(JEON JUNGKOOK)

Me di la vuelta para poder verla. Era la primera vez que la veía en frente de mí de pié. Era muchísimo mas baja que yo, traía unos jeans blancos apretado y un abrigo de lana que le cubría hasta un poco mas arriba de su barbilla, dejando al descubierto sus labios, ni tan finos ni tan gruesos, aún así por la poca luz, me tomé el tiempo de escanearla, su naríz no era tan grande, ni tan pequeña, justo en la punta, pude distinguir un lunar. Sus ojos son grandes, amarillo ocuros, tanto que se pueden confundir con color café. Su cabello iba suelto, le daba un poco mas debajo de los hombro e iba completamente lizo y brillante, había una raya en el medio que lo dividía en dos parte, donde había un topo cerquillo en cascada que le caía casi en sus mejillas y casi le tapaba sus ojos. A decir verdad, era muy hermosa. También su tamaño la hacia ver tan inocente y tierna. Sus manos estaban dentro de los bolcillos del abrigo, recordé las veces que toqué sus manitos de bebé, suaves y cálidas siempre, que en comparación con las mias que son grandes y casi siempre frías. Me daba tanta alegría ver que si vino que no supe que decir.

—¿No dirás nada? —se veía molesta, era mas que claro al ver su entrecejo arrugado, miraba a un punto al costado mío, aún no me miraba a los ojos.

—Rina, lo siento —fué lo único que supe decir dejándome caer de hombros, esta vez si obtuve su mirada.

—Jungkook, no iba a cambiar nada si todo hubiese sido diferente desde el principio, entiendo que era difícil para tí decir: si, soy Jungkook de BTS, pero tal vez te hubieses ahorrado este malentendido, ahora me siento avergonzada, por que te confecé lo mucho que te admiro, quiero y amo, ¿como quieres que me sienta? Casi no puedo ni sostenerte la mirada por mas de dos minutos, me quedé en shock cuando supe que JJ97 eras tú, la pasé mal, no sabía que estaba pasando conmigo, por que pensé que amaba a Jungkook solo por ser un ídolo, pero cambió cuando te conocí en persona, cuando supe que esa persona que me alagaba tanto en lo que hacía eras tú —ví sus ojitos ponerse mas claros cuando comenzó a llorar, quise abrazarla, pero no lo hice, apenas y nos movimos cuando el agua comenzó a caer sobre nosotros —pensé que cuando te vería, saltaría como loca desquiciada por la alegría, pero me quedé paralizada, por que mis sentimientos ya no eran hacia un ídolo, sino hacia una persona en carne y hueso, una persona que se hizo pasar por alguien deconocido y que practicamente conoce todo de mi, una persona que cuando veo, se me acelera el corazón a mil, una persona inalcansable para mí —eso último no lo comprendí, pero solo estaba concentrado en sentir el dolor que ella siente en estos momentos.

No pensé que eso fuera lo que ella sintiera de verdad, definitivamente si la conocía, debí de confiar en ella y decirle quien era, pero ya no podía regresar el tiempo y hacerlo diferente. Estaba claro que eso le dolía. Quería abrazarla, y pedirle que me perdone, que... Que aún no tengo claro lo que siento pero que me gustaría saber que es.

—Me voy, y no intentes pararme —su cabello y su ropa estaba completamente mojada, hasta ví como temblaba del frío, se veía tan idefenza, se dió la vuelta en sus talones y caminó con intenciones de irse.

Mi impulso pudo mas que mi orgullo, agarrándola de su brazo y dándole vuelta, pegándola a mi cuerpo y abrazándola con mis brazos. Se sentía como abrazar a un muñequito de peluche, tan pequeña. Verdaderamente era pequeña entre mis brazos. Por fin hice algo que habría querido hacer la primera vez que la ví en el fansing, sentí su perfume... Vainilla, tal y como a ella le gusta, tal y como a mi me gusta, siento que ese aroma pega mucho con las mujeres, y que lo tenga Rina, es realmente bueno.

La apreté fuertemente con mis brazos, sin querer soltarla, importándome poco que nos estuvieramos mojando. ¿Por que no soy tímido del todo con ella? No era ese chico en estos momentos que no sabe que hacer con la chica que tiene al frente, pensé que me sentiría incómodo al abrazarla, pero era mas reconfortante y bonito de lo que pensé.

—Perdóname Rina, soy un tonto —le dije cerrando mis ojos fuertemente, fundiendome en ella.

Sentí sus brazos rodear mi cintura, sonreí, su rostro estaba hundido en mi cuello y casi podía sentir su respiración en esa zona. Nos quedamos así unos pequeños minutos, disfrutando de un abrazo, sientiendo el rebote de nuestros corazones chocar, ambos parecian querer salirsenos del pecho. Nos alejamos lentamente, miré sus ojos, estos estaban mas amarillos que antes.

No sabía si era correcto o precipitado lo que iba a hacer, pero solo sentia que debia de hacerlo. Agarré su rostro entre mis manos, y junté mi boca con la suya. Tardó unos minutos en responder, hasta sentí como abría su boca en busca de mas movimientos. La seguí, moviendo nuestros labios en un compáz lento, dulce. Sus labios eran suaves, sabía a... Menta, pero era una menta suave. Sus manos roderon mi cuello acercándonos mas, una de mis manos viajó a su cintura pegándola mas a mi. Profundizando más es beso, esta vez, sentí su lengua tocar la mía. Seguro o no, lo estaba disfrutando.

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Se mamó esta mier** okno
Se les quiere de kokoro
Espero la estén disfrutando tanto como yo.
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