T2 Cap 4:Robótica del oeste.
Empecemos de una vez:
La pantalla se abre lentamente para revelar un cielo estrellado, infinito y lleno de nebulosas brillantes en tonos púrpuras, azules y dorados. Fragmentos de asteroides flotan lentamente a través del vacío cósmico, iluminados por la luz de estrellas lejanas. La cámara se desplaza para mostrar una vasta plataforma rocosa flotando en medio de este espacio irreal, donde se encuentran Ash y Stolas Goetia. Ambos están sentados al borde de esta plataforma, con las piernas colgando hacia el abismo estelar. Stolas, con su imponente figura de búho, lleva una túnica adornada con constelaciones que parecen moverse sutilmente. Ash, por su parte, luce un tanto inquieto pero atento mientras escucha a su maestro.
Stolas: *con su voz profunda y calmada, gesticula hacia el cielo infinito* El universo, querido Ash, es mucho más vasto y extraño de lo que la mayoría de los demonios de nuestro infierno se atreverían a imaginar. Aunque la Tierra parezca el epicentro de todo por su conexión con nuestro reino, no es ni de cerca el único planeta con vida... ni con un infierno propio.
Ash: *mirando hacia arriba, con los ojos brillando por el reflejo de las estrellas* ¿Entonces hay... más infiernos? ¿Como... versiones paralelas?
Stolas: *asiente con serenidad* Algo así, jovencito. Cada planeta con vida genera sus propios conceptos de moralidad, de condena y, por lo tanto, su propio cielo y infierno. Estos infiernos son iguales en forma al nuestro, aunque separados por vastas distancias en el espacio, están conectados entre sí por un tejido espiritual, como hilos en una telaraña cósmica.
Stolas chasquea los dedos y un pequeño holograma cósmico aparece entre ellos, mostrando planetas conectados por hilos de luz rojiza que se entrelazan en el vacío.
Stolas: Pero no todos estos infiernos son iguales. Algunos son más... primitivos, otros más avanzados. Y algunos... *su tono se oscurece levemente*... son habitados por seres que no tienen ningún respeto por las reglas del equilibrio universal.
Ash: *mirando el holograma, con un toque de admiración y algo de miedo* ¿Te refieres a que... algunos de esos intentaron...?
Stolas: *interrumpiéndolo con una sonrisa sutil pero peligrosa* Intentaron jugar a ser dios. Pero el universo... no es amable con los que lo desafían sin entenderlo. Así que... *su tono se vuelve afilado y seco* tuve que intervenir.
El holograma cambia, mostrando una galaxia que implosiona en una explosión cósmica de color carmesí, que rápidamente se desvanece en el vacío.
Ash: *boquiabierto* ¡¿Hiciste explotar una galaxia entera?!
Stolas: *con falsa modestia, mientras limpia una de sus garras* Bueno, no fue tan dramático como suena... aunque sí, técnicamente, lo hice.
Ash: *se inclina hacia adelante, curioso* ¿Y entonces... cómo demonios no pudiste con Stella?
Stolas suspira profundamente y su mirada se pierde en el horizonte estelar. Una leve sombra cruza su rostro.
Stolas: Me tomó por sorpresa, Ash. Stella no solo era astuta, sino que también utilizó mi propio poder en mi contra. Esa mirada mia con el poder de convertir en piedra es muy peligrosa para cualquier demonio. Los búhos legendarios como Stella son únicos. Y el tiempo... el tiempo aumenta su poder. Stella no solo tenía fuerza bruta, sino también más experiencia y un dominio más afilado de sus habilidades.
Ash baja la mirada, reflexionando en silencio.
Stolas: Con eso en mente, si la pelea entre tú y Stella se hubiera extendido... ella habría ganado.
Ash: *con los ojos muy abiertos, claramente sorprendido*n¿¡Qué!? ¡No puede ser! ¡Estaba peleando con todo lo que tenía!...o al menos con todo lo que podía controlar.
Stolas: *con un tono paternal* Y lo hiciste muy bien, Ash. Pero no subestimes lo que una criatura como Stella puede hacer cuando tiene el tiempo y la oportunidad para desplegar su poder completo.
Ash parece más pensativo ahora, sus manos descansan sobre sus rodillas mientras mira hacia el vacío estelar. Stolas le da una suave palmada en la espalda.
Ash: *con una pequeña sonrisa burlona* ¿Sabes algo, Stolas? Hablas como alguien realmente responsable después de lo que hiciste con esos demonios de otro infierno... pero aun así, le prestaste tu Grimorio a Blitz.
Stolas queda en silencio por un momento, sus plumas se erizan ligeramente antes de soltar un suspiro pesado.
Stolas: *tono cansado* Créeme, Ash... he tenido mucho tiempo para pensar en eso. Y sí... me arrepiento un poco de haber sido tan descuidado con algo tan importante. Pero... *sonríe levemente, con un toque de ironía* ya encontraré una alternativa.
Ash: *se encoge de hombros con una sonrisa divertida* Más te vale.
La escena comienza en el mismo mirador cósmico, con Ash y Stolas sentados bajo un cielo estrellado y nebulosas brillando en la distancia. El silencio es sereno, pero se siente que la conversación está llegando a su fin. Stolas saca un pequeño estuche de su túnica, abriéndolo con elegancia. Dentro, un anillo de diseño arcano y gemas púrpuras brilla con un resplandor etéreo.
Stolas: *extendiendo el estuche hacia Ash* Aquí, Ash. Esto es para ti.
Ash toma el anillo con cuidado, observándolo con fascinación. Es similar al que Stolas lleva en una de sus garras, aunque con grabados únicos.
Ash: *sorprendido* ¿Esto es... un anillo mágico?
Stolas: *sonríe con calma* Es más que un simple anillo, querido Ash. Es un regalo que, créeme, te será muy útil.
Ash: *alzando una ceja mientras se coloca el anillo en uno de sus dedos* ¿Y cómo funciona? ¿Para qué sirve?
Stolas no mueve los labios, pero su voz resuena en la mente de Ash, con un eco suave y etéreo.
Stolas: *telepáticamente* Este anillo nos permitirá comunicarnos por telepatía, sin importar cuán lejos estemos el uno del otro. Ninguna barrera, ninguna distancia, ninguna dimensión podrá interrumpir nuestro vínculo.
Ash se lleva una mano a la cabeza, sorprendido al escuchar la voz de Stolas dentro de su mente. Un destello de emoción cruza su rostro antes de que hable en voz alta.
Ash: ¡Esto es lo más genial que he escuchado en años!
Stolas: *asintiendo con una sonrisa leve* Me alegra que lo aprecies. Pero ten en cuenta algo, Ash. A la mayoría de los demonios, incluso a algunos de los más poderosos, el uso prolongado de este anillo podría... freírles el cerebro. Pero tú... tú no eres un demonio. Eres algo diferente, algo fuerte. Así que podremos usarlo sin ningún problema.
Ash asiente con orgullo, admirando el anillo en su dedo. Stolas se levanta, sacudiéndose ligeramente su túnica y estirándose como si se preparara para una larga jornada.
Stolas: Pero bueno, suficiente información por hoy. Tengo que irme... una aburrida y conflictiva reunión me espera con Asmodeus.
Ash: *riendo* ¿El hermano de Stella? ¿Por qué?
Stolas: *con un suspiro cansado* Conflictos de adultos, política infernal, acuerdos tediosos... cosas que detesto con toda mi alma. Además, Asmodeus me odia desde que Stella murió, así que puedes imaginar el dolor de cabeza que será esta reunión.
Ash: *con una sonrisa burlona* Bueno, ¡suerte con Sub-Zero!
Stolas suelta una carcajada auténtica, cubriéndose ligeramente el pico con una mano, divertido por la broma de Ash.
Stolas: *riendo* ¡Oh, Ash! Eres realmente imposible.
El tono de Stolas se suaviza mientras sus ojos se posan en el horizonte estelar. Se da la vuelta, creando un portal que comienza a brillar con tonos púrpuras y azulados.
Stolas: Antes de irnos... una última cosa. No le digas a Octavia que estuvimos aquí. Este lugar siempre fue especial para ella, y... bueno, probablemente se pondría un poco celosa si supiera que te traje aquí sin invitarla.
Ash: *alzando una mano en señal de promesa* Lo tengo, Stolas. Mi boca está sellada.
Stolas asiente satisfecho. Ash y Stolas cruzan juntos el portal, que se cierra tras ellos con un brillo etéreo y un sonido casi musical. La escena queda en silencio mientras la cámara enfoca una última vez el infinito paisaje estelar.
La escena cambia en una lujosa habitación dentro de la mansión Goetia. Stolas está de pie frente a un enorme espejo dorado, con varios mayordomos imps apresurándose a su alrededor, cargando trajes elegantes, corbatas y accesorios. Los imps intentan ajustar su atuendo, pero Stolas, con un chasquido de sus dedos y un brillo púrpura en sus ojos, hace que toda la ropa levite y se coloque perfectamente sobre su cuerpo en cuestión de segundos.
Ash: *con los ojos muy abiertos* ¡Whoa! Eso fue... impresionante.
Stolas: *ajustándose ligeramente una manga con elegancia* Cuando tienes años de práctica con la magia, vestirse se vuelve... bastante trivial.
Stolas le guiña un ojo con confianza antes de girarse hacia una puerta de caracol que conduce al piso superior. La escena se corta al dormitorio de Octavia. La habitación está decorada con tonos oscuros, luces suaves de estrellas falsas en el techo y un ambiente melancólico pero acogedor. Octavia duerme profundamente, con su plumaje ligeramente desordenado por el sueño.
Stolas se acerca con suavidad y se inclina para besar suavemente la frente de su hija. Octavia murmura algo en sueños pero no despierta. Stolas sonríe con ternura antes de salir en silencio de la habitación, con Ash esperándolo en el pasillo.
Stolas: *mirando a Ash mientras descienden las escaleras juntos* Bueno, Ash, estaba pensando... ¿quieres acompañarme a la reunión? Podrías ayudarme si algo se complica, y, admitámoslo, el viaje sería mucho menos aburrido contigo allí.
Ash: *cruzándose de brazos con una sonrisa confiada* Vamos, no me engañas. Por lo que vi, puedes manejar esto tú solo. Eres un adulto competente... cuando quieres serlo.
Stolas suelta una breve carcajada y asiente con un gesto satisfecho.
Stolas: *con una sonrisa leve* Bien, lo respeto. Pero prométeme algo, Ash. Trata de pasar un buen momento con Octavia. Sé que... las cosas entre ustedes no han sido precisamente fáciles desde lo que ocurrió, pero me gustaría que intentaran llevarse bien.
Ash: *bajando un poco la mirada, pero asintiendo con determinación* Haré lo mejor que pueda, Stolas.
Stolas: *señalando el anillo en el dedo de Ash y levantando el suyo propio* Y recuerda, si algo pasa... ya sabes cómo contactarme.
Ash: *levantando su mano con el anillo* Claro, jefe.
Ambos intercambian una sonrisa antes de chocar los puños, el anillo de cada uno brillando tenuemente con el contacto. Stolas gira elegantemente sobre sus talones, ajusta su capa púrpura y se dirige hacia la enorme puerta principal de la mansión.
Stolas: *mirando por encima del hombro mientras la puerta se abre lentamente* Cuídate, Ash. Y... trata de no incendiar nada.
Ash: *riendo suavemente* Sin promesas, Stolas.
La puerta se cierra tras Stolas mientras su silueta se pierde en la luz exterior. Ash se queda en el umbral por un momento, observando el lugar donde su maestro estuvo de pie.
Ash: *para sí mismo, con una leve sonrisa* Bueno... veamos cómo va esto.
La escena se desvanece lentamente mientras la cámara sube hacia una ventana donde Octavia sigue dormida y el día avanza lentamente en el infierno.
La cámara ahora se centra en Octavia, aún dormida en su cama. Su rostro, normalmente sereno, comienza a mostrar signos de incomodidad: su ceño se frunce, su respiración se vuelve agitada y sus alas se crispan ligeramente. La atmósfera de la habitación se oscurece sutilmente mientras el sonido de un latido distante comienza a resonar.
Octavia se encuentra de pie en un lugar retorcido y caótico. El cielo es de un tono púrpura enfermizo, con nubes oscuras que giran como un torbellino. El suelo es inestable, compuesto de piedra agrietada y charcos de una sustancia negra que burbujea lentamente. En el aire flota un silencio inquietante, roto ocasionalmente por susurros apenas audibles.
Octavia avanza con cautela, sus ojos avizorando cada rincón mientras sus alas se pliegan nerviosamente contra su espalda. De las sombras emergen figuras robóticas con ojos brillantes, moviéndose de forma mecánica y amenazante. Sus movimientos son espasmódicos, como si estuvieran controlados por hilos invisibles. Liderándolos, una figura con cola de lagarto se desplaza entre las sombras, sus ojos brillando con un fulgor rojo intenso.
Octavia: *con voz temblorosa* ¿Q-qué es esto...? ¿Quiénes son ustedes?
Los robots avanzan lentamente hacia ella. Octavia intenta usar sus poderes, pero una barrera invisible los bloquea. El miedo comienza a apoderarse de ella mientras retrocede, pero justo cuando parece que será alcanzada... los robots se detienen bruscamente, sus ojos pierden el brillo y caen como marionetas sin cuerdas.
El silencio vuelve, más pesado que antes. Un sonido viscoso rompe la quietud: algo se mueve en un pozo oscuro cercano. De ahí surge una figura oscura y distorsionada, como una versión monstruosa de Blitzø, hecha de un líquido negro y goteando una sustancia pegajosa. Sus ojos son dos focos blancos brillantes, su sonrisa está deformada y sus movimientos son erráticos y salvajes.
Monstruo Blitzø: *con voz distorsionada y susurrante* ¿Por qué corres, pequeña ave? ¿No quieres jugar...?
Octavia grita y echa a correr mientras el monstruo la persigue con una velocidad aterradora. En el caos, el monstruo la alcanza con una de sus garras afiladas, logrando rasguñarle el brazo. Octavia jadea, sintiendo el ardor de la herida mientras sigue corriendo.
Finalmente, Octavia tropieza y cae al suelo. Intenta moverse, pero su cuerpo no responde. El monstruo se arrastra lentamente hacia ella, su sonrisa deformada abriéndose más mientras sus dientes afilados brillan con un reflejo inquietante.
Monstruo Blitzø: *con voz gutural* Hora de decir buenas noches, pequeña princesa...
El monstruo salta hacia ella, sus fauces abiertas... y todo se desvanece en negro.
Octavia se despierta de golpe, gritando con fuerza y respirando agitadamente. Su plumaje está desordenado y su rostro cubierto de sudor frío. La puerta de su habitación se abre bruscamente, y Ash entra corriendo con preocupación en el rostro.
Ash: *jadeando ligeramente* ¡Octavia! ¿Estás bien? Escuché tu grito...
Octavia se queda unos segundos mirando a Ash, todavía alterada, antes de llevarse una mano al rostro y asentir lentamente.
Octavia: *tratando de calmarse* S-sí... estoy bien. Solo... solo fue una pesadilla.
Ash la observa con sospecha, pero asiente con calma y cruza los brazos.
Ash: Bueno, si necesitas algo... ya sabes dónde encontrarme.
Ash da media vuelta y sale de la habitación, cerrando la puerta suavemente. Octavia suspira y se sienta al borde de su cama, mirando al suelo con expresión preocupada,Lentamente, levanta su brazo y observa con horror una cicatriz fresca en su mano, justo donde el monstruo la había rasguñado en su sueño. La herida está cerrada, pero el ardor aún persiste. Sus ojos se abren con terror mientras murmura para sí misma.
Octavia: *con voz temblorosa*, Esto... esto no es como la última vez...
La cámara se aleja lentamente de Octavia mientras la luz de su habitación parpadea ligeramente, dejando un aire denso de incertidumbre y miedo en la escena.
Cambiamos de escena,la cámara se desliza lentamente hacia una cafetería en el Infierno, su letrero luminoso y llamativo reza: "La Taza Real ¡Donde el pobre es pobre porque quiere!". A través de las ventanas se pueden ver demonios de distintas clases disfrutando sus bebidas y postres. En una esquina del establecimiento, en una mesa privada y algo apartada, se encuentran Stolas y Andrealphus.
Stolas, con su elegante porte, sostiene un vaso de gaseosa oscura, burbujeante y con hielo, bebiendo tranquilamente con una pajilla. Frente a él, Andrealphus, un demonio ave de plumaje azul gélido, con vestimentas que parecen estar hechas de hielo afelpado y una corona brillante de cristales congelados, sostiene delicadamente una taza de té humeante con una mirada de desdén hacia su acompañante.
Andrealphus: *alzando una ceja mientras observa la bebida de Stolas* ¿De verdad, Stolas? ¿Una gaseosa? Esa es una bebida vulgar... algo que tomaría un plebeyo en una feria barata.
Stolas toma otro sorbo con calma y posa su mirada en Andrealphus, con una expresión relajada pero firme.
Stolas: La probé porque... alguien cercano suele tomarla. Me ofrecieron un poco, y, ¿sabes qué? Me gustó.
Andrealphus sonríe de forma arrogante y deja su taza de té sobre el platillo con un leve "clink".
Andrealphus: Déjame adivinar... ¿ese "alguien" era tu noviecito de I.M.P? Ese mismo del que Stella no paraba de hablar antes de... bueno, ya sabes.
Stolas deja su vaso sobre la mesa con algo más de fuerza de la necesaria, pero mantiene su compostura. Lo mira directamente a los ojos, su voz adquiriendo un tono más serio y grave.
Stolas: Si me llamaste para hablar de mis... asuntos personales, estás perdiendo el tiempo. ¿Para qué querías verme, Andrealphus?
Stolas saca su teléfono y desbloquea la pantalla, donde una notificación parpadea: "Reunión con Asmodeus: Acuerdo pendiente". Su mirada se endurece ligeramente antes de volver a fijarse en Andrealphus.
Stolas: ¿Esto es solo otra excusa para atacarme, o realmente hay algo importante que discutir?
Andrealphus da un sorbo pausado a su té antes de responder, su sonrisa fría apenas oculta una intención oculta.
Andrealphus: El funeral de Stella, Stolas. No es algo que pueda dejarse de lado tan fácilmente. Hay... cuestiones administrativas que debemos resolver. Indemnizaciones, acuerdos de compensación por su pérdida... ya sabes, esos asuntos mundanos que a ti no parecen interesarte demasiado.
Stolas asiente lentamente, pero su mirada se agudiza. Algo en el tono de Andrealphus le resulta sospechoso. La tensión en el aire es palpable mientras el ruido de la cafetería parece desvanecerse en el fondo.
Stolas: Entiendo. Si esto es realmente sobre el funeral y esos trámites, entonces podemos hablarlo con calma. Pero... algo me dice que hay más detrás de todo esto.
Andrealphus sonríe, pero sus ojos no reflejan ningún tipo de calidez. La cámara se centra en sus manos, que ahora sostienen la taza con más fuerza.
Andrealphus: Siempre tan perspicaz, querido cuñado...
La escena se congela por un momento mientras la tensión aumenta, y la cámara se aleja lentamente, dejando a los dos demonios aves enfrentándose con miradas afiladas como dagas en el centro de aquella peculiar cafetería.
El ambiente tenso entre Stolas y Andrealphus es interrumpido de repente. Un fuerte estruendo resuena cuando las ventanas de la cafetería explotan en mil pedazos. Fragmentos de vidrio caen como lluvia mientras una figura aterriza brutalmente sobre una mesa, rompiéndola bajo su peso.
Entre el polvo y los escombros, Striker emerge, o lo que queda de él. Su cuerpo está cubierto de quemaduras, algunas partes carbonizadas, otras reemplazadas con piezas metálicas toscas y visibles. Un ojo rojo mecánico brilla intensamente, y sus brazos, parcialmente reconstruidos, sostienen dos pistolas modificadas, cubiertas con vendas chamuscadas y detalles infernales.
Los demonios de la cafetería gritan y huyen en todas direcciones mientras Striker gira sus pistolas con una sonrisa torcida y apunta directamente a Stolas.
Striker:*con su voz rasposa y burlona* ¿Listo para tu última bebida, príncipe?
Antes de que alguien pueda reaccionar, Striker aprieta el gatillo. Una bala silba por el aire y revienta una ventana justo al lado de la cabeza de Stolas. Trozos de vidrio caen a su alrededor, pero Stolas ni siquiera parpadea. Sin embargo, sus ojos se mueven hacia Andrealphus, quien sonríe maliciosamente mientras se cubre con elegancia tras una silla.
Andrealphus: *con una sonrisa venenosa* Oh, que pasa ...¿te sorprendí?
Striker dispara de nuevo, esta vez directo al pecho de Stolas. Pero antes de que la bala pueda impactarlo, Stolas levanta una mano con rapidez sobrehumana, atrapa la bala con sus dedos y la aprieta hasta pulverizarla, dejando caer los restos al suelo.
Stolas: *con una sonrisa calmada y sarcástica* ¿En serio, Andrealphus? ¿Contrataste a este vaquero de quinta para matarme? Pensé que al menos tenías un sentido del espectáculo más refinado.
La sonrisa de Andrealphus se desvanece lentamente mientras Striker aprieta los dientes con furia.
Striker: *furioso* ¡Cierra el pico, pollito!
Striker apunta nuevamente sus armas, pero antes de que pueda disparar, Stolas patea una silla hacia él con fuerza telequinética, golpeando las muñecas del vaquero y haciendo que ambas pistolas salgan volando por el aire. Striker gruñe frustrado y se abalanza sobre Stolas.
Striker lanza un puñetazo con su brazo metálico, pero Stolas lo esquiva elegantemente con un giro lateral. Stolas responde con una rápida patada giratoria que golpea el costado de Striker, enviándolo tambaleándose hacia atrás. Striker desenfunda una pequeña daga de su cinturón y ataca con furia, pero Stolas lo desarma con un movimiento fluido, torciendo su muñeca mecánica con un giro preciso.
Stolas aprovecha la apertura y golpea el pecho de Striker con ambas manos, lanzándolo contra una mesa cercana que colapsa bajo su peso. Striker intenta levantarse, pero Stolas extiende sus alas majestuosas y se eleva ligeramente, descendiendo con una patada voladora que impacta directamente en el rostro metálico de Striker.
Striker gruñe de dolor, pero se lanza de nuevo hacia Stolas con un grito de guerra. Stolas lo esquiva nuevamente y, con un elegante giro, coloca un pie detrás de la pierna de Striker, haciéndolo tropezar. Antes de que pueda reaccionar, Stolas lo sujeta por el cuello y lo levanta ligeramente del suelo con una fuerza sorprendente.
Stolas: *con voz firme y autoritaria* Ahora que estás un poco más... sometido, ¿por qué no me cuentas dónde te hiciste esas "mejoras" tan encantadoras?
Striker, a pesar de estar claramente derrotado, esboza una sonrisa torcida. Luego, sin previo aviso, escupe directamente en la cara de Stolas.
Stolas cierra los ojos por un momento, sus plumas erizándose de furia. Pero antes de que pueda reaccionar, un extraño zumbido inunda la escena.
Un rayo láser masivo y brillante atraviesa la cafetería con un ruido ensordecedor. Stolas apenas tiene tiempo de mirar hacia la fuente del sonido antes de que el rayo lo impacte de lleno. La energía explosiva lo lanza a kilómetros de distancia, rompiendo paredes, techos y todo a su paso.
Cuando el polvo se asienta, Martha hace su entrada. Su ojo biónico todavía emite un leve resplandor rojizo mientras el humo sale de él, indicando que fue la fuente del rayo. Lleva un atuendo mecánico y robusto, con varias armas incorporadas en su brazo derecho.
Martha: *con voz fría y sarcástica* ¿No se suponía que podías encargarte tú solo, vaquerito?
Striker, aún recuperándose del enfrentamiento, se levanta con dificultad y ajusta su sombrero quemado.
Striker: *con una sonrisa forzada* ¡Tenía la situación bajo control! Tú solo querías robarte el momento.
Martha: *cruzando los brazos* Lo que sea, cowboy. Vamos a ver si el pavo real sigue respirando.
Más adelante, en un área abierta
Striker y Martha encuentran a Stolas, malherido e inconsciente entre los escombros. Martha se arrodilla y coloca dos dedos metálicos en el cuello de Stolas para revisar su pulso. Tras un momento, sonríe levemente.
Martha: *con una mezcla de respeto y sarcasmo* Mira nada más... aún está respirando. Sobrevivir a un disparo como ese no es algo que cualquiera pueda hacer.
Striker: *gruñendo* Muy impresionante... para un noble.
Ambos se miran con desdén mutuo antes de cargar a Stolas y llevárselo de regreso con Andrealphus
Andrealphus los recibe con una sonrisa tensa al ver a Stolas inconsciente. Martha deja caer el cuerpo frente a él.
Martha: El trabajo está a medias, Andrealphus. Dijiste que no debía morir hasta que recibamos nuestro pago.
Andrealphus:*arqueando una ceja* ¿Acaso su jefa no puede esperar un poco más?
Martha niega lentamente con la cabeza, su ojo biónico brillando ligeramente. Andrealphus suspira, se arranca una pluma de su ala y la extiende hacia ellos, junto con otra pluma blanca, claramente de Stella.
Andrealphus: Aquí tienen. Solo... hagan lo que tengan que hacer. Pero no me involucren en esos juegos,yo si me deshago de el obtendré lo que quería.
Striker toma ambas plumas con una sonrisa torcida y las guarda en su cinturón.
Striker: No te preocupes, alteza. No será necesario.
Martha y Striker se retiran con Stolas a cuestas, mientras Andrealphus los observa con desconfianza, su mirada perdida en las plumas que acaba de entregar.
Volvemos a la mansión de Stolas,donde Ash y Octavia están sentados en una pequeña sala privada dentro del palacio. Octavia está distraída, mirando por la ventana, mientras Ash revisa un pequeño cuaderno intentando planear alguna actividad para pasar el día juntos. La atmósfera es incómoda, con un silencio tenso entre ambos.
Ash: *mirando su cuaderno, con un tono algo nervioso* Bueno... Pensé que tal vez podríamos ir al observatorio. Vi que tienen uno aquí... o quizás... ¿un paseo por el jardín?
Octavia no responde de inmediato, sus ojos siguen perdidos en la distancia. Ash frunce el ceño ligeramente, notando su distracción.
En ese momento, Lavanda, la mayordoma, entra elegantemente con una bandeja de plata. Sobre ella hay una lata de bebida energética perfectamente fría, con gotas de condensación en la superficie.
Lavanda: *con una voz suave y respetuosa* Señor Ash, su bebida energética. Como siempre, perfectamente fría.
Ash la mira por un momento y levanta una mano para rechazarla suavemente.
Ash: Gracias, Lavanda, pero... no, estoy bien por ahora. Ya estoy bastante lleno.
Lavanda arquea una ceja con leve sorpresa, pero asiente educadamente antes de retirarse. La puerta se cierra con suavidad tras ella. Ash vuelve su atención a Octavia.
Ash: *con un tono más serio* Oye, Octavia... no quiero presionarte, pero... ¿pasa algo más? Quiero decir, además de lo que ya hemos hablado millones de veces.
Octavia parpadea lentamente y gira su cabeza hacia Ash. Abre la boca para hablar, pero duda por un momento.
Octavia: Yo... sí, hay algo... es u-
De repente, el anillo de Ash comienza a brillar intensamente con un resplandor mágico. Un leve zumbido se escucha en el aire. Octavia se queda mirando el anillo con sorpresa y preocupación. Ash se lleva una mano a la sien, recibiendo el mensaje telepático.
Se ve a Stolas, claramente debilitado, con plumas chamuscadas y heridas visibles. Está atado con una cuerda bendita, que brilla con un leve resplandor blanco, y se encuentra colgando precariamente en la parte trasera de un caballo. Striker, con su apariencia quemada y armamento improvisado, va al frente montando el caballo, mientras Martha, con su ojo biónico resplandeciente, va a su lado, discutiendo sobre un tema irrelevante para la situación.
Stolas: *telepáticamente, con voz débil pero tranquila* Ash... Perdona si te estoy hablando en un mal momento. Estoy... en un pequeño aprieto.
Ash frunce el ceño, cerrando los ojos para concentrarse en la conexión telepática.
Stolas: *con una pequeña sonrisa irónica* Estoy atado en el trasero de un caballo justo ahora, y dos idiotas -un hombre y una mujer- me están llevando a quién sabe dónde.
Ash: *con tono serio* ¿Qué aspecto tienen?
Stolas gira ligeramente su cabeza, observando con detenimiento a Striker y Martha mientras charlan sobre algo absurdo. Striker hace gestos exagerados mientras Martha parece rodar su ojo biónico con fastidio.
Stolas: *telepáticamente* Mmm... Uno de ellos parece un ex vaquero con quemaduras graves... y la otra es una mujer con un ojo biónico.
Ash aprieta los dientes al escuchar la descripción y parece reconocerlos de inmediato.
Ash: *con firmeza* ¡Intenta averiguar a dónde te están llevando! Te encontraré, lo prometo.
Antes de que Stolas pueda responder, la conexión comienza a distorsionarse. El brillo del anillo de Ash parpadea erráticamente.
Ash: ¡Stolas! ¡Stolas!
De repente, la imagen telepática cambia. Ahora se ve el rostro quemado y malicioso de Striker, quien sostiene el anillo con una sonrisa burlona mientras el brillo azul ilumina su cicatriz.
Striker: *burlón* ¡Miren nada más quién es...! Te ves un poco diferente, niño. ¿Nuevo peinado?
Ash: *furioso* ¿¡Cómo demonios sigues vivo después de que un puto tornado de fuego te tragara!?
Striker: *riendo ligeramente* Oh, Ash... digamos que fue un pequeño milagro que prueba que Dios existe.
Ash: *con desprecio* Nunca pensé que tú y Martha trabajarían juntos.
Striker: *haciendo un gesto teatral de disgusto* Créeme, niño, yo tampoco estoy encantado con la idea. Pero nuestra nueva jefa dice que somos sus mejores proyectos por ahora, así que... aquí estamos,puedes estar seguro que tu amiguito emplumado está en buenas manos.
Striker gira su mirada hacia un lado como si escuchara algo fuera de cámara y luego vuelve su atención al anillo.
Striker: Ah, por cierto... Martha dice que le manda saludos a la "puta niña búho" que la envió a otra dimensión.
La conexión se corta abruptamente cuando Striker rompe el anillo con fuerza entre sus dedos, y el brillo se desvanece por completo. Ash abre los ojos bruscamente, respirando con dificultad por la frustración y la ira contenida.
Volvemos a la habitación,Octavia observa a Ash con preocupación. Aunque no escuchó la conversación, pudo notar la gravedad de la situación por la expresión en su rostro.
Octavia: *con voz temblorosa* ¿Qué pasó? ¿Era mi papá? ¿Está bien?
Ash duda por un momento, claramente dividido entre protegerla y decirle la verdad. Pero al final, respira hondo y asiente ligeramente.
Ash: Era Stolas. Está... está en problemas. Martha y un enemigo de i.m.p llamado striker lo tienen. Está atado con una cuerda bendita, y parece que lo llevan a algún lugar para... no sé qué.
Octavia aprieta los puños con fuerza, su mirada se oscurece con una mezcla de preocupación y furia.
La habitación está en silencio tenso. Ash está de pie, con los brazos cruzados, mirando por la ventana con el ceño fruncido. Octavia está sentada en un sillón cercano, con sus manos apretadas sobre su regazo, sus alas ligeramente temblorosas por la ansiedad. Finalmente, Octavia rompe el silencio.
Octavia: *con voz firme, aunque algo temblorosa* Voy contigo, Ash.
Ash: *sin voltear a verla, con un tono seco* No.
Octavia: *frunce el ceño* ¡¿Qué quieres decir con "no"?! ¡Es mi papá el que está en peligro!
Ash: *girándose hacia ella, levantando las manos en un gesto frustrado* ¡Precisamente por eso, Octavia! Si algo te pasa... si te lastiman... No podría soportarlo en conciencia, y Stolas tampoco.
Octavia: *levantándose bruscamente* ¡Eso no es justo, Ash! Tú mismo dijiste que no controlas completamente tu transformación aún. ¿Y si pierdes el control en medio de todo esto? ¿Y si ellos te superan? ¡Yo puedo ayudar!
Ash: *suspira, pasando una mano por su cabello, claramente conflictuado* Octavia...
Octavia: *dando un paso al frente, con la voz quebrándose ligeramente* Por favor, Ash. No puedo quedarme aquí sentada y esperar mientras mi papá... mientras él... *se le escapa un sollozo suave, pero rápidamente se recompone* No voy a perder lo único decente que me queda.
Ash la observa por un momento, sus hombros caen ligeramente al darse cuenta de que no va a ganar esta discusión.
Ash: *finalmente cediendo* Está bien... vienes conmigo. Pero... necesitamos refuerzos. Esto no va a ser fácil, Octavia.
Octavia: *cruzando los brazos, mirando a un lado con disgusto* No vas a llamar a ellos, ¿verdad?
Ash: *arquea una ceja* ¿A quién más podemos llamar que sea 100% confiable?
Octavia: *mirando a Ash directamente* No quiero que I.M.P. se involucre. Blitz... él... *aprieta los dientes con frustración* ¡Lo odio! Y no creo que ellos sean lo suficientemente fuertes como para no ser un estorbo.
Ash: *con un tono cansado* Octavia, sé que Blitz y tú tienen una relación... complicada. Pero son mercenarios experimentados, han estado en situaciones así antes, y lo más importante: les importa Stolas.
Octavia desvía la mirada, claramente incómoda con admitir que Ash tiene razón. Después de unos segundos, asiente levemente.
Octavia: *en voz baja* Está bien... llámalos. Pero si Blitz dice una sola cosa fuera de lugar...
Ash: *con una pequeña sonrisa cansada* Lo golpearé yo mismo, ¿trato hecho?
Octavia: *levemente más relajada* Trato hecho.
Ash saca su teléfono y comienza a marcar el número de Blitz. Octavia cruza los brazos y se gira, mirando hacia otro lado mientras el tono de llamada suena. Ash lleva el teléfono a su oído.
Ash: *susurrando para sí mismo antes de que contesten* Esto va a ser un desastre...
Vamos con i.m.p,La camioneta avanza a toda velocidad por una carretera infernal. Blitzø está al volante, sus ojos fijos en la carretera, con su característica sonrisa nerviosa. A su lado, Loona está abrazando a su pequeña perrita pug, Uggie, como si fuera un muñeco antiestrés. En el asiento trasero, Moxxie está hojeando unos documentos y Millie está afilando sus cuchillos con una sonrisa despreocupada.
El teléfono de Blitzø suena, el tono es una versión infernal de una canción pop pegajosa. Blitzø resopla y contesta mientras mantiene una mano en el volante.
Blitzø: *exasperado* Buenas tardes, Ash. Este no es un buen momento, amigo...
Ash: *al otro lado de la línea, con tono urgente* Blitz, tenemos un problema serio y necesito que vengan conmigo.
Blitzø: *con una risita nerviosa* Oh, mierda. Ash, sea lo que sea, hoy no podemos, ¿ok? Estoy llevando a Loona a su "Infer-rabia" para una muy importante "V-A-C-U-N-A".
Loona aprieta más fuerte a Uggie, su expresión claramente incómoda y nerviosa, pero intenta mantener la calma. Blitzø la mira de reojo y luego vuelve a mirar la carretera.
Blitzø: *continúa* Nos tomó cinco malditos años conseguir esta cita, ¿sabes cuántos favores tuve que hacerle al médico veterinario demoníaco? ¡No quiero hablar de eso! Además, ha estado haciendo mucho trabajo de campo últimamente, necesita esto.
Moxxie: *sin levantar la vista de sus documentos* Tiene razón, su "atención al cliente" sigue siendo pésima a pesar de que "cambió".
Ash: *con un suspiro* No seas tan malo con ella, Moxxie... Espera... ¿¡No me invitaron a algo tan importante!? Soy su mejor amigo, ¡tendria que estar para apoyarl-!
Antes de que Ash termine su frase, Octavia le arrebata el teléfono de las manos y grita directamente al micrófono.
Octavia: *enfurecida* ¡Blitzø! ¡En serio los necesitamos! ¡Mi papá está en grave peligro por culpa de ese striker y martha! Lo secuestraron ...¡No hay tiempo para sus malditas vacunas ni para sus estúpidas excusas!
Blitzø pone cara de sorpresa y confusión,Loona escucha la voz de Octavia a través del altavoz del teléfono y sus orejas se levantan ligeramente. Intenta intervenir en la conversación, tratando de sonar segura de sí misma mientras sigue abrazando a Uggie.
Loona: *con tono casual, pero con un ligero toque coquetón* Oye, eh... Octavia... esto, ¿estás bien? Ya sabes... porque si quieres hablar de eso despues... puedo... ya sabes, escuchar y... bueno... eso.
Moxxie levanta la vista de los documentos, frunce el ceño y lanza su comentario sin filtro.
Moxxie: *arqueando una ceja* Loona, la temporada de apareamiento terminó hace meses. ¿No te cansas de estar en celo todo el tiempo?
Un silencio incómodo llena la camioneta. Loona gira lentamente la cabeza hacia Moxxie, sus ojos brillando con furia mientras Uggie suelta un pequeño ladrido.
Loona: *con voz baja y amenazante* ¿Quieres que te arranque la cara con mis dientes, ratoncito obeso de oficina?
Millie suelta una risita mientras Moxxie se encoge en su asiento, murmurando una disculpa apresurada. Blitzø, sin apartar la vista del camino, resopla divertido.
Blitzø: *en tono despreocupado* Bien, bien, bien... ¡Silencio! Vamos a resolver esto. Ash, Octavia, no se preocupen. Terminaremos con esta estúpida vacuna y luego iremos directamente a ustedes. ¿Contentos?
Octavia, todavía al teléfono, suspira, tratando de calmarse antes de hablar de nuevo.
Octavia: *seria, firme* Blitzø, si de verdad te importa lo que le pase a mi papá... vas a cumplir tu palabra.
Blitzø aprieta los labios, sin responder, pero su mirada parece algo más seria por un momento. Octavia entonces se dirige a Loona.
Octavia: *con tono suave pero firme* Y Loona... por favor, intenta no hacer las cosas más difíciles de lo que ya son. Compórtate como una persona madura... al menos esta vez.
Loona desvía la mirada, visiblemente incómoda, pero asiente ligeramente.
Loona: *en voz baja* Sí... está bien.
Octavia corta la llamada. Por unos segundos, la camioneta queda en silencio mientras todos procesan la conversación. Finalmente, Millie rompe el silencio con una sonrisa traviesa.
Millie: *con curiosidad genuina* Oigan, si Blitzø y Stolas son pareja... y eventualmente se casan... y Octavia y Loona siguen teniendo esos roces románticos... ¿eso sería... incesto?
Moxxie escupe su bebida de forma cómica, Blitzø casi pierde el control del volante y Loona lanza un gruñido mientras su cara se pone completamente roja. Uggie ladra felizmente en medio del caos.
Blitzø: *gritando* ¡¡MILLIE!! ¡¿POR QUÉ PREGUNTAS COSAS TAN RARAS?!
Millie:Pos nomás.
La camioneta I.M.P. se detiene con un chirrido frente a una clínica de aspecto ruinoso, con un letrero que parpadea débilmente: "Infer-Rabia: Citas cada 5 años, si tienes suerte". Blitzø baja de un salto, mirando con fastidio el edificio mientras Loona, abrazada a Uggie, se queda pegada al asiento.
Blitzø:*gritando hacia la camioneta que se aleja con Moxxie y Millie* ¡Ahora muevan sus malditos culos hacia allá, busquen a ese estúpido vaquero de mierda o lo que sea, y háganlo rápido!
Blitzø se vuelve hacia Loona, quien aún está abrazada a Uggie, con los ojos muy abiertos de terror.
Blitzø: *con una sonrisa forzada* Vamos, Lonnie, será rápido, ¿ok? ¡Como un tirón de venda!
De una patada abre la puerta de la clínica y, sin ceremonia, agarra a Loona por la cola y la arrastra adentro mientras ella se aferra a Uggie como si fuera su último salvavidas.
El lugar está abarrotado de demonios nerviosos con sus mascotas, algunos de ellos claramente peligrosos. Una madre demonio sostiene la correa de su hijo demoníaco mientras observan a Blitzø con miradas juzgonas.
Blitzø: *furioso, hablando más para sí mismo que para los demás* ¡Por Cristo en la cruz! ¡De todos los malditos días, hoy tuvieron que secuestrar ese estúpido culo emplumado! ¡Y justo cuando esperé CINCO MALDITOS AÑOS para esta cita! ¡¿Por qué no simplemente me joden DIRECTO EN MI CULO ROJO?!
La madre demonio lo sigue mirando fija y juzgadoramente. El niño demonio tira de su correa para ver mejor a Blitzø.
Blitzø: *mirándolos* ¿Qué? ¿Qué mierda me ven? ¿Nunca han visto a un padre dedicado antes?
Niño demonio;No, así no.
Blitzo se dirige al escritorio de la enfermera con pasos firmes y una sonrisa exagerada.
Blitzø: *con tono meloso* ¡Hey, primor! Vine por la V-A-C-U-N-A para mi pequeña Loonie-Toonie! ¿Capiche?
Loona, todavía aferrada a Uggie, comienza a temblar ligeramente mientras la pequeña pug le lame la cara tratando de consolarla.
Enfermera: *masticando chicle y sin levantar la mirada del cuaderno de citas* ¿La qué?
Blitzø: *resoplando con frustración* ¡La P-U-T-A mierda que mi hija necesita cada año! ¡La que ustedes, hijos de mil demonios, sólo nos permiten programar cada cinco años! *agarra un portapapeles y garabatea con furia* ¿¡Cómo pueden ser tan condenadamente incompetentes, tetas de granito?!
Enfermera: *mirando el papel con expresión neutra* Oh... no sé deletrear.
Blitzø cierra los ojos un momento, conteniendo su furia, y luego acerca el portapapeles más cerca de ella
Enfermera: *mirando el portapapeles* Ah... tampoco sé leer.
Blitzø: *con un tic en el ojo, casi rugiendo* ¡¡LAS VACUNAS DE INFER-RABIA!! ¡¡PU-!! *respira profundamente y se tranquiliza de golpe* ...tal vez no debería decir esa palabra aquí. ¡La cita está a nombre de Blitz!
*La enfermera hojea un viejo cuaderno de citas con desgano.*
Enfermera:*chupando su chicle* Uuuuhhhmm... No veo ningún "Blitz" aquí.
Blitzø: *gruñendo entre dientes* ¡Con una "O"! ¡Es muda, maldita-!
Enfermera: *interrumpiéndolo* ¡Oh! ¡Con una "O"! Sip, sip. ¡Blitzo, Blitzoo!
Blitzø aprieta los puños y su ojo izquierdo comienza a temblar violentamente mientras gruñe en silencio. La enfermera sonríe distraídamente.
Enfermera: Sí, bueno. Estaremos listos para ella en un momento. Tome asiento, Señor O.
Blitzø sonríe falsamente mientras su mano se desliza hacia su pistola oculta. La madre demonio lo mira con sospecha, y Blitzø rápidamente retira su mano y sonríe nerviosamente
Blitzø: *entre dientes* Bien...
Se da la vuelta, se dirige a las sillas y se deja caer con los brazos cruzados. Al mirar hacia un lado, ve a Loona agazapada debajo de tres sillas, abrazando a Uggie, que sigue lamiéndole la cara para calmarla.
Blitzø: *con un tono suave* Oh, no te preocupes, Lonnie. Está bien. Es solo un piquetito, no duele nada.
Loona: *con voz temblorosa* No, no es verdad... ¡No es verdad!
Blitzø suspira y se inclina un poco para mirarla mejor.
Blitzø: ¿Por qué tienes tanto miedo? Nunca te vi tan asustada por algo así.
Loona: *susurrando, sin mirarlo directamente* No me gusta que me metan una aguja grande en el cuerpo, ¿ok?
Blitzø la mira por un momento, su expresión suavizándose ligeramente. Uggie ladra suavemente, como si estuviera tratando de dar apoyo moral.
Loona finalmente logra calmarse un poco, aunque todavía luce asustada. Ahora está acostada de lado sobre las sillas, abrazando a Uggie como si fuera un peluche. Blitzø, sentado a su lado con los brazos cruzados, intenta llenar el incómodo silencio.
Blitzø: *mirando alrededor con una sonrisa tensa* Yyyyy... está bueno el clima, ¿eh?
Un niño demonio, todavía sujeto por una correa que sostiene su madre, señala descaradamente a Blitzø con un dedo pequeño y garras diminutas.
Niño: *en voz alta* ¡Mira, mami! ¡Ese tiene cara de sapo!
Blitzø se queda congelado un segundo, pestañeando lentamente antes de arquear una ceja con una mirada asesina.
Blitzø: ¿Cómo putas me llamaste?
Madre Demonio: *reprendiendo suavemente a su hijo* ¡No digas esas cosas en voz alta, cariño! Es de mala educación... Mejor díselo cuando estemos en el auto.
Blitzø abre la boca incrédulo y luego suelta una carcajada seca.
Blitzø: ¿Tiene un problema conmigo, r-*censura*?
Madre Demonio: *jadea y cubre los oídos de su hijo* ¡Hay un niño presente, asqueroso Iranio!
Blitzø: *sarcástico* Oh, no, señora. No vengo de La Ira, perra. Además, mi hija también está aquí. *Abraza a Loona, que apenas reacciona y sigue temblando abrazada a Uggie.* Y no creo que a ella le guste que le llames a su padre... "cosas".
La madre frunce el ceño y levanta la barbilla con altivez mientras mira a la enfermera al otro lado de la habitación.
Madre Demonio: *a la enfermera* ¿Hay alguna manera de reprogramar nuestra cita para cuando... la chusma imitadora de una ex-cantante pop ya no esté aquí?
Blitzø suelta una risa sarcástica antes de señalar al niño, que ya está empezando a llorar al notar la creciente tensión.
Blitzø: Oh, por favor. Lo más difícil que usted ha hecho en su vida fue convencer a su marido de tener a esta... pequeña cosita llorona.
El niño comienza a sollozar abiertamente mientras la madre lo abraza con dramatismo, lanzando miradas asesinas a Blitzø.
Madre Demonio: ¿Ah, sí? ¿Y qué haces tú que es tan importante, payaso de feria?
Blitzø: *sacando lentamente su pistola de su chaqueta y mostrando una sonrisa torcida* ¿Yo? Oh, yo mato personas. ¿Les gustaría un especial de 2x1, señora zorra?
La madre jadea y retrocede un poco con su hijo, mirando la pistola con horror. Justo en ese momento, la enfermera llama desde el mostrador con total indiferencia, masticando su chicle ruidosamente.
Enfermera: Señor O, el doctor verá a su sabueso ahora.
Blitzø guarda rápidamente su pistola y le dedica una sonrisa falsa a la madre demonio antes de tomar a Loona de la mano y guiarla hacia la puerta que lleva al consultorio. Loona camina temblando ligeramente, todavía abrazada a Uggie, mientras la madre demonio los mira con indignación y el niño sigue lloriqueando suavemente.
Blitzø: *sin mirar atrás* Un placer, "mami amorosa".
Blitzø toma a Loona en brazos, que deja escapar un pequeño gemido asustado como un cachorrito mientras sigue abrazada a Uggie. Camina hacia la puerta con determinación, pero antes de cruzar, se gira hacia la madre demonio, que aún está en el suelo recuperando el aliento, y le saca la lengua con buria exagerada.
Blitzø: ¡Bleh!
Con una sonrisa triunfal, Blitzø empuja la puerta y desaparece dentro del consultorio con Loona en brazos, mientras la madre demonio y su hijo los miran con horror.
Elipsis
La polvorienta camioneta de i.m.p se detiene chirriando en una solitaria gasolinera en medio del árido desierto infernal. El sol abrasador pinta el cielo de tonos anaranjados mientras el motor se apaga. Dentro del vehículo están Octavia, con una vestimenta sencilla para no destacar su estatus de realeza; Ash, con su disfraz demoníaco característico; y sus "padres", Moxxie y Millie.
Moxxie: *suspira mientras se quita el cinturón de seguridad* ¡Diablos! Iré por gasolina. Millie, Ash, Octavia... vean si alguien ha visto a esos dos por aquí.
Todos salen de la camioneta. Octavia ajusta su capucha, Ash estira los hombros y Millie revisa sus armas discretamente. Justo entonces, una ruidosa pandilla de motociclistas infernales llega derrapando frente a ellos. El líder, un demonio musculoso con un sombrero vaquero roto y un chaleco de cuero, fija sus ojos en Moxxie.
Motociclista: *con acento argentino* ¡Eh, bochito! ¿Qué te copias, pelotudo?
Moxxie: ¿Qué?
Motociclista: *señala el sombrero de Moxxie* ¡El sombrero, che!
Moxxie:*nervioso, tocando su sombrero* Oh... lo siento. Mi esposa me lo puso... ya sabe, por el... calor... afuera...
Motociclista: *apretando los dientes* ¡Ponte vaselina!
Detrás del líder, el resto de los motociclistas empieza a rodear lentamente a Moxxie, sus armas improvisadas listas para la pelea. Moxxie suspira y se endereza, resignado.
Moxxie: ¿Así va a ser esto, entonces?
Mientras tanto, a unos metros de ahí, Octavia comienza a murmurar mientras extiende sus manos, usando un hechizo de rastreo. Sus ojos brillan levemente con un tono púrpura mientras siente algo en el aire. Millie sale del mini súper con una bolsa de papas y se la lanza a Ash, quien las atrapa al vuelo.)
Millie: ¿Encontraste algo, niña?
Octavia: Más o menos... puedo sentir su presencia. O al menos, el rastro que uno de ellos dejó.
Octavia levanta una mano y apunta hacia un grupo de mariachis que está tocando no muy lejos.
Octavia: ¿Por qué esos tienen su aura impregnada?
Millie: Puede que sepan algo... ¡vamos!
Millie y Octavia caminan hacia los mariachis. Millie saca un papel arrugado con un tosco garabato de Striker y Martha dibujados.
Millie: *sonriente, pero con tono firme* ¡Hola, chicos! *levanta el papel* ¿Vieron a estos hijos de puta dando vueltas por aquí?
De fondo, se ve a Moxxie peleando de forma desesperada pero efectiva contra los motociclistas. Los mariachi con bigote exagerado toman sus guitarra y empieza a cantar.
Mariachis: 🎵A la par del polvo...🎵
Octavia:*exasperada, con los ojos brillando nuevamente* ¡NO! ¡No, no, no! ¡No canten! ¡Solo...!
Ash: *interrumpiendo con calma y tono grave* Solo dígannos dónde están Striker y Martha.
Mariachi 1: *encogiéndose de hombros* No sé quién es Martha, pero Striker... sí. Vive en el Rancho Tipo Malo, allá. *señala una montaña en el horizonte* En el túnel viejo del tren, cerca de las minas. Se esconde ahí, fuera de la ley. ¡No se lo pierdan!
Mientras el mariachi habla, Moxxie, montado en la espalda del líder motociclista, le estrella la cabeza contra la puerta de la camioneta repetidas veces. Luego lo golpea contra la ventanilla, rompiéndola. Sin perder el ritmo, Moxxie pasa su tarjeta de crédito en la bomba de gasolina mientras esquiva un cuchillo lanzado hacia su cara. Finalmente, toma la boquilla de gasolina, envuelve la manguera alrededor del cuello del motociclista y lo derriba al suelo con un tirón brutal. Con calma, coloca la boquilla en el tanque y saca su teléfono, apoyándose despreocupadamente contra el vehículo.
Millie: *haciendo una leve reverencia con acento vaquero* ¡Muy amable, carnalito! *hace un gesto para irse* ¡Vamos, Mox! ¡Tenemos una pista!
Ash: *asomándose por la ventana del copiloto* ¡Vamos, chófer profesional!
Todos suben rápidamente a la camioneta. Moxxie enciende el motor con un brillo furioso en los ojos. Al acelerar bruscamente, una de las ruedas corta limpiamente la cabeza del líder motociclista, y la chispa del impacto provoca una explosión en la gasolinera.
Millie: *levantando los brazos con entusiasmo mientras las llamas iluminan el cielo crepuscular* ¡Yeehaa!
Octavia: *con los brazos cruzados, frunciendo el ceño* ¿No crees que es un mal momento para sonar tan feliz? Mi papá probablemente está en...
Millie: *interrumpiendola* Niña, no por eso me voy a poner a llorar todo el tiempo o algo así.
La camioneta se aleja rápidamente, dejando una nube de polvo y llamas detrás. El grupo se adentra más en el desierto, con un destino claro.
Stolas cuelga boca abajo sobre unas oxidadas vías de tren, sus plumas desordenadas y su mirada fija en el horizonte polvoriento. A unos metros, Striker y Martha están cerca; Martha, con una sonrisa sádica, afila lentamente un cuchillo bendito contra una piedra de afilar. Striker, con los brazos cruzados, observa con una expresión confiada. La estatua grotesca de Striker, con una erección exagerada, se alza detrás de ellos, lanzando una sombra absurda sobre la escena.
Stolas: *arqueando una ceja con un toque sarcástico* Entonces, ¿mi cuñado les pagó por esto? ¿No les bastaba con una bala bendita o con sus estúpidas mejoras robóticas? ¿O no les alcanzaba para eso?
Striker: *con una sonrisa venenosa mientras camina hacia Stolas* Déjame decirte, pajarito, que nos recompensaron para darte un "verdadero trato real". Debe odiarte mucho... y, francamente,Stella fue mi amiga,así que yo también te tengo un poquito de tirria.
Stolas: *mirando alrededor con aburrimiento teatral* Ay ajá. Y... ¿vías de tren? ¿En serio? Es tan... cliché, ¿no lo crees?
Striker: *encogiéndose de hombros y señalando a Martha con un pulgar* Para que te sientas mejor, fue idea de ella.
Martha: *deteniéndose un momento para sonreír* Es que así fue como eliminé a mi profesora de geografía cuando estuve viva... ¡Vieja zorra!
Striker: *asintiendo con una sonrisa torcida* Y, bueno, no te voy a mentir... es un clásico. Me gusto la idea la verdad.
Stolas: *con una sonrisa burlona mientras sus ojos se fijan en la estatua de Striker con una erección enorme* ¿La estatua gigante de ti también es un "clásico" o...?
Martha no puede contener una carcajada burlona mientras Striker sisea como una serpiente y aprieta los puños, acercándose a Stolas con furia en los ojos.
Striker: ¿En serio me estás juzgando ahora?
Stolas: *con una sonrisa aún más amplia* No puedo evitar impresionarme... parece que quieres chuparte tu propio pito de esa forma.
Striker: Mira, no todos los Anillos tienen una ciudad elegante, con mansiones elegantes, que solo los idiotas de la realeza pueden vivir ahí. Nosotros tenemos vidas muy duras. Y a nosotros se nos ha arrebatado todo lo que nos importa, por imbéciles como tu...es por eso que yo estoy aquí para cambiar el mundo.
Luego de eso,de la nada,martha suelta otra carcajada abierta, dejando caer el cuchillo por un momento. Striker se gira hacia ella, visiblemente irritado.
Striker: ¿De que te reís maldita inestable? ¡Lo que dije no tiene nada que ver contigo!
Martha: *con los brazos cruzados, burlona* ¿Nada que ver conmigo? Striker, cariño, ¿cómo no va a tener que ver conmigo si estoy parada justo aquí, escuchándote a punto de dar discursos de grandeza frente a... *señala la estatua con un gesto dramático* ...eso?
Striker: *gruñendo y señalándola con un dedo amenazante* ¡¡Es una representación simbólica de mi confianza y poder!!
Martha: *fingiendo sorpresa* ¡Oh, claro! ¡Porque nada grita "líder revolucionario" como una estatua tuya con una erección de tres metros!
Stolas suelta una carcajada disimulada, mientras Martha y Striker se miran con furia.
Striker: ¡¡No tienes ni idea de lo que significara ser un símbolo de esperanza para los marginados!! ¡¡Yo representare la libertad de los Anillos más bajos!!
Martha: *imitando su tono* "¡Libertad de los Anillos más bajos!" Por favor, Striker, lo único que representas es un complejo de inferioridad con patas y un ego inflado. ¿Quieres cambiar el mundo? Empieza por bajarte de tu maldito pedestal... literalmente.
Striker: *acercándose peligrosamente a ella* ¡¡Yo lidero esta operación!! ¡¡Yo soy el que toma las decisiones ahora!!
Martha: *sin retroceder ni un paso* ¡Oh, claro! ¡Porque tus grandes decisiones siempre involucran secuestrar pájaros reales , posar para esculturas ridículas y lamer las botas de la jefa cada vez que puedes,¿verdad?!
Ambos están prácticamente cara a cara, siseando como dos serpientes listas para atacar. Stolas, mientras tanto, los observa con una mezcla de diversión y alivio mientras sus garras siguen trabajando en las cuerdas que lo atan
Stolas: *pensando* Por favor, sigan así... denme tiempo suficiente.
Striker: *apuntando con un dedo hacia Martha* ¡¡Eres una maldita ingrata!! ¡Si fuera por mí, ni siquiera estarías aquí!
Martha: *con una sonrisa venenosa* Y si fuera por mí, esa estatua tuya tendría un tamaño más... "realista".
Mientras los dos siguen discutiendo, Stolas aprovecha el momento para intentar desatar las cuerdas que lo sujetan. Sus garras trabajan lentamente, pero Martha, con su aguda visión, nota sus movimientos.
Martha: *congelándose de golpe y entrecerrando los ojos hacia Stolas* ... ¡Espera un momento!
Antes de que Stolas pueda reaccionar, Martha lo apuñala violentamente en el hombro con el cuchillo bendito. Stolas grita de dolor mientras un líquido carmesí cae al suelo.
Martha: *acercando su rostro al de Stolas con una sonrisa cruel* Eres en serio listo, ¿no, putito?
Striker, ahora enfurecido, se gira hacia Stolas, su cola azotando el aire antes de golpear bruscamente el rostro del príncipe caído.
Striker: *con veneno en su voz* ¡No vuelvas a hablar sobre mí...! *lo golpea otra vez con su cola* ...¡No tengo por qué escuchar tu mierda!
Striker levanta su bota y la clava directamente sobre la herida abierta en el hombro de Stolas. El príncipe grita de nuevo, retorciéndose en las cuerdas mientras sus ojos parpadean con un brillo celestial que intenta activar su poder, pero las cuerdas impiden que funcione.
Striker: *presionando con más fuerza su bota* ¡A ustedes les encanta hablar sobre los pobres, ¿no?! ¡Desde sus torres doradas, con sus plumas perfumadas y sus cenas opulentas!
Stolas: *jadeando, con dolor* No... tienes... idea...
Martha se acerca, recogiendo el cuchillo con calma mientras observa con frialdad a Stolas.
Martha: *inclinándose para mirar a Stolas a los ojos* No te molestes en hacer tu pobre truco ocular con nosotros. ¿Crees que eso nos va a detener? Estas cuerdas no solo te mantienen bien atado, sino que incluso si peleáramos contigo durante meses, no nos cansaríamos. Tú sí. ¿Quieres enviarnos a otra dimensión con tus trucos de búho celestial? ¡Adelante! ¡Volveremos y nos aseguraremos de arrancar tus huesos!
Stolas guarda silencio, con su respiración pesada mientras la sangre gotea de su hombro.
Martha: *sonriendo con malicia mientras limpia el cuchillo en su brazo metálico* Somos mejores que tú casi en todo, príncipe estúpido. Pero, ¿sabes algo? Podria ser peor para ti ... ¿Has visto esa película del 2016? Esa donde el payaso blanco y negro hacía cosas horribles a sus víctimas... *nota las caras confundidas de Striker y Stolas* ...¿No? Bueno, no importa. Lo importante es que lo que él hacía era terrible y sería lo que te haríamos...
Striker: *impaciente* ¡Al grano, Martha!
Martha: *con una sonrisa serpentina* Lo que digo es que podemos ofrecerte un trato. Nos darias tu grimorio, y a cambio, podemos solo fingir tu muerte. Nadie tiene que saber nada. Podrias corretear con tu noviecito, en paz, lejos de las estupideces de la vida de lujo... ¿No suena tentador?
Stolas baja la mirada, aparentemente considerando la oferta. Por un momento, la tensión es palpable. Pero luego, con una expresión firme, Stolas levanta la cabeza y le escupe en la cara a Martha.
El escupitajo salpica el rostro metálico de Martha, y por un instante, el silencio cubre la escena. Striker y Martha intercambian miradas antes de que ambos se abalancen sobre Stolas al mismo tiempo, golpeando y lacerando la herida abierta en su hombro.
Martha: *furiosa, mientras clava el cuchillo alrededor de la herida* ¡¡Maldito pájaro arrogante!!
Striker:*presionando con su bota mientras gruñe* ¡¡¿Te crees mejor,estupido?!!
Stolas, todavía colgado de las cuerdas, parece débil y exhausto, pero su mirada se mantiene desafiante. La sangre gotea de su hombro y pierna, pero el príncipe sigue con una expresión de burla a pesar del dolor. Striker y Martha lo miran fijamente, esperando que se hunda en el dolor, pero Stolas no se doblega.
Stolas: *con voz ronca pero firme, entre jadeos* Pues, parece que olvidan algo, idiotas... ¡¡Siguen trabajando para la realeza... justo AHORA!!
Con un repentino impulso, Stolas patea a ambos en la cara, aprovechando su momento de furia. Striker esquiva la mayor parte del impacto, pero la pierna de Stolas queda atrapada cuando Striker agarra su tobillo con fuerza.
Striker: *con una sonrisa burlona* Crees que puedes ganar, ¿eh?
Striker rápidamente levanta el pie de Stolas y lo pisa con toda su fuerza, quebrando su pierna. El sonido de huesos rompiéndose resuena en la sala, pero Stolas no muestra ni un atisbo de dolor, ni una mueca en su rostro.
Stolas: *con tono burlón, mirando a Striker* Blitzø me trata rudo en la cama; buen intento...
Martha, completamente tomada por sorpresa ante la resistencia de Stolas, da un paso adelante y le clava su cuchillo en la pierna rota. El filo se hunde profundamente, pero, al igual que antes, Stolas ni siquiera parpadea.
Stolas: *con tono irónico y una sonrisa de sarcasmo, mirando a Martha* Su cuchillo es más grande... y llega más profundo.
Martha: *con una expresión de asco y confusión* Esto ya es muy enfermizo. *Se aleja un poco mientras observa a Stolas con una mezcla de irritación y repulsión*
Enfurecidos por la falta de reacción de Stolas, ambos lo agarran por el cabello con fuerza, tirando de su cabeza hacia atrás mientras él se mantiene impasible, sus ojos brillando con desafío.
Striker: *con voz llena de desprecio, acercándose a su rostro* ¿Sabes qué? Una vez que te abramos el cuello y dejemos que te ahogues en tu sangre azul, no valdrás más que la lápida en la que te sepulten...
Martha observa, entrecerrando los ojos, mientras una pequeña sonrisa aparece en su rostro.
Martha: *en tono más suave, pensativa* Por primera vez tenemos un odio mutuo... y eso es un avance.
Los dos se miran por un breve momento, una chispa de entendimiento entre ellos. A pesar de todo el sufrimiento que han infligido a Stolas, hay algo que les une en esta misión.
Martha:*en voz baja, pero con una sonrisa satisfecha* ¿Sabes qué? Esto podría ser divertido...
Striker asiente, sus ojos brillando con malicia mientras ambos se aproximan a Stolas con la intención de seguir torturándolo. Pero antes de que puedan dar otro paso, ambos levantan las manos y, por un momento, los dos chocan las cinco, riendo de la satisfacción de pensar en la paliza que le darán al príncipe.
Volvemos a cambiar a el consultorio del médico, en el hospital ,Blitzø y Loona están dentro de un consultorio. Loona parece nerviosa y está observando al doctor con desconfianza. Blitzø, aunque igualmente inquieto, se esfuerza por mantener la calma. El doctor, con una gran sonrisa, está revisando algunos papeles en su escritorio.
Doctor: *con tono amigable* ¡Buenas, Bingo! Y la chamaca debe ser la Tuna, ¿verdad?
Blitzø: *rápidamente, visiblemente incómodo* Loona, sí. Ya apúrate, por favor. No le gustan las inyecciones. Así que, hágalo rápido, por el bien de todos.
Doctor: *sonriendo de manera exagerada, tratando de calmar a Blitzø* ¡Oh ho! Bingo, no te preocupes. He tratado con perritos del Infierno todos los días, ¡estoy acostumbrado! Ahora, pregúntale... *se pone de pie y saca una jeringa cómicamente grande de su cajón, mostrando una sonrisa maliciosa* ¿Quiere en la pompi o en el brazo?
Loona deja de abrazar a Uggie y, al ver la jeringa gigante, sus ojos se agrandan, claramente horrorizada. Su expresión cambia de miedo a furia, y empieza a gruñir, mostrando los dientes con evidente hostilidad hacia el doctor.
Loona: *gruñendo y saltando sobre el doctor* ¡Nunca me inyectaran con vida!
Blitzø, al ver que la situación se descontrola, reacciona rápidamente. Con un ágil movimiento, agarra al doctor y lo aparta de Loona, evitando que la jeringa se acerque más.
Blitzø: *mirando al doctor con desdén, mientras Loona aúlla furiosa* Bueno, te lo advertí, imbécil.
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Volvemos al escondite de striker,la escena se abre con Stolas siendo arrojado brutalmente al suelo por Martha. Su cuerpo herido choca contra la tierra polvorienta, y él gime de dolor. Martha gira a su alrededor con pasos lentos, casi felinos, y le cubre los ojos con una mano mientras Striker se aleja un poco para enviar una muestra de pelos de Stella y Andrealphus usando un murciélago mecánico que se eleva rápidamente en el aire.
Stolas: *jadeando, con su voz temblorosa por el dolor* ...¿Qué... qué planean hacer?
Martha retira lentamente su mano de los ojos de Stolas, dejando que la luz tenue lo ciegue por un momento. Ella sonríe con una crueldad calculada.
Martha:Bueno, eso fue divertido. Pero todo lo bueno tiene que terminar. Lástima que no vas a volver a ver a tu querida hija...
Stolas levanta la cabeza con dificultad, sus ojos ahora llenos de furia, a pesar del dolor.
Stolas: *con un tono bajo pero amenazante* No te atrevas a hablar de mi hija.
Striker: *con una sonrisa burlona mientras cruza los brazos* Oh, parece que tocamos un nervio, ¿eh, príncipe?
Martha: De hecho, si tengo algunos asuntos pendientes con esa puta de octavia...
Stolas: *apretando los dientes* Si te acercas a ella, te destruiré.
Striker: Hablas demasiado. Siempre tan noble. Dime, ¿cuáles serán tus últimas palabras, Goetia?
Stolas: *con dificultad, intentando levantarse* Ash va-
Martha: *interrumpiéndolo con desdén mientras se estira los nudillos* Ese niño no vendrá antes de que quedes destrozado. Nadie te va a salvar...
Martha levanta el puño, lista para golpear a Stolas nuevamente, pero de repente suena el teléfono de Striker. La tensión en la habitación se rompe por un momento mientras Striker frunce el ceño y saca su dispositivo para contestar.
Striker: *llevándose el teléfono a la oreja con fastidio* ¿Hola?
Andrealphus (Teléfono):Cambio de planes. Necesito vivo al imbécil.
Striker y Martha se miran con incredulidad y luego con molestia. Martha aprieta el mango de su cuchillo con fuerza mientras intercambian una mirada cargada de frustración.
Striker: *sujetando a Stolas con su cola, tapándole la boca mientras sigue hablando por teléfono* Estábamos a punto de matarlo, ¿sabes? Este príncipe bocón ha sido una verdadera molestia.
Andrealphus (Teléfono): Pues detente. Lo necesito vivo para... arreglar algunos asuntos.
Martha:*Con irritación* ¿Qué clase de asuntos de mierda?
Andrealphus (Teléfono): No les importa. Les pagaré con algo más,algo muy valioso. Solo tráiganlo.
Striker gruñe con frustración, claramente insatisfecho con las órdenes.
Striker: Sí... amigo.
Andrealphus (Teléfono): Glorioso. *cuelga la llamada*
Striker guarda el teléfono con un gruñido, y tanto él como Martha caminan a una esquina del escondite. Se quedan quietos, mirándose fijamente, aparentemente calmados.
Martha: *en voz baja mientras cuenta con los dedos* Tres... dos... uno...
Ambos gritan al unísono, frustrados, lanzando patadas al aire y golpeando las paredes de la "cueva". Tras liberar su frustración, se sacuden el polvo y regresan hacia Stolas, con sonrisas forzadas y miradas llenas de odio.
Striker: *con una sonrisa torcida mientras se agacha frente a Stolas* Bueno, buenas noticias, plumas. Tu querido cuñado dice que ya no te quiere muerto. Pero... no dijo nada sobre el estado en el que deberías llegar.
Martha se agacha también, agarrando a Stolas por el mentón y acercando lentamente su cuchillo a uno de sus ojos.
Martha: Esos ojitos tuyos serían un hermoso trofeo. No podemos dejar que nos vuelvas a ver después de esto...
Stolas apenas puede moverse, pero sus ojos se abren con pánico mientras la cuchilla afilada se acerca lentamente. Sin embargo, antes de que Martha pueda hacer el corte, un ruido distante rompe el silencio.
Martha: *deteniéndose en seco, mirando hacia la fuente del ruido* ¿Y ahora qué?
Striker se endereza lentamente, desenfundando sus armas mientras ambos miran hacia la entrada del escondite con cautela. La tensión vuelve a subir mientras el eco del ruido resuena en el aire.
Entonces El techo de la caverna se rompe con un estruendo ensordecedor. Fragmentos de piedra caen mientras una furgoneta irrumpe a toda velocidad, derribando lo que queda de una improvisada rampa de madera. La furgoneta derrapa sobre la superficie polvorienta y se detiene con un chillido metálico. El techo de la furgoneta se parte, lanzando pedazos al aire, y de allí, con una agilidad feroz, salta Octavia, aterrizando con una postura desafiante. Detrás de ella, Millie y Ash salen por las puertas laterales, armas en mano. Moxxie, el último en salir, apunta con precisión un rifle directamente a la cabeza de Striker.
Stolas: *jadeando, con los ojos llenos de lágrimas y alivio*Espera...¡¿VIA?!
Octavia: *con firmeza, pero con una emoción visible en su voz* Sí, papá... soy yo.
Martha sonríe de forma sádica mientras se inclina cerca de Stolas y le susurra al oído.
Martha: *en un tono venenoso* Esto... será divertido.
Stolas:*casi rogando, con lágrimas escurriendo por sus mejillas* No... no, no, no...
Octavia avanza unos pasos al frente. Su mirada es intensa, sus ojos brillan con una furia contenida. Todos los presentes sienten una presión en el aire mientras el aura oscura que la rodea comienza a expandirse.
Octavia: *con una voz firme y llena de veneno emocional* Ustedes... monstruos patéticos....¡Hoy sorteamos una paliza y ustedes dos compraron todos los números!...Y felizmente les repartiré su puto premio ahora.
Martha y Striker intercambian miradas, pero Martha no puede evitar reírse un poco, lo que enoja aún más a Octavia.
Octavia: *apuntando a Martha*Tu...tú eres lo peor de lo peor basura. Si hay algo, algo, que le agradezco a las discusiones de mis padres... es que, gracias a su odio constante y su veneno diario, me enseñó a dominar esto.
La atmósfera se vuelve pesada. La caverna entera comienza a vibrar con una energía oscura y pulsante. Martha da un paso atrás por instinto, mientras Striker afianza sus armas. Octavia cierra los ojos y respira profundamente.
Martha: *levantando su cuchillo, intentando parecer valiente* ¡Por favor! ¡Suenas a una puta whitexican con problemas pendejos!
De repente, el aura oscura de Octavia explota hacia afuera con un brillo púrpura y rojo intenso. Su forma comienza a cambiar, sus alas se extienden majestuosas, con bordes afilados y un brillo oscuro. Su cuerpo adquiere una forma más estilizada, su plumaje se vuelve más afilado y oscuro, y sus ojos brillan con un resplandor rojo amenazante. Es una transformación que mezcla el poder cruel bruto de su madre con la majestuosa y temible presencia demoníaca de su padre.
La imagen es impresionante; una criatura de belleza etérea y aterradora a la vez. Las llamas púrpuras y negras rodean su silueta mientras sus ojos resplandecen como brasas ardientes. El corazón en el centro de su pecho brilla intensamente, lleno de energía pura.
Moxxie: *con los ojos muy abiertos, susurrándole a Millie mientras se preparan para la pelea* ¿Esa... es Via?
Millie: *con una sonrisa feroz y orgullosa* Sí, amor... y está lista para patear traseros.
En ese momento, Ash salta desde donde estaba Octavia, aterrizando con fuerza al lado de la recién transformada Octavia. El impacto levanta polvo y piedras alrededor. Ash se endereza, su mirada fija en los androides. Una intensa aura blanca comienza a rodearlo, su cabello se eriza y se alarga hasta formar una cascada blanca que brilla con un resplandor celestial. Sus músculos se tensan, su presencia se vuelve abrumadora, y sus ojos emiten una luz plateada.
Ash (Transformado): *con una sonrisa confiada mientras mira a Octavia de reojo y luego a los androides* Es hora del espectáculo, hijos de puta...¡Eh,creo que está mas épico decirlo en español!
Octavia y Ash intercambian una mirada de complicidad. La energía de ambos hace temblar la caverna, mientras Martha y Striker retroceden con nerviosismo. El aire está cargado de electricidad y poder puro. Ash ajusta sus puños, Octavia despliega sus alas, y juntos, con una sincronía mortal, se lanzan hacia los androides para iniciar la batalla definitiva.
Disparos, explosiones y el sonido metálico de armas chocando llenan el aire. La iluminación parpadea con los destellos de energía y fuego que recorren el campo de batalla.
Moxxie dispara con precisión su rifle directamente a Striker, quien, con su nueva fuerza androide, esquiva y destruye las balas con movimientos ágiles y precisos. De un salto, Striker aterriza frente a Moxxie y lanza un golpe demoledor que apenas falla por centímetros. Sin embargo, antes de que pueda atacar de nuevo, Ash, en su forma transformada, irrumpe con una fuerza explosiva, lanzando una serie de golpes rápidos que obligan a Striker a retroceder.
Millie aparece con un hacha gigante, su expresión feroz y decidida. Se coloca espalda con espalda con Ash, y ambos inician una danza mortal alrededor de Striker. Ash lanza golpes precisos que rompen la defensa del vaquero, mientras Millie aprovecha cada apertura para lanzar tajos con su hacha. Los tres se mueven con una velocidad casi imposible de seguir, el suelo se quiebra bajo sus pies con cada impacto.
Striker, frustrado, apenas puede mantenerse al ritmo de ambos guerreros, su expresión de confianza se empieza a resquebrajar.
Desde una plataforma elevada, Martha observa con ira todo.Sus ojos brillan con un resplandor púrpura antes de liberar un potente rayo de energía desde uno de ellos. El rayo estaba dirigido a Octavia, pero ella lo esquiva con una maniobra aérea espectacular, y la energía impacta el suelo cerca de Ash, Millie y Striker, haciendo que los tres salten hacia atrás para evitar la explosión. El polvo y las rocas vuelan en todas direcciones, interrumpiendo momentáneamente el enfrentamiento.
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Cambiamos de escena a Blitzø, Loona y el Doctor
La cámara se desplaza rápidamente hacia otra parte de la caverna, donde Blitzø sujeta con fuerza a Loona para evitar que ataque al Doctor, quien corre despavorido alrededor de ellos.
Doctor: *jadeando y mirando hacia atrás mientras corre en círculos* ¡¿Por qué nadie me protege a mí?!
Blitzø pierde el equilibrio, y Loona aprovecha para soltarse de su agarre. La salvaje loba demoníaca persigue al Doctor, que grita mientras zigzaguea entre cajas y escombros. Blitzø corre tras ellos, intentando alcanzar al Doctor.
Blitzø: *gritando* ¡La vacuna, Doctor! ¡Láncemela!
El Doctor, acorralado contra una pared y con Loona acercándose peligrosamente, encuentra una pequeña jeringa llena con el suero en su bolsillo. Con un grito nervioso, la lanza por el aire hacia Blitzø. El tiempo parece ralentizarse mientras la jeringa gira en el aire. Blitzø salta, extendiendo su brazo y logrando atraparla justo antes de caer al suelo rodando.
Se levanta rápidamente y carga hacia Loona con la jeringa en alto. Pero Loona, con un movimiento veloz, lo esquiva y usa su cola para empujarlo, lanzándolo contra un montón de cajas de metal.
Blitzø: *desde el suelo, con un gemido de dolor* ¡Lo siento!
Cambiamos de escena a Moxxie, Millie, Ash y Striker,Moxxie sigue disparando ráfagas rápidas contra Striker, obligándolo a retroceder. Mientras tanto, Millie aprovecha una apertura y lanza un tajo certero con su hacha, cortando uno de los revólveres de Striker por la mitad.
Striker gruñe con frustración y saca un látigo de metal afilado que comienza a girar con precisión mortal. Intenta atrapar a Millie con él, pero ella lo esquiva ágilmente con una voltereta. Moxxie también salta a un lado, evitando ser atrapado. Sin embargo, Striker lanza el látigo hacia una roca enorme, lo ata con fuerza y tira con todas sus fuerzas, haciendo que la roca salga disparada hacia Millie. La roca impacta contra ella, lanzándola al suelo con fuerza, y luego rebota golpeando también a Moxxie, que cae de espaldas.
Ash, al ver esto, se lanza con furia hacia Striker. Sus golpes son rápidos, precisos y llenos de poder. Striker apenas puede bloquearlos, y cuando intenta contraatacar, Ash esquiva con facilidad y lo golpea directamente en el rostro, enviándolo varios metros hacia atrás.
Octavia entra en acción
Desde el aire, Octavia desciende con elegancia y aterriza entre Ash y Striker. Su forma transformada resplandece con un aura oscura y poderosa. Striker, herido y frustrado, levanta su látigo para atacar, pero Octavia lo bloquea con una barrera de energía púrpura antes de contraatacar con un chorro de llamas oscuras que lo obliga a retroceder una vez más.
Stolas, aún débil , observa a su hija luchar con tanta ferocidad y poder. A pesar de sus heridas, una lágrima rueda por su mejilla al verla brillar con tal majestuosidad.
Stolas: *con un susurro débil, pero lleno de orgullo* Via...
La cámara se aleja lentamente, mostrando el caos de la batalla: Ash enfrentando a Striker con golpes demoledores, Octavia usando sus poderes para mantener el control del campo, Millie levantándose lentamente con su hacha en mano, y Moxxie preparándose para otro disparo.
La cámara ahora enfoca a Octavia, aún en su forma transformada, enfrentando a Martha y Striker al mismo tiempo. Su aura oscura brilla intensamente, sus ojos resplandecen con un fulgor púrpura mientras su cuerpo emana energía cruda. Martha, con una sonrisa sádica, carga contra ella disparando rayos desde sus ojos, mientras Striker intenta flanquearla con su látigo de metal.
Octavia bloquea los rayos con una barrera de energía y luego desvía el látigo de Striker con un rápido movimiento de su brazo. Con una velocidad impresionante, se abalanza sobre Martha, golpeándola con una ráfaga de ataques que la hacen retroceder varios metros.
Striker aprovecha para atacar desde atrás con su látigo, pero Octavia, con un giro elegante, lo atrapa con una garra de energía oscura y lo lanza hacia un lado, estrellándolo contra una pila de rocas. Striker se levanta tosiendo polvo, claramente frustrado.
Martha, con el rostro lleno de ira, suelta un grito ensordecedor antes de liberar una explosión de energía desde su ojo. Octavia apenas logra esquivarlo, pero el impacto la lanza contra una pared. Ambas quedan heridas, jadeando y con cortes y quemaduras visibles. A pesar del daño, Octavia se yergue nuevamente, preparada para continuar la batalla.
Entre el caos, Ash, aún transformado pero visiblemente adolorido y cubierto de heridas, logra llegar hasta Stolas, quien está inconsciente, con una gran mancha de sangre extendiéndose bajo su cuerpo. Ash se arrodilla junto a él, apoyando una mano sobre su pecho.
Ash: *con voz grave y preocupada* No sé si me escuchas, maestro... pero necesitaré que aguantes, ¿sí?
Ash cierra los ojos, y un suave resplandor blanco emana de sus manos. Una pequeña porción de su energía fluye hacia Stolas, quien respira hondo de repente, aunque aún se ve débil. Ash cae hacia atrás ligeramente, exhausto por el esfuerzo, pero sonríe al ver que Stolas sigue respirando.
En otra parte de la caverna, Moxxie se arrastra lentamente hacia su pistola caída en el suelo, con la mirada fija y la respiración pesada. Sin embargo, Striker, tambaleándose después del impacto anterior, lo ve y se abalanza sobre él, inmovilizándolo contra el suelo con una mano alrededor de su cuello.
Striker: *con una sonrisa cruel y apretando con más fuerza* Aún recuerdo lo fácil que es asfixiarte hasta asesinarte, pequeño parásito...
Moxxie jadea, su rostro enrojecido por la falta de aire. Apenas logra murmurar con una sonrisa débil.
Moxxie:Ugh... Rico~
Striker frunce el ceño con repulsión y suelta a Moxxie, dando un paso atrás con una expresión de asco.
Striker: *asqueado* ¡Maldito Vómito de la naturaleza!
Ese segundo de distracción es suficiente. Moxxie, con una fuerza inesperada, patea las piernas de Striker, haciéndolo perder el equilibrio. Aprovecha el momento y, con gran agilidad, usa una cuerda caída para enrollarla alrededor del cuello de Striker y lo hace girar con fuerza, lanzándolo al suelo con mucha dificultad.
Moxxie: *jadeando y con furia* ¡Vaquero pedazo de mierda!
Striker, furioso y humillado, rueda por el suelo, sacando rápidamente un revólver y apuntando directamente a Moxxie. Sin embargo, antes de que pueda disparar, un rayo de energía oscura impacta el arma, haciéndola volar de sus manos. Striker mira al responsable, su rostro congelado en sorpresa.
La cámara enfoca a Stolas quien, con la ayuda de Ash, está de pie débilmente. Una de sus manos aún brilla con la energía púrpura que acaba de usar para desarmar a Striker.
Striker: *con incredulidad* ¿Pero qué...?
Mientras tanto la batalla entre Octavia y Martha alcanza su punto máximo. Ambas están visiblemente heridas, con cortes profundos y quemaduras. Octavia avanza con una mirada feroz, usando sus poderes para lanzar esferas de energía oscura que Martha apenas logra esquivar.
Martha contraataca con un rayo continuo desde su ojo, pero Octavia lo bloquea con un escudo de energía antes de saltar hacia adelante, aterrizando justo frente a Martha. Con una garra envuelta en llamas oscuras, Octavia rasga el pecho de Martha, enviándola volando hacia atrás con un grito de dolor.
Martha queda tendida en el suelo, respirando con dificultad y con humo saliendo de su cuerpo.
Octavia, con su cuerpo cubierto de heridas y su energía oscilando peligrosamente. Martha intenta levantarse después de los brutales ataques, pero Millie, con su hacha en mano y la mirada decidida, se lanza sobre ella.
Millie ataca con furia mientras Octavia aprovecha para lanzar una esfera de energía oscura que impacta directamente en Martha, lanzándola contra una roca. Martha queda inmóvil, gravemente herida y jadeando por el dolor. Octavia y Millie intercambian una mirada firme antes de que la cámara corte al otro enfrentamiento.
Striker, furioso y con heridas visibles, se enfrenta a Ash, Stolas y Moxxie. Ash bloquea los látigos de Striker con su fuerza sobrehumana mientras Moxxie dispara sin cesar para mantenerlo a raya. Sin embargo, Striker sigue avanzando, su mirada llena de odio y determinación.
De repente, Stolas, ahora completamente transformado en su majestuosa forma demoníaca, suelta un rugido poderoso que retumba en toda la caverna. Con una velocidad inhumana, Stolas agarra a Striker por la cola, lo levanta en el aire y lo azota contra el suelo repetidamente, creando grietas en la roca con cada impacto.
Stolas: *con voz grave y retumbante* ¡¿¡NO TE GUSTA ESTO,EH!!?
Con un último giro, Stolas lanza a Striker con fuerza, estrellándolo contra la base de la gigantesca estatua de piedra del mismo Striker.
Octavia, viendo que tanto Martha como Striker están cerca de la misma estatua, alza ambas manos, concentrando una cantidad masiva de energía oscura que comienza a girar como un tornado a su alrededor. Sus ojos brillan con una intensidad peligrosa mientras su voz retumba en el aire con un grito desgarrador.
Octavia: *en un rugido demoníaco* ¡¡MUERAN DE UNA VEZ!!
De un solo , Octavia lanza su energía hacia la base de la estatua, cortándola limpiamente. Un temblor sacude la caverna cuando la enorme estructura comienza a inclinarse. Martha y Striker intentan escapar, pero están demasiado debilitados para moverse con rapidez.
Striker/Martha:Me cago en esta verg-
La música alcanza su clímax.La estatua cae con un estruendo ensordecedor, levantando una nube densa de polvo y escombros que cubre todo a su alrededor. El silencio reina por unos segundos mientras el polvo comienza a disiparse.
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Octavia, aún transformada, corre hacia la estatua caída. Con una fuerza impresionante, levanta los restos de piedra y los arroja a un lado, jadeando y con una mirada llena de furia.
El polvo se disipa lentamente... pero no hay cuerpos debajo de los escombros. El lugar donde Martha y Striker deberían estar está completamente vacío.
Los demás personajes, uno a uno, se acercan con miradas incrédulas. Ash frunce el ceño, Moxxie y Millie se miran preocupados, y Stolas, apoyándose débilmente en una roca, observa en silencio.
La cámara enfoca a Octavia, cuyo rostro pasa de la sorpresa al enojo absoluto. Su energía se descontrola y empieza a lanzar esferas de poder al aire, destruyendo pedazos del techo de la caverna y haciendo que las rocas caigan alrededor de todos.
Octavia: *gritando con furia, su voz retumba en la caverna* ¡¡NOOOO!!
A pesar de estar gravemente herido, Stolas da unos pasos hacia su hija. Su forma demoníaca comienza a desvanecerse poco a poco, dándole un aspecto un poco más vulnerable. Se acerca lo suficiente para poder tocar su hombro.
Stolas: *con voz suave pero firme* Octavia... hija... ya basta...
Octavia gira lentamente hacia él, sus ojos aún brillando con furia y lágrimas cayendo por sus mejillas. Pero al ver a su padre, tan débil y herido, su respiración comienza a calmarse. La energía oscura que la rodea empieza a disiparse.
Stolas: *con ternura* Estoy... *jadea*... estoy orgulloso de ti. De lo que hiciste. Pero... no quiero que esto vuelva a pasar... No quiero verte así... No quiero que te pongas en peligro de esta forma nunca más...
Octavia, conmovida, asiente lentamente. Ambas formas demoníacas se desvanecen simultáneamente. Octavia vuelve a su forma original, su cuerpo tembloroso y agotado. Stolas,que apenas puede mantenerse de pie para mantener su transformación.
Finalmente, ambos colapsan al mismo tiempo. Ash y Millie corren hacia ellos, atrapándolos antes de que toquen el suelo. Moxxie, con expresión de preocupación, saca un pañuelo para intentar detener la sangre de las heridas de Stolas.
Las puertas del hospital se abren y Blitzø sale con el rostro visiblemente golpeado y con varios rasguños. Loona lo sigue con un cono alrededor de su cuello, sosteniendo una paleta que le da a Uggie con aire derrotado.
Blitzø: *sonríe cansado* Oh, bien. Al menos ustedes sí lograron, chicos- ¡UGH! se toma el costado con dolor.
Moxxie: *preocupado* Uh, señor... ¿Está bien?
Blitzø: *con sarcasmo* ¡Oh, dulzura! ¡Claro, hoy fue un día estupendo! señala hacia el hospital con un ademán dramático ¿Qué demonios fue todo eso?
Millie: *preocupada* Stolas está muy malherido... y Octavia también. Ash los llevó directamente al hospital.
Blitzø: *su expresión cambia a preocupación genuina* ¿Stolas está qué? ¿Cómo?... ¿Puede sentir dolor?
Mientras hablan, Loona camina cabizbaja hacia la camioneta y se desploma en el asiento trasero con Uggie entre sus brazos. Blitzø la observa un momento, sus ojos reflejan un atisbo de culpa antes de mirar de nuevo hacia el hospital.
Stolas yace en una cama de hospital, conectado a un monitor cardíaco que emite pitidos suaves. Está rodeado de plantas que parecen intentar brindar paz al ambiente. Una bolsa de suero con sangre cuelga cerca de él. Stolas tiene vendajes en su pecho y un cabestrillo en su brazo derecho. Su pierna izquierda está enyesada y levantada por un soporte.
En su brazo derecho, se puede ver un yeso donde Ash ha escrito con letras grandes: "¡Mejórate, Maestro!"
El sonido de una notificación de su teléfono lo distrae. Stolas lo toma débilmente con su mano libre y comienza a revisar su chat con Blitzø.
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Chat entre Stolas y Blitzø
Stolas: Lo siento si dije o hice algo que te ofendiera esta noche.
Blitzø: Ta vvien.
Stolas: La próxima vez tal vez podríamos hablar de lo que pasó en Ozzie's.
Blitzø: ¿X?
Stolas: Lo siento, olvídalo, no es necesario. Solo me preocupé por ti. Parecías algo molesto y te fuiste muy rápido. Pero tal vez lo estoy sobrepensando. Me alegra que no sea el caso. No estaba molesto, solo quería saber si tú no lo estarás y obviamente puedes soportar cualquier broma estúpida que un payaso pueda hacer. Asmodeo puede ser muy invasivo.
Stolas: ¿Si tú quieres?
Blitzø: Jalo.
Stolas: Gracias por ayudarme con Via. Hoy estuviste genial en ese show de humanos.
Blitzø: Va.
Stolas: Esta noche vienes con el libro, ¿verdad?
Blitzø: Komo siempre.
Stolas: ¡Si no tienes ganas de venir, está bien! Estaré bien si te lo quedas por un mes.
Blitzø: Va.
Stolas: ¿Planeas venir mañana? Sé que has estado ocupado y trabajado duro. Tal vez si lo prefieres, ¿nos saltamos lo de la cama y solo nos relajamos? De seguro necesitas un descanso.
Blitzø: Lo q qieras, ez tu noche.
Stolas: Quizá en algún lugar del acuerdo de siempre, en la luna llena podríamos ponernos al día esta semana. ¿Tal vez el lunes?
Blitzø: Estaré okupado.
Blitzø: Estaré okupado.
Stolas: ¡Lo siento! ¡No quería molestarte!
Stolas: Siempre puedes dejar el libro en luna llena y te lo podría devolver si estás muy cansado.
Stolas: Aunque me gustaría verte.
Blitzø: ok.
Hora actual: 17:49 PM
Blitzø: Megorate Ponrto :(
Stolas sonríe débilmente al ver el mensaje y comienza a teclear con esfuerzo.
Stolas: Gracias, Blitz. Significa mucho.
Stolas: Estaré aquí un buen rato, por si deseas venir a visitarme.
El indicador de "Blitzø está escribiendo..." aparece, pero después de unos segundos desaparece sin que llegue un mensaje.
La sonrisa de Stolas se desvanece lentamente. Suspira, dejando su teléfono a un lado mientras gira su cabeza hacia otro lado, sus ojos brillando por lágrimas contenidas.
Varios pétalos de las flores caen suavemente sobre su mesa de noche. El sonido del monitor cardíaco sigue con su monótona melodía mientras un leve sollozo escapa de Stolas.
En otra habitación La luz tenue del atardecer entra por la ventana. Octavia está sentada en la cama con vendas en los brazos y un par de moretones visibles. Ash está a su lado, con las manos en los bolsillos y una expresión tranquila, pero con una sombra de culpa en sus ojos.
Ash: *con voz suave* Vas a estar bien, ¿sabes? Eres muy fuerte, y los doctores dijeron que te recuperarás rápido. Tu papá… bueno, él necesitará más tiempo, pero saldrá de esta.
Octavia baja la mirada, sus manos apretando las sábanas con fuerza.
Octavia: *con la voz temblorosa* Esto es mi culpa… Si hubiera detectado las auras de esos malditos androides antes, si hubiéramos llegado más rápido, ¡papá no estaría así!
Ash: *con tono firme* Oye, no digas eso.
Octavia: *ignorándolo, con lágrimas comenzando a acumularse en sus ojos* ¡Y Blitz! Él también tiene parte de la culpa. ¡Se tardó tanto con las estúpidas vacunas de Loona! Si nos hubiéramos movido antes…
Ash suspira, pero deja que Octavia siga hablando.
Octavia: Y… y odio todo esto. se lleva las manos a la cara, frustrada No me gusta la violencia, Ash. ¡No me gusta! Pero está en mi sangre, como si estuviera destinada a ser así. Mi madre… ella perdió la cabeza por estas cosas, y hoy, *hace una pausa, temblando* yo casi lo hago también.
Ash se sienta en una silla frente a ella, inclinándose ligeramente hacia adelante.
Ash: *con sinceridad* Escucha, esto no es culpa tuya. Tampoco es culpa de Blitz. Nadie aquí tiene la culpa… excepto esos putos androides.
Octavia lo mira con ojos brillosos por las lágrimas.
Ash: *bajando la voz* Tal vez… tal vez yo también tenga algo de culpa. Stolas me pidió que lo acompañara esa mañana y… lo rechacé. Pensé que todo estaría bien, que no pasaría nada.
El silencio llena la habitación por unos segundos. Octavia lo mira fijamente antes de fruncir el ceño.
Octavia: *enojada* ¿¡Cómo pudiste hacer eso!? ¿¡Estás diciéndome que todo esto podría haberse evitado si hubieras estado con él!?
Ash: *levantando las manos en un gesto de defensa* ¡No es lo que quise decir! Solo trataba de hacerte sentir mejor, no quería que pensaras que era tu culpa.
Octavia: *su voz sube de tono* ¡Pues lo hiciste peor! ¿Acaso piensas que esta charla está ayudando?
Ash: *alzando la voz también* ¡Yo solo intentaba ser honesto con vos! ¿Preferis que te mienta y te diga que todo está bien cuando claramente no lo está?
Octavia: *gritando* ¡No entiendes nada, Ash! ¡Tú no entiendes lo que es ver a tu padre destrozado en una camilla y sentir que todo es tu culpa!
Ash: *con un tono más bajo, pero firme* ¡Y tú no entiendes lo que es ver a las personas que te importan caer una y otra vez mientras tú estás ahí, sin poder hacer nada!
Ambos se quedan en silencio, respirando agitadamente. Ash desvía la mirada, sus puños cerrados. Octavia se limpia las lágrimas con brusquedad.
Octavia: *más calmada, pero con frialdad en su voz* Cuando salga de este hospital, puedes quedarte conmigo para continuar el entrenamiento del "Elegido". Pero… hasta que mi papá se recupere… lo señala con el dedo no quiero que me hables.
Ash la mira por un momento, sus ojos reflejan dolor, pero asiente lentamente.
Ash: *con voz baja* Está bien.
Se levanta de la silla y camina hacia la puerta, pero se detiene un momento antes de salir.
Ash: *sin voltear a verla* Descansa, Octavia.
Ash sale de la habitación, cerrando la puerta con cuidado detrás de él. Octavia se queda sola, dejando escapar un sollozo silencioso mientras la luz del atardecer pinta la habitación con tonos anaranjados.
Fin del capítulo...
Hola!
Esto es un mensaje para todos los que aún leen está historia.
Todos sabemos que el próximo capítulo (el cinco) es uno de los más mierda de la serie.
Y como no quería hacer una decisión que pueda molestar a alguien,vamos a poner en práctica la democracia.
Entonces,que hacemos muchachos?
1-Intento escribir el capítulo igual (con mí estilo obviamente)
2-Hago un capítulo con conceptos de ese cap,pero escrito de otra manera
3-Salto directamente al capítulo 6.
Voten en los comentarios,solo espero que está vez no me dejen sin ningún tipo de comentarios,el que lo haga,es fan de Andrealphus.
Ah,y dentro de pocos días (espero) se subira el primer short de esta versión.
En fin,nos vemos.
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