Prólogo
Era un día normal en la vida de la doberman Maria (26 años), volvía de su trabajo para ir a casa con sus hijas adoptivas. Ellas vivían en una pequeña isla, de la parte del mundo de los furries.
Sus hijas eran: Faxy (4 años), una hiena muy amable pero feroz.
Hanami (5 años), una zorra (femenino de zorro, no el insulto) astuta e engreída pero siempre lista para ayudar a su familia.
Teresa (5 años), una gata atigrada curiosa y silenciosa.
Y por último, Tira (6 años), una tigresa (muy bien Sherlock) fuerte y temible.
Bueno. A lo que iba Maria.
Pov Maria:
Fue otro día agotador en la oficina.
Dios. Los ladrones no pueden tomarse un descanso, ¿no?
Bueno, no importa.
Me encuentro caminando de regreso a mi casa, para estar junto a mis adorables hijas. ¿Que cosas habrá hecho Hanami en la escuela? ¿Se volvió a meter en problemas con el profesor por pasarse de lista o solo habrá pasado un día normal con su amor platónica de la telenovela en casa?
Mientras me encontraba en esos pensamientos, escucho una explosión a lo lejos, viniendo del orfanato abandonado dónde encontré a las chicas.
Decidí correr para saber que había pasado.
Al llegar me encuentro con la peor imagen del mundo: el orfanato ardía.
Adentro escucho unas voces.
Maria: ¡Tranquilos! ¡Aguanten, que ya llegué! - marque al número de un compañero -
Clay: Hola Maria, ¿qué necesitas?
Maria: ¡Clay, llama a los bomberos y a una ambulancia, que el orfanato abandonado se incendia! - tiro el teléfono y entro en la casa que se cae a escombros -
Clay: ¡¿Que?! ¡Espera, no hagas nada imprudente! - esas palabras, nunca las llegue a escuchar, y eso fue lo mejor que pude haber hecho -
Cuando entro en la casa, veo a una señora humana en las últimas, en el piso con una viga encima.
Maria: ¡Respiré señora, respire, que ya viene la ambulancia! - le quitó la viga y la saco de la casa. Al dejarla afuera escucho una voz, una voz joven proviniente del sótano -
Vuelvo a entrar en la casa y me dirijo al susodicho lugar. Al llegar, veo a un niño humano de cabellos negro como la noche, llorando, tratando de liberarse de unas cadenas que lo sostienen, casi en sus últimas. Al acercarme se desmaya, corro hacía el y lo libero fácilmente.
Al verlo de nuevo, noto que está lleno de heridas y marcas muy grotescas. Revise su pulso, y aún sigue vivo, suspire de alivio, una vida no debería desaparecer a esta edad.
Pero no había tiempo de pensar ya que el techo encima mío se caía.
Salí corriendo del lugar y voy directo a la mujer que se encuentra en el suelo, llorando.
Maria: ¡Señora calmase! ¡Su hijo ya está bien! - trato de acercarselo, pero ella se aleja atemorizada -
Señora: ¡Alejasé de ese monstruo! ¡Él es- Él es- es-- no pudo terminar de hablar ya que se había desmayado -
Maria: ¡Señora! - me acerco a ella aún con el niño en brazos, le tomo el pulso y no tenía - ¡Mierda! ¡No se irá de este mundo dejandome con esta duda! - le hago RCP para que reaccione, mientras sostengo al niño -
A los pocos segundos llegaron los bomberos y la ambulancia.
Controlaron el fuego y llevaron al chico y a la mujer al hospital.
...
Luego de eso me interrogaron sobre el incendio: que pasó, como, etc.
Después de ese largo interrogatorio y tras mucha investigación, llegaron a la conclusión de que el incendio fue provocado, y la mujer había sido la causante del fuego. Pero desgraciadamente había fallecido por todos los humos que había inhanalado.
¡Mierda! Con lo que me había costado salvarla, y me preguntó si fue ella la que daño al chico.
Pregunté por él y me dijeron que sigue vivo, con algunas quemaduras y cicatrices.
Fui a verlo y me encuentro con él despierto mirando el techo.
Maria: Es un lindo color, ¿no?
Niño:... - no me dan alguna respuesta, solo asiente -
Maria: ¿Tienes nombre?
Niño:... - vuelve a hacer lo mismo -
Antes de que pueda preguntar cuál es, entra Clay y me pide que lo vea afuera.
Ya afuera en la habitación me ve con un ceño fruncido en su cara, que luego se vuelve en mar de lágrimas.
Clay: ¡Tonta! - se abalanza sobre mí y me abraza mientras llora - ¿¡Cómo se te ocurre esa estupidez!?
Maria:- le correspondo el abrazo mientras sonrió, por afuera puede parecer un perro xolo feroz, pero adentro puede ser muy dulce - no tengo idea. Solo pensaba en ayudar, vivir, y contarles a mis hijas una historia cuando vuelva.
Clay: ¿¡Y si no volvías!?
Maria: Yo no me muero tan fácilmen-te.
Estuvo así un rato hasta que se separa y se seca los ojos.
Clay: Bueno. Vengo a informarte sobre lo que pasó. La mujer se llama Selena Elric y el niño es Yami Elric. Ella sufría de constantes alucinaciones desde pequeña, tal vez pensó que su hijo era una especie de monstruo por ese color negro de pelo y por eso lo encadenó en el sótano. También debió pensar que era perseguida y por eso incendio su hogar.
Me quede boquiabierta. Eso era muy fuerte como para asimilarlo.
Clay: Bueno. Cómo ahora está muerta, la pregunta más importante sería: ¿Que pasará con el niño?
Maria:- mire al pequeño, que se encuentra mirando sus muñecas que están marcadas por las cadenas - Lo cuidare.
Clay: ¿Hmm? ¿Segura? Un niño humano es distinto a un furry.
Maria:- volteé para mirarlo y le sonrió con confianza - Estoy segura.
...
Pov narrador:
En la casa de la doberman se encontraban sus hijas hablando.
Hanami: ¿Donde está mamá? Es muy tarde para seguir trabajando - decía mientras miraba la puerta principal -
Faxy: Tal vez, solo tal vez, sigue atrapando chicos malos - dijo la menor mientras miraba la TV -. ¿Ustedes que creen, Tira y Teresa?
Tira: No importa, ella vendrá.
Teresa:... - solo mira la TV -
Siguieron así por unos segundos hasta que se abre la puerta y se deja ver la doberman, quien tenía algo detrás.
Las chicas curiosas se ponen a ver quién o qué era, y su sorpresa fue mayúscula al ver a un niño humano pelinegro.
Hanami: Mamá, ¿quien es él? - pregunto acercándose de forma curiosa al niño, quien solo abrazaba su mochila sin levantar la mirada -
Maria: ¿Él? Hmm... - mira al chico y luego regresa su vista al frente - Él es su nuevo hermano, tiene tu misma edad, Hanami.
Continuará
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro