Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌗Capítulo XXIII


Una semana había pasado, una semana donde el comer se volvió algo sobrevalorado, donde la culpa de pensar que todas las visitas en el hospital eran su responsabilidad (el no estar para proteger a Canadá, el accidente de México...) una semana donde en el hospital lo veían cada noche, a veces por intoxicación, otras porque las autolesiones habían sobrepasado unas simples cortadas en sus brazos, el querer o mínimo intentar visitar a México tampoco se quedaba atrás, llegó a un punto donde las horas de trabajo eran saltadas por la impotencia y la sensación de que cada paso que hacía era juzgado.

Un TCA provoca todo esto, provoca la impotencia, un miedo social, provoca problemas apartes y todo derivado de algo tan simple como un comentario de gracias, llegas a un punto donde cuando no comes, cuanto te mientes a ti mismo, quieras o no terceros se implican en el tema y, ayuden o no, a ti te parece que están en tu contra.

¿Cómo que no puedo volver a trabajar? — Preguntó el rubio con una voz apagada, hasta hablar le costaba, y eso era algo notable por sus lentos gestos y simples expresiones.

— Usa, querido... — Uno de los tres presentes en la sala, ONU, habló, respondiendo a la reacción del rubio. —  No estás en un buen estado... mírate, si hasta en el turno nocturno te cansas, no es sano que trabajes en tu estado.

Puedo trabajar desde casa, ya sabes, como clases Online pero trabajo Online..., te mando... te mando los documentos y ya. — Este se acomodó en su silla, resbalándose en su silla y viendo de reojo a OMS, el cual se encontraba a unos de los lados de la sala murmurando sobre algo inaudible a oídos del americano junto a Uk.

— No. — Respondió directamente ONU. — No te podemos quitar el puesto de país, eso es obvio, tendría que haber una guerra para que volvieras a ser colonia británica y... aunque fue una opción de un principio... fue un 49-51 los votos así que... — El lado vio el rostro de asombro de su acompañante.

—  ¡¿Cómo que colonia?! ¡UK! — Su rostro se giró al nombrado, viéndole con odio y las manos apoyadas en los reposabrazos de aquel sillón cubierto por cuero.

El británico ni se molestó en hablar, solo dirigió su mirada hacía el menor para luego volver a mirar a OMS y seguir la charla en voz más baja de lo anterior.

Usa, sientate, realmente lo de colonia lo propuso Europa, no él, aunque fue uno de los votos a favor así que... — Carraspeó su garganta. —  La verdad es que por ciertos motivos no vas a poder trabajar, tómate esto como un año sabático para poder respirar, relajarte y aclarar dudas, igualmente cualquier cosa o cambio te mantendré informado.

¿Cómo que año sabático? — La preocupación le inundó, ¿Qué se traían entre manos? el miedo se apoderó de él, el pánico, muchas sensaciones juntas, una presión en su estómago.

Mejor que Uk te lo explique mientras van a... casa... —  La voz de OMS desvió la vista del menor hacía el, tenía los ojos cubiertos por sus gafas de sol pero aun así podría reflejarse por el resto de su rostro el miedo que tenía, era lo menos que podía sentir en este momento.

No me gusta esa pausa... — Se levantó del sillón, caminando hacía la puerta, siendo seguido con el británico que, por desgracia para unos y fortunas para otros, estaba obligado a llegar a Usa a los lugares por si había "problemas" durante el camino, al principio era gracioso, después ya no tanto.

El camino hacía el coche fue en silencio, Usa iba en el asiento del copiloto viendo por la ventana, reconocía que el camino por el que iban llevaba a su casa por lo cual su preocupación había disminuido, como siempre que había algún momento a solas entre padre e hijo ambos estaban callados.

¿Qué tal con Francia? —  Preguntó, en busca de algún tema de conversación en su largo viajo que apenas iba por la mitad.

—  Bien  — Respondió de forma seca mientras sus ojos seguían en la carretera.

—  Ella no dice eso... — Contestó Usa, acomodándose en el asiento. — Me llamó la otra noche, ¿tuvisteis una pelea? ¿Qué pasa? ¿Ya no se te para?

Las risas del estadounidense sonó algo alto, aunque enseguida se detuvo, realmente no sabía ni porque se reía.

Tengo sueño. —Dijo luego de unos segundos de detener su risa. — ¿Cuánto falta?

Como te pongas a preguntar eso cada 5 minutos cambio de dirección y te dejo pasando la noche con Rusia. — Respondió el británico en cierto tono de burla.

¿Eso fue una broma? ¿Acabas de hacer una broma?

No, fue una amenaza. — Respondió con su característica seriedad pero aun así una pequeña curvatura en sus labios mostraba que esa situación le divertía.

¡Una amenaza dicha como burla! — Este le dio un leve golpe en el brazo del mayor, riendo algo bajo y al poco dejando de vuelta con el silencio.

La casa de Usa estaba a una calle, pudo ver el giro en una sola dirección hacía donde vivía rodeando la carretera de casa y farolas de las cuales funcionarían 2 de las 10 que habían puestas. Miró el cartel que indicaba que la velocidad tenía que mantenerse en menos de x límite para evitar accidentes mientras con su mano buscaba para desabrochar el cinturón, acción que se detuvo nada más colocar su dedo sobre el botón que al pulsarlo liberaría la tira de seguridad nada más vio como se pasaba la calle y seguían mas adelante.

Emmm... te has pasado la calle. — La vista de Usa se dirigió por su ventanilla viendo irse la entrada aun con su cabeza girándose hacía el mayor.

Ya... bueno no vamos a ir a tu casa... — Respondió de forma, un tono... un tono de esos que te hacen saber lo que pasa, uno melancólico y con cierta incomodidad como al que le obligan a hacer algo pero en sus adentros sabe que es lo mejor, y tanto fue así.

Uk sabía lo que iba a pasar desde hace meses, por mucho que al principio se negara a aquella "recomendación" de OMS y ONU tuvo que acabar aceptando, parecería a primera vista una acción por su propio bien, para deshacerse de Usa o quitarse ese peso de "Niñero" de encima, pero tanto las organizaciones como él, y hasta la propia potencia cuando se enterase de lo que iba a pasar, aunque se negara, sabía que era lo mejor.

¿Quién se a muerto ahora? — Rio de forma nerviosa esperando para sus adentros que fueran a un parque y tuvieran una charla mística o algo así. — ¿Vas a darme una charla en un acantilado así modo película? Porque ya sabemos que somos muy intensitos pero tampoco lo veo necesario.

No... vas a quedarte en otro sitio durante un tiempo, un par de meses. — Respondió con calma mirando hacía otro lado, evitando la mirada de su hijo.

¿A tu casa? — Preguntó de vuelta. — Dudo que sea buena idea, ¿no que habías tirado mis cosas que me dejé ahí? ¿Dónde iba a dormir? ¿En el sofá?

No vamos a ir a mi casa Usa...

Y ahí Usa entendió perfectamente donde iban, quedándose callado y sin comentar nada al respecto, pero su rosto lo decía todo. No le agradaba la idea, pero parecía que no iba a negarse.

El viaje termino deteniéndose a las puertas de un gran edificio de múltiples plantas en el cual el color azul y blanco predominaban por toda la fachada a la par que múltiples ventanas y varios carteles en la parte más sobresaliente, uno de ellos decía bien claro donde estaban con una letra de new roman en dorado que resaltaba ante todo el azul, " CENTRO DE SALUD MENTAL".

¿Me vais a internar? — Preguntó Usa nada más el coche fue cerrado y ambos ya habían empezado un corto camino hacía la entrada.

Es por tu bien... hemos hablado con OMS y varios especialistas, USA, ahora mismo eres un peligro para ti mismo y si tu orgullo no te deja  ser cuidado por los demás esta es la única forma de que no se te salga de las manos todo esto... 

Hubo unos minutos de silencio durante el corto camino al mostrador, silencio que iba acompañado a los lentos pasos de ambos angloparlantes.

Buenas — Un chico joven del mostrador se acercó a ambos, posando sus manos juntas sobre el blanco mueble. — ¿En que puedo ayudaros?

Venimos por un internamiento psiquiátrico, a Usa Walker. — Comentó el británico viendo hacía el joven el cual tecleó un par de cosas en el ordenador del lugar.

¿Voluntario o Involuntario? — Preguntó aquel chico volviendo a mirar hacía ambas personas.

Voluntario — Respondió rápidamente Usa antes de que su padre pudiera si quiera reaccionar a la pregunta, metió sus manos en los bolsillos del pantalón militar que llevaba.

Perfecto, ya está todo listo... avisaremos al señor OMS de su llegada al centro, primero irá a su habitación, la 2B del piso 5, ¿sí? — Comentó el joven mientras marcaba algo en el ordenador, seguro avisaba a alguna enfermera o algo, quien sabe.

Perfecto.

Tras un par de minutos hablando y confirmando todo ambos se alejaron de la mesada y caminaron a un lado de esta, aun a la vista de los presentes.

No estás aquí de forma voluntaria... — Dijo el británico mirando hacía a un lado, mirando al mas alto mientras su voz era calmada.

Si dices de forma involuntaria piden unos papeles y documentos psicológicos, neurológicos y psiquiátricos más un análisis clínico que los respalden — Ante la mirada de asombro de Uk Usa continuó hablando. — Para lo que me interesa si tengo buena memoria, deberías de saberlo.

Ya, aunque no lo parezca si me preocupas, un padre sabe este tipo de cosas, y aunque lo niegues sigues siendo mi hijo. — Comentó el más bajo, fijándose en la mirada ojerosa del estadounidense.

Me gustaría decir que tú eres mi padre.

¿Usa Walker? — Una enfermera, deducido por la vestimenta, se acercó a ambos, viendo al estadounidense el cual solo asintió afirmando que era él a quien buscaba. — Acompáñeme.

La vista azulada se fijó en la de ojos grises, Uk sonrió con cierto tono de melancolía y extendió sus brazos, nada más estuvo a pocos centímetros de abrazar al rubio este se separó, caminando junto a la enfermera y sin despedirse de forma oficial, dejando al albino atrás el cual no se retiró del centro hasta que ya no pudo ver más la silueta del rubio.

Por motivos del centro está prohibido tener teléfonos y las llamadas serán siembre bajo un supervisor, zapatos con cordones, collares, pulseras o pendientes, hojas y navajas de afeitar, tijeras, objetos de vidrio, pinzas de depilar, cortaúñas, o cualquier utensilio que pueda ser dañino. No está permitido consumir alcohol, tóxicos, drogas, pastillas, ni ningún tipo de medicación no prescrita por el médico. No está permitido fumar, oh, y ni animales. — Comentaba paso por paso aquella misma enfermera mientras recogía las pertenencias de Usa en una caja, incluida su ropa, la cual el rubio tuvo que sustituir por una especie de pijama raro, como un uniforme escolar pero versión centro psiquiátrico. — El desayuno será a las 9, la comida a las 1 de la tarde, la merienda a las 5 y la cena a las 8, estas serán con una dieta especifica y revisada por cada paciente, si tienes problemas con tu dieta puedes hablarlo con la psicóloga de tu unidad, la primera cita con ella la tendrás mañana a las 12, no puedes traer comida a tu habitación o otras zonas por motivos de higiene.

Hablas mucho... — Se quejó Usa mientras colocaba bien la camisa del "uniforme", el comentario fue ignorado por la joven.

Solo se permite el consumo extra en las visitas y la comida que te traigan sea lo que sea pasará por revisión, el horario de visitas está colgado en la entrada y tu familia ya han sido avisados de todo. — Concluyó la mujer, cerrando la caja ya llena y caminando a la puerta. — Hay cámaras por todas las habitaciones y pasillos, si necesitas guía hay mapas del centro al final del pasillo.

Y se fue, el silencio de la habitación contrastaba contra la chillona voz de aquella enfermera,  ojalá no la volviera a ver.

Colocó las pantuflas de algodón en sus pies, eran cómodas, punto a favor del horrendo uniforme que le obligaban a llevar, era una simple camisa de manga corta y un pantalón largo holgado, parecía que iba en pijama, pero en el fondo tenía sentido que fuera así.

Caminó hacía el fondo del pasillo al salir de la habitación individual que apenas tenía una cama, una cómoda y ya, sus ojos se fijaron en el recorrido del piso en el que estaba, al parecer la sala común se encontraba dos pisos más bajo... Solo de pensar en la cantidad de escaleras que tendría que subir y bajar a diario ya le daba cansancio.

2287 palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro