1/50 rosas
La primera rosa
¿Disfrutas de la altura? Perdón por engañarte y hacerte subir solo a la noria, pero soy tan terriblemente torpe para estas cosas que si te tuviera enfrente trataría de negar el contenido de este sobre.
Alfred creo que ya había dejado en claro que me gustabas, pero bueno eres tú, un idiota cerebro de hamburguesas que no sabe ni que día es hoy o de que materias tendríamos examen esta semana y antes que te ofendas fui yo quien metió la guía de matemáticas en tu mochila esta mañana, la habías dejado en el baño, así que no trates de negarlo.
Bien, bien. Ahora que te has reído puedo usar eso a mi favor y decir lo que tengo que hacer.
Una rosa, sé que ahora mismo la giras entre tus manos mirándola a detalle, eres un ser curioso y sé que te preguntas: "bueno Arthur ¿por qué rosas?" "¿por qué solo una rosa cuando sabes que soy un idiota amante de las cosas por montones?" Bien, Jones tendrás montones de rosas cuando llegue el momento y creme que quiero llegar a darte las cincuenta rosas de las que conocerás su significado alguna vez.
Una sola rosa, amor mío, una sola rosa que me permite contarte mi secreto: Amor a primera vista.
El maldito cupido apunto hacia mi ese día de lluvia, solo fue un instante en el que corriste a mi lado protegiéndote con tu mochila, aunque era algo idiota no querer mojarte y arriesgar tus libros, juro que cuando pasaste a mi lado fue como si el tiempo se detuviera, mi corazón se removió salvaje mientras lentamente avanzabas con una concentración en tu rostro y prisa, tus ojos azules resaltaron en el gris de la tarde y mi propio mundo de torno de colores.
Día tras día me encontré buscándote, y cuando no lo hacia tú aparecías en mi camino, si giraba mi rostro a una esquina, no importaba cuantas melenas rubias hubiera en la escuela era la tuya la primera que identificaba y eso me hacía gritar frustrado, me maldecía por ser un idiota cursi y cliché que caía enamorado en un día de lluvia, y aun así me vi terriblemente pinchado a ese sentimiento y como si la vida quisiera llenarme de retos te encontré en mi próxima clase.
Me jodí y me jodí mucho, sin notarlo tú estabas tan dentro de mi vida como yo enamorado, maldición Alfred no estaría escribiendo esto si no estuviera tan loco por ti.
Estoy pensando en creer lo que dijo de Francis de que parezco que babeo el suelo cuando pasas a mi lado.
Lo de hoy fue un plan, un ridículo plan en mí desesperado intento de decírtelo y de todas las opciones tomé la más cobarde.
No merezco tu amor pero al menos considéralo ¿si?
Y por todos los dioses, no me golpees cuando bajes de ahí aunque le tengas pavor a las alturas y te haya obli...olvídalo mejor.
Alfred permíteme amarte.
Arthur Kirkland
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro