|∆|>Este es un ST de un Rol que amé muchísimo como me quedó.

Algunos consideran el amor platónico como aquel amor imposible, aquel amor que se siente a tus artistas favoritos o que sientes por aquel crush que has tenido por años y solo piensas echarte al plato, pero en realidad el amor platónico es llevarnos a ver la belleza de la persona en otros aspectos, dejando de lado la belleza física, y pasar a amar la belleza interna, a motivarse a aprender más de esa persona que roba tu atención, conocer aquellos aspectos que hacen libre a su alma y te llevan a anhelar su libertad.

No se trata de amores imposibles, es de amores profundos, de sentimientos que van más allá del deseo de un beso, del placer sexual, es un amor del alma, de la idea eterna, de aquella belleza y magia que tiene el objeto de tus atenciones.

Trasciende fronteras, traspasa el ardor de un toque, es profundo como él mar y transparente como el agua limpia, no esta orientado a la persona si no a todo su ser.

Es amar todo de él, no solo un aspecto.

Y dios, él estaba tan enamorado.

Bello, magnifico y magnificente, eso era para él, no inalcanzable y eso era lo peor, porque sentía que ese amor crecía pero se negaba a desear más de lo que tenia, no podría aspirar a más, no cuando su deber de amigo era más fuerte. No cuando lo proclamo su primer amigo muy a pesar del inglés,sin embargo este poco a poco fue aceptándolo en su vida y cuando menos se dieron cuenta eran tan dependientes del otro, eran inseparables y mejores amigos hasta que él entendió que tal vez habia algo más fuerte cultivándose en su corazón.

Arthur era atractivo físicamente por mucho que le dijera que sus cejas eran raras era una realidad que estaba presente, pero su amor por él no tenia nada que ver con eso, él no deseaba a su mejor amigo físicamente podria decir que su único anhelo era poder tomar las manos del mayor y entrelazar sus manos, escucharlo hablar por horas y seguirse preguntando cómo alguien podría ser tan interesante, porque a pesar de los desacuerdos y lados grises de la personalidad del inglés era interesante, magnifico y con gran corazón cuando dejaba que alguien más lo viera.

no se veía susurrando su nombre en sueños, no se veía calmando sus necesidades pensando en él, no se veía deseando más de lo que tenia... Solo quería permanecer a su lado, seguir observando su belleza y verlo feliz.

La alegría de Arthur Kirkland era la suya.

¿Los humanos eramos imagen de los dioses?¿o volvíamos dioses a los humanos que con su belleza nos hacían creer que no eran dignos de llamarse humanidad? si era la segunda entonces la imagen de Arthur podría ser la belleza del alma y el corazón, seria un hijo de afrodita celeste nacido de su carne y bendecido con ambas bellezas.

Verlo dormido sobre la mesa de juntas solo le hacia pensar que hasta la luz del sol que se despedía le acariciaba con ternura, que el atardecer bendecía con su manto la sublime imagen de su amor platónico, del raptor de su atención, del rey al que le ha jurado lealtad eterna así el nunca lo sepa.

Se acercó con cuidado admirando la belleza del lugar ante la luz cambiante, el sonido que parecía filtrarse por sus oídos y no deseaba irse.

—Arthur — Llamó con suavidad tratando de despertarlo, pero a la vez deseando velar por sus sueños, por sus anhelos y preguntarse que sueños Morfeo le entregaría y se sentía celoso del dios por conocer lo que la mente del él piensa, porque él quiere saber más de la belleza que desprende la sabiduría de aquel hombre.

Admiro su físico a un inicio, aquellos ojos verdes que le recordaban las tardes de campo, las esmeraldas y los pastizales suaves que recorrían su país, después su alma lo capturo, dejo de importar su exterior y el interior le llevo a un agujero sin salida, después fue su espíritu quien alimento esa semilla de amor que crecía y crecía.

Sin embargo algo que también amaba de Arthur era esa falta de perfección, la libertad que le daba, los errores que tenia, lo humano que se volvía por él, el dejar atrás aquella mascara que oculta su belleza y mostrar una perfección imperfecta.

Ante la falta de respuesta del mayor una sonrisa se colocó en su rostro, tal vez no podría llamarlo platónico al corromper el concepto de platón, pero una pizca de él anhela más allá del amor a la mente y al alma, anhela un significante de que no es solo él quien esta encantado, sin embargo callará.

—¿Tengo derecho a llamarle amor el no querer dejarte ir, pero anhelar hacer todo por verte feliz? —Soltó aquella pregunta acariciando el cabello del durmiente y rozando sus mejillas, se animo internamente y acercó su cuerpo lo suficiente para besar la cabeza de su amor, un beso simple y sútil que tal vez no era importante para el oculto en sus sueños, pero para él su corazón late agitado y su mente estalla en colores —Eres mi felicidad y por ello velare por la tuya.

Se alejó para buscar su mochila y la del otro, lo volvería a llamar una vez que tuviera su carga para poder volver a casa.

—Dulces últimos sueños, vuelvo por ti pronto. —Río ante la cursi despedida que solo duraría un instante

|∆| Si se me pasó un "Alexander" es el nombre del UK de mi partner