chicos, quienes trataban de hacerle entender a Gold que por ningún medio se acercaría a Crys hasta que recuperara la consciencia.
- Ahora si la hiciste, Gold – dijo Sapphire uniéndose a la plática.
- ¿Dónde está Crys? – inquirió Gold casi en una súplica.
- Adentro, enojada, ¿Qué esperabas después de lo que hiciste? – respondió Sapphire.
- Yo no hice nada – señalo Gold, antes de dejar caer sobre la mesa su cabeza, asustando a todos los presentes, quienes temían que hubiera sufrido una contusión. Sin embargo, Gold hablo, calmando a todos – Yo solo le dije lo que siento.
- Pues hay modos para hacer ese tipo de cosas – indico Silver.
- ¿Y cómo lo vas a hacer con Blue? – pregunto Gold levantando la cabeza.
- Vuelve a nombrar a Blue y te juro que vas a desear jamás haberme conocido – amenazo Silver, con un poco de rojo en las mejillas.
- Cómo crees que voy a desear jamás haberte conocido, Silv – dijo Gold abrazando al pelirrojo con un brazo – si tú eres mi amigo, mi hermano, sangre de mi sangre, mi compadre – abrazo por completo a Silver, quien no supo qué hacer – Yo te quiero mucho, Silver.
- Muy bien, ya tuve mi dosis de estupidez por hoy – dijo Green poniéndose de pie – Yo me voy.
- No te vayas – pidió Gold, mientras soltaba a Silver – No sientas celos de Silver, también te quiero a ti.
- ¿Y a mí? – pregunto Ruby a punto de echarse a reír por la actitud de Gold.
- A ti también – respondió Gold, colocando su mano sobre el hombro de Ruby – Yo los quiero a todos.
- Yo me largo – dijo Green fastidiado.
- Tú no te largas a ninguna parte – negó Blue llegando a su lado en la mesa, para después agarrarlo de la mano y arrastrarlo a la pista de baile.
- Ese si es amor y no mamadas – dijo Gold, pasando su brazo detrás del cuelo de Silver - Lo lamento, hermano.
- Yo también lamento que Crys no quiera nada contigo – hablo Silver.
- ¡Crys! – exclamo Gold antes de echarse a llorar, ante la mirada perpleja de Silver, Ruby y Sapphire.
- Muy bien, esto ya me asusto – dijo Sapphire, lista para poner su propósito en marcha – Vamos a bailar, Ruby.
- Con mucho gusto – acepto Ruby, poniéndose de pie como un rayo. Ambos Dex Holder se fueron, con dirección a la pista de baile.
- Arceus, este si va a ser un momento para recordar – comento Silver esforzándose demasiado por no echarse a reír enfrente de su triste amigo.
- Esta vez Gold si se paso – hablo Sapphire, una vez que ella y Ruby ya estuvieran en la pista de baile.
- Lo peor, es que para mañana no se va a acordar de nada – señalo Ruby, al tiempo que comenzaba a bailar. Sapphire sonrió levemente.
- Ruby, ¿puedo preguntarte algo? – inquirió Sapphire.
- Lo que tú quieras – asintió Ruby.
- ¿Recuerdas lo que paso en la Isla Espejismo? – pregunto Sapphire con la palabra esperanza escrita en cada facción de su rostro. Ruby puso cara de sorpresa, al tiempo que se quedaba estático.
- Sapphire, he respondido tanto esa pregunta, que me sorprende que sigas preguntando – admitió Ruby – No sé de qué me estás hablando – repitió su respuesta de siempre, odiándose de inmediato, pues los ojos llenos de esperanza de Sapphire se opacaron al instante. Tan solo unas horas atrás se había quejado por tener que mentirle a Sapphire y una vez más lo volvía a hacer. Y es que era imposible para él no hacerlo. Era incapaz de decir la verdad, pues estaba seguro de que en cuanto lo hiciera, perdería a Sapphire para siempre.
- Tienes razón, ya no sé ni para que pregunto – apoyo Sapphire, desilusionada. Ya debería de estar acostumbrada a recibir siempre la misma respuesta, sin embargo, no podía evitar seguir preguntando, en caso de que en cualquier momento la respuesta fuera diferente. Fingió una sonrisa – En fin, que siga la fiesta.
- Si – asintió Ruby, al tiempo que los dos comenzaban de nuevo a bailar. Pero en eso Sapphire no pudo más y se hecho a correr al otro extremo de el jardín sentándose en una piedra. En eso una persona se acerca a Sapphire. Una persona alta de pelo azul bajo, ojos azules, el hombre llevaba una chaqueta de carbón con dos rayas negras en zigzag, una camiseta blanca y una corbata roja. usaba pantalones negros ajustados y zapatos negros con tacones bajos, así como joyas metálicas en sus mangas y en sus dedos índice y anular. se trataba de el ex campeón de la región Hoenn, Steven Stone. Un hombre ya mayor que Sapphire. Si no se equivoca de unos 25 años.
- ¿Por qué estás llorando Sapphire? - pregunto con preocupación Steven. Limpiando las lágrimas de la mencionada antes.
- No está nada Steven... Es sólo que... Soy una tonta - volvió a llorar pero esta vez quito la mirada de Steven de ella. Steven la hizo voltear y con su dedo índice la hizo levantar con el mentón.
- Claro que no eres una tonta. - pauso un momento - ¿Quieres bailar? - sugirió el peliazulado.
- Con gusto Steven - Esposo una sonrisa Sapphire a Steven.
Ruby al ver a Sapphire junto al ex campeón y presidente de la empresa de Devon S.A. bailando alegremente le hirvio la sangre pero en eso el ve como Steven le roba un beso a Sapphire, ella solo le corresponde, al terminar el beso, ella estaba sonrojada pero seguia bailando. Ruby no sabia si era producto de su imaginacio pero estaba seguro que tambien Steven estaba un poco borracho Fue hasta la mesa donde estaba sus demás amigos.
- Deme un trago - golpeó con la mesa con un vaso para que le dieran alcohol.
- Como guste - dijo Emerald sirviendole el líquido a Ruby como si fuera un mesero.
- Esto es una fiesta – salto Gold, parando de llorar. Silver rodo los ojos.
- No, ¿en serio?, no me había dado cuenta – dijo Silver con sarcasmo.
- Uno debe divertirse en las fiestas – señalo Gold, levantando su puño en el aire.
- Normalmente así debe de ser – apoyo Silver.
- Vamos a divertirnos, Silvi – propuso Gold, parándose de su silla.
- Siéntate y deja de usar diminutivos conmigo – ordeno Silver desde su asiento.
- No, voy a divertirme – negó Gold. A continuación, se subió en la silla donde minutos antes estuviera sentado y de ahí se subió a la mesa. Silver se puso en pie al instante.
- ¿Qué haces? – pregunto Silver.
- Bailar – respondió Gold, justo antes de empezar a bailar como loco sobre la mesa.
- ¡Gold, bájate de ahí! – exigió Silver por segunda vez en la noche.
- Bájame – lo reto Gold sin dejar de moverse. - ¡Obligame! -
- No voy a seguirte el estúpido jueguito – señalo Silver tomando su distancia de la mesa.
- ¿Qué hace? – pregunto Ruby, en eso llega Steven al lugar junto con Sapphire.
- No escucharme – indico Silver, cruzándose de brazos.
- Sapphire, Ruby, Steven, dejen al amargado de Silver y suban – dijo Gold.
- Ni loco – negó Ruby. En ese momento, salido de quien sabe dónde, Explotaro tomo a Ruby de la cintura y lo dejo sobre la mesa - ¡Estás loco!
- No, estoy bailando – corrigió Gold, tomando a Ruby de los brazos – Anda, baila.
- Por supuesto que no – negó una vez más Ruby.
- No es tan mala idea – hablo Sapphire, al mismo tiempo que subía a la mesa también – Digo, no hay ninguna regla que prohíba bailar sobre las mesas. - en eso también Steven se sube al lado de Sapphire.
- ¡Son reglas implícitas de educación! – exclamo Ruby.
- Oh, no te preocupes, Ruby – lo calmo Sapphire – Norman no se va a enterar de nada – acto seguido, Sapphire comenzó a copiar los pasos de Gold, ante la mirada de incredulidad de Silver y Ruby.
- ¿Tú también estas borracha? – pregunto Silver.
- No, así es ella normalmente, incivilizada – respondió Ruby.
- Niña – lo señalo Sapphire.
- Salvaje – puntualizo Ruby.
- Cálmate Sapphire - Dijo Steven para que no hagan un escándalo y menos una pelea absurda con el coordinador, Sapphire se calmó cuando escucho la voz de Steven. Se veía sonrojada.
- Nada de peleas, es un momento de alegría y felicidad – intervino Gold abrazando a los dos por el cuello – Déjense llevar por la música, por el amor, por la paz.
- Estoy de acuerdo – apoyo Sapphire, para después bailar, siendo seguida por Gold. Ruby los miro por un rato, antes de encogerse de hombros, decidiendo que no había nada de malo en bailar sobre una mesa, para unirse al baile de Sapphire y Gold.
Silver cerró los ojos, negando con la cabeza, en un acto de apagar todo intento homicida dentro de él, sin embargo, por razones que ni él mismo pudo precisar, enseguida, comenzó a reír como no recordaba haberlo hecho en toda su vida.
En toda la noche todo el mundo se divirtió. Red empezó a tomar. Yellow se quedó con las chicas. Mientras el dúo de comedia de la región Sinnoh contaron sus comedia mientra Platinum era la única que aplaudía. Aún que Diamond no acaba de tragar y el otro Dex Holder Pearl lo regañaba por seguir comiendo.
Como a a la 1 de las mañana entre Gold, Ruby, Emerald, Red, Green, Jack y Steven juntaron las sillas para abrazarce entre ellos siete. Empezaron a cantar canciones de dolidos como "No llega el olvido" "a través del vaso" "Seremos" "Corazón de acero" "Lo legal" "como quien pierde una estrella" "Maltido amor" "Se me olvido quererte" "Cicatrices" "Devuelveme la vida" entre otras pero la que más sono fue...
- Traigame dos botellas
Que quiero emborracharme así pensando en ella
Pa recordar que era mi sol era mi estrella
Esa persona que alumbraba mi existir
Y déjenme llorar porque esta vez si me lo tengo merecido
Porque me comporte mucho peor que un niño
Y es imposible que ella piense en regresar
La fiesta de Blue se volvió una noche de locos para cada Dex holder incluyendo a cada invitado de la fiesta.
Hola mis corazones de Acero espero que les haya gustado el nuevo capítulo de Utilizame. Ya se super largo pero es lo menos que puedo hacer ya que llevo casi un año sin publicar está y la de la estrella azul. Espero poder publicar el miércoles la de la estrella azul. No olviden votar si les gustó y comentar que yo siempre los leo.
Ya se que es muy tarde pero aquí está el capitulo. Creo que es el capitulo más largo que he hecho. Admito que soy fan de el champeonhoennshipping ( Steven x Sapphire) y el de Ruby x Sapphire.
Mili Out ~♡
☆☆☆
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